01 abril 2021

Buitres, meandros, playas, castillos y romanos


Apostar por reina perdedora es lo que tiene, que la que gana te castiga y te hace perder importancia económica y vital. Esta comarca perteneció al marquesado de Villena, vivió esta circunstancia histórica en la guerra de Sucesión y las consecuencias de aquello llegan hasta nuestros días.



Día: 26/03/21.
Alarcón

Tenemos 3 días por delante para quitarnos el mono de viajar en autocaravana. Esta maldita pandemia nos lo está poniendo difícil a la hora de poder salir.
Hemos decidido volver a visitar Alarcón (Cuenca), esta vez  centrándonos en hacer una ruta senderista por las inmediaciones del pueblo.


Llegamos ya de noche y nos internamos por las estrechas calles del pueblo pasando un par de puertas de la muralla donde tenemos que meternos despacio aunque sin problemas. Así llegamos al parking donde hay varias autos estacionadas, GPS: 39.545846, -2.0887340, gratuito y con una fuente de agua.




Nada más llegar nos tocan a la puerta y vemos que se trata de una pareja autocaravanista que conocemos, Juan y María. Les comentamos lo de la ruta de mañana y se apuntan. Hasta la hora de cenar damos una vuelta por este encantador pueblo.





Hace ya unos años visitamos la localidad más detenidamente haciendo una visita guiada organizada por la Oficina de turismo visitando los principales monumentos de Alarcón como son las Iglesias de la Santísima Trinidad, San Juan Bautista, Santo Domingo de Silos y la de Santa María, el Ayuntamiento, así como el Castillo.




Esta gran cantidad de monumentos denotan la importancia que tuvo Alarcón cuando pertenecía al marquesado de Villena. Todo eso se perdió cuando Juan Pacheco, el Marqués de Villena, apostó por Juana la Beltraneja en contra de Isabel la Católica en la Guerra de Sucesión del trono de Castilla en el siglo XV.




Día 27/03/21.

Noche muy tranquila la que hemos pasado en el parking. A la hora acordada comenzamos una ruta senderista que nos llevará por los meandros del río Jucar hasta el Albergue de Alarcón. Unos trece kilómetros y medio ida y vuelta. Esta es la ruta:




El primer tramo de la ruta es sencillo y se obtienen unas preciosas vistas del embalse, el castillo, el puente de Tébar y la Torre de los Alarconcillos.




La senda que seguimos a veces atraviesa tramos de densa vegetación donde cuesta un tanto penetrar. Un desbroce por parte del Ayuntamiento vendría muy bien para que más gente conozca este precioso entorno.





En uno de los meandros se alza un imponente farallón rocoso donde tienen su zona de nidificación y refugio una extensa colonia de buitres leonados que al advertir  nuestra presencia alzan su imponente y circular vuelo.





Así llegamos al Albergue de Alarcón una especie de zona de campamento de colonias para jóvenes bastante bien equipado con muchas instalaciones. Lo vemos prácticamente abandonado y desangelado, una pena pues está ubicado en un entorno precioso.







De nuevo en Alarcón decidimos desplazarnos a comer a una zona que hemos visto cerca del Albergue. Tras la comida y el reposo correspondiente ponemos rumbo hacia la playa de Valverde del Júcar, GPS: 39.701668, -2.253027
Playa de Valverde del Júcar.

Se llega aquí por un camino de tierra en buen estado. En verano debe ser un lugar muy solicitado ya que hay una especie de playa fluvial que la forma las aguas del embalse de Alarcón.
A estas  horas los últimos surfistas están plegando alas y un poco  más tarde nos quedamos solos en este remanso de paz donde pernoctaremos.




Día 28/03/21
Valera de Abajo.

Nos desplazamos hasta la Ermita de San Cristóbal en la localidad de Valera de Abajo donde estacionamos para desde aquí iniciar la ruta de la hoz del río Gritos. GPS: 39.774280, -2.158527
La ruta que hacemos es esta: 








Se trata de una ruta senderista fácil de unos 15 kilómetros que va paralela al río Gritos. También en las paredes rocosas anidan y se refugian buitres leonados que podremos ir contemplando mientras vamos andando. Además podemos comprobar que esta zona es bastante frecuentada por escaladores.






Llegamos por fin al cerro donde se asentaba la antigua ciudad romana de Valeria. Si uno quiere conocer algo más de este importante yacimiento arqueológico lo más recomendable es dirigirse al centro de interpretación, sacar la entrada donde hacen la visita guiada y atender las explicaciones de la guía.









No es nuestro caso ya que solo pretendemos dar una vuelta por encima por todo este yacimiento y leer los diferentes letreros donde se nos informa de lo que estamos viendo. Además tampoco tenemos tiempo ya que hay que volver de nuevo hasta Valera de Abajo.






Las vistas desde el alto promontorio desde donde se ubica la antigua ciudad romana es realmente excepcional. Algunos romanos antes que nosotros lo vieron así y se hicieron construir sus casas desafiando al precipicio.











Volvemos sobre nuestros pasos, recogemos las autos y comemos en una zona de picnic que encontramos en medio de la ruta.
Nos despedimos de Juan y María pues ellos disponen de más días y ponemos rumbo hacia el Castillo de Garcimuñoz.
Castillo de Garcimuñoz.

Paramos en su área de autocaravanas, GPS: 39.661130, -2.383195 con servicios de carga y descarga de aguas gratuito.





Damos una vuelta por el pueblo encontrando el castillo cerrado por el Covid. Alguna antigua casona y poco más es lo que vemos. Teníamos intención de quedarnos a pernoctar aquí pero visto lo poco que hay que ver decidimos irnos a pernoctar a Belmonte.


Belmonte.


Llegamos ya de noche a Belmonte, penetramos en el casco antiguo por la puerta de Chinchilla y estacionamos en la Plaza del Pilar, GPS: 39.557807, -2.702047
Vemos que es un lugar adecuado para pernoctar pero vemos que los lunes se celebra mercadillo semanal y nos desplazamos a una calle adyacente.
Nuestra hija y su pareja también están en Belmonte de turismo y quedamos con ellos a cenar en un restaurante del pueblo.


Día 29/03/21

Aprovechamos la mañana para visitar el pueblo que ya conocíamos de una anterior visita que hicimos hace unos años cuando se celebró aquí una quedada que organizó la asociación autocaravanista a la que que pertenecíamos.






Si en Alarcón la guerra de Sucesión habría de afectar al futuro devenir de la localidad, en Belmonte podemos afirmar tres cuartos de lo mismo ya que esta población pertenecía igualmente al marquesado de Villena, o sea al caballo perdedor.




Y esto viene a cuento cuando paseamos por Belmonte y notamos los rescoldos de lo que un día debió ser este lugar. Personajes ilustres e históricos, Iglesias, conventos, casonas señoriales, escudos blasonados, un Palacio reconvertido en posada y un imponente castillo que se alza en lo alto del cerro San Cristóbal.





Hoy lo que podemos observar es decadencia, una falta de cuidado del centro histórico, una amalgama de coches aparcados en cualquier calle o frente a un monumento y un continuo tener que ir apartándose al paso del tráfico rodado con la consiguiente molestia para el turista.







Todo lo encontramos cerrado a pesar de estar en la antesala de Semana Santa. Nos habría gustado visitar la Colegiata de San Bartolomé, o el Palacio del Infante Don Juan Manuel, pero ya digo, todo cerrado. El castillo ya lo conocemos por lo que ni siquiera hacemos un intento de subir.






Una salida esta que se ha caracterizado por el incesante viento que ha hecho durante todos estos días, un incordio. No termina de despuntar la primavera que hemos estrenado hace unos días, lo que hace más deslucido cualquier intento de poner buena cara al mal tiempo.







Mucho potencial el de Belmonte. Sin lugar a dudas conoció mejores épocas, aunque todavía hoy en día luce orgulloso su pasado glorioso. Tan solo habría que darle un empuje por parte de las Administraciones para recuperar algo del esplendor perdido. No se puede vivir solamente del fantástico castillo como escaparate de algunas series y películas. El pueblo tiene mucho más y es una pena que no se le saque todo el partido.





Damos por finalizada esta corta escapada aunque nos tenemos que conformar ya que los tiempos que corren actualmente no son los mejores para viajar y moverse libremente por nuestra geografía. Tiempos mejores vendrán.












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