Antiguos templos griegos, auténticas playas de aguas transparentes, pueblos de montaña ocultos en la niebla, la capital de Sicilia, Islas volcánicas en medio del mar Tirreno.
Amanece otro nuevo día que también amenaza que va a ser caluroso. Sin perder tiempo y tras desayunar nos vamos directamente a la entrada que llevo seleccionada para visitar nuestro siguiente objetivo. A pesar de ser temprano ya se ve bastante cola. Nos paramos frente a la entrada y desde uno de los puestos nos indican que está prohibido aparcar y que nos metamos dentro del parking de pago GPS: 37.29002, 13.60011
Valle de los Templos
17 euros por cabeza nos cuesta la entrada en Junio de 2025. Creo que por otros 5 euros te dan una audio guía que quizás no sea mala opción. Nos encomendamos a San Google para que nos de información de lo que a continuar vamos a ver. Anoche pasamos por la carretera que bordea el conjunto arqueológico y la iluminación de los templos es muy bonita. Nos gustó casi más que ahora de día.
Básicamente lo que vamos a ver son las ruinas de una antigua ciudad griega cuyos orígenes datan del siglo V antes de Cristo. Está enclavada en una cresta de roca arenosa ubicada entre el mar y la ciudad de Agrigento. Se conservan algunas ruinas de los siete templos que en su día tuvo la ciudad. El primero que visitamos es el de Juno.
Curioso cómo sus habitantes labraron la roca arenisca para conformar las murallas defensivas de la ciudad. Posteriormente en época cristina junto a estas murallas se excavaron sepulturas.
El siguiente templo al que llegamos y podemos admirar es el de la Concordia, el mejor conservado de todo el complejo. Muy bonito, precioso, la verdad. Parece mentira que en el siglo V antes de Cristo se pudieran construir estas maravillas. Y sobre todo que los podamos seguir contemplando.
Yo diría que el suelo de esta ciudad debe ser como un queso gruyere ya que vemos catacumbas por todas partes aunque no podemos visitarlos, una lástima, deben ser interesantes.
Esto es muy grande y pienso que daría para echar el día entero. Pero el calor va apretando cada vez más y no es cuestión de estar mucho tiempo bajo el abrasador sol. Creo que en otoño o invierno se debe estar a gusto aquí. Las siguientes ruinas que visitamos son las del templo de Heracles que una vez visto el anterior éste no nos dice gran cosa.
Evidentemente todo lo que se ve aquí no es solo de la época en la que los griegos estuvieron en Sicilia. Luego vinieron los romanos que también aportaron y dejaron lo suyo. Después los cristianos que hicieron de las suyas, lo normandos, los árabes, etc, etc.
Otras ruinas que visitamos son las del templo de Castor y Pólux que es una pena que no esté mejor conservado. Pero ya se sabe que este tipo de lugares hay que vivirlos con mucha imaginación. Vemos abajo el jardín Kolymbreta un oasis en este secarral. Pero hay que pagar una entrada aparte por lo que declinamos visitarlo.
Volvemos sobre nuestros pasos, se nos ha acabado el agua y hace bastante calor. La gente se refugia en cualquier sombra. Así no se disfruta lo mismo, pero qué le vamos a hacer, no podemos luchar contra las inclemencias meteorológicas. Aún así este lugar declarado Patrimonio de la Humanidad merece la pena ser visitarlo. Aquí es donde más turistas hemos visto hasta ahora con diferencia.
Al sacar la auto del parking una empleada que n o estaba esta mañana a primera hora nos recrimina que este parking es solo de coches. Le digo que los del puesto de las taquillas nos han indicado que entráramos y se va echando pestes hacia el puesto. Nosotros pagamos en la máquina los 5 euros que nos pide y tan bien. No nos esperamos a ver cómo acaba la cosa.
Ponemos rumbo a la playa, estos calores se llevan mejor al fresco de la brisa marina.
Scala dei Turchi
Vamos a un área y al engancharnos a la electricidad comienza un molesto ruido en el cargador de la auto y pensamos que puede deberse a la tensión del área. Cambiamos a otra, GPS: 37.28943, 13.47845, un área particular, muy bien ubicada, con todos los servicios por 20 euros al día. El ruido continua por lo que deduzco que el problema es de nuestro regulador solar que no puede digerir la potencia de las placas junto a la potencia de la red fija. Desconecto las placas y problema resuelto, toca cambiar el regulador.
