02 diciembre 2020

Norte de Portugal, sur de Galicia, 3ª parte.

Dejamos el país vecino de Portugal y nos metemos de lleno en el sur de Galicia donde volveremos a reencontrarnos con lugares conocidos, descubriremos paraísos en forma de islas vírgenes y pueblos medievales que nos enamorarán. 

Día 8, 15 de Julio, miércoles:

Dejamos Valença do Minho y con ello ponemos fin a la parte del viaje que ha transcurrido por el país luso. A partir de ahora vamos a recorrer el sur de Galicia que ya iba siendo hora desde que hace bastantes años que no habíamos subido por estas tierras.


El río Miño hace de frontera entre ambos países. Pasamos a la parte española cruzando el puente internacional que antiguamente servía para que pasaran los trenes. Curiosa construcción de hierro que al terminar de pasarlo compruebo que si otro vehículo hubiera coincidido con nosotros habríamos tenido problemas ya que es bastante estrecho. 




Tui:

Al entrar en Tui vemos que dispone de un área de autocaravanas, pero no nos parece el lugar adecuado para estacionar y visitar la población, por lo que nos dirigimos dando un rodeo al parking del club náutico, GPS: 42.047035, -8.641303 un lugar bastante agradable, con mesas de picnic, con una fuente de agua al lado, sombras y gratuito.



Desde el parking sale un agradable paseo por la ribera del río Miño, aunque nosotros subimos por unas empinadas escaleras para visitar el casco antiguo de Tui. Con lo primero que nos encontramos es con la coqueta capilla de San Telmo, muy curiosa por dentro, con bastantes elementos marineros.





Prácticamente al lado se encuentra otra capilla, en esta ocasión la de la Misericordia que por dentro no nos dice nada. En la misma plaza se alza un bonito crucero.



A la espalda sale a nuestro encuentro la Catedral de Santa María de Tui donde destaca el románico aunque posteriormente se le han ido añadiendo elementos góticos. La entrada cuesta 5 euros, el resto de la expedición no está muy interesada en visitarla por dentro, pero a mí sí me apetece.



La portada es realmente magnífica, muy bien conservada en la que hay una buena serie de estatuas de personajes bíblicos y escenas del Nacimiento.





Del interior lo que más destaca es su Sala Capitular que data del año 1138. El coro también es bastante bonito, así como los dos órganos barrocos.




Salgo al Claustro de estilo gótico y posee una buena colección de piezas heráldicas, algunas de época visigoda. También se pueden visitar las terrazas y vistas del río Miño. Igualmente se puede subir hasta lo alto de la torre, aunque yo no lo hago, no les quiero hacer esperar demasiado al resto de la tropa.






Termino la visita a la Catedral y de nuevo los cuatro reemprendemos la marcha por el casco histórico de Tui. Justo al lado de la Catedral está ubicado el Concello o Ayuntamiento en una especie de placita con alguna casa porticada.
Descubrimos los antiguos lavaderos y una preciosa fuente de piedra. Recorremos algunas callejuelas con bajas tapias y llegamos hasta el Convento de las Clarisas que está cerrado. Aunque sí vemos que se pueden comprar dulces.







Ya va siendo hora de comer y tras pensarlo un rato si comemos en el pueblo o en la auto, recordamos que en el parking existe una zona de picnic con sombras y decidimos hacerlo allí.
Hace bastante calor aunque debajo de los árboles se puede aguantar bastante bien. Vemos que la gente se tumba en el césped para descansar y nosotros hacemos lo mismo. Incluso aprovecho para refrescarme en el río Miño.


Cuando el calor deja algo de respiro dejamos Tui que no nos ha terminado de llenar del todo, quizás esperábamos algo más de este lugar. Ponemos rumbo hacia Baiona.
El parking aquí es algo complicado y tras dar una vuelta encontramos un hueco en una pequeña explanada de tierra junto a la carretera, GPS: 42.12175, -8.85694 gratuito y sin servicios.

Baiona:





Hace una tarde que apetece más ir a la playa que hacer turismo, pero no cuaja la idea a pesar de tener la playa muy cerca. Nos decidimos por dar un paseo por la senda que rodea al castillo.








Al llegar a la entrada al castillo, la puerta de Felipe IV,  nos encontramos a un chico uniformado que dice que el acceso al recinto cuesta un euro por cabeza y que presentando el tiket en el bar del parador te descuentan ese euro en cualquier consumición. Al rato vemos que el chico se marcha y todo el que entra lo hace gratis.






Hay un bonito paseo por las murallas de este castillo llamado de Monterreal empezado a construir en el siglo XI, aunque lo que estamos viendo ahora procede de una importante reconstrucción llevada a cabo en el siglo XVII. Es enorme todo este recinto y en la parte alta está ubicado el Parador Nacional y la Torre del Príncipe. Las vistas del puerto y el entorno de Baiona son excepcionales desde aquí arriba.






