08 noviembre 2021

Merindades, valle de Valderredible, románico, iglesias rupestres y necrópolis. 1ª parte

 

Las Merindades, ese destino que llevamos un tiempo posponiendo por unas cosas u otras. El momento ha llegado, tenemos por delante seis días para vivir una nueva aventura y hacía allí nos vamos.

20 de septiembre 2021, lunes

Día 1.

A media tarde partimos dirección Burgos con intención de acercarnos lo máximo posible al primer destino. Los días duran ya menos y se hace antes de noche por lo que a la altura de Buitrago de Lozoya decidimos dejar la carretera por hoy.


Buitrago de Lozoya:

Al estar al lado de la autovía esta población, no hay que desviarse por lo que es una buena opción para pernoctar.
Encontramos un buen lugar, GPS: 40.99541, -3.63652 gratuito y sin servicios.





La temperatura ha bajado considerablemente, además hace algo de aire con la sensación de hacer más fresco. También hay que añadir que estamos a los pies de la sierra de Somosierra y eso se nota.





A estas horas de la tarde noche hay poca gente por las calles por lo que pasear por Buitrago de Lozoya es una delicia. Hay bastantes monumentos todos ellos muy bien iluminados que realzan la singular belleza de este lugar.






El casco antiguo se recorre en poco tiempo y al estar la auto tan cerca regresamos a la misma en un plis plas. Cena, algo de televisión y a descansar.


21 de septiembre, martes.
día 2.
Buitrago de Lozoya:

Amanece un soleado día después de una noche de lo más tranquila. Decidimos emplear un par de horas en visitar con más detenimiento esta población. Ya hemos estado antes aquí hace algún tiempo y casi no nos acordamos de nada: nuestro anterior viaje a Buitrago



Recordamos que el río Lozoya casi rodea a la antigua población medieval y que una muralla protegía los accesos al interior de la población.
La fortaleza de los Mendoza es lo que ha dado el carácter a la población de Buitrago desde hace unos cinco siglos.



La Iglesia de Santa María del Castillo la encontramos cerrada por lo que no podemos ver su interior. Los restos del castillo vemos que están algo descuidados y no hay demasiado que ver. Tan solo destaca la muralla y las torres que presentan un buen estado de conservación.





El caso es que está todo cerrado y no podemos ver nada por lo que hacemos alguna compra en el pueblo y nos ponemos de nuevo en marcha para empezar el viaje por tierras burgalesas.
Briviesca
Estacionamos en el área de autocaravanas gratuita con servicios de carga y descarga, GPS: 42.55119, -3.32878


Nos sorprende lo grande de este pueblo, lo esperábamos más pequeñito, pero se nota que hay buen ambiente. La proximidad de la Autovía que sube al norte así como la existencia de una importante vía férrea también influirán en su crecimiento.



En un momento nos plantamos en la coqueta Plaza Mayor porticada con un templete en medio destacando la Iglesia de San Martín y el Palacio de los Soto de Guzmán que actualmente es el Ayuntamiento.





Nos adentramos en la Iglesia de San Martín cuya entrada es gratuita. Por fuera quizás no denota la belleza que su interior esconde. De estilo gótico aunque con alguna reforma contiene una serie de sepulcros góticos bastante bien conservados, un interesante retablo barroco así como la bonita portada.






Briviesca es de esos pueblos que denotan una antaña importancia y una impronta que en parte ha llegado hasta nuestros días. Vemos casonas, palacetes, escudos heráldicos, etc. que demuestran la importancia de esta población en épocas pasadas.


La bonita casa de Salamanca y la Iglesia de Santa María están ubicadas en la misma plazoleta. De nuevo pasamos a este edificio religioso de estilo renacentista y decoración barroca.











Seguimos buscando los atractivos de Briviesca y ahora encontramos el convento de Santa Clara que pasa por ser el monumento más importante de la población. Compuesto por monasterio, iglesia, hospital y casa solariega posee un retablo de madera de nogal excepcional. Lo encontramos todo cerrado aunque podemos asomarnos por la verja y tomar una foto. 




