31 mayo 2022

Profundos valles e imponentes montañas: Batuecas, Sierra de Francia y Las Hurdes 1ª parte


En esta ocasión vamos a visitar una parte del territorio español con muchos encantos naturales, patrimoniales y gastronómicos así como una zona olvidada pero no por ello menos orgullosa de su pasado.


Este año 2022 parece que poco a poco se va pareciendo más a los años anteriores a la explosión del Covid y ya se pueden hacer planes de viajes. Esta Semana Santa no hemos podido salir y en su puesto hemos juntado la semana posterior para hacer una salida por tierras salmantinas y cacereñas.

Día1.

Salamanca.


Llegamos ya de noche a la ciudad del Tormes y estacionamos por los pelos en un parking ya conocido de una anterior visita a la ciudad, GPS: 40.95465, -5.66826 gratuito y sin servicios.






Salamanca no la había incluido en esta escapada ya que la conocemos de haber estado aquí un par de veces antes. Pero Mati se empeña en volver a visitar esta bonita ciudad castellana. Salamanca evidentemente no defrauda pues es muy bonita y tiene tantos lugares que ver que lo de esta noche es simplemente un paseo sin más pretensiones que ver los rescoldos de lo que ha sido su Semana Santa.









Tomamos un café en una terraza, la temperatura es muy agradable, las calles peatonales vacías de coches, la tranquilidad que se respira, el silencio solo interrumpido por conversaciones de paseantes, turistas, lugareños, la noche serena, los edificios bellamente iluminados. Todo ello hace que esta ciudad sea una de las más bonitas de todo el país.







Comparamos Salamanca con Toledo en la que hemos estado más veces por cercanía. Intentamos ser ecuánimes y justos y no nos podemos decantar por ninguna de ellas como la más bonita. También es cosa del momento y de las emociones, pero lo de esta noche en Salamanca es maravilloso.














Día 2. 

Hemos pasado una noche bastante tranquila. Ponemos fin a la corta estancia en Salamanca en la que podríamos estar varios días viendo edificios y monumentos, pero confieso que somos más de pueblos y seguimos con la ruta programada.




Alba de Tormes

Nos desplazamos a esta población igualmente bañada por el Tormes y estacionamos en una zona pegada al río y que parece estar destinada al parking de los vehículos campistas, GPS: 40.8217, -5.51675 gratuito y sin servicios.


Subimos a lo más alto de la población donde se alza el castillo de los Duques de Alba del que solo queda la torre del homenaje, bastante reconstruida diría yo pues se le ve en muy buen estado. No podemos visitarlo por dentro al ser hoy lunes y estar cerrado.






Desde esta parte alta del pueblo se tienen unas bonitas vistas del entorno como el inmenso puente que cruza el río por el que hemos transitado cuando hemos llegado o la Basílica de Santa Teresa un inmenso edificio inacabado.




Aunque si por algo es conocida esta localidad es por haber sido la última morada de Santa Teresa de Jesús pues aquí fundó el Monasterio de la Anunciación de Nuestra Señora de Carmelitas Descalzas en 1571 y unos años más tarde mientras visitaba el Monasterio encontró la muerte, concretamente en 1582.
La visita a la Iglesia del Convento es gratuita siendo bastante interesante ya que una chica nos explica lo que podemos ver como la urna donde reposan los restos de la Santa, un pequeño museo con objetos relacionados con la misma, una recreación de la celda donde murió, etc.










En la misma Plaza de Santa Teresa podemos visitar varios edificios religiosos más aunque nosotros nos damos por satisfechos con la interesante visita al Monasterio.


A la vuelta encontramos la Plaza Mayor y la Iglesia de San Juan donde pagamos la voluntad y visitamos el interesante interior con varias obras de arte destacando las figuras de los Apóstoles en piedra arenisca.








Salimos a la coqueta Plaza Mayor con una fuente ornamental en su centro y unas palmeras que uno no se espera encontrar en estas latitudes.
Antes de abandonar la localidad en una pastelería compramos algunos dulces típicos y en una tienda compramos jamón, vino y algunos embutidos de los que en la provincia de Salamanca están muy bien surtidos.






