12 diciembre 2020

Norte de Portugal, sur de Galicia, 4ª parte.

 

Cuarta y última entrega de este viaje por tierras lusas y sur de Galicia. Dejaremos Galicia con un hasta luego continuando con un castillo de ensueño, una villa anclada en la Edad Media, un mar interior, la villa del libro, una localidad famosa por su tratado y un pueblo donde el barroco es el verdadero protagonista.


Día 14, 21 de Julio, martes:

Después de comer y descansar un rato nos ponemos de nuevo en marcha siguiendo nuestra ruta dirección sur aunque todavía por Galicia ya que nuestro siguiente destino es Verín.


Llevamos tiempo de sobra ya que Alejandro ha quedado en un pueblo de Toledo con varios amigos de la universidad por lo que hasta ese día tenemos por delante varios que hay que ocupar. Verín nos pilla de paso y, a pesar de no estar programado, vamos a hacerle una visita.
En la autopista A-52 al pasar a la altura de la población de Rebordondo vemos que hay un área de servicio con servicios para autocaravanas por lo que paramos a repostar, cargar y descargar aguas, GPS: 41.9834, -7.54147.


Poco antes de llegar a Verín vemos en lo alto de un cerro un castillo que tiene muy buena pinta por lo que me empeño en investigar a ver de qué se trata.

Castillo de Monterrei



Otro lugar que no había previsto y que es de lo mejor que te puede pasar ya que te pilla de pardillo y sin tiempo para investigar previamente. Estacionamos en una explanada debajo de unos pinos ya que hace un calor bastante insoportable, GPS: 41.94526, -7.44762, gratuito y sin servicios. Luego compruebo que también se puede estacionar en el mismo castillo pero la carretera es estrecha y pronunciada.





Me dejan solo frente a esta aventura, reconozco que hace bastante calor y no apetece mucho hacer el esfuerzo de subir hasta lo alto del cerro. A mí los castillos me fascinan y éste en concreto me tiene enamorado con lo que estoy viendo. Antes de entrar en el recinto amurallado me paso por una pequeña oficina que hace las veces de información del castillo.


Gratuitamente me entregan un pequeño folleto, me dicen que en un rato la chica subirá para abrirme la Iglesia y me voy por mi cuenta a recorrer este pedazo de historia. En ello me pongo aunque no puedo dejar de observar en dirección a Verín el fuego que está desatado y la cantidad de medios aéreos que colaboran en su extinción.






Nada más atravesar la puerta del recinto amurallado me encuentro con el Hospital de los Peregrinos del siglo XIV que conserva todavía su bella portada. En vez de subir directamente hacia la entrada al castillo me desvío hacia la izquierda para contemplar los altos muros de unos 22 metros de altura y por ende las proporciones del castillo así como las preciosas vistas del valle de Verín.




Ya en la entrada del castillo puedo admirar la imponente Torre del Homenaje y otra torre más pequeña que se conoce con el nombre de las Damas. Una vez dentro del castillo destaca el patio adintelado del precioso edificio que hace las veces de restaurante del Parador y la Iglesia de Santa María de Gracia del siglo XIII.






De la chica que me ha comentado que subía para abrir la Iglesia no hay noticias, por lo que me doy a la tarea de ascender por el interior de la Torre del Homenaje que se puede visitar por libre.











Un par de alturas son las que hay en la Torre, no hay nada de mobiliario ni adornos, aunque se compensa por las magníficas vistas del entorno así como los símbolos de los canteros que tallaron las piedras con las que se construyó este edificio. Éstos se conservan perfectamente, no me extraña ya que debían grabarlos muy bien para cobrar por las piedras que previamente hubieran labrado.





Una vez de nuevo abajo salen al patio unos camareros del restaurante para contemplar en inmenso fuego que hay extendido en el monte. Me dicen que es frecuente que cada año ocurra algún gran incendio en esta zona. No es de extrañar por tanto que los montes que rodean este paraje estén huérfanos de árboles y sólo crezcan arbustos.