El palacio de los Torre ubicado en la calle Medina también es otro ejemplo de la monumentalidad de Briviesca que actualmente es un restaurante.


Antes de marchar de Briviesca nos hacemos con algunos productos locales a base de las famosas almendras garrapiñadas de Briviesca, embutidos, quesos y salazones que iremos disfrutando durante el viaje.


El siguiente destino es el Santuario de Santa Casilda encaramado en lo alto de un promontorio rocoso que para llegar a él hay que recorrer un bonita carretera.

Santuario de Santa Casilda


El aparcamiento es pequeño pero estamos nosotros solos, GPS: 42.55421, -3.40136 gratuito y sin servicios.
Mientra Mati prepara la comida me acerco al Santuario a husmear. Compruebo que aquello está deshabitado y que no podremos ver la pequeña Iglesia por dentro. Aún así empujo la puerta de la Iglesia para asegurarme que está cerrada y sorpresa, la misma se abre por lo que accedo al interior. A los diez segundos suena la alarma y salgo no vaya a ser que haya alguien en alguna de las viviendas y se altere. 



La leyenda de Santa Casilda se remonta a la época de dominación musulmana de la península. La misma era hija de un rey moro afincado en Toledo. Con la promesa de curación de una grave enfermedad Casilda llegó a una antigua ermita reconvirtiendo su fe en la cristiana.







Volvemos a acceder al interior de la pequeña Iglesia, vuelve a sonar la alarma pero esta vez permanecemos algo más en su interior haciendo alguna fotos, deleitándonos con los bellos techos pintados y el sepulcro policromado de la Santa.







Aquí se realizan dos romerías al año y este bello entorno se llena de bullicio y vida, concretamente el primer domingo de Mayo y el martes anterior a la Ascensión. Abajo y antes de ascender por la carretera hay dos manantiales donde según la leyenda la Santa se bañaba buscando la curación con sus aguas.
Para saber más: Leyenda de Santa Casilda

Foto de internet


Volvemos por la misma carretera que hemos traído y antes de incorporarnos a la carretera que nos ha de llevar a Poza de la Sal nos paramos en Revillacón ya que la Iglesia que se ve en lo alto tiene buena pinta, GPS: 42.5614, -3.35837

Revillalcón



Ubicada en lo alto del pueblo y casi al lado de los restos de los que un día tuvo que ser un castillo se encuentra la Iglesia de San Esteban Protomártir.
A mí estos monumentos románicos me atraen de manera casi enfermiza y al pasar al lado sería casi un delito no pararse a verla aunque solo sea por fuera que, dicho sea, suele ser lo más interesante de este arte.




Podemos canecillos y bellos capiteles labrados con representaciones humanas, animales, motivos vegetales, etc.
Una vez rodeada y vista bajamos al pueblo donde nos encontramos con las pocas casas algunas de ellas con bonitas fachadas. 




Seguimos ruta y nuestra siguiente parada la hacemos en la cuna del famoso naturalista Félix Rodríguez de la Fuente.

Poza de la Sal

Subimos al parking del castillo de los Rojas, GPS: 42.6665, -3.50632. La intención era estacionar aquí y ver el castillo y el pueblo, pero comprobamos que hay que bajar al pueblo por una empinada senda, por lo que tendremos que bajar con la auto y ver el pueblo más cómodamente.




Para acceder al castillo todavía hay que ascender por una senda de escalones labrados en la roca y con pasamanos con cadenas para agarrarse. El desnivel es considerable por lo que hay que armarse de decisión para subir. El premio son las buenas vistas que se obtienen desde arriba de esta comarca de la Bureba y de Poza de la Sal abajo. Lo que queda del castillo es más bien escaso, un túnel abovedado, un 






El castillo tiene sus orígenes en el siglo IX con la repoblación de esta zona conquistada a los musulmanas y la necesidad de edificar defensas y consolidar fronteras. Sería en el siglo XIV cuando la familia Rodríguez de Rojas edificó el actual castillo sobre los restos del antiguo.



Bajamos al pueblo y estacionamos en un ensanche de la carretera a la altura de las salinas, GPS: 42.66833, -3.50353
Evidentemente el sobrenombre de Poza de la sal le viene a esta localidad por la presencia de este material que antiguamente tenía gran importancia sobretodo para la conservación de alimentos. Actualmente ya no hay producción de sal y tan solo se han adecuado algunas instalaciones para uso turístico.






Nos internamos en el casco antiguo de Poza de la Sal con un claro trazado medieval con calles estrechas y empinadas flanqueadas por casas de piedra blasonadas y de entramado de madera. Es sumergirse en plena edad media, una auténtica gozada y un verdadero espectáculo para los sentidos.




Por la calle Mayor accedemos a una coqueta plaza donde se alza la Parroquia de San Cosme y San Damián. No podemos resistirnos a acceder a su interior donde nos recibe un señor que nos informa que está prohibido sacar fotografías. No entendemos el motivo ya que es bonita por dentro pero tampoco posee una colección de bienes que merezca la pena cuidar de una fotografía.






Nos está sorprendiendo para bien este bien conservado pueblo burgalés. Pasear por sus callejuelas empedradas, empinadas y estrechas es una experiencia que deja huella. En cada rincón hay una panorámica preciosa, una fotografía una bella fachada. Además parece ser que se celebra un concurso de engalanar las casas que compiten entre ellas para ser la afortunada.







Por la Puerta del Conjuradero salimos a la Plaza Nueva de una belleza singular, con algunas casas balconadas, un pequeño campanario con reloj incluido, un templete en medio, un paseo arbolado y un mirador de esta zona de la comarca de la Bureba






Y no podía falta un busto en memoria del naturalista Félix Rodríguez de la Fuente famoso por el programa de televisión española "El hombre y la tierra". En la misma plaza está la oficina de turismo donde hay un pequeño museo en su memoria.






Nos perdemos por las calles y rincones de Poza de la Sal disfrutando de las casas de adobe, vigas de madera, los encalados de yeso y ladrillo. Pasamos por pasadizos cubiertos con techos de vigas de madera, una preciosidad todo.








Es una maravilla de pueblo que puede competir con la  lista de los pueblos más conocidos de España. Poza de la Sal es menos conocido que otros pueblos que están en boca de todo el mundo, pero no por ello es menos bonito, quizás sea más auténtico. Tan solo le faltan pequeños detalles como, por ejemplo, no dejar estacionar vehículos en su casco antiguo.





Bajamos a la parte donde discurren las aguas saladas con un nacimiento de aguas dulces conformando pequeñas piscinas comunicadas entre sí. Todo ello en piedra junto con un pequeño puente y un bonito jardín confieren a esta zona un encanto especial.





Partimos de Poza de Sal con la sensación de haber descubierto y visitado uno de esos pocos pueblos auténticos con un encanto difícil de encontrar e igualar.


Oña

A última hora del día llegamos a otro destino que ya teníamos ganas de visitar como es Oña. Nos vamos directos a su área de autocaravanas donde no encontramos los servicios, aunque nos consta que están, GPS: 42.73574, -3.41418 gratuito y con servicios de llenado y vaciado de aguas.



Enseguida se hace de noche en este pueblecito enclavado en un lugar privilegiado rodeado de montañas con el río Oca serpenteando entre la carretera N-232 y con la imponente silueta de su monumento más antiguo e interesante, el Real Monasterio de San Salvador.


Atravesamos el río Oca por un puente peatonal, subimos unas escaleras y penetramos en el casco antiguo de Oña por el Arco de la Estrella apareciendo ante nosotros la Plaza Mayor, el Monasterio, el Ayuntamiento y la Iglesia de San Juan.






Este es un coqueto rincón que desprende una armonía y una belleza bastante excepcional. A estas horas de la noche se respira una paz y tranquilidad solo interrumpida por los clientes de un bar. Que suerte tienen los moradores de Oña de vivir en un pueblo tan tranquilo y bonito.





22 de septiembre, miércoles.
día 3.

Oña

Amanece un nuevo día, ha llovido algo esta noche y ha refrescado algo. Nos lo tomamos con calma ya que hasta las diez de la mañana no abren el Monasterio por lo que damos una vuelta por el pueblo hasta que se haga la hora. Recorremos la judería que tampoco  nos dice gran cosa, si bien en su día debió ser diferente.





Damos también una vuelta por la parte de atrás del Monasterio y descubrimos casi sin quererlo el Jardín Secreto que son los antiguos jardines benedictinos reconvertidos en un espacio de divulgación artística. En este conjunto también está lo que en su día fue el manicomio de Oña hoy cerrado con varias pinturas de artistas callejeros y con gente merodeando que te puede dar algún susto como le ocurrió a Mati en un momento de despiste.








Volvemos de nuevo hacia la parte delantera del conjunto monástico que comprobamos es enorme con un ala dedicada a exposiciones temporales. La que hay ahora es una exposición sobre Auschwitz Birkenau que puede estar interesante aunque hoy está cerrada.


Nos llama la atención de una estatua del monje benedictino que se alojó en este Monasterio Fray Pedro Ponce de León que llegó a ser el descubridor y pionero de la enseñanza a los sordos.




Pasamos al Monasterio, pagamos los 3 euros por cabeza, nos dan un plano, escaneamos un código QR que es el debemos seguir a través de nuestro teléfono móvil para que la visita sea guiada y la persona responsable nos indica que solo está permitido la toma de imágenes en el claustro.





Visitamos el interior de la preciosa Iglesia poniendo atención a lo que nos indica el audio guía. Intentamos retener lo que es este templo y no es hasta que llegamos al Claustro cuando hacemos las primeras fotografías.









De nuevo pasamos al interior de la Iglesia de Monasterio que tiene sus orígenes en el siglo XI cuando da comienzo la repoblación de Castilla. El conde Sancho García lo funda en estilo gótico sobre una anterior construcción románica.
No puedo salir de este templo sin inmortalizar algo de tanta belleza y metiéndome en los rincones donde no llegan las cámaras de seguridad hago alguna que otra captura.




Sin duda lo que más nos llama la atención es la capilla mayor donde se encuentran los sepulcros de los Condes y Reyes de Castilla, dos panteones de madera de nogal labrada en el siglo XV. Son una maravilla y tan solo por esto merece la pena pagar la entrada y verlos. Son de un trabajo y belleza difíciles de superar. Una pena que no dejen hacer fotos.



A lo tonto hemos pasado casi dos horas dentro de la Iglesia del Monasterio. Toca ahora terminar de ver el pueblo. En la Plaza Mayor destaca la Iglesia de San Juan con una bonita portada. La encontramos cerrada y mientras Mati mira alguna tienda yo me subo a la torre de la Iglesia que acoge el museo de la resina. No me sale nadie al paso y hago la visita yo solo y gratis, no se si habría que pagar.









Terminado de ver el pueblo le propongo a la media costilla hacer algo de senderismo, eso sí fácil no una ruta propiamente dicha. Acepta el reto y nos ponemos en marcha. Seguimos la antigua vía de tren Santander Mediterráneo hoy reconvertida en camino natural.




La ruta se denomina "Paseo del río Oca", es cortita, de unos cuatro o cinco kilómetros según se quiera uno complicar la vida y va paralela al río del mismo nombre que desemboca en el Ebro un poco más abajo. Pasa por parajes bastante bonitos donde es fácil ver el vuelo de los buitres leonados.






Sin duda los puntos de mayor interés son los numerosos puentes de madera que atraviesan el río en varias ocasiones.
Nuestra ruta: Paseo del Oca










Dejamos Oña habiéndonos avituallado con dulces típicos de la población comprados en el horno Ramón que tienen una pinta estupenda y huelen a dulces de los de antes.


Seguimos ruta llegando al río Ebro siguiendo su curso por la carretera nacional 629 durante unos kilómetros hasta que llegamos al siguiente destino.

Eremitorio de los Portugueses
 
Estacionamos al borde de la carretera, GPS: 42.78815, -3.41513 para conocer este curioso lugar.




Se trata de un conjunto de cuevas artificiales excavadas en la roca arenisca a lo largo del arroyo de las Torcas en su confluencia con el Ebro. Se cree que su construcción data de época visigoda o altomedieval aunque su nombre procede del siglo XX cuando un grupo de inmigrantes portugueses que trabajaban en un canal las ocuparon y les dieron mayor amplitud.




Es curioso ir pasando de una cueva a otra en este bonito entorno natural, aunque no deja de ser un conjunto de cuevas que se ocuparon para poder vivir a salvo de las inclemencias del tiempo.


Continuamos dirección norte y ya se va notando la influencia del país vasco en estos pueblos ya que la frontera entre las dos comunidades está muy cerca. El siguiente punto de nuestra ruta nos marca un monumento natural.

Cascada Pedrosa de Tobalina

Estacionamos en la misma carretera, GPS: 42.84826, -3.33531






Este bonito salto de las aguas del río Jerea tiene una anchura frontal de 110 metros y una caída de 20 y cuando hay época de lluvias es un espectáculo de la naturaleza.




Desgraciadamente ahora no es época de lluvias ni deshielos y el cauce que lleva el río no nos permite disfrutar de mejores vistas. La foto de abajo está sacada en una de esas época de lluvias.


Bueno, aún así ha merecido la pena acercarnos hasta aquí y para quitarnos el regusto algo agridulce nos metemos en el Bar Velez  donde comemos bastante bien, sin grandes alardes pero a una relación calidad precio bastante aceptable.


Ponemos rumbo hacia el siguiente destino. Volvemos sobre nuestros pasos llegando de nuevo a pasar por Trespaderne donde tomamos la carretera nacional 629 aunque un poco más adelante nos desvían por una carretera muy estrecha debido a unas obras. Delante de nosotros va circulando un camión al que me pego como una lapa para que nos vaya abriendo camino. Se me quitan los miedos de circular con autocaravana por estas carreteritas viendo como conduce el conductor del camión, joder que tío, no atasca.


Llegamos por fín a nuestro siguiente destino a media tarde y estacionamos en una gran explanada de tierra, GPS: 42.93059, -3.48824. gratuito y sin servicios. Luego nos enteramos que hay dos áreas de autocaravanas, pero para estacionar y ver el pueblo está bien.

Medina de Pomar



Nos adentramos en el casco antiguo de la población y con lo primero que nos topamos que llama nuestra atención es la Plaza del Buen Conde de Haro donde llama la atención la estatua de Juan de Salazar y Espinosa el fundador de Asunción, la capital de Paraguay


Seguimos por la peatonal Calle Mayor pasando por una antigua puerta llamada arco de la cadena, vemos algunos restos de la muralla que rodeaba antiguamente la población y que formaba parte del Alcázar. Algunos cuadros ubicados en diferentes puntos de la población le dan un toque diferente.







Así llegamos a la coqueta Plaza Mayor con soportales que aguantan varias casonas de bella factura entre las que destaca el Ayuntamiento. También hay un mirador hacia las huertas de Medina de Pomar donde predominan los manzanos que le dan nombre a la localidad "ciudad de las manzanas".




Nos acercamos al Alcázar de los Velasco, un imponente edificio del siglo XIV formado por dos grandes torreones unidos entre sí por otro de menores dimensiones. Es la sede del Museo histórico de las Merindades se pagan 3 euros por cabeza y se hace la visita por tu cuenta.





Tiene varias plantas de altura, hay diferentes salas de exposiciones. Actualmente hay una exposición de cuadros y conforme se va ascendiendo de altura la cosa va ganando en interés








Llegamos hasta la parte más alta del castillo desde donde se obtienen, seguramente, las  mejores vistas de Medina de Pomar y toda esta comarca de las Merindades burgalesas.







Una vez visto el imponente castillo seguimos callejeando por este interesante pueblo. Algunas casonas muy bien conservadas salen a nuestro encuentro, así como escudos heráldicos de bella factura. Atravesamos una antigua puerta que flanquea la muralla y nos sorprenden una serie de casas colgadas que dan a las ricas huertas.







Así llegamos a la Plaza Buen Conde de Haro donde destacan varios edificios como el edificio del banco Ibercaja y la preciosa fachada del antiguo monasterio de los Condestables hoy reconvertido en una cafetería.
Medina de Pomar se recorre en poco tiempo, está todo a mano por ser un pueblo. Nos ha sorprendido muy gratamente.





Ponemos punto final a la visita en Medina de Pomar y partimos en busca de la Iglesia románica de San Andrés no muy lejos de aquí.

Tabliega

Estacionamos junto a la Iglesia, en una pequeña explanada, GPS: 43.01021, -3.45724
Comprobamos que la Iglesia está cerrada y no sabemos si alguien se encargará de abrir la misma. Por tanto solamente podremos verla por fuera.






Su origen es del siglo XII por tanto su estilo principal es románico aunque posteriormente se le han ido añadiendo diferentes elementos en épocas posteriores. Sin duda lo que más llama la atención es el conjunto de capiteles y canecillos que muestran una interesante iconografía con figuras humanas y animales.







He leído que el interior, a diferencia de otras Iglesias de estilo románico donde destaca la sobriedad, en esta Iglesia de San Martín llama la atención la colección de pinturas de los siglos XV y XVI que se pueden ver en esta foto de Google maps.


Ponemos rumbo al que será nuestro último destino del día:

Espinosa de los Monteros

Vamos directos a su área de autocaravanas, GPS: 43.08527, -3.55773 con servicios de llenado y vaciado de aguas todo gratuito. Está ubicada a la salida de la población en una zona de picnic. Como aún es pronto para quedarse en el área nos desplazamos hasta el pueblo para visitarlo.



Hemos leído que esta población posee el segundo mayor número de monumentos catalogados de la provincia tan solo detrás de la capital Burgos. Empezamos por el Palacio de los Cuevas Velasco pudiendo leer en un cartel la historia del mismo.





Alguna que otra casona más y llegamos a la ribera del río Trueba, cruzamos su vistoso puente y subimos la ladera por u na senda que nos transporta al castillo de los Velasco del que en la actualidad solo queda su imponente torre que se ve desde cualquier punto del pueblo.







Esta construcción data de los siglos XV y XVI y en su día debió ser magnífica vistos los restos que a día de hoy todavía quedan en pie. Lástima que el acceso esté muy mal indicado y sobretodo la maleza y suciedad que lo embarga todo a su alrededor. Dudo que en otro país tamaña construcción presentara este aspecto tan abandonado.



Llegamos al epicentro de Espinosa de los Monteros, la Plaza Sancho García, un espacio abierto con robustos soportales de piedra y fachadas decoradas con vistosos ventanales cubiertos. Todo ello bajo la protección de la Iglesia de Santa Cecilia ubicada en medio de la Plaza y que parece separarla en dos partes.




En otra esquina de la enorme Plaza nos encontramos otro ejemplo de la arquitectura de Espinosa de los Monteros, el Palacio del Marqués de Chiloeches con una preciosa e imponente portada que asemeja  más bien a un edificio religioso.



El coqueto edificio del Ayuntamiento rodeado de preciosas fachadas de casas con sus balconadas cubiertas por bellos ventanales le dan un toque muy armonioso a esta Plaza.





Ponemos así fin a nuestra visita por Espinosa de los Monteros ubicado en plena comarca de las Merindades burgalesas. Todavía nos resta bastante por ver de esta zona de la geografía española, pero lo dejaremos para la siguiente entrada.










2 comentarios:

LUKE-ANDO dijo...

Muy bueno el viaje nos das buenas ideas para seguir tus pasos.

Anónimo dijo...

muy buena