Puente del Congosto

Nuestra siguiente parada es otro pueblo de Salamanca y para que no decaiga la cosa también está bañado por el Tormes, parece que este río es el hilo conductor de esta primera parte de nuestra ruta.
Estacionamos junto al río en una explanada de hierba, GPS: 40.49, -5.52288 gratuito y sin servicios.


Y de nuevo vuelve a ser el río Tormes el que da inicio a los orígenes del pueblo con la construcción del puente medieval con el fin de cruzar el río y cobrar el típico impuesto de paso. De la misma época es el castillo. Los restos de los molinos ubicados junto al río son de época posterior.






Impacta el cauce del río entre rocas de granito que encañona las aguas bravas que descienden de las montañas todavía nevadas de Los Gredos que podemos apreciar al fondo.





El castillo aparenta estar en buen estado, parece ser que es de propiedad privada utilizándose para eventos y celebraciones por lo que no es visitable de forma turística y nos tenemos que conformar viéndolo por fuera.








La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción también está cerrada por lo que igualmente no podemos visitarla por dentro.




La Calle Mayor desemboca en una plaza donde hay un bello rincón con varias casas coquetas entre ellas el Ayuntamiento o eso creemos aunque están de obras en la calle y se desluce algo la vista. 






Monleón

Dejamos Puente del Congosto y ahora ponemos rumbo a otro pueblo con castillo. estacionamos a la entrada de Monleón en un ensanche de la calle, GPS: 40.58502, -5.84723 gratuito y sin servicios.








Monleón es un pequeño pueblecito en su día completamente amurallado y donde uno se pregunta por qué se construyó en este apartado lugar un castillo tan imponente como este que estamos viendo.









La verdad es que es uno de los castillos que más nos ha gustado y hemos visto bastantes. Sus piedras negras, sus dimensiones, la bella silueta de su torre del homenaje, la estrechez de las calles que lo rodean, la puerta por donde se atraviesa la muralla y desde donde se tienen las mejores vistas del mismo hacen que entre por los ojos.







De propiedad privada no se permiten las visitas turísticas aunque imaginamos que por dentro no debe ser tan bello como por fuera.





El otro monumento de interés en Monleón es la Iglesia de Santa María de la Asunción que igualmente encontramos cerrada.



Ponemos fin a la visita de Monleón y seguimos ruta. En el pueblo de San Esteban de la Sierra nos paramos para decidir si tiramos hacia Valero y mañana hacer una ruta senderista hasta la Cascada de la Palla. En ello estamos cuando nos aborda un conductor de grúa que termina su trabajo y entablamos una interesante conversación. Al parecer esta Semana Santa ha habido una explosión de autocaravanas por la zona.
Decidimos dejar la cascada y bajamos por la serpenteante carretera SA-220 comprobando cómo cambia radicalmente el paisaje con frondosos y verdes bosques.

Miranda del Castañar



Estacionamos a la entrada del pueblo, en un pequeño parking de tierra gratuito y sin servicios, GPS: 40.48377, -5.99559
Antes de cenar damos una vuelta por el pueblo. A estas horas cuando casi todo está cerrado y no se ve apenas gente transitar por las solitarias calles. Una gozada reencontrarnos de nuevo con el pueblo en este único y mágico momento.






Día 3.

Ruta senderista entre Miranda del Castañar y Villanueva del Conde.

Amanece un día algo gris y frío aunque el estar aquí lo compensa todo. Estos bosques de toda esta zona tienen algo especial. Qué mejor forma de disfrutar de ellos que patearlos. Vamos a realizar una ruta de unos 13 kilómetros conocida como "el camino de los prodigios" que discurre entre Miranda y la vecina localidad de Villanueva del Conde. En principio varios artistas han ido colocando sus peculiares obras de arte en la ruta, aunque a nosotros quitando dos o tres las demás no nos dicen nada.









No somos muy entendidos en este tipo de arte pero no nos gustan nada esas camas de hierro que nos salen al encuentro de vez en cuando. Por el contrario disfrutamos mucho de la belleza natural de los árboles y plantas por donde vamos transitando.