El patio exterior del restaurante con su césped, sus bancos de madera, sus almenas y sus vistas es realmente espectacular, un lugar de esos en los que relajarse y disfrutar del momento y del lugar.






Al final la Iglesia se ha quedado sin abrir ya que no ha venido nadie por lo que no puedo verla por dentro. Gratamente sorprendido por la belleza de este lugar me vuelvo a la auto para bajarnos a Verín.
Sin duda este es un buen lugar para perderse alojándose en el Parador Nacional que está aquí al lado frente al castillo de Monterrei.




Verín está al lado del castillo por lo que enseguida llegamos al gran parking de tierra pegado al río Támega, el mismo que pasa por Chávez con el bonito puente de Trajano. Aquí los romanos no hicieron puente o si lo hicieron ya no se conserva como en la vecina población lusa. GPS: 41.9437, -7.44074, gratuito, sin servicios pero con sombra.


Cuando entrábamos en Verín he visto una pequeña capilla y una casona que tiene buena pinta aunque no están en el centro. Se tratan de la Capilla de San Lázaro y la Casa del Escudo. En la fachada de la Casa hay un gran escudo de armas esculpido en piedra. Aquí vivió el asistente del Conde Duque de Monterrei y ahora es un albergue para peregrinos.






Ya en el casco antiguo y caminando por la Calle Mayor nos encontramos abierta la Iglesia de Santa María la Mayor donde nos llaman la atención las pinturas del techo de madera.






Enseguida llegamos a la Plaza Obrigas que parece ser el centro de la parte antigua de Verín. No destaca nada en especial, quizás una casona con sus amplios ventanales y una bella cúpula en el tejado.



En una placita nos encontramos con una escultura homenaje a la fiesta más famosa de Verín conocida como el Entroido que es como se conocen los carnavales en esta villa. Lo más curioso y singular son las caretas que llevan los conocidos como Cigarrons que son las personas que se disfrazan.


Tras comprar unas botellas de vino de denominación de origen Monterrei ponemos fin a la visita a este pueblo del que sinceramente esperábamos algo más.

Puebla de Sanabria


Llegamos a Puebla de Sanabria cuando el sol casi ya se ha puesto y poco a poco las luces artificiales del pueblo se van haciendo dueñas de la noche. Estacionamos en su parking GPS: 42.05231, -6.63061, gratuito y sin servicios con bastantes autos más. 


En un momento hace acto de presencia un agente de la Policía Local para controlar si los autocaravanistas seguimos la obligación de llevar mascarilla. Todavía es reciente la prohibición de ir con ella y a algún compañero le llaman la atención. La verdad es que el parking está a tope.




Qué decir de Puebla de Sanabria, qué recomendaciones dar, qué consejos ofrecer. Pues ninguno, ya que Sanabria se vende sola. Subir desde el parking y adentrarse en el casco antiguo de esta villa es una experiencia casi obligatoria.



Es de esos pueblos que denotan un gran esfuerzo y un profundo compromiso de autoridades y vecinos para ofrecer al viajero una sensación de estar un lugar diferente,  mágico, que engancha, que te atrapa, que te enamora y del que uno ya no se olvida nunca y si pilla de paso parar si o si.




A estas horas de la noche ya no quedan prácticamente turistas recorriendo las callejuelas de Puebla de Sanabria, tan solo algunas terrazas de restaurantes congregan a algunas personas que están terminando de cenar. Es una delicia y un auténtico placer pasear por las desiertas calles e ir descubriendo preciosos rincones, plazas, monumentos.






Perderse, volver a encontrarse, oír el silencio de las piedras, asombrarse con ese precioso balcón alegremente adornado por geranios, deleitarse con esa antigua casona de piedra, retroceder en el tiempo a otras épocas pretéritas, admirar la armonía y belleza de un pueblo anclado en el tiempo.





Día 15, 22 de Julio, miércoles:

Lago de Sanabria.