Tras comer, descansar un rato nos bajamos a la playa por el camino que está frente al área. Nos refrescamos en el mar y nos acercamos para ver este curioso lugar conocido en español como la escalera de los turcos. Debe su nombre a que este lugar de acantilados blancos eran utilizados por los piratas turcos para asentarse en esta zona. Dos chicos en la playa hacen las labores de controladores y nos indican que hay que reservar el acceso previamente por internet, cuesta unos 5 euros. Más tarde desde el área siguiendo la carretera se accede a unos bonitos miradores donde se tienen unas bonitas panorámicas de este singular lugar.
Otro día en Sicilia, seguimos costeando hacia otra bonita ciudad o por lo menos es lo que previamente he leído. Estacionamos en la zona del puerto GPS: 37.505, 13.0804, gratuito y sin servicios.
Sciacca
El centro de la ciudad se ubica en la parte alta por lo que accedemos a ella subiendo unas bonitas escaleras. Así llegamos a la Piazza Scandaliato donde se ubica la coqueta Iglesia de San Doménico.
Cerca está el imponente edificio del Ayuntamiento con un bonito claustro aunque lo vemos algo sucio y decadente. Esta sensación nos va a acompañar durante toda la visita a Sciacca. Es esa sensación de una preciosa ciudad que ha ido a menos, una pena.
Otro de l os monumentos que merece la pena visitar si se vista esta ciudad es la Puerta de Palermo construida durante el reinado de Carlos II de Borbón en el año 1753. No es gran cosa pero bueno.
Otro edificio que descubrimos por casualidad es el precioso Palazzo Steripinto del siglo XVI en estilo gótico catalán. Creo que no se puede visitar ya que no vimos letreros para sacar la entrada.
Hacemos un alto y nos tomamos unas granitas a las que nos hemos aficionado. Además son muy refrescantes y sientan muy bien. Las de almendra son una perdición.
Tenemos sensaciones encontradas con Sciacca, no nos termina de llenar a pesar de tener mucho potencial. Le insisto a Mati que tenemos que seguir intentando tomarle el pulso a la ciudad y esto solo se consigue callejeando, pero el calor que poderoso enemigo es.
La Catedral abiertas y gratis, para adentro que se está fresquito.
Muy bonita, vamos ganando puntos. Otro precioso palacete abandonado que ya me gustaría a mí poseerlo, una preciosidad dejada de la mano de Dios.
Otros edificios sin embargo sí están restaurados y son habitables. Otro curioso y a la vez precioso rincón es el que encontramos cuando llegamos a la Iglesia de Santa María delle Giummare. Claramente defensiva con su fachada almenada. Intentamos acceder pero un señor nos indica que tiene humedades y se está restaurando. Nos cuenta una historia de la segunda guerra mundial sobre un pescador que salva a un piloto. No lo entendemos muy bien pero vamos hacia una especia de cueva en la misma plaza donde hay algo relacionado con la historia, donde vemos una talla de la Virgen de Lourdes.
Mati dice que ya ha tenido bastante y no la puedo convencer para subir al castillo. Por tanto decidimos poner fin a la visita a la ciudad. Bajamos por una bonita escalera y voy buscando la foto panorámica que uno ve en internet cuando busca información de Sciacca. No la termino de encontrar, en cambio vemos como unos pescadores meten un enorme ejemplar de pez espada en una furgoneta, alucino con esta gente. Esta especie de pez es muy consumido en Sicilia, lo hemos visto por todas partes.
Buscamos un lugar al lado de la playa para comer tranquilamente y a la sombra si es posible. Lo encontramos en una playa a la salida de Sciacca, GPS: 37.5047, 13.05647, gratuito y sin servicios. Un lugar privilegiado al lado de la playa. Sacamos la mesa, extendemos el toldo y pasamos unas horas muy buenas con baño incluido.