En las inmediaciones de Villanueva del Conde podemos contemplar los pequeños huertos de viñedos de esta zona de Salamanca de la variedad Rufete típica de los vinos agrupados bajo la denominación Sierra de Francia. Encontramos a un abuelo trabajando en las viñas y conversamos con él un rato.


Villanueva del Conde







Nos encontramos con un coqueto pueblo enclavado entre un exuberante bosque con bonitos e interesantes rincones donde abundan los claros ejemplos de arquitectura popular de casas de entramado de madera y bellos soportales de columnas de granito.
En el único bar que vemos paramos a hacer un alto y nos tomamos un cafe. La dueña también nos confirma que estas pasadas fiestas han estado desbordados.







Una última mirada a Villanueva del Conde desde el cementerio e iniciamos la vuelta hacia Miranda del Castañar por la senda circular de la ruta.






Poco antes de llegar a Miranda vemos un bonito rincón entre la carretera y el Arroyo de San Benito, un lugar muy cuco con una encantadora terraza rodeada de esta preciosa naturaleza. Vemos que se trata del Restaurante El Molino. Seguramente un  buen lugar para darse un homenaje.
Comienzan a caer gotas y vemos que puede ir a más por lo que apretamos el paso hacia el pueblo.


Miranda del Castañar










Terminamos de ver lo que anoche nos quedó. Se nota que han pasado las fiestas y no hay apenas ambiente. Negocios cerrados, casas turísticas también cerradas y poca gente transitando por las preciosas callejuelas de este bello pueblo salmantino donde perderse es la mejor opción.






Después de comer nos desplazamos a la cercana localidad de Cepeda. Estacionamos a la entrada del pueblo en un parking pegado a la carretera, GPS: 40.46749, -6.0406 gratuito y sin servicios.
No nos suena demasiado este pueblo, pasa como más desapercibido entre la cantidad de pueblos bonitos que hay en esta parte de la Sierra de Francia. Vamos a ver qué nos depara.

Cepeda







Por la Avenida de los Reyes Católicos nos internamos en la población y lo que vamos contemplando nos sorprende y nos engancha. Se ve como más auténtico que Miranda, no tan turístico, más pueblo.






Calles estrechas y laberínticas, casas de entramado de madera, antiguos balcones de madera y algo que ya habíamos visto anteriormente, unos hornos de adobe construidos en la parte alta de algunas casas. Estando contemplando estas curiosas construcciones un señor del pueblo nos explica la influencia árabe y judía que ha dejado huella en el pueblo. Una señora nos invita a visitar el interior de su casa rural ahora vacía.










Callejuelas que suben y bajan, preciosas casas de entramado de madera, rincones donde el ayuntamiento ha hecho un esfuerzo por engalanar papeleras, maceteros, huertos, etc. le dan un toque agradable y encantador.










Cepeda ha resultado ser una sorpresa agradable, ese pueblo al que uno llega sin demasiadas expectativas y que no defrauda después de recorrerlo. Lo podríamos considerar como un pueblo bastante auténtico que ha sabido preservar su arquitectura popular y eso lo hace muy atractivo.


Dejamos Cepeda con muy buen sabor de boca y nos desplazamos ahora a otro de los pueblos destacables de la comarca Sierra de Francia, Mogarraz. Estacionamos en un pequeño parking al lado de la carretera, GPS: 40.49342, -6.0521 gratuito y sin servicios.

Mogarraz







Mogarraz ya es otra cosa. No tiene nada que ver con Cepeda. A la entrada del pueblo hay bastantes tiendas sobretodo de embutido, algún gran hotel, etc., que denota el carácter turístico del que goza esta población. Ya la conocemos de otra ocasión, pero ahora nos sorprende la cantidad de retratos de personas que hay por las casas. Cuando estuvimos hace ya unos años no había tanta foto expuesta, parece ser que se han aficionado a esta curiosa y única práctica. Quizás resulta un tanto agobiante.