Amanece un nuevo día despejado y soleado. Como tenemos que hacer tiempo para dejar a Alejandro en Toledo qué mejor que aprovechar el día en el lago de Sanabria. Hacia allí nos dirigimos estacionando en el gran parking de la playa de los Enanos, GPS: 42.12424, -6.69766, donde los fines de semana se pagan 6 euros por todo el día. Hoy como es diario no se paga. 




Hemos llegado temprano para coger un lugar bajo un frondoso árbol y así comer bajo las sombras. Existe un chiringuito en la misma playa pero ahora está cerrado con lo del Covid. Sí que están abiertos los aseos. Tomamos posesión de un rinconcito de playa y aquí pasamos el día la mar de bien. Baño, aperitivo, comida, siesta y baño. Un lugar realmente excepcional para pasar varios días.



Al caer la tarde regresamos de nuevo al parking de Sanabria donde pasaremos otra noche. Esta noche toca cena en un restaurante donde ya estuvimos la otra vez que visitamos el pueblo. Concretamente se llama Mesón Abelardo ubicado en la calle Negrillo 6. Una experiencia de lo más rica y recomendable.






Después de la cena nos volvemos a sumergir en el casco antiguo de Puebla de Sanabria volviendo a deleitarnos con lo visto anoche y llegando a descubrir algún rincón que habíamos pasado por alto ayer.












Día 16, 23 de Julio, jueves:

Lago de Sanabria.

El día de hoy también hemos decidido que sea igual que el de ayer pues aquí se está  muy bien, se hace mucho más llevadero el calor y no todo va a ser ir dando tumbos con el calor. Por tanto otro día de relax y de tranquilidad absoluta disfrutando de las transparentes y limpias aguas del lago de Sanabria.




Cuando va cayendo la tarde nos marchamos del lago y aprovechamos un área de autocaravanas cercana para cargar y descargar aguas. Concretamente está ubicada en otro estupendo lugar y que en un futuro viaje por esta zona seguramente lo visitaremos con más calma pues posee una zona de baño estupenda. 
Pertenece al pueblo Trefacio y está ubicada junto a un chiringuito en la zona de baño de la Corneira en el río Tera. GPS: 42.1019, -6.64267




Dejamos esta maravillosa zona y ponemos rumbo hacia el lugar donde pernoctaremos esta noche, Urueña.


Urueña.

Llegamos ya a última hora de la tarde y estacionamos junto a las murallas acompañados de otras autocaravanas, GPS: 41.72699, -5.20143 gratuito y con una fuente donde se puede cargar agua.






En nuestro camino sur hacia casa Urueña, ya por tierras vallisoletanas, nos pilla a mano y hemos decidido venir a conocer la que se conoce como la villa con más librerías por habitante en todo el conjunto del país.




Nos llama poderosamente la atención el lugar donde se ubica esta población. No es que haya que escalar una montaña, estamos en tierras donde predomina la llanura, pero sí que hay que subir a lo alto de una loma que se ve desde bastante lejos por las murallas que rodean completamente a Urueña.





Paseamos tranquilamente por el pueblo que parece abandonado a la puesta de sol, recorremos algún tramo transitable de muralla, vemos y vivimos una preciosa puesta de sol en los campos vallisoletanos y cenamos en el único restaurante que hemos visto abierto, Los Lagares









Día 17, 24 de Julio, viernes:

Urueña.

Noche de lo  más tranquila que se pueda imaginar, tan solo hemos oído el croar de las ranas que habitan las pequeña charca que hay al lado de los restos del castillo.
Vamos a pasar la mañana recorriendo Urueña y sobretodo visitando las librerías que tienen un encanto especial aquí.





Hacemos algo de tiempo para que abran la oficina de turismo y ver qué se puede visitar en Urueña. Hacen una visita guiada por el pueblo, pero nos viene mal el horario. También se puede hacer la vista a la Ermita de Nuestra Señora de la Anunciada que está a un par de kilómetros de la villa. También nos indican lo que se puede ver en los alrededores, nos vamos a decantar por visitar la Iglesia mozárabe de San Cipriano en San Cebrián de Mazote.






