14 marzo 2022

Un oasis de palmeras, limoneros, naranjos y norias. Valle de Ricote


La región de Murcia nos sorprende con un valle originado por el río Segura rodeado de altas montañas y verdaderos oasis de frondosos palmerales, naranjos y limoneros.


Hace ya un tiempo cayó en mis manos una buena información sobre este Valle de Ricote. Lo tenemos a tan solo unos 100 kilómetros de casa y por eso lo habíamos ido postergando. Hasta ahora, que aprovechamos un finde y un lunes del mes de Febrero para visitar esta zona de la región de Murcia.

Viernes 11 de febrero

Ojós



Mientras preparaba la ruta, he comprobado que la zona abarca desde las poblaciones de Cieza a Archena, unos 30 kilómetros añadiendo una serie de pueblos conectados por una carretera algo estrecha y revirada. Por ello tomamos la decisión de llevarnos la moto, hacer un campamento base más o menos en medio del valle y movernos sobre dos ruedas.



El pueblo elegido como campamento base es Ojós y hacia allí nos encaminamos. La idea es aparcar en un parking junto al río Segura. GPS: 38.149156, -1.339906 gratuito y sin servicios. Llegamos ya de noche y tras dejar la auto estacionada nos damos una vuelta por el pequeño pueblo.

Sábado 12 de febrero 

La mañana amanece fría, ventosa y con algo de niebla que no permite ver las cumbres de las montañas que  nos rodean. Parece que no estamos en Murcia.

Esta noche nos ha ocurrido algo que no nos había pasado en los quince años que llevamos en el mundillo este del autocaravanismo. Y es que sobre las cuatro de la noche mientras dormíamos ha llegado un turismo y se ha estacionado a nuestro lado con la música a tope. He visto que estaba ocupado por cuatro jóvenes con ganas de fiesta. A la media hora y viendo que la cosa iba para rato hemos decidido cambiar de lugar.


No merece la pena llamarles la atención, mejor cambiarse y evitar posibles problemas. Con el pijama puesto y la luna delantera de la auto empañada sin apenas ver nada dejamos el parking. Los del coche parece ser que piensan "vamos a joderlos un poco más y asustarlos". Efectivamente salen detrás de nosotros, dejamos el pueblo y continúan detrás de la auto mientras circulamos muy despacio por una carretera revirada en dirección a la población de Ricote.


A la altura del cementerio de Ojós parece que piensan que se han divertido ya bastante y se dan la vuelta hacia el pueblo. Viendo que ya no nos siguen decidimos dar la vuelta y quedarnos a pernoctar en el parking del cementerio. Con la intranquilidad de no saber si volverán de nuevo pasamos el resto de la noche con un ojo cerrado y otro abierto y algo en pendiente.
Otra anécdota más que añadir a las vivencias y experiencias que nos depara esta forma de viajar. Volvemos hacia el pueblo y al parking donde anoche no pudimos pernoctar. Hay unas mesas y barbacoas lo que lo hace un buen lugar para comer.


Anoche pensamos que estaría bien hacer una pequeña ruta senderista que parte de Ojós y pasa por los pueblos vecinos de Ulea y Villanueva del Río Segura. Cruzamos el río Segura, y al poco vemos una zona de tierra que puede ser un buen lugar para pernoctar y que no  nos vuelva a pasar lo de esta noche pasada.


Con el río a nuestra derecha vamos recorriendo los primeros metros de la ruta. Nos asombra la belleza de este lugar, el contraste de colores, el verde de los campos de naranjos y limoneros y las esbeltas siluetas de las altas palmeras rodeados por las imponentes montañas peladas de vegetación. Por momentos nos sentimos transportados a los palmerales de Marruecos, quizás esta sea una de las zonas de España que más se puedan asemejar a los oasis marroquíes.




Llegamos al Mirador del Salto de la Novia desde donde se obtienen unas preciosas vistas de esta parte del Valle de RicoteLa Leyenda del Salto de la Novia nos invita a buscar por internet algo de información y lo que encontramos es una leyenda de amor entre dos enamorados con final trágico en tiempos de la reconquista cristiana. Quién sabe si puede ser verdad o no esta leyenda o parte de ella...