Evidentemente el pueblo es una preciosidad, eso no lo vamos a negar y verlo así sin prácticamente turistas es la guinda. Si unimos la arquitectura y el trazado de las calles con el lugar privilegiado donde está enclavado y rodeado de plena naturaleza nos da como resultado este fascinante lugar.









Pateamos el pueblo con calma, no perdemos tiempo en otra cosa que no sea admirar sus calles y casas ya que casi todos los negocios están cerrados y no podemos entretenernos mirando productos. Ha debido ser muy buena Semana Santa para todos estos pueblos y ahora toca el merecido descanso.
Dejamos Mogarraz y nos dirigimos hacia La Alberca. Pero todavía queda tiempo para ver algo más esta tarde y ponemos rumbo hacia San Martín del Castañar por una estrecha carretera rodeada de un precioso bosque y con Mati rumiando cuando tocamos este tipo de carreteras y a estas horas.


San Martín del Castañar

Estacionamos a la entrada de la población en un parking que debe ser bastante nuevo, GPS: 40.52345, -6.06324 gratuito y sin servicios.








Rodeado por un frondoso bosque, este pueblo es otro más de esta Comarca de la Sierra de Francia. Podríamos decir que no es muy diferente a los otros que ya hemos visitado, pero tiene su encanto especial. No se le ve tan turístico como Miranda o Mogarraz pero no por ello te deja de atrapar y fascinar. Una coqueta placita donde desentona con el lugar la música punk que sale del único bar abierto, una calle principal que desemboca en la Iglesia de San Martín de Tours con su estela romana. Para finalizar con la curiosa construcción de la plaza de toros y su castillo abierto al público y que alberga un centro de interpretación de las Sierras de Béjar y Francia que ahora está cerrado.



















En la otra parte del pueblo buscamos la ermita, el puente medieval y los restos de la  calzada romana que atestiguan un rico pasado y le dan un toque muy armonioso a este rincón de San Martín.







Dejamos San Martín del Castañar y ahora sí ponemos rumbo hacia la podríamos considerar la joya de la corona de la Comarca de Sierra de Francia. La Alberca.

La Alberca.

Llegamos ya de noche y nos vamos para su gran área de autocaravanas situada a la salida del pueblo, GPS: 40.48862, -6.11646 gratuita y con servicio de llenado y vaciado de aguas.
La temperatura ha caído considerablemente y ha comenzado a llover. Lo mejor es que las previsiones dan nieve para esta noche, algo que en pleno mes de Abril podría sorprender aunque no tanto en esta latitudes.
No nos podemos resistir a hacer una corta visita a la plaza y con los paraguas en mano nos damos el gusto. La plaza para nosotros solos, lloviendo y sin nadie, un poco de locos sí somos. La vuelta la hacemos bajo la nieve.






Día 4

La Alberca

Efectivamente ha amanecido con una nevada, no demasiado copiosa cosa que se agradece ya que una buena nevada habría trastocado la ruta.






Ha amanecido con el cielo despejado y con un sol radiante lo que está contribuyendo a que la nieve se derrita a buen paso. El inconveniente es que los salientes tejados de La Alberca  no dejan de soltar agua y hay que estar muy atento para no llevarse un buen remojón.






Nos dirigimos hacia la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Tenemos la suerte de que está abierta y pasamos al interior ya que no la conocemos.








No es gran cosa, quizás por dentro está mejor que la sobriedad que aparenta por fuera. Continuamos nuestro paseo por este precioso pueblo visitando sus coquetos rincones, comprando dulces típicos así como sus excelentes jamones y embutidos que no pueden faltar si se visita esta zona.











De nuevo en la Plaza podemos comprobar que no parece la misma que visitamos anoche. Se despierta el pueblo y con ello sus vecinos y visitantes. Camiones y furgonetas de reparto, puestos de productos típicos de la zona siendo imposible resistirse a comprar algo como miel de bellota por ejemplo.












La Alberca es uno de esos pueblos que nunca defrauda. Sí, es turístico pero aún así ha sabido conservar la esencia de la zona y se denota un gran esfuerzo en mantener su arquitectura y encanto a pesar de los atractivos que ofrecen el turismo de masas.