Piaggia Tonnara
Hemos auxiliado a una familia de italianos en el mismo parking de la playa. Se han quedado sin batería y les hemos puesto las pinzas. Nos lo agradecen tanto que nos querían dar 20 euros que amablemente hemos rechazado. Con que se hayan llevado una buena impresión de unos autocaravanistas españoles nos damos por satisfechos.
Partimos hacia nuestro ultimo destino del día. Estacionamos en un área privada que será nuestro lugar de pernocta, GPS: 38.02503, 12.89022, con todos los servicios por unos 15 euros la noche.Castellammare del Golfo
Tras instalarnos nos acercamos al casco antiguo que dista unos 15 minutos andando. El emplazamiento de esta localidad es muy bonito, por un lado el mar Mediterráneo y por otro una imponente montaña que le da protección.
Notamos que esta localidad es muy turística y creo que lo merece. El coqueto puerto deportivo, el castillo árabe-normando, las callejuelas, sus casas colgadas, sus Iglesias, su coqueta playa y sobre todo el excepcional emplazamiento que tiene. El caso es que las sensaciones son muy agradables y da gusto pasear tranquilamente por Castellammare del Golfo.
Hay muchísimos restaurantes con sus terrazas que dan al puerto deportivo. Vemos la cantidad de empresas que hacen rutas en barco por la zona sobre todo a la reserva natural de Zingaro. Nos alejamos algo de la zona del puerto y vemos que debe haber una especie de fiestas de un barrio.
No encontramos que por la zona del interior la ciudad mejore a la zona del puerto por lo que nos bajamos de nuevo hacia el mar. Se hace de noche y toda la zona se transforma. Muy bonito, la verdad.
Amanece un nuevo día que queremos aprovechar para visitar una zona muy bonita de esta zona. Subimos la empinada montaña que veíamos ayer desde el mar y nos detenemos un momento en uno de los miradores para deleitarnos con la postal de Castellammare del Golfo a nuestros pies.
Por carreteras estrechas pero sin problemas llegamos a uno de los parkings del lugar que vamos a visitar esta mañana, GPS: 38.08152, 12.80817, gratuito y sin servicios. Hemos entrado por el pueblo de Scopello. La otra entrada más alejada es por Tonnara del Secco.
Reserva natural Zingaro
El acceso a la reserva natural cuesta 5 euros y junto a la entrada te dan un plano de la Reserva con diferentes rutas senderistas, así como las calitas que podemos ir viendo. A quien no le guste o no pueda andar también existe la posibilidad de hacer una excursión en barco desde por ejemplo Castellammare del Golfo. No se los precios que tendrán pero puede ser una buena opción ir viendo este bonito lugar desde el mar y sin pegarte la caminata. Nosotros optamos por hacer la ruta andando hasta la cala Dell Uzzo.
Nuestro sendero es el sencillo, va paralelo a la línea costera y no tiene pérdida. Cuando se llega al acceso de una calita un cartel lo indica y tan solo hay que dejar el sendero principal y dirigirte a la cala por la senda correspondiente.
También se pueden visitar un par de museos donde se exponen las costumbres, oficios y materiales utilizados en esta zona como la producción del maná procedente de la corteza de los abundantes fresnos que crecían aquí antes de un incendio que los quemó casi todos.
No hemos dejado de ver cómo los barquitos iban llegando a la Reserva y se quedan atracados un rato para que sus ocupantes disfruten de las paradisiacas playas. Estamos deseando llegar nosotros y probarlas.
Un poco antes de llegar a nuestro objetivo nos topamos con la imponente gruta dell´Uzzo donde se han hallado importantes restos prehistóricos.
Y por fin llegamos al objetivo de la ruta. Venimos con calor ya que durante el trayecto hay pocas sombras por lo que sin pensarlo dos veces nos quitamos la ropa, nos quedamos con los bañadores y nos metemos en esta espectacular agua transparente. Ello es debido a que la playa es de guijarro y el agua está super limpia. Una gozada de baño, de los mejores que nos hemos pegado.
Estamos un buen rato bañándonos, conocemos a una pareja española que también están de visita por la zona. Nos despedimos de ellos ya que nos queda el camino de vuelta y ya va haciendo un calor importante.
Vemos que aquí la gente viene a echar todo el día, ocupan alguna de las diferentes calitas y pasan un día de playa la mar de bien. Al final nos salen unos 9,5 kilómetros y si no fuera por el calor sería muy sencillo. Al llegar al parking optamos por quedarnos a comer aquí ya que sopla la brisa del mar y se está genial. Al lado tenemos otra pareja española que hacen como nosotros.
Creo que toda esta zona da mucho de sí y si se quiere disfrutar de estas preciosas playas lo ideal sería establecer una base y moverse con moto por las mismas, eso sería un buen plan. Siempre y cuando se tenga tiempo, claro.
Para nuestra desgracia, tiempo es de lo que no disponemos por lo que debemos seguir de ruta. Ahora nos dirigimos a otro lugar especial situado a tal altura que cuando estamos subiendo casi se nos hace de noche y una pegajosa niebla nos engulle por completo.
Estacionamos en una explanada de tierra acompañados por una camper alemana, GPS: 38.04159, 12.5874, gratuito y sin servicios pero muy bien ubicado para ver el lugar.
Erice
Parece un pueblo misterioso, con esa niebla que lo envuelve. Accedemos por una monumental Porta Spada y una descomunal muralla púnica que ya nos indica el rico pasado de Erice. A continuación nos reciben dos Iglesias la de Sant Orsola y la de San Antonio.
Afortunadamente cuando llegamos a la Piazza della Logia la niebla se retira y nos descubre una Erice lúcida y brillante rescatando sus mejores colores.
Aquí parece que son famosos sus dulces por lo que paramos en una pequeña pastelería para comprar una mezcla de varios. Después de probarlos no nos terminan de convencer en exceso, los hemos probado mejores.
Existe una entrada que vale 15 euros y se pueden visitar los mejores monumentos de Erice. Creo que merece la pena pero a Mati no le apetece por las horas que son meternos a ver monumentos. Creo que lo ideal es echar una mañana entera en este lugar, tiene patrimonio para ello. Como el Duomo dell´Assunta con su imponente torre del Rey Federico.
Llegamos al otro acceso de la ciudad y más lejano desde el que hemos entrado nosotros, la Porta Trapani que es la principal y por la que casi todo el mundo accede al casco antiguo de Erice.
Seguimos callejeando por las estrechas y reviradas callejuelas de piedra de Erice. Descubrimos un precioso lugar, tranquilo, con esa armonía que consiguen muy pocos lugares. Torres, Iglesias cerradas, Monasterios, pasadizos porticados, palacetes bellamente integrados en la fisonomía del pueblo, muy bonito la verdad.
Llegamos a un jardín ubicado en la parte más alta del pueblo y nuestros sorprendidos ojos pueden admirar el majestuoso Castelo di Venere construido en época normanda entre los siglos XII y XIII. Está ya cerrado por las horas que son pero creo que merece la pena verlo por dentro.
Las vistas desde el castillo son impresionantes así como las de la otra parte que dan hacia la ciudad de Trapani situada en el mar. Estuve contemplando si incluirla en la ruta pero no me terminó de enganchar y la dejaremos. Sí que hay gente que desde Trapani hace una excursión a las islas Egadas, puede que merezca la pena, dicen que son bonitas.
Seguimos recorriendo esta bonita ciudad encaramada en el monte San Giuliano a 750 metros del altura sobre el nivel del mar. Vemos más Iglesias, alguna curioso torrecita, bonitas y enrevesadas rejas, coquetos patios interiores. etc. Y ya de noche volvemos al parking bordeando la regia muralla púnica que en su día protegía la ciudad.
Tras haber pernoctado muy tranquilos nos ponemos de nuevo en ruta y cometo el error de salir de Erice por la carretera Strada Provinciale 3. Que tortura de bajada, curvas cerradas, estrechez de la carretera y casi nos rozamos con un paisano. Por tanto y como consejo, no bajar por aquí con una autocaravana. Una cosa que hemos visto por las autopistas sicilianas es la cantidad de obras que hay, nos parece que llevan así años ya que no se ve a casi nadie trabajando. Ellos lo señalizan y así ya cumplen.
A primera hora de la mañana llegamos al área de autocaravanas GPS: 38.10972, 13.34245, que por 25 euros al día te proporciona todos los servicios.
Palermo
Nos vamos al centro de Palermo que según indica el navegador nos pilla a unos 20 minutos andando. Tiramos por el Corso Calatafimi y vemos el Real Albergue de Pobres que por fuera no adivina lo que ofrece por dentro. El acceso es gratuito.
Un poco más tarde llegamos al centro de Palermo y nos recibe el Palacio de los Normandos. Dudamos si adquirir la entrada y visitarlo por dentro y al final nos decantamos con no pasar.
La Facultad de Teología está al lado y pasamos a su interior atraídos por una interesante colección fotográfica.
Caminando un poco más adelante llegamos a la Catedral de Palermo que por fuera nos gusta bastante. No así por dentro que no nos dice gran cosa.
Nos mezclamos con el ambiente de Palermo y su gastronomía. Puestos de comida y mercados por todas partes que al grito te ofrecen las viandas locales, espíritu mediterráneo que se llama. Y no podía faltar tampoco en Palermo nuestro pez preferido que llevamos viendo por toda Sicilia, el pez Espada.
En el Mercado de la Vucciria hacemos la parada para comer unos platos unos platos de pasta con marisco y adivinad con qué más, pues eso con pez espada, no podía faltar. Es como nuestro cerdo que lo tienen para todo.
Después del ágape seguimos callejeando y nuestros pasos nos llevan a la preciosa Piazza Pretoria con la bellísima fuente del mismo nombre y rodeada de elegantes edificios. Lástima que estén de obras y no podamos acercarnos más a la fuente.
Al lado está un bonito lugar conocido como Quattro Canti una pequeña placita con cuatro esquinas bellamente decoradas con columnas y estatuas.
A la vuelta nos encontramos con la curiosa Iglesia de Santa María del Almirante con su coqueta cúpula roja. Es una capillita pequeña que tiene en su interior una bonita colección de pinturas barrocas y unos mosaicos bizantinos.
Había leído que Palermo era lo que estamos viendo, zonas muy abandonadas y sucias. En contraste otras zonas y edificios muy bonitos y bien conservados. Es una mezcla singular que depende de una calle o la siguiente, no sabría decir a qué es debido esto, pero el contraste hace que sea único, singular y a mí por lo menos me encanta y me atrae mucho.
Lo que estamos viendo es que Palermo tiene una cantidad ingente de monumentos, edificios, palacetes, lugares interesantes. Creo que da para un par de días como mínimo para ver algo más tranquilamente esta peculiar ciudad siciliana.
Perderse por callejuelas destartaladas, a Mati le da un poco de yuyu y se pone nerviosa cuando pasamos por alguna de ellas. Pero a la vuelta de la esquina la ciudad se transforma y te regala plazas preciosas como la de Bologni donde descubrimos la casa donde estuvo Giuseppe Garibaldi.
Hacemos una pausa para tomarnos unos refrescos. Yo me he aficionado a tomar Spritz una bebida típica italiana. Enfrente tenemos una boda y volvemos a comprobar los rituales de los sicilianos con este tipo de celebraciones. Después de que entren los novios no podemos resistirnos a pasar dentro. Se trata de San Giuseppe dei Teatini.
Llegamos hasta la zona del puerto que no nos dice mucho y volvemos de nuevo al interior de la ciudad.
Cerca de la zona del puerto nos metemos en la preciosa Iglesia de Santa María della Pietá con unos frescos en el techo que me resultan fantásticos.
Seguimos callejeando por la Via Alloro repleta de palacios e Iglesias como el Palacio de Abatellis o la Iglesia de Santa María Degli Angeli. Es una riqueza patrimonial difícilmente visitable en cualquier otra ciudad.
Llegamos a los Jardines Garibaldi y nos encontramos con el monumental Palazzo Chiaramonte de 1307 que hoy en cumple funciones universitarias. Pero es que no hace falta fijarse en los palacios, por todas partes encontramos casa nobles igualmente bellas.
Prácticamente hemos echado el día entero visitando Palermo y si mañana nos quedáramos aquí todavía descubriríamos más patrimonio. Pero el tiempo es el que es y por la Porta Nuova dejamos el casco antiguo de esta ciudad que tanto nos ha gustado.
Llevaba pensado ir a visitar la Catedral de Monreale con unos mosaicos bizantinos muy bonitos y que pilla cerca de Palermo. Pero a Mati no le apetece ver más Iglesias y lo descartamos, pero hubiera estado bien.
Anoche en el área conocimos a una pareja ilicitana que nos puso los dientes largos. Jubilados, llevan ya dos meses por Italia, se van a recorrer Alemania y subirán hasta Islandia, total seis meses o así. Joder quien pudiera. Nos recomiendan ya en el continente que no dejemos de visitar una ciudad que no llevábamos en la ruta: Tropea, les tomamos la palabra.
Bueno, nosotros para poder disponer de tanto tiempo para viajar aún nos queda algo, así que tenemos que ir a otro ritmo. Dejamos Palermo y llegamos al siguiente punto de la ruta, GPS: 37.93387, 13.66103, gratuito y sin servicios.
Caccamo
Quizás el monumento que más destaca de Caccamo es su impresionante castillo ubicado en un peñón del pueblo al que hemos tenido que escalar desde que hemos dejado la autopista. El escarpado en el que se asienta está a 521 sobre el nivel del mar. La entrada creo que cuesta 6 euros, pero Mati no está por la labor así que no lo vemos por dentro. Es grande y tardaría mucho tiempo en verlo. Esta mujer dice que por dentro son todos iguales, que una vez visto por fuera ya lo has visto. Qué hago con ella. Así que me quedo sin ver el castillo normando.
Por lo menos las vistas del pueblo desde las faldas del castillo no defraudan. Una cosa que nos llama la atención es la cantidad de depósitos que hay instalados en los tejados de las casas. Imagino que serán depósitos de agua para cuando corten el suministro. O a saber, estos italianos...
Bajo el castillo se ubica la Piazza del Duomo con el precioso Duomo di San Giorgio Martire. A la derecha vemos el Palazzo Ex Monte di Pietá. Y la Chiesa delle Anime del Purgatorio. Una Plaza muy completa y bella.
Seguimos callejeando por Caccamo descubriendo casones y otras Iglesias como la de Parroquial della Santissima Annunziata a la que hay que pagar si se quiere acceder al interior. Una foto furtiva desde la puerta nos indica que no será para tanto.
Lo que sí vemos en Caccamo son escaleras, joder las tienen por castigo y se le quitan a uno las ganas de emprender cualquier subida por ellas. Tras intentar llevarnos un mejor sabor de boca de esta ciudad nos damos por derrotados y la dejamos que un sabor agridulce. Esperaba quizás algo más de Caccamo. Que mal hacen las fotos de internet.
A medio día llegamos al siguiente destino y nos instalamos en un parking de tierra mixto al lado de la playa, GPS: 38.03268, 14.00917, 20 euros al día y a unos 20 minutos andando del centro.
Antes de comer nos damos un baño nada más salir del parking, una gozada sin duda.
Cefalú
A media tarde nos acercamos ver el pueblo del que hemos leído que merece mucho la pena. Paralelos a la playa vamos acercándonos y efectivamente podemos comprobar que la fama de Cefalú está bien ganada.
Son básicamente 2 calles paralelas al mar las principales de Cefalú. Luego hay otras perpendiculares que las unen. Lo mejor es dejarse llevar. El casco antiguo es pequeño y se ve pronto. No es que posea demasiado patrimonio pero el conjunto de la ciudad es muy agradable. Por ejemplo el lavadero medieval.
Pero sin duda el rincón que más nos gusta de Cefalú es la Piazza del Duomo con la esbelta silueta de su Catedral cobijada bajo las impresionantes rocas donde se ubican los restos del castillo así como otros vestigios que dieron origen al pueblo.
Desde el espigón de la playa se tienen unas preciosas vistas de Cefalú y sus playas. Tenemos la gran suerte de poder vivir la preciosa puesta de sol en este lugar tan especial.
Buscamos un restaurante para cenar. Elegimos un restaurante sin mucha gente para ahorrar tiempo y nos decantamos por unas pizzas.
Cuando salimos del restaurante la noche se ha echado encima y el pueblo se ha transformado. Seguimos callejeando por este lugar tan turístico que está lleno de restaurantes y tiendas.
Amanece otro día en Sicilia y ya va quedando menos para que abandonemos la isla. No se muy bien cómo pero hemos pensado en hacer algo que no llevábamos preparado. Yo tenía leído algún relato con la posibilidad de haber alguna ruta por las islas Eolias desde Milazzo, así es que nos animamos y nos vamos hacia allí. Nos sorprende lo montañosa que es la isla de Sicilia y la cantidad de túneles que hay en la autopista como iremos comprobando durante el recorrido por toda esta zona.
Buscamos un lugar para estacionar y lo conseguimos a la segunda, GPS: 38.21306, 15.24044 con todos los servicios. 25 euros la primera noche y 20 la segunda.
Milazzo
Nos vamos en primer lugar a la playa a darnos un chapuzón y a última hora de la tarde nos acercamos al centro a ver qué nos dice la ciudad.
Milazzo no nos dice gran cosa, la verdad. Lo que nos ha traído hasta aquí ha sido la oportunidad de hacer mañana una excursión en barco a las islas Eolias. Nos acercamos al muelle donde hay varias navieras que ofrecen las excursiones y vemos que Liberty Lines ofrecen una amplia gama de excursiones.
A la mañana siguiente estamos en el puerto para embarcar en la excursión que hemos decidido hacer. Visitaremos las islas de Lipari y Vulcano que nos cuesta 39,59 euros a cada uno. Se pueden hacer un montón de excursiones, hay que elegir la que cada uno quiera.
El archipiélago de las Islas Eolias está formado por siete islas: Lipari que es la más grande, Vulcano, Salina, Estrómboli, Filicudi, Alicudi y Panarea. Son de origen volcánico y están declaradas Patrimonio de la Humanidad. Nosotros la primera que visitamos es Lipari.
Lipari
Eminentemente las islas viven exclusivamente del turismo y se nota la gran cantidad de establecimientos que hay. Subimos a la parte de arriba donde encontramos la Basílica Concatedral de San Bartolomeo.
En esta parte alta está el origen de la Isla como demuestran los restos de las murallas del castillo. Además hay otra Iglesia la de la Inmaculada o el Museo Arqueológico. Aunque lo que más nos llama la atención son las preciosas vistas de la Isla desde aquí arriba.
Nos llama la atención la cantidad de obsidiana que se vende en la Isla. Antes de visitar la Iglesia le hemos comprado un trozo a un señor que las vende. Pero las tiendas están llenas de este vidrio volcánico natural. Algunas tienen un tamaño considerable
Sin duda la zona que pega al puerto, no al que hemos llegado esta mañana, sino al deportivo, es una de las zonas más coquetas y bonitas de Lipari. Es donde más restaurantes y tiendas hay. Ya vamos buscando un lugar para comer pero va a ser que en esta zona no será ya que está todo lleno.
Al final nos tenemos que alejar algo de la zona más turística para poder comer una parillada de pescado con un vino siciliano. Nada del otro mundo pero nos compensa.
A la hora señalada en nuestro planing tomamos otro ferry que nos lleva a la segunda isla que llevamos en la excursión. La distancia es poca por lo que cuando nos queremos dar cuenta ya estamos atracando.
Vulcano
Esta isla se le ve diferente. No está tan habitada y se le ve más agreste y salvaje. Además lo primero que vemos es su volcán donde se puede hacer alguna excursión senderista. Nosotros nos conformamos con ver la playa con sus baños de lodos, que por cierto están cerrados. Yo no me puede resistir a darme un baño junto a las emanaciones que salen en el mar.
No hay mucho más que se pueda hacer en Vulcano que no sea subir al cráter, darse un baño, ir de tiendas o tomarse algo. Nosotros y para recordar nuestro paso por la Isla de Vulcano y a modo de renovación de votos nos regalamos unos anillos elaborados a base de obsidiana negra.
A la hora convenida tomamos el ferry de regreso a Milazzo habiendo pasado un día diferente en Sicilia. Mañana dejaremos la Isla y tomaremos el camino de vuelta a casa. Pero todavía viviremos un montón de aventuras e historias. Eso ya será para la cuarta y última parte de este viaje del verano de 2025.
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