Dejamos la fortaleza y podemos contemplar atracada en el puerto la réplica de la Pinta, la carabela de Martín Alonso Pinzón que fue el primero en regresar a Europa, aquí en Baiona con la noticia del descubrimiento del Nuevo Mundo. Una fachada de azules refleja el rumbo y las fechas. La réplica es una especie de museo que puede visitarse para darse una idea de las condiciones en las que esta gente cruzó el Atlántico.





Nos internamos en el casco histórico de Baiona que a estas horas de la tarde ya hay un gran ambiente con callecitas estrechas llenas de terrazas donde la gente está empezando a cenar. Casonas, palacetes, placitas, casas porticadas, etc. reflejan la importancia y pujanza de esta localidad.





Recorremos el coqueto casco histórico de Baiona llegando a la Iglesia de Santa María cerrada a estas horas. Nos sentimos atraídos por la opción de quedarnos a cenar en una de las terrazas del centro, pero pensamos que el lugar donde estamos aparcados quizás sea ruidoso para pernoctar. Y antes de que se haga de noche sería conveniente buscar otro lugar más tranquilo, por lo que partimos de esta bonita localidad donde sí que hemos visto bastante turismo.




Buscamos algún lugar donde pernoctar que no esté muy lejos, aunque vemos que casi no hay aparcamientos por lo que tras dar alguna vuelta encontramos sitio a unos 6 o 7 kilómetros, en Nigrán, en la playa América, GPS: 42.13798, -8.81689 gratuito, con unos aseos al lado y con duchas.


Día 9, 16 de Julio, jueves:

Amanece un nuevo día que se antoja caluroso como todos los que llevamos pasados. Sorprende que en estas latitudes apriete tanto el calor. Vamos huyendo del mismo poniendo rumbo norte y no vemos que nos libremos del bochorno, no se que está pasando con el clima.
Aprovechamos la mañana para darnos un respiro paseando por la playa e incluso dándome un chapuzón en las frías aguas del Atlántico.





Vigo:

Nuestro siguiente destino es la ciudad de Vigo. Es la capital gallega que menos conocemos y ya es  hora de hacerle una visita más pausada. Estacionamos en el parking de la estación de tren donde vemos varias autocaravanas más, GPS: 42.23939, -8.71084, de pago y sin servicios.
Nos dirigimos hacia el centro buscando un lugar donde comer. Lo encontramos en la Calle Montero Ríos pero la experiencia no  nos gusta, mejor ni nombrarlo.




Hace un calor del carajo como dicen por aquí y la situación no invita a estar pasando calor por las calles. Quizás no sea el mejor día para visitar una gran ciudad como es Vigo. Pero es que tampoco le encontramos encanto ni nos llama la atención nada de lo que vemos. Incluso hacemos el esfuerzo de subir hasta el castillo de San Sebastián para ver si la cosa mejora, pero ni aún así. Vemos una ciudad poco accesible por la orografía del terreno y con poco encanto. Ello unido al calor consigue que sea lo peor de lo que llevamos recorrido en este viaje.





Ponemos fin a la corta experiencia con Vigo y nos marchamos huyendo del calor y del asfalto. Mañana tenemos contratada la excursión hasta las islas Cíes saliendo en catamarán desde Cangas por lo que intentamos estacionar en esta localidad. No lo conseguimos al estar todo petado y probamos suerte en la Playa de Nerga, GPS: 42.25685, -8.83364 gratuito y con unos aseos.

Playa de Nerga:



Este lugar es idílico, hemos conseguido aparcar porque hemos venido cuando la gente se estaba marchando de la playa. Nos da tiempo a quitarnos el calor dándonos un chapuzón en las frías aguas. Es difícil adaptarse a estas bajas temperaturas los que somos más del Mediterraneo.


Estamos encantados con poder pernoctar en este mágico lugar y cuando estamos a medio de cenar llegan un par de chavales y nos informan que la noche anterior la Guardia Civil echó a varias autocaravanas. No tentamos la suerte y nos marchamos al área de Cangas, GPS: 42.25534, -8.79759 gratuita y con servicios de vaciado y llenado de aguas.



Día 10, 17 de Julio, viernes:

Noche tranquila en el área donde tuvimos que estacionar al lado ya que estaba a tope y no había hueco. Nos desplazamos a Cangas y vamos al único lugar donde hay algo de espacio para aparcar, una escombrera al lado del cementerio, GPS: 42.26658, -8.78155 gratuito, sin servicios y un lugar lamentable para una localidad tan turística.



La visita a las islas hay que hacerlas previa reserva en una de las navieras que operan desde varios puertos de la costa. En el precio se incluye la autorización de la Junta de Galicia para hacer la visita. Es una forma de controlar los aforos en estas islas protegidas sobre todo en época estival. Nosotros hemos elegido salir de Cangas sin saber que el catamarán sale de aquí pero antes de ir a las Islas pasa por Vigo. 