Valle de las Batuecas

Le decimos un hasta luego a La Alberca y nos ponemos de nuevo en marcha haciendo una breve parada en el mirador del Portillo donde no son demasiado espectaculares las vistas. Nos internamos en la bajada del puerto por un revirada carretera hasta que llegamos al segundo parking donde comemos tranquilamente, GPS: 40.45398, -6.13492




Tras descansar un rato nos preparamos y salimos para hacer una sencilla ruta senderista por este precioso entorno y que incluye el Monasterio de San José, la senda del Chorro y el Canchal de las cabras pintadas, unos 6,5 kilómetros sencillos.






El Monasterio vemos que le han debido hacer alguna reforma importante ya que la otra vez que estuvimos aquí lo vimos abandonado y dejado de la mano de Dios.







El paisaje el realmente espectacular, en todo momento se transita por una senda que va paralela al río Batuecas excepto cuando la dejamos para subir al mirador del Monasterio y para acceder al abrigo de las cabras pintadas.. Nosotros no somos capaces de ver ninguna pintura de las descritas en un panel, pero estar están.






Se puede seguir por la misma senda río arriba hasta un chorro de agua del mismo río, pero algún senderista nos comenta que un poco más arriba la senda está cortada ya que es época de nidificación de los buitres y no se permite el acceso


Meandro del Melero

Continuamos ruta y nos internamos en la comarca de Las Hurdes. Atravesamos Riomalo de Abajo y tomamos una pista de unos tres kilómetros en buen estado que nos lleva hasta el parking del mirador, GPS: 40.39109, -6.08672 Lo han debido de arreglar hace poco ya que se ve todo nuevo. Por cierto, un poco  más adelante siguiendo la pista hay un gran parking donde dar la vuelta.









El lugar es realmente bello, está algo aislado y no es fácil el acceso ya que la pista forestal no está demasiado arreglada, pero compensa el esfuerzo de llegar hasta este mirador de uno de los meandros del río Alagón. De hecho mientras estamos aquí vienen bastantes coches a visitar este lugar tan bonito. Quizás con un poco más agua las vistas serían ya la repera.


A Mati se le antoja que cambiemos los planes, le atrae que hagamos una incursión en Las Hurdes por aquello del documental que realizó por esta zona Luis Buñuel en 1933 y que retrataba el subdesarrollo de toda esta zona.
Retrocedemos hasta el pueblo de Las Mestas donde vemos ambiente y poco espacio para estacionar por lo que tenemos que hacerlo en el cementerio, GPS: 40.42643, -6.14774




No queremos perder tiempo ya que la carretera se le ve estrecha y de montaña y no sabemos muy bien donde vamos a pernoctar esta noche, por lo que hago unas fotos a una piscina natural del río Ladrillar y  ni siquiera visitamos el pueblo.
Cuando pasamos por el pueblo de Ladrillar pensamos que ya está bien de circular por esta estrecha y revirada carretera y nos acomodamos en un pequeño hueco junto a la carretera, GPS: 40.46615, -6.22527 gratuito y sin servicios.

Ladrillar






Efectivamente esta comarca está bastante abandonada y desolada, las casas son muy humildes y las que conforman la típica arquitectura popular a base de piedra y tejados de pizarra están casi todas abandonadas y prácticamente hundidas.








Eso sí, el entorno es muy bonito rodeado de un bosque precioso y unas imponentes montañas. Sin duda este ha sido uno de los motivos por el que la comarca ha sufrido su aislamiento y pobreza que se puede adivinar en el documental de Luis Buñuel.








Ponemos así fin a este día dejando para mañana la siguiente parte de este viaje en el que seguiremos adentrándonos en esta comarca de Las Hurdes ya en territorio extremeño y continuando por tierras cacereñas.









2 comentarios:

LUKE-ANDO dijo...

gracias por tu aportacion, sigo tus viajes con interes por la cantidad de informacion que nos das a todos.

alsaga dijo...

Gracias por leernos, de eso se trata, de aportar y ayudar en lo que se pueda. Un saludo.