Ulea

Llegamos a Ulea que se le ve más grande que Ojós. Lo primero que sale a nuestro encuentro es el Baño de Santa Cruz el lugar donde en Mayo todos los años se baña una custodia. Seguimos hasta la Plaza de la Constitución donde se ubica el Ayuntamiento, la Parroquia de San Bartolomé y la curiosa Casa Eiffel o del Cura.




En una tiendecita compramos algo típico de aquí para desayunar. Nos llama la atención la forma en que la dueña hace las cuentas a la antigua usanza, con papel de envolver y lápiz.
Podríamos subir hasta el mirador del Corazón de Jesús donde también hay unas buenas vistas del valle pero seguimos ruta.
Por la carretera salimos del pueblo y llegamos a un paraje curioso conocido como Torre del Gurugú. Se trata de una torre de estilo árabe que un militar de la zona mandó levantar en 1870 a imitación de aquellas que había visto por el norte de África. Pensaba que se podía subir al mirador pero vemos el camino cortada con una valla.





La mañana ha terminado de abrir y mejorar por lo que la temperatura ahora es bastante agradable. Al lado hay una antigua central hidroeléctrica en desuso que aprovecha el salto de agua del río debido a la construcción de una presa y aquí hacemos un alto en el camino para comer los ágapes que hemos comprado en Ulea.




Villanueva del Río Segura.

Por un agradable paseo por el camino que bordea el río llegamos a la siguiente población que está separada de Ulea tan solo por el Segura. Desde un mirador volvemos a disfrutar de las estupendas vistas del valle. En la Plaza de la Constitución vemos que se ubican el Ayuntamiento y la Iglesia de la Asunción que encontramos abierta.




Damos una vuelta por el pueblo tratando de encontrar algo interesante que ver sin conseguirlo, no nos dice gran cosa al igual que Ulea. Vamos comprobando que estos pueblos del valle de Ricote no se caracterizan por tener un rico patrimonio, más bien lo que nos está llamando la atención es el entorno natural tan bello con sus paisajes y sus contrastes de colores.



Ojós

Volvemos de nuevo hasta Ojós metiéndonos por una senda en un huerto de naranjos y limoneros buscando el puente peatonal que hay bajo el Salto de la Novia. Nos tenemos que salir al camino principal cuando una señora nos dice que esto es propiedad privada. Nos vuelven a deleitar los maravillosos paisajes del coqueto pueblo con sus verdes y exuberantes huertos delante y las grises y áridas montañas detrás.





Nuestra ruta senderista por estos tres pueblos ha consistido en unos diez kilómetros y nos ha ocupado la mañana sin prisas y sin ninguna dificultad.

Comemos en la zona de barbacoas del parking que a esta hora está más animado, con gente que viene a comer a la zona de picnic y al restaurante de la piscina que está al lado y que pude ser una buena opción para comer.
Después de comer nos desplazamos al parking que vamos a utilizar para pernoctar GPS: 38.147519, -1.339439 que es simplemente el ensanche de un camino de tierra pero muy tranquilo.
Bajamos la moto y nos ponemos en marcha. Nos vamos hacia el pueblo que da nombre al valle, Ricote.


Paramos a medio camino para ver un olivo monumental pegado a la carretera GPS: 38.147388, -1.356685. Se trata de un ejemplar de olivo que se calcula tiene unos 1.400 años, 8 metros de altura y un tronco de un tamaño bastante considerable.
Llegamos Ricote y subimos hasta el mirador del Solvente, desde donde se obtienen unas bonitas vistas del valle con sus imponentes farallones rocosos pelados de vegetación.

Ricote


Dejamos la moto en la Plaza de España y nos disponemos a ver el único pueblo del Valle que no está bañado por el río Segura y del que el Valle toma su nombre.
Aquí se alza orgullosa la Casa de los Hoyos con una preciosa fachada acompañada de una robusta rejería en ventanas y balcón.



La Iglesia de San Sebastián con su alta torre ubicada en una terraza es visible desde casi cualquier parte del pueblo. Vemos al fondo en lo alto de un farallón rocoso los restos del antiguo castillo musulmán del pueblo, pero hemos leído que no merece la pena subir ya que queda poco por ver. Una pena ya que también hemos leído que tuvo un papel bastante importante durante la ocupación árabe de la península.