Turismo monumental y cultural se dan la mano perfectamente en Urueña. Gracias a que la Diputación de Valladolid en el año 2007 lanzó la iniciativa de crear la primera villa del libro en España, se ha dado este fenómeno que atrae cada año a personas que abren sus negocios en esta localidad que va siendo cada vez más conocida.










Entre visitar las librerías y algún otro negocio relacionado con la encuadernación de los libros pasamos la mañana y en cuanto nos queremos dar cuenta nos tenemos que marchar de Urueña si queremos visitar la Iglesia mozárabe.




Aunque no hemos reservado la visita a la Ermita de Nuestra Señora de la Anunciada queremos echar un vistazo y estacionamos en su parking, GPS: 41.71742, -5.19822.
Esta Ermita es un caso único fuera de Cataluña del estilo románico-catalán con el que fue construida entre los siglos XI y XII. La rodeamos y contemplamos fascinados un rato a pesar del tremendo calor que está haciendo.







San Cebrián de Mazote.

Otro destino que ha surgido a raíz de las informaciones de la oficina de turismo de Urueña. Estacionamos al lado de la Iglesia, GPS: 41.68097, -5.1476 y antes de que cierren sin perder tiempo nos vamos a verla.





Un Señor nos recibe a la entrada y nos informa que la visita es gratuita pero que se puede aportar la voluntad como apoyo al monumento. Así lo hacemos y  nos internamos en este curioso  monumento.
La descripción de lo que es este monumento se puede ver en la foto superior y en internet por lo que nos ahorramos la chapa. A nosotros nos encanta, es de esos lugares diferentes y que te atrapan sin duda.










Dejamos la Iglesia de San Cipriano y volvemos a la autovía dirección sur. Hemos pensado que podemos detenernos en Tordesillas ya que no hay que desviarse y visitar esta población por donde hemos pasado bastantes veces sin llegar a detenernos.

Tordesillas.


Llegamos a esta localidad a la hora de comer en medio de un calor sofocante. Buscamos el parking que hay pegado al río Duero, en la conocida como Playa de Tordesillas, GPS: 41.49629, -5.00147, una explanada de tierra sin servicios y gratuito.




En la playa hay un chiringuito con mesas situadas en la playa y donde da la sombra. Decidimos comer aquí de tapas con las privilegiadas vistas del Duero y Tordesillas.
Hace bastante calor por lo que aprovechamos la arena de la playa para poner unas toallas y unas sillas y echar la siesta en este remanso de fresco y tranquilidad.


Después de reposar un buena rato dejando que lo más crudo del calor pase algo, nos ponemos en marcha para visitar la población de Tordesillas famosa por haberse firmado en 1494 el Tratado de Tordesillas entre las coronas de Portugal y Castilla partiendo el océano y las futuras conquistas.


Tras cruzar el puente lo primero que sale a nuestro encuentro son las Casas del Tratado, una serie de palacios renacentistas del siglo XV donde se firmó el famoso Tratado. Hoy en día es un museo que se puede visitar aunque ahora lo encontramos cerrado. Al lado, en la Iglesia de San Antolín está situado el Museo de Arte Sacro abierto al público. Pagamos 2 euros por cabeza y lo visitamos.









La visita es por libre aunque te dan junto a la entrada un folleto para seguir un itinerario y la descripción de los expuesto que es mucho y bastante interesante.




La entrada también da derecho a subir a la terraza de la Iglesia desde donde se tienen unas bonitas vistas de la ciudad y del Duero a su paso por Tordesillas.









Concluimos la visita al Museo y nos encaminamos a uno de los monumentos más importantes de la localidad, el Real Monasterio de Santa Clara, de origen mudéjar, mandado construir por el Rey Alfonso XI en el año 1340. Sin duda un motivo para volver a Tordesillas ya que a partir de las 17:30 ya no se permite el acceso. Menudos horarios y eso que es verano. 