Islas Cíes:




El trayecto se hace un poco pesado ya que hay que ir a Vigo, que suba gente y volver de nuevo hacia las islas. Pero bueno es lo que hay si se quiere visitar este precioso lugar. Al llegar a este paraíso, se pueden hacer varias rutas senderistas, también vemos que existe la posibilidad de concertar visita guiada que incluye transporte en todo terreno. Y ello es debido a la orografía de las islas, sobretodo si uno quiere subir al faro que es el punto más elevado y más exigente.



Vemos que existe un camping donde poder quedarse más de un día y que hay bastante infraestructura , cosa que pensábamos que no existiría aquí.
Seguimos caminando por la isla en una mañana que como las anteriores el calor es el auténtico protagonista y se agradece cuando pasas por la sombra de algún pinar. Vemos a lo alto el faro y desistimos de subir ya que hay una ascensión bastante exigente y más con el calor que hace. Por tanto nos conformamos con llegar a otro faro situado en cotas más accesibles.








La verdad es que las aguas que rodean las islas son limpias y transparentes donde las numerosas aves  marinas pasean y vuelan tranquilamente en este oasis para ellas.
En la pequeña cala conocida como Nuestra Señora nos damos un baño ya que es difícil resistirse a meterse en las transparentes aguas. Aunque dura poco ya que la temperatura del agua no da para muchas alegrías.




Con todo se nos ha hecho la hora de comer. Hemos traído algo de fiambre y pan, pero decidimos poner el broche a la visita comiendo en el restaurante del camping. Los precios son bastante ajustados a pesar de estar en un lugar donde pensábamos que aprovecharían la circunstancia de estar en una isla para subir los precios. La experiencia resulta ser bastante placentera y quedamos muy satisfechos.







De esta manera en el restaurante pasamos lo peor del calor de la tarde. No hemos traído sombrillas ni toallas para aprovechar la playa, cosa que hace bastante gente. Aunque venir hasta aquí tomando un ferry para tomar el sol y prácticamente no poder bañarse por lo fría que está el agua es algo que no entendemos muy bien.






Realmente la visita a las Islas Cíes es más bien para disfrutar de las vistas de playas y aguas casi vírgenes, hacer muchas fotos para luego recordarlas, darse una buena comida, si no hace mucho calor darse un agradable paseo y poco  más la verdad. Nos ha gustado bastante la experiencia y antes de la hora que teníamos reservada nuestro regreso nos vamos al puerto para volver a Cangas.




Dejamos Cangas ya que no vemos que tenga mucho que ver y ponemos rumbo hacia Pontevedra. Estacionamos en un primer momento fuera del área, en un paseo con árboles ya que en el área de autocaravanas no hay una sombra y el calor todavía aprieta.

Pontevedra:


Cuando el sol va cayendo nos desplazamos al área, GPS: 42.43333, -8.63549 gratuita y con servicio de llenado y vaciado de aguas. Ubicada a unos 15 minutos del casco antiguo, frente al puente de los tirantes junto al río Lérez y en un entorno agradable.





Queremos ver la ciudad de noche y si se tercia cenar en algún restaurante por lo que nos vamos para el centro. Enseguida transitamos por callejuelas peatones saliendo a nuestro encuentro la Iglesia de San Bartolomé donde echamos una ojeada dentro.




Una de las plazas de las que me acordaba de la primera vez que estuvimos en Pontevedra y que me pareció en su día muy bonita, sale a nuestro encuentro sin siquiera haberla buscado. La Plaza de Leña, con su cruceiro en medio y sus preciosas casitas de piedra adornadas con vistosos ventanales.





Enseguida llegamos a la Plaza de la Herrería atraídos por la música de un espectáculo en directo que se está celebrando a pesar de virus que tenemos. El Convento de San Francisco sobresale por encima de toda la plaza como elemento más representativo. Al lado también podemos apreciar el Santuario de la Virgen Peregrina donde echamos un vistazo a su interior.






Pontevedra es una de esas ciudades donde uno  no mira ni el mapa para orientarse. Está todo recogido y a mano por lo que no hay miedo a perderse ni equivocarse de calle. Es más, se agradece el hecho de desorientarse para descubrir alguna callejuela, palacete, Iglesia o cualquier otro monumento.






En la Rua da Oliva nos decidimos a visitar un restaurante y deleitarnos con algunos típicos platos  de la rica cocina gallega donde no puede faltar el famoso pulpo que no se come como aquí en ningún otro lado de España.





Terminamos la visita a Pontevedra con la Catedral de Santa María que a estas horas ya está perfectamente iluminada lo que la hace más atractiva y sugerente.

Día 11, 18 de Julio, sábado:

Amanece otro caluroso día en tierras gallegas. Tras desayunar y practicar las consabidas prácticas autocaravanistