16 septiembre 2021

Huesca, La Magia 2ª parte.


Monasterios con mucha historia donde se forjan reinos, Iglesias románicas del alto Gállego, pintorescos pueblos pirenaicos, ibones y montañas majestuosas nos esperan en esta nueva entrada.


Día 4: jueves 8 de Julio:

Después de una noche de lo más tranquila partimos hacia el Monasterio de San Juan de la Peña situado unos 8 kilómetros carretera arriba.

 
La carretera es algo estrecha pero con buen firme. Conforme va ascendiendo se empiezan a ver paisajes realmente bonitos. En uno de los miradores se pueden apreciar los Pirineos al fondo.



Pasamos por el Monasterio donde no dejan estacionar sin antes haber subido al Monasterio nuevo y sacar la entrada. Llegamos a la explanada donde se ubica el nuevo monasterio y estacionamos en el parking habilitado. GPS: 42.50783, -0.66538 gratuito y sin servicios.
San Juan de la Peña:


Nos dirigimos a la taquilla para hacernos con las entradas. Ayer llamé al teléfono de las taquillas para hacer la reserva ya que en estos tiempos de Covid con las limitaciones de aforo que hay tienes que reservar si o si.
Pagamos los 8,5 euros por cabeza donde además del monasterio viejo se ve el centro de interpretación de monasterio nuevo y la Iglesia de Santa María en Santa Cruz de la Serós.


Había leído que un pequeño autobús te bajaba al monasterio viejo, pero vemos que ya no es así. Tienes que bajar por tus medios, por lo que dudamos si bajar de nuevo con la auto por la estrechez de la carretera. No tenemos tiempo que perder por lo que bajamos con la auto al parking de abajo. GPS: 42.507541, -0.676159



Llegamos casi cuando la visita guiada va a dar comienzo, tomamos unas fotos del exterior que tanto hemos visto por fotografías, una composición del impresionante lugar donde está cobijado este antiguo monumento y para adentro.





No sabría decir si el Monasterio de San Juan de la Peña es más espectacular por fuera o por dentro. Evidentemente hay que ver su interior, pero es que contemplar la enorme roca rojiza bajo donde está ubicado el templo es realmente impresionante. De hecho su nombre le viene dado por la Peña que lo cobija.





La chica que nos hace la visita guiada no parece tener su mejor mañana ya que la visita la hace como si se tratara de una audio guía. Se que es algo rutinario y repetitivo hacer este trabajo, pero algo de más alegría e interés hace que uno disfrute más y mejor de un monumento con tanta historia e importancia.






En la hora y poco que dura la visita nos enteramos que su origen viene del siglo X como un lugar de refugio por la difícil orografía que lo rodea. No cuesta imaginar estas estancias ocupadas por monjes con sus quehaceres diarios.
Podemos ver una Iglesia prerrománica, los restos de unas pinturas del siglo XII, el Panteón de los Nobles, una capilla gótica con lo que algunos dicen ser el Santo Grial, el Panteón Real donde descansan los restos de los primeros Reyes de Aragón y sobretodo el precioso claustro románico.







La visita del claustro es la guinda que remata esta interesante visita. Bajo la protección de la imponente peña se siente uno minúsculo y trata de hacerse una idea de lo que debió ser este lugar en su época floreciente. La cantidad de gente que ha debido habitar este lugar durante tantos siglos y los trabajos que han debido hacerse para construir semejante conjunto monástico.




Los capiteles son realmente impresionantes, la calidad con la que están esculpidos en roca y que todavía conserva parte de sus colores originales. Son un libro abierto que nos muestran escenas del Testamento si decir una sola palabra, pero que lo dicen todo, sobretodo si se lo explican a uno algo parco en estos temas.





Una visita que teníamos ganas de hacer desde hace tiempo y que hemos visto cumplida. Por ello  nos vamos gratamente satisfechos del Monasterio de San Juan de la Peña y por un momento pensamos dejar la visita del Monasterio nuevo, pero el guarda nos aconseja visitarlo. Otra vez vuelta para arriba con lo que cuesta mover la auto por estas carreteras.
Para saber más: San Juan de la Peña





La visita de este complejo se hace por libre y no tiene nada que ver con la anterior. En el siglo XVII se incendia el Monasterio viejo y se decide la construcción de uno nuevo en la llanura ubicada en la parte alta de la peña. Con la desamortización el monumento se abandona con el consiguiente deterioro del mismo. Hasta que el Gobierno de Aragón se hace cargo de su restauración haciendo este centro de interpretación donde se reflejan las diferentes estancias que tuvo este monasterio.


Esta visita casi que nos la podíamos haber ahorrado la verdad pues no nos dice gran cosa. Casi lo mejor son las fotografías que nos muestran el monasterio a lo largo del tiempo.





Antes de marcharnos de este lugar damos una vuelta por la pradera donde está ubicado el monasterio. Hay varias zonas de picnic en medio de un frondoso bosque, por lo que a la hora de comer es una buena zona para comer y descansar. Imagino que anoche podríamos habernos quedado a pernoctar si hubiéramos llegado hasta aquí. Debe ser muy tranquilo por la noche.


De nuevo nos ponemos en m archa y desandamos el camino que hemos traído esta mañana hasta que llegamos a Santa Cruz de la Serós. Estacionamos en la misma explanada donde hemos pernoctado y nos disponemos a visitar con más calma este pequeño y coqueto pueblo.
Santa Cruz de la Serós:






Una de las cosas que más me llamó la atención desde ayer que llegamos a este pueblo fueron sus curiosas chimeneas rematadas con sus espantabrujas. Busco información en internet sobre estas peculiares construcciones que veremos en más lugares de la provincia. 




Pero antes aprovechamos las entradas del monasterio para visitar la Iglesia de Santa María que afortunadamente ha llegado hasta nuestros días. No así el monasterio desaparecido. Fue entre los siglos XI y XII cuando dicho monasterio femenino vivió su época de esplendor albergando a numerosas mujeres de la nobleza. Por fuera es maravillosa como todos los templos románicos. Por dentro es sencilla y sin adornos. La prohibición de hacer fotos dentro nos impide hacer alguna fotografía para el recuerdo.





Damos un pequeño paseo por las inmediaciones del pueblo. Vemos algunas rutas senderistas entre la que destaca la subida a San Juan de la Peña que debe ser muy interesante. Y volviendo al tema de las curiosas chimeneas y a sus espantabrujas, todo ello viene de la superstición de que para impedir que las brujas pudieran acceder a las casas por las chimeneas, se les puso un remate a estas de forma algo tosca con unas figurillas que son curiosas de descubrir.





La ermita de San Caprasio situada a la entrada de la población es la otra joya románica que cuenta Santa Cruz de la Serós. El pueblo es una delicia, se ha rehabilitado muy bien, el entorno es una pasada y la cercanía a San Juan de la Peña hace que sea parada obligatoria.


Dejamos el pueblo y nos dirigimos a Jaca que en principio no lo llevábamos programado, pero hay que hacer la compra y en Jaca hay bastantes servicios.
Estacionamos en su área de autocaravanas. GPS: 42.568, -0.54519 gratuita y con servicio de carga y descarga de aguas.
Jaca:







Lo bueno de viajar por estas latitudes es que el tiempo que hace es bastante propicio con temperaturas muy aceptables que hacen que incluso por las noches tengamos que dormir abrigados. Así no cuesta hacer turismo incluso a media tarde como es el caso hoy en Jaca.





La ciudadela de Jaca es muy parecida a otras fortificaciones que hemos visto sobretodo en Portugal. Están hechas todas con el mismo patrón defensivo y casi son más interesantes de ver por fuera que lo que tienen en su interior. Por eso nos ahorramos la entrada. Sí que tienen algunas exposiciones para rellenar además del Museo de miniaturas militares, pero no nos apetece entretenernos en estas cosas.






Volvemos de nuevo hacia el centro y vemos que la Catedral de San Pedro está abierta al público por lo que sin más preámbulos nos metemos dentro para ver esta joya del románico.







Es un templo de planta románica pero el interior no tiene nada que ver con el estilo tosco y vacío de este tipo de Iglesias. Por ello la impresión cuando entras es mayor ya que no te esperas tanta decoración. El interior es barroco con unas capillas divinas, así como las pinturas de los techos y paredes. Creo que merecería la pena hacer la vista guiada y acceder al Museo de arte románico.




Seguimos callejeando descubriendo algunos otros monumentos como la Torre del Reloj que no nos dice gran cosa o alguna Iglesia más.
Para finalizar la tarde hacemos una parada en una terraza en las inmediaciones de la Catedral para tomar un refrigerio y ver pasar la tarde.




Día 5 viernes 9 de Julio:

Dejamos Jaca y el objetivo de esta mañana es ver un par de Iglesias románicas ubicadas en la zona conocida como las Iglesias de Serrablo en el alto Gállego afluente del Ebro.


Lárrede:


A unos 7 kilómetros de Sabiñánigo en la margen izquierda del Gállego se ubica esta pequeña población bajo la protección de una torre defensiva medieval.
Estacionamos en su pequeño parking. GPS: 42.5545, -0.3178 gratuito y sin servicios.





El templo lo encontramos cerrado por dentro, aunque existe una sala que ejerce las funciones de una especie de dentro de interpretación de las Iglesias que comprenden esta comarca. Son un total de 12 Iglesias con este estilo parecido aunque diferentes a la vez. La comarca no es para recorrerla en autocaravana por lo que si uno tiene especial interés lo ideal es aparcar y con una moto, por ejemplo, recorrer las estrechas carreteras.





A mí personalmente me atrae mucho todo lo que huela a románico, no se explicar muy bien  los motivos, pero me gustan bastante. Y esta coqueta Iglesia es un ejemplo claro del románico del alto Aragón. Construida entre los años 1050 y 1060 esta Iglesia consagrada a San Pedro goza de unas dimensiones y una planta muy armónica y grata de ver.
Para saber más: San Pedro Lárrede



Nuestra segunda y última Iglesia la podemos ver en la cercana localidad de Oliván donde accedemos por una estrecha carretera que nos lleva hasta la entrada del pueblo donde hay un ensanche de la carretera. GPS: 42.576394, -0.303481 gratuito y sin servicios.
Oliván:





Este templo tenemos la suerte de poder verlo por dentro. Consagrada a San Martín y construida hacia el año 1060 cuenta en su exterior con un pequeño y coqueto cementerio que le da un aire fúnebre. Por dentro es austera aunque sorprenden su amplio arco y los restos de unas pinturas.





Descubrimos en el exterior una ruta senderista que parte de Oliván y llega hasta el pueblo de Ainielle hoy abandonado. En este segundo pueblo está ubicada la novela de Julio Llamazares titulada "Lluvia amarilla" en la que describe a la perfección la España abandonada. Huesca no es una excepción a esta lacra que llevamos padeciendo muchos años que es la despoblación de estos pueblecitos con la tragedia que ello conlleva.
Para saber más: San Martín de Oliván





Nuestro mapa indica norte y hacía allí dirigimos nuestra casa rodante. Al pasar por Biescas decidimos darle una oportunidad para descubrirla y nos vamos hacia su enorme parking. GPS: 42.62658, -0.32161 gratuito y sin servicios.
Biescas:





Biescas es ya la puerta de entrada a los Pirineos de Huesca por lo que la localidad goza de un cierto ambiente aunque tampoco se pasa. Vemos que existen muchas posibilidades de hacer turismo de senderismo, de bicicletas de montaña, deportes acuáticos etc, pero no llega a agobiar. Nosotros damos una vuelta para ver qué descubrimos.




Algunas casonas de piedra con bellos balcones, el bonito edificio del Ayuntamiento, restaurantes y tiendas y en lo alto la Iglesia del Salvador a la que entramos para ver su interior.







Hacemos tiempo hasta la hora de comer paseando por Bielsa que se ve en poco tiempo ya que no tiene mucho que ver. Antes de irnos a la auto a comer pasamos a una carnicería donde hacemos acopio de carnes, embutidos y quesos de la zona que iremos degustando gran parte del viaje. Muy recomendable.


Seguimos ruta y la carretera se va empinando poco a poco al tiempo que el paisaje se va haciendo más interesante. Primero llegamos al embalse de Búbal donde paramos a hacer algunas fotos.


Después, según vamos subiendo, pasamos por la cabecera de la presa de Lanuza donde se divisa un paisaje simplemente magnífico con las aguas embalsadas, el pueblo de Lanuza a la derecha y las montañas del Pirineo al fondo.



Pasamos por el pequeño pueblo de Lanuza viendo que está prohibido aparcar junto al lago por lo que tenemos que dejar la auto en un pequeño ensanche de la carretera. GPS: 42.75558, -0.31344 gratuito y sin servicios.
Lanuza:







Este pequeño pueblo creo que llegó a estar abandonado del todo ya que debido a la construcción de este embalse había posibilidades de que se inundara. Pero vemos que no ha sido así y que encima lo están rehabilitando y les está quedando muy bien.







Algunas preciosas casas de piedra, las limpias aguas del río Gallego en la misma puerta y un enclave paradisiaco hacen de este pueblo un lugar maravilloso para vivir o simplemente veranear. Además la vecina localidad de Sallent de Gállego para disfrutar de sus servicios lo hacen un destino muy pero que muy interesante.
Sallent de Gállego:


Seguimos ruta y ahora toca visitar Sallent de Gállego que en principio no me llama la atención. Pero ya que estamos por aquí vamos a ver lo que nos ofrece este pueblo pirenaico. Estacionamos en lo que se supone que es el área de autocaravanas. GPS: 42.76949, -0.3338, gratuito y no vemos ningún servicio, sí que están de obras y el lugar en estos momentos no es el mejor para estacionar o quedarse a hacer noche.




Esta tarde es más calurosa que otras tardes anteriores y apetece sentarse en una terraza y tomarse un café frío por ejemplo. 
Nos quitamos así un poco del calor de la tarde y al cabo de un rato nos metemos de lleno a callejear.







Nos sorprende para bien Sallent de Gállego, tiene rincones  muy bonitos. Elegantes y robustas casas, la preciosa Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción con su rica decoración, su precioso puente medieval, sus típicas construcciones y la proximidad de sus enormes montañas hacen que este pueblo sea todo un descubrimiento.











Otro lugar que no esperábamos encontrar y que nos ha encantado. Dejamos Sallent y ponemos rumbo hacia Panticosa donde hemos pensado pernoctar esta noche y mañana hacer una ruta senderista.
Llegamos a sus amplias zonas de parking. GPS: 42.72144, -0.28183 gratuito y sin servicios. Una gran cantidad de autos y camper nos indican la importancia del lugar y tenemos que subir al parking de arriba porque el de abajo está saturado.
Panticosa:



Damos una vuelta por el pueblo que tiene bastante ambiente aunque para nosotros no es tan acogedor y bonito como Sallent.
Vemos un sendero que sube al mirador de Santa María y decidimos acercarnos al mismo. Nos tenemos que dar la vuelta porque se nos echa la noche encima. Mañana tenemos para rato con la ruta senderista que tenemos programada.



Día 6 sábado 10 de Julio:
Panticosa:

La ruta de hoy discurre en lo alto de la montaña por lo que lo mejor es coger el telecabina y subir el tramo más costoso hasta el inicio propiamente de la ruta de los Ibones de los Asnos y Soboco.




El telecabina está al lado del parking, cuesta 20 euros por cabeza ida y vuelta. Es algo caro, pero si quieres hacer esta ruta es la mejor opción. El telecabina en unos 10 minutos nos deja en la parte alta de la montaña y desde aquí empezamos la ruta que nosotros hemos elegido y que no hay pérdida: nuestra ruta



Hay que seguir una pista siempre ascendente y con la compañía de las marmotas que con sus gritos avisan de que estamos por aquí. Con un poco de atención podremos localizar alguna e incluso hacerle una foto.




Nosotros decidimos ir primero al ibón de los Asnos y después al de Saboco. Estos ibones son simplemente unos pequeños lagos que se forman en las hoyas de la montaña  al recoger las aguas que bajan de las altas cumbres.




Un tentempié disfrutando de la belleza de estas imponentes montañas y ahora toca bajar hacia el otro ibón. La ruta tiene un total de unos 8 kilómetros y si se está un poco en forma con calzado adecuado se hace sin problemas incluso con niños.













Si es bonito el ibón de los Asnos, este otro es casi más precioso todavía ya que lo rodean montañas de mayor tamaño y es de mayor dimensión. Pasamos entre las vacas que están pastando en este paraíso que debe ser para ellas y para nosotros.




Vemos que en lo alto de las montañas van gentes caminando, imaginamos que su ruta debe ser de más de un día porque la altura y distancia son considerables. Por un momento me imagino viviendo por estos lares. Lo que iba a disfrutar pateando todas estas montañas. Es una zona maravillosa para caminar.




Antes de tomar de nuevo el telecabina nos asomamos a un mirador donde se aprecia la excelente ubicación de Panticosa rodeado de estas imponentes y majestuosas  montañas.


Hace calor y no nos apetece comer al sol, vemos que en el parking de abajo no hay ni una sola plaza con sombra libre por lo que nos ponemos en marcha por la carretera que va al balneario y por casualidad encontramos una zona de tierra con algo de sombra.



La tarde la vamos a emplear en hacer una corta pero bonita ruta senderista conocida como la de las pasarelas de Panticosa y mirador de O Calvé. Hemos tenido que reservar previamente y pagar los 3 euros por cabeza que cuesta.


El que sea de pago tiene que ver con la reciente inversión que se ha tenido que llevar a cabo para adaptar el recorrido mediante la construcción e instalación de pasarelas en el tramo más espectacular y peligroso. Concretamente en el cañón del río Caldares





Por momentos este tramo de la ruta nos recuerda al Caminito del Rey en Málaga salvando las diferencias claro. Pero sí que me da más sensación de peligro al notar las pasarelas más bajas y menos seguras.






La ruta tiene un poco más de 2 kilómetros y salvo el tramo de las pasarelas en el que hay que llevar más cuidado el resto es fácil de hacer y seguir. Esta es nuestra ruta













Ponemos así fin a nuestro paso por este bello rincón del Pirineo oscense poniendo ruta al Valle de Bujaruelo. Tomamos la única carretera por la que se puede transitar, la N-260 bastante estrecha y que transcurre por zonas montañosa de gran belleza, aunque hay que ir muy pendiente de la conducción.
Llegamos a Torla y continuamos hasta el Puente de los Navarros donde está la caseta de control que impide la subida a turismos a la Pradera en época estival.



Giramos a la izquierda hacia San Nicolás de Bujaruelo. Este primer tramo es asfaltado pero es muy estrecho y con curvas ciegas por lo que no puedes saber si viene alguien de frente. Dos vehículos juntos no caben, por lo que pasamos un poco de angustia por la incertidumbre de si vendrá algún vehículo de frente.
Pasado este trance la pista se hace más ancha pero en cambio no está asfaltada. Son unos 5 kilómetros pero se hacen interminables y por momentos me arrepiento de haber incluido este destino.
San Nicolás de Bujaruelo:



Por fin llegamos a la pradera donde está ubicado el camping y no dudamos en meternos. Nos cuesta 22 euros sin electricidad y con parcelas sin delimitar. GPS: 42.694136, -0.107316.
Al final el esfuerzo y la tensión merecen la pena ya que este lugar es maravilloso. Rodeado de imponentes montañas, conforme el sol se va ocultando la temperatura va descendiendo considerablemente y tenemos que buscar refugio dentro de la autocaravana.
Mañana nos espera otra ruta senderista por el valle de Otal, pero eso ya será en la próxima entrada del blog.










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