Caminando por el casco antiguo de Tordesillas uno adivina la importancia que debió tener esta población en épocas pretéritas. Conventos, palacios, casonas, escudos heráldicos, Iglesias, unas mejor conservadas que otras, etc. Llegamos a la Iglesia de San Pedro que la encontramos abierta pasando a su interior.






La Iglesia de Santa María también la encontramos abierta y eso supone pasar a echar una ojeada.







Nos acercamos a la Plaza Mayor de Tordesillas por la calle Santa María y al pasar por el escaparate de la Pastelería Galicia no podemos resistirnos a la tentación de comprar algunos dulces típicos de la localidad. 





Una vez en la Plaza Mayor no podemos más que admirar la perfección armonía, dimensiones, pórticos, estado de conservación etc. Podría añadir sin temor a equivocarme que nos encontramos en una de las plazas más bonitas de toda España, es realmente preciosa.




Con estas buenas sensaciones que nos ha dejado Tordesillas nos ponemos de nuevo en ruta para visitar el último destino de hoy.

Arévalo.

Llegamos ya a últimas horas de la tarde y directamente nos vamos al parking del castillo, GPS: 41.069152, -4.719938 gratuito y sin servicios.






Cenamos a base de productos de la tierra comprados en Urueña y con las imponentes vistas al castillo de Arévalo que ya tuvimos la oportunidad de visitar por dentro en otro viaje que hicimos por la zona hace algún tiempo.






Después de cenar nos acercamos al centro para dar una vuelta y que Paula y Alejandro conozcan la villa. Nos encontramos con un concierto de jazz en la  preciosa Plaza dela Villa. Pasamos un rato oyendo los compases y antes de quedarnos durmiendo con el jazz nos levantamos y nos vamos con la música a otra parte.





Arévalo, la villa de Isabel la Católica, tiene un casco antiguo que se recorre fácilmente, está todo bastante cerca y lo recomendable es dejarse llevar y perderse por sus callejuelas descubriendo monumentos, plazas, estatuas, antiguas portadas fortificadas, etc.






Regresamos a la auto para dormir. Sobre las dos de la noche unos jóvenes llegan a la explanada y se dedican al deporte favorito de algunos, incordiar al que está descansando. Por ello ponemos pies en polvorosa y damos con nuestros cansados huesos en una calle del polígono de Arévalo donde sí podemos descansar tranquilamente.


Día 17, 24 de Julio, viernes:

Amanece otro caluroso día que tenemos que pasar por estas tórridas tierras hasta que mañana dejemos a Alejandro. El día va a ser por tanto duro, debemos buscar algún lugar con posibilidad de baño y sombras.
Tomamos la nacional 403, pasamos por Ávila y al llegar a la localidad madrileña de San Martín de Valdeiglesias nos vamos hacia el embalse de San Juan. Al llegar vemos que no está permitido ni pasar por el tema del covid 19. Buscamos un lugar con sombra para comer cerca de la localidad de Rozas de Puerto Real. Para terminar la tarde y resguardarnos del intenso calor nos metemos en un cine de un centro comercial próximo a Toledo para terminar en el parking de Safont, GPS: 39.865548, -4.018675 gratuito y sin servicios.

Toledo.





Nos subimos a dar una vuelta por Toledo y tomar algo. Sin ningún itinerario ni nada que reseñar nos dejamos llevar por varios rincones de la ciudad hasta la hora del regreso a la auto para dormir.








Día 18, 25 de Julio, sábado:

Pasamos una noche tranquila en el enorme parking con muy pocas autocaravanas, a ver quién se atreve a hacer turismo en Toledo con este calor.
Pasamos la mañana en un centro comercial aprovechando el aire acondicionado y cuando se hace la hora para dejar a Alejandro en un pueblo de Toledo nos vamos hacia allí, lo dejamos y nosotros volvemos a casa sin incidencia finalizando así un viaje marcado por la pandemia que sufrimos desde hace ya bastantes meses y que nadie sabe la fecha en que esta pesadilla acabará.







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