Ricote tiene hasta un antiguo Palacio, el de los Llamas ubicado en un callejón y del que solo podemos admirar su fachada.
Leemos por varios sitios del pueblo información relacionada con los moriscos que vivieron por todo el Valle de Ricote y, al parecer, fue en esta zona donde estuvieron los últimos pobladores hasta que fueron definitivamente expulsados de España en 1614.
La fisonomía de las callejuelas estrechas y empinadas bajo la protección de la imponente montaña dan cuenta de toda la historia que atesora el pueblo y de la pobreza que todavía reina por aquí.





Seguimos ruta, desandamos el camino hacia Ojós y antes de meternos en el pueblo giramos a la izquierda y seguimos por la carretera RM-520 eje vertebrador del Valle. Un poco después nos paramos a admirar una de las postales más fotografiadas del Valle. GPS: 38.151890, -1.344365.



Se trata simplemente de una casa de dos alturas pintada con vivos colores entre un huerto de limoneros con un par de palmeras y con el imponente fondo de una montaña pelada. Sencillo pero muy bello.

Blanca

Por una estrecha y serpenteante carretera llegamos a otro de los pueblos de Valle, Blanca. Antes hemos pasado por el Azud de Ojós, que es un embalse. Esa zona también es muy bonita sobretodo la parte de la presa.


Después de atravesar el curioso puente de hierro que salva al río Segura vamos derechos al Mirador del Alto de Bayna atravesando todo el pueblo y desde donde se obtienen las mejores vistas del azud con sus preciosos cañizales que parecen flotar sobre las mansas aguas del Segura. También se divisan desde aquí los restos del castillo que no podía faltar tampoco.




Dejamos la moto al lado de la Plaza del Dieciocho de Julio donde hay varios edificios de interés como la Parroquia de San Juan Evangelista, la oficina de turismo, algún palacete y varias casonas.




Callejeamos un poco más por el pueblo, pasamos por el edificio que más desentona del pueblo, la Fundación Pedro Cano, donde un pintor local expone su obra, aunque no llegamos a pasar. De nuevo volvemos a constatar que estos pueblos no tienen un gran patrimonio aunque su entorno es envidiable.


Volvemos de nuevo a Ojós ya que se está haciendo de noche y no queremos transitar por esta carretera a esas horas. Aún es pronto para meternos en la auto por lo que paramos en una tienda  donde venden los famosos bizcochos borrachos. Un cafetito y un bizcocho que sin ser nada del otro mundo los degustamos encantados.
Una corta vuelta por el pueblo donde en primavera se pueden disfrutar de las estrechas callejuelas adornadas por infinidad de macetas con floridas plantas.







Domingo 13 de febrero

No hay color entre la noche que hemos pasado con la del viernes, esto sí que ha sido un remanso de paz. Bueno, la mañana de hoy la vamos a dedicar a visitar dos puntos interesantes en Cieza, la Cueva de la Serreta y el Abrigo de los Grajos. Para ello nos ponemos en marcha con la moto recorriendo los 30 kilómetros que nos separan de la cueva.


Cueva de la Serreta

Por momentos hemos pasado algo de fresco en la moto y se nos ha hecho algo pesado pero hemos llegado al fin para visitar esta cueva en la visita de las diez de la mañana. GPS: 38.2415, -1.57058.
La empresa que gestiona las visitas tanto de la Cueva de la Serreta como del Abrigo de los Grajos se llama Stipa y hay que hacer previamente la reserva online si no te quieres quedar sin plaza.






La entrada nos cuesta 5 euros por cabeza y lo formamos un numeroso grupo. Para acceder al parking de la caseta y la cueva hay que recorrer un pequeño tramo de camino de tierra que sale de la carretera principal, por lo que llegar con autocaravana sería accesible aunque despacio.


Bueno, el lugar sencillamente espectacular y agreste. Ubicada en lo alto del Cañón de los Almadenes, el río Segura transita por un túnel abajo totalmente encañonado por dentro de la roca, aunque se deja un pequeño cauce para la vida de plantas y animales. Conecta la Presa de la Mulata y la Central Hidroeléctrica de los Almadenes.
El guía abre la trampilla que baja a la cueva de forma vertical con una escalera de caracol muy bien construida para que se cuele por entre la roca, una verdadera obra de ingeniería.






Lo interesante de esta cueva es que ha sido habitada desde hace miles de años dejando sus moradores pinturas rupestres que han llegado hasta nuestros días. Además se tiene constancia que la misma estuvo habitada en época romana habiéndose encontrado diversos objetos de dicha época estando todos ellos expuestos en el Museo Siyasa de Cieza.






Este tipo de visitas no serían lo mismo sin que un guía especialista en estos temas le expliquen a uno las pinturas y su interpretación. Se hace así muy amena dicha visita y los esfuerzos de nuestro guía en mostrarnos estos restos del pasado.
El balcón desde el que la cueva se asoma al cañón es espectacular y ante la pregunta de cómo los habitantes de la cueva podían acceder a ella, nuestro guía no puede más que encogerse de hombros y no saberlo con certeza, todo un misterio.


Terminada esta visita nos toca desplazarnos hasta el siguiente punto de interés. Para ello se forma una comitiva de vehículos siguiendo al guía ya que el lugar está bastante escondido. Aquí sí que no hay posibilidad de ir con autocaravana ya que el tramo de camino de tierra y su estado lo hacen imposible. Mejor dejar el vehículo en Cieza y acompañar al guía en su vehículo.
GPS: 38.25837, -1.39568

Abrigo de los Grajos





Este lugar consiste básicamente en un barranco originado por un arroyo actualmente seco donde hay varios abrigos que estuvieron habitados en la antigüedad dejando sus moradores pinturas rupestres. Se visitan dos de ellos siendo el acceso a los mismos algo complicado, aunque despacio y precaución se baja a los mismos.






Estos abrigos no siempre han estado suficientemente protegidos de la gente por lo que a lo largo del tiempo han sufrido actos más o menos vandálicos. El estado de conservación de las pinturas no es el que debería ser pero aún así y con las explicaciones del guía resulta igualmente una visita interesante.



También aquí hay pinturas de época romana, algo que es común a la cueva de la Serreta y lo que en un principio se nos antojaban pinturas actuales y sin  gusto, resultan ser de época romana, curioso la verdad.



Terminadas las dos visitas también la podríamos haber complementado con la visita guiada de Medina Siyasa, un yacimiento de época islámica, pero ya no daba tiempo a más. Ponemos rumbo hacia Cieza y paramos a ver la ermita del Santo Cristo que cuando llegamos ha cerrado sus puertas.

Cieza




Estacionamos al lado de la Parroquia de San Joaquín y el Paseo. Vemos que hay una especie de feria con mercadillo de productos locales. Sin más dilación buscamos algún lugar donde comer ya que van siendo horas.



Al lado del Mercado de Abastos encontramos un restaurante que parece tiene buena pinta. Se trata del Restaurante Umea y podemos decir que resulta ser un gran acierto.





Terminada la experiencia gastronómica damos una pequeña vuelta por el centro de Cieza, saliéndonos al paso la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, el Museo Siyasa y alguna casona que otra.





Para terminar nuestra visita a Cieza subimos hasta el Collado de la Atalaya, la imponente montaña que cobija la población y desde su mirador se divisan unas bonitas vistas de toda la zona.

Mirador del Santuario de la Virgen del Buen Suceso







Posteriormente cuando transitamos por la carretera al mirar hacia la atalaya que acabamos de bajar me doy cuenta que el conjunto arqueológico de Medina Siyasa se ubica en este lugar. Podríamos habernos acercado a ver si se podía visitar por libre, en otra ocasión será. Abajo una foto de internet sobre este conjunto arqueológico.




Volvemos hacia el campamento base, nos queda por ver el pueblo de Abarán. En la carretera vemos un cartel que anuncia una noria, algo típico del valle.

Noria Hoya de Don García

Por un caminito llegamos a la noria, GPS: 38.21331, -1.40628. La verdad es que estos artilugios son impresionantes y lo mejor de todo, que pese a sus años funcionan y cumplen su cometido que es regar los huertos. Se construyó en 1818, tiene 8,20 metros de diámetro y está construida en madera siendo sus ejes y palas de hierro dulce.




Por un caminito peatonal que se conoce como ruta de las norias podríamos llegar a Abarán que está al lado disfrutando de este oasis de exuberantes huertos de limoneros y naranjos.


Abarán

Nosotros seguimos en moto y nos adentramos en Abarán, por sus callejuelas estrechas y sinuosas donde no es fácil orientarse. De hecho se conoce a esta población como la San Francisco del Valle de Ricote. Llegamos a una de las zonas más altas donde se ubica la Ermita de San Cosme y San Damián desde donde se obtienen unas bonitas vistas de esta parte del Valle.




Recorremos las callejuelas de Abarán y no somos capaces de llegar a la Iglesia de San Damián, el laberinto de calles, direcciones prohibidas, callejones, etc nos hacen imposible la misión a pesar de ir con moto. En coche sería totalmente descartable. Bajamos a la ribera del río hasta el Parque de las Norias, donde podemos admirar otro bello ejemplar aún mayor que el que hemos visitado antes.





Para terminar la visita a Abarán nos dirigimos hasta el Parque Presa el Jarral GPS: 38.20278, -1.39424  donde hay una presa apta para el baño siendo el lugar realmente bonito. Por el camino se pasa por una zona que Mati dice que le recuerda a la serie de El Príncipe. La verdad es que el entorno natural es bonito pero también se ve bastante pobreza y muchas casas apiñadas y en bastante mal estado.





Lunes 14 de febrero

Otra noche muy tranquila en el parking que nos buscamos el otro día. Hoy ya es último día de nuestra andadura por estas tierras. Nos falta por acercarnos a Archena el último pueblo del Valle de Ricote. En un principio habíamos contemplado la posibilidad de acercarnos al balneario del pueblo, pero con esto del Covid no sabemos qué situación habrá y si es conveniente o no, por lo que decidimos hacer una ruta senderista por la zona.Veo una que puede estar bien y que parte del Embalse de la Cierva cerca de la localidad de Mula.


Estacionamos en el área de recreativa del embalse después de que un encargado de la central nos diga que podemos llegar hasta el área sin hacer caso del cartel de prohibido el paso, GPS: 38.05939, -1.48871

Embalse de la Cierva 





La ruta se realiza dándole la vuelta al embalse y tan solo tiene un tramo algo más complicado que consiste en sobrepasar un barranco justo enfrente del puente de la autovía. Por lo demás es un entorno muy bonito, salen unos 7,5 kilómetros que los hacemos tranquilamente en un par de horas y media.









Tras la ruta llega el merecido descanso, aperitivo y comida en el área recreativa con las preciosas vistas de los campos de limoneros, naranjos y olivos distinguiéndose al fondo la esbelta silueta de los castillos de los Vélez en Mula y de Alcalá en la Puebla de Mula. La verdad es que este área es bastante chula y pernoctar aquí debe estar muy bien rodeados de esta naturaleza y silencio.




Castillo de los Vélez, Mula

Ya que estamos por la zona no podemos terminar esta ruta sin visitar el castillo por lo que nos dirigimos hacia el lugar. Antes hemos pasado por la Villa romana de los Villaricos que debe ser interesante de visitar pero hoy lunes la encontramos cerrada, GPS: 38.04811, -1.46087.




Por una revirada y ascendente carretera llegamos al parking del castillo de los Vélez, GPS: 38.04498, -1.49289 y desde donde se obtienen unas fabulosas vistas de la localidad.
El castillo tiene sus orígenes en el siglo XVI y fue construído por la poderosa e influyente familia del Marqués de Vélez. Lo encontramos cerrado, parece que están efectuando obras de rehabilitación en su interior por lo que nos limitamos a admirarlo por fuera.




Para terminar y antes de partir para casa nos acercamos al área de autocaravanas de Mula y descargar aguas, GPS: 38.03955, -1.48139 de forma gratuita y al lado de unas piscinas que tienen muy buena pinta. Hay bastantantes autocaravanas estacionadas sobre todo extranjeras y ya se sabe que éstos saben de lugares buenos, por lo que Mula debe estar entre ellos sin duda.



Terminamos así nuestra ruta por el Valle de Ricote, no hemos observado presencia de turismo autocaravanista en el Valle a pesar de sus múltiples atractivos. Nos ha sorprendido muy gratamente esta comarca murciana, encontrándonos con una zona repleta de contrastes y donde lo más destacado que hemos sacado de nuestra visita es la riqueza paisajística y natural que ofrece.








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