20 septiembre 2024

Érase una vez un pequeño y verde país, Eslovenia (Parte II)

 

Seguimos descubriendo la naturaleza desbordante de Eslovenia. Nuestra ruta sigue avanzando en torno al Parque Nacional del Triglav donde el interés consiste en ir visitando estos paisajes maravillosos.


Anoche después de visitar Kranjska Gora decidimos ir a pernoctar a los lagos de Fusine ya en Italia. Para ello tomamos una carreterita y a medio camino nos sorprendió ver un puesto fronterizo. Pasamos despacio y los carabineros italianos nos miraron y nos indicaron que continuáramos sin necesidad de parar. Pensábamos que entre los países de la Unión Europea no había controles fronterizos, pero entre Eslovenia e Italia por esta zona sí que lo hay.

Lagos de Fusine


Ayer llegamos ya de noche. Nos dio la sensación que en cuanto pasamos a Italia los pueblos eran más pobres y las carreteras peores, quizás solo se la sensación.
Estacionamos en una zona delimitada para las autos más arriba del parking principal, GPS: 46.47251, 13.67059, algo desnivelado y sin servicios. A las 08.00 aproximadamente pasa un hombre y cobra 15 euros por día.


La idea es hacer una ruta senderista por los dos lagos, pero veo que hay alguna ruta que va en dirección a las montañas y decidimos hacer también otra sencilla ruta circular denominada Alpe del Lago.






Está perfectamente balizada y transcurre por un camino de tierra. Se pasa un un precioso  bosque alpino con las imponentes paredes rocosas al frente de nosotros y detrás el lago superior de Fusine.







Vemos que hay infinidad de rutas senderistas y ciclistas. Vamos, para estar por aquí varios días y perderse entre bosques, montañas y lagos. Nuestra ruta es de unos 4,5 kilómetros sin ninguna dificultad.



Y ahora vamos a hacer la ruta principal, la que teníamos programada. Es sencillo, rodear los dos lagos. Nosotros lo hacemos en sentido horario, está perfectamente balizada, lo único a tener en cuenta es el nivel del agua del lago superior que puede hacer variar algo el recorrido.








Pasamos por un bosque precioso por una senda que se aparta un poco de los lagos pero que luego nos va paseando por las dos riberas de los lagos de Fusine. Las vistas de los lagos y de las montañas del fondo son realmente espectaculares y bellas. Ese color del agua es igualmente maravilloso. No hay nada que iguale en belleza a la naturaleza.










Vamos haciendo algunas paradas extasiados por la belleza de este rincón italiano. Llegamos a un pequeño restaurante junto al lago donde poder tomar algo mientras observamos los patos que se acercan en  busca de algo de comida. A estas horas de la mañana ya hay más gente haciendo la misma ruta. En un momento de descuido Mati da un traspiés y se cae. Queda tan solo en un susto, algún rasguño en la rodilla y poco  más. Pero el susto no nos lo quita nadie. Lo que puede cambiar todo el viaje por un mal paso. Al final damos las gracias por haberse quedado en eso, en el susto.





Después de descansar y comer fuera de la auto en la mesa y las sillas rodeados de esta imponente naturaleza nos marchamos de los lagos de Fusine gratamente sorprendidos por la belleza del lugar. Volvemos a pasar por el puesto fronterizo de anoche. Ocurre lo mismo que ayer y no nos para nadie pero guardias hay.




El siguiente punto de interés es una cascada que nos pilla de paso. La verdad es que tanto la visita a los lagos de Fusine como a esta cascada ha sido posible gracias a la familia de Fotorruteando. Unos días antes de partir estuve viendo un video de ellos por Eslovenia y me anoté estos 2 lugares. Así que gracias a ellos.

Cascada de Pericnik

Por una estrecha carretera llegamos al pequeño parking de la cascada, GPS: 46.43817, 13.89589, se pagan 5 euros en el restaurante de al lado.





Desde el mismo parking sale la ascendente senda que está perfectamente balizada. Discurre por un  bonito bosque sin parar de oír en todo momento el ruido del agua que cae de la montaña y que forma la cascada.





Una vez llegamos a la base de la cascada no podemos más que admirara otra preciosa obra de la naturaleza. Pasamos por debajo de la cascada protegidos por la cueva que ha excavado el agua siguiendo la senda de la ruta. Mientras nos rodea la niebla que forma el agua al caer y chocar contra la roca, un espectáculo.






La ruta no es más que un kilómetro entre subir y bajar hasta la caída de la cascada. Hay otra posibilidad más complicada que es ascender hacia la parte alta de la misma, cosa que nosotros no hacemos.


Nuestro siguiente destino es uno de los destinos más turísticos de Eslovenia que quizás no sea el más bonito. Pero tenemos que pasar por aquí siguiendo la ruta programada. Por cierto poco antes de llegar a Bled tomamos la autopista por lo que en la primera área de servicio paramos a sacar la Viñeta. Tras dar la matrícula nos cobran 16 euros para circular por autopista una semana.


Bled



Sabíamos que estacionar en los alrededores de Bled y de su lago es misión difícil. Llegamos hasta el final del lago donde está el camping sin ver ningún lugar para estacionar. Seguimos por la carretera arriba y vemos y parking de pago con prohibición de pernoctar, GPS: 46.3675, 14.0821, 15 euros todo el día. Están de obras por l o que no se el tiempo que durará.
Desde aquí bajamos andando al lago en unos 10 minutos.







Para contemplar estas vistas del lago Bled, de su isla con la Iglesia en medio y del castillo asomado al lago al fondo del mismo hay que subirse a este mirador. Se llama Mirador Ojstrica y el sendero sale desde el mismo lago cerca del camping. La subida tiene algún desnivel que hay que tomárselo con calma pero la recompensa son estas espectaculares vistas. Por cierto desde aquí arriba se ve muy bien el camping.





Tras hacer algún intento en balde para estacionar y pasar la noche optamos por dirigirnos al área de autocaravanas. GPS: 46.37034, 14.11846 con todos los servicios por 25 euros la noche. Ubicada a las afueras de la localidad a unos 15 minutos andando del lago.





Tras la cena nos bajamos al lago que es donde está el ambiente. hoteles, restaurantes, tiendas, etc. Es lo más turístico que hemos visto en Eslovenia hasta ahora. Aquí también hemos notado que es complicado estacionar nuestros vehículos, en todos lados hay señales que lo prohiben. Ya  nos vamos haciendo una idea del concepto que tienen en Eslovaquia de las autocaravanas. Existen parkings casi todos de pago para visitar los diferentes lugares. Pero por la noche la cosa cambia y hay que pasar por caja si o si. Así es como entienden nuestro turismo y creo que les va bien, salen todos ganando, menos nosotros claro.






Esta mañana queremos hacer una ruta senderista por una de las gargantas más espectaculares de toda Eslovenia. Se puede hacer de otra forma pero nosotros optamos por desplazarnos hasta la localidad de Blejska Dobrava donde hay un parking que por 5 euros te permite estar hasta las diez de la noche que es cuando ya no dejan pernoctar. GPS: 46.40681, 14.10683

Gargantas de Vintgar



Desde el parking sale el camino que tras atravesar unos prados y un bonito bosque te deja en las mismas taquillas de la gargantas. Aclarar que el sentido de las gargantas hay que hacerlo desde las taquillas no a la inversa. Este lugar es muy visitado por lo bonito que es y por estar tan cerca de Bled que es donde vienen todo el mundo.











Sacamos las entradas que en época alta aconsejaría sacar previamente por internet en su página, por 10 euros por cabeza. Van haciendo turnos de unos 15 minutos entre sí. Cuando llega nuestra hora nos dan un casco y un numeroso grupo de personas accedemos a las gargantas.





La verdad es que este lugar es una pasada. Aquí las aguas turquesas del río Radovna por espacio de 1,6 kilómetros ha esculpido estas preciosas gargantas que lo deja a uno con cara de bobo. La visita no es guiada, vas a tu royo aunque tampoco es cuestión de separarse en demasía del grupo. Pero te da tiempo a hacer fotos, vídeos y disfrutar de esta extraordinaria obra de la naturaleza.







Diez euros es un precio razonable por visitar este lugar?. Yo diría que si con rotundidad ya que la cantidad de pasarelas y puentes de madera que hay en todas las gargantas hacen que este precio sea hasta poco.












Poco a poca las gargantas se van suavizando y ensanchando por lo que el agua pierde velocidad y fluye más tranquila. El final de las mismas llega cuando accedemos a una pequeña presa con su cascada. Además hay un pequeño chiringuito donde tomar algo tranquilamente. La mayoría de la gente llega al las gargantas desde otro punto por lo que va al parking donde un autobús les recoge para trasladarlos al parking principal. Nosotros seguimos la ruta hasta nuestro parking.









Al final a nosotros nos salen unos seis kilómetros que hemos hecho en un par de horas tranquilamente. Ha sido una preciosa experiencia que recomiendo a todo aquel que venga por esta zona.



Volvemos sobre nuestros pasos, volvemos a pasar por la saturada carretera que pasa por Bled y su lago y ponemos rumbo hacia el lago Bohinj el otro gran lago esloveno.
El paisaje sigue siendo una preciosidad mientras nos vamos adentrando por otra parte del parque nacional del Triglav con sus altas montañas.
Queremos ver otra  cascada llegando a ella por una carreterita estrecha. Aparcamos en su parking GPS: 46.28964, 13.8024. He leído que cuesta 3 euros pero hay obras y no vemos dónde pagar.

Cascada Savica








Junto al parking hay un establecimiento hostelero donde poder comer o tomar algo y desde aquí sale el camino que nos lleva hasta la caseta de madera donde están las taquillas para ver la cascada. Pagamos los 4 euros por cabeza y tomamos la ascendente senda que lleva a la cascada.






Tras unos 20 minutos de continua ascensión por fin llegamos a la cascada Savica con sus 78 metros de altura. Alimentada por los lagos que hay arriba en lo alto de la montaña, de nuevo nos quedamos extasiados con la belleza de la misma y el color de sus aguas.









La vuelta es por el mismo lugar que hemos subido. El bosque por el que vamos andando es igualmente precio como todo aquí en Eslovenia. Nos han salido unos 2 kilómetros de ruta que hay que tomarse con calma sobretodo la subida.

Bajamos al lago y buscamos un lugar para estacionar, un buen parking de pago junto al lago, GPS: 46.27821, 13.83614. Sacamos la mesa y las sillas y comemos estupendamente. Luego nos vamos caminando hacia el lago y pasamos por el camping que está abarrotado.


Lago Bohinj





Lo que no hemos pagado arriba en la cascada lo hemos pagado con creces en este parking. Caro de narices, 3 euros la hora no lo habíamos entendido bien y hemos pagado la  novatada. Al lado hay otro parking gratuito pero eso lo descubriremos más tarde.
Seguimos por la carretera que bordea el lago Bohinj y hacemos una breve parada en la Iglesia que hay al lado de la carretera. GPS: 46.278612, 13.864659







Seguimos bordeando este precioso lago menos turístico que el de Bled y al llegar a la otra punta por donde hemos entrado esta mañana nos detenemos en una zona azul, GPS: 46.276827, 13.884165 para hacer unas fotos de esta zona del lago.






El día de hoy ha estado bien pero nos hemos quedado con las ganas de subir al teleférico del monte Vogel y hacer una ruta senderista. Nos lo pensamos y decidimos hacerla mañana. Toca buscar un lugar para pernoctar ya que por aquí tampoco hay facilidades. Hago una búsqueda en la app Park4night y veo que cerca hay un área de autocaravanas y hacia allí nos vamos.






Pasamos por la Eslovenia más rural con construcciones típicas y así llegamos a las afueras de la población de Srednja Vas donde se ubica el área privada, GPS: 46.29106, 13.92995 con todos los servicios por 20 euros al día más 2 euros por persona de tasa turística.
Salimos a conocer el pueblo.

Srednja Vas
    






Conforme nos vamos acercamos al pueblo podemos ir viendo el continuo trajín de tractores y herramientas y gentes que están trabajando en los campos, Es época de recogida del heno y no paran de pasar tractores con remolques cargados de hierba. Nos parece un ambiente netamente rural, tradicional y auténtico de lo que es la Eslovenia menos conocida.





Nos llaman la atención las casas tradicionales algunas de madera, los graneros de madera tradicionales muy curiosos, las mujeres trabajando en los campos de patatas, maíz, cebollas, etc. Y la paz que se respira aquí, eso es lo que más nos sorprende.







Subimos a la Iglesia ubicada en lo más alto del pueblo donde también está ubicado el curioso y sencillo cementerio. Todas las sepulturas sencillas, muy cuidadas y llenas de flores.








Seguimos callejeando sin rumbo fijo por las callejuelas de este precioso pueblecito que está siendo todo un descubrimiento. Seguimos por la carretera en dirección hacia otro pueblo cercano, Bohinjska Cesnjica pero no llegamos a entrara en él ya que queda ya poco sol.















Al final nos queda una ruta muy apañada por esta bonita zona de Eslovenia de la que no habíamos leído absolutamente nada. A veces lo inesperado es lo que más sorprende, éste ha sido el caso con esta zona.











Amanece un nuevo día, la tranquilidad del área cuando se hace de noche contrasta con el ajetreo del día.
Quiero hacer una ruta por esta zona próxima al pico Triglav. Se denomina ruta de los siete lagos. Al llegar al pueblo donde hay que tomar la carretera que lleva hacia el lugar vemos que está cortada por lo que cambiamos el plan y vamos hacia el teleférico del monte Vogel.



Llegamos al parking donde estacionan las autos que toman el teleférico. Este es el que debíamos haber utilizado ayer para comer y nos habríamos ahorrado los 9 euros, GPS: 46.27659, 13.83542

Subida teleférico monte Vogel



Nos parecen excesivos los 29 euros que cobran para ir y venir y optamos por sacar solo el de ida, 22 euros por cabeza. Luego nos daremos cuenta que ha sido un error, pero tiempo al tiempo.







La verdad es que el teleférico sube bastantes metros y eso que es solo hasta la primera parte. Aquí nos tenemos que bajar, vemos las vistas del lago Bohinj desde aquí arriba y un poco más adelante tomamos un telesilla que nos sube otro buen tramo.







Buscamos una ruta que hacer y nos sale una de tantas que hay aquí. La principal es subir hasta el monte Vogel, pero nosotros nos vamos a conformar con subir a otro pico, el Sija. Lo malo del día es que hay mucha calima y la niebla no deja disfrutar de este paisaje alpino. Una pena ya que hemos visto fotos y las vistas de los picos del parque del Triglav son espectaculares.





Desde que dejamos el telesilla tomamos un camino que luego se  hace senda y siempre picando para arriba. No tiene un gran desnivel pero lo tomamos con calma. Llegamos hasta el final del remonte en época de invierno y aquí tomamos algo y descansamos. Yo me empeño en llegar hasta la cima del pico Sija mientras Mati se da la vuelta y me espera donde hay que tomar el telesilla para bajar a la estación del Teleférico.







Esta última parte es la más exigente ya que en pocos metros hay que salvar un desnivel considerable. Podría seguir más hasta llegar al pico Vigel como hace mucha gente. Pero me doy la vuelta en busca de Mati. Tomamos el telesilla y bajamos hasta la cabina del teleférico. Como no hemos comprado la vuelta tenemos que bajar por nuestra cuenta.






Y aquí viene lo del error de no haber sacado también la bajada en el teleférico. La bajada hasta el parking transcurre por pistas de tierra con bastante desnivel y piedras sueltas. Tenemos que extremar el cuidado ya que es muy fácil escurrirse y rodar pista abajo.






Esta es la parte más dura de la ruta y la que no recomiendo. No merece la pena hacerlo así, lo ideal es subir y  bajar en teleférico. Al final contando los telesillas y el teleférico salen 16 kilómetros que hemos hecho en cuatro horas y media.

Comemos tranquilamente junto a la autocaravana sacando la mesa y las sillas y vemos que los eslovenos que vienen el lago Bohinj dejan aquí el coche para ahorrarse el caro parking de unos metros más abajo junto al camping.




Tenemos que volver sobre  nuestros pasos, volvemos a pasar por Bled e iniciamos otra etapa del viaje por Eslovenia. Dejamos de momento la naturaleza que rodea al parque del Triglav y ahora nos vamos a centrar en los pueblos y ciudades.
Llegamos a un pueblo y estacionamos en un gran parking gratuito y sin servicios. GPS: 46.34675, 14.17273

Radovljica




Este lugar es una pequeña ciudad o gran pueblo, depende como se mire. Cuando preparé este viaje quise mezclar naturaleza y patrimonio histórico artístico y busqué los lugares más interesantes. Este lugar era uno de los recomendados y aquí estamos. Coincidimos con la celebración de una carrera a pie por la calle principal, la que hay que ver si o si.





Y sí, la calle principal posee una serie de casas históricas con  bonitas fachadas pintadas en tonos color pastel y al fondo  junto a la Plaza se alza la Iglesia de San Pedro que también hay que ver.








Vista la calle principal y la Iglesia ya está todo visto. Vamos que si se pasa por aquí y uno quiere hacer una breve parada, bien. Pero que tampoco es imprescindible la vista. Creemos que Eslovenia si destaca en algo es por su naturaleza. Patrimonio histórico, grandes catedrales, monumentos espectaculares aquí no hay mucho.
Seguimos adelante y paramos en la ciudad que veremos mañana y donde por tanto esta noche vamos a pernoctar. Vamos al área de autos y no nos gusta nada. Al final estacionamos en un parking gratuito junto a otra autocaravana y varios autobuses, vemos una señal de prohibición pero nos arriesgamos, GPS: 46.24324, 14.35173

Kranj


La noche ha sido tranquila y no nos ha molestado nadie. Vamos a dedicar esta mañana a visitar esta ciudad que según parece sí tiene cosas interesantes que ver. Pasamos por l a zona comercial de la ciudad y subimos a la parte alta de la misma donde está lo más interesante.





Subimos hasta arriba, llegamos a la calle principal y nos vamos hacia la derecha. Sale a nuestro encuentro la Iglesia ortodoxa de Sv. Bostjan donde los fieles se están dando un festín con el almuerzo. Pasamos un dentro para echar un pequeño vistazo. Al fondo del promontorio hay un mirador donde hay unas bonitas vistas del río y del entorno.





La otra Iglesia que destaca es la de Santa María del Rosario también ortodoxa pero ésta está cerrada y no la podemos ver por dentro. Junto a ella hay unas bonitas escaleras y unos pórticos.




Seguimos por la calle principal hasta llegar a una plaza donde se alza la Iglesia de San Graciano y varios edificios con bellas fachadas. Vemos cerrada la puerta de la Iglesia y pasamos de mirar si está o no cerrada.


Al lado se ubica el teatro de la ciudad con unos bonitos arcos  junto a una gran estatua del poeta Franca Preserna que vivió un tiempo en Kranj. 








Seguimos caminando por la animada calle comercial con bonitas fachadas y una placita al fondo donde hay una fuente coronada con una águila dorada.



Volvemos sobre nuestros pasos y vemos que alguien accede a la Iglesia de San Graciano por lo que lo imitamos y nos metemos para ver su interior. Vemos que por 3 euros se puede subir a lo alto del campanario para ver la ciudad desde las alturas, pero declinamos hacerlo.








La Iglesia sin ser nada tiene su interés por lo que una pequeña vista es recomendable.


Terminamos así nuestra visita a Kranj que sin ser nada del otro mundo nos ha gustado más que Radovljica. Seguimos ruta y llegamos al siguiente destino, GPS: 46.17049, 14.30866 gratuito y sin servicios.

Skofja Loka



Dos río dividen la ciudad aunque la parte antigua está entre los dos río en una ladera. Hemos leído que aquí la Iglesia tuvo en el pasado un papel predominante. Entramos al casco antiguo atravesando el antiguo puente de piedra o de los Capuchinos. Cuenta la tradición que allá en el siglo XIV el Obispo que mandó construir este puente al término del mismo y cuando lo cruzaba a caballo éste se despeñó al río muriendo por ello el Obispo.






Llegamos a la coqueta Iglesia de Sv. Jakova o de San Jacobo del siglo XV y nos deslizamos al interior para echarle un vistazo. Nos llama la atención las pinturas de los techos.













La calle principal está en obras, una pena porque es la que más luce. Encontramos una columna de Santa María erigida en agradecimiento por la liberación de la peste.



Una de las postales más llamativas de esta pequeña ciudad se puede contemplar desde el puente Novi Loski que debe ser el puente nuevo. Peatonal él, desde aquí podemos contemplar el río, el puente de los Capuchinos, el campanario de San Jacobo y a lo alto el castillo.



Subimos al castillo antigua residencia de los Obispos y que hoy en día alberga un Museo que no llegamos a visitar. No nos dice gran cosa el castillo que está totalmente restaurado. Bajamos al pueblo por una senda que baja por medio del bosque muy bonito.






Salimos del casco antiguo de la ciudad por donde hemos entrado poniendo así fin a la vista de otar pequeña ciudad eslovena que sin estar malo tampoco es gran cosa la verdad. Nos reafirmamos en la sensación que en Eslovenia lo que llama la atención es su desbordante naturaleza.
Seguimos ruta y tenemos que pasar por su capital. Ya la conocemos y en un principio había pensado en saltárnosla pero a Mati le hace ilusión volver a visitarla.

Estacionamos en lo que venía como área de autos, GPS: 46.03485, 14.5089 pero vemos que ha debido cambiar ya que no es más que un estacionamiento sin servicios y sin que se pague  nada.

Liubliana





Después de comer nos dirigimos hacia el centro en la auto. Es sábado y no se paga en la zona azul por lo que estacionamos casi más lejos que desde el parking. Consejo, ir andando, no creo que haya más de 20 minutos al centro.
Nos tenemos que resguardar de una repentina tormenta veraniega frente a la Iglesia de Nuestra Señora del Socorro. Cuando amaina pasamos al coqueto y bonito patio interior.




Llegamos al río Ljubljanica que cruza por el medio de Liubliana. Arriba podemos ver el castillo donde ya subimos la primera vez que estuvimos aquí y que esta vez ya no visitaremos. Vemos el buen ambiente que hay en esta parte de la ciudad, terrazas, tiendas, los barquitos navegando por el río, etc.



Mientras Mati curiosea en un mercadillo artesanal yo me acerco atraído por la silueta de la Iglesia de St. James que la encuentro cerrada. Aunque hay una puerta de cristal para poder ver algo de su interior.






Ya estamos en la calle Ciril Metodov que es una de las principales de la capital y donde  mejores y más bonitos edificios hay en toda la ciudad.






La bonita y decorada fuente de Robba y la Catedral con sus curiosas portadas de bronce con relieves de los Obispos de la ciudad. La visita de la Catedral es de pago y como ya la vimos en la otra ocasión pues también nos la saltamos.





Cruzamos de nuevo el río por el puente de los candados donde ya no cabe ninguno más. Esto será muy romántico, no digo que no, pero es una guarrería. Y seguimos hasta el puente de los Dragones, el símbolo de la ciudad.





Aquí tomamos la callecita peatonal que recorrimos la primera vez que estuvimos y que es famosa por ser una zona alternativa. Recordamos que había una especie de callejón con infinidad de grafitis y figuras surrealistas. La buscamos pero ya no la encontramos, deben haberlo tirado, parece un tugurio la verdad.



Pasamos por el lugar donde se toma el funicular para subir al castillo. El que quiera subir arriba puede admirar la ciudad desde lo alto y visitar un museo y una torre de pago.






Liubliana o mejor dicho el casco antiguo es muy pequeño y pilla todo a mano. Por tanto caminando se llega a todas parte. Ahora estamos en otro de  los puntos con más ambiente, la Plaza de los tres puentes y frente a ellos se alza la Iglesia franciscana de la Anunciación cuya visita es gratuita y muy bonita por cierto.









Tomamos un refresco en una de las animadas terrazas que hay en esta zona. Y seguimos por la calle comercial de Truvarjeva Cesta donde están las mismas tiendas de ropa que podemos ver en cualquier ciudad europea. Mati no puede perder la ocasión y yo sigo callejeando y retratando los bellos edificios que me llaman la atención.








Se va acercando la hora de cenar y buscamos en vano el restaurante donde comimos la otra vez que estuvimos aquí. Recordamos que a pesar de un encontronazo con la camarera el lugar resultó muy bien en calidad y precio. Pero lo han debido de cerrar pues no está donde debería. Por tanto buscamos otro donde poder sentarnos ya que están todos abarrotados, y eso que nos es Julio todavía.







Cincuenta y ocho euros por dos cerveza de medio litro y un plato combinado cada uno. Bueno, no está mal, estamos en Liubliana en la zona de los guiris, qué queremos. A cada lado tenemos una pareja de italianos y franceses respectivamente. Esta gente vive del turismo evidentemente.







Poco a poco va cayendo el sol y llega la noche, la ciudad se ilumina y contemplamos otra ciudad. Lo queremos aprovechar ya que no habíamos visto Liubliana a estas horas y a nosotros los lugares cuando llega la noche nos encantan.




Paseamos por la zona de la Universidad donde se están llevando a cabo unos ensayos de una especie de festival musical Nos sentamos frente al escenario y mientras oímos a los diferentes cantantes eslovenos con la preciosa postal del castillo al fondo.
Así nos despedimos de Liubliana pero no de nuestro recorrido por Eslovenia. Aún quedan muchos e interesantes destinos por visitar. Pero eso ya será en la tercera entrega.















No hay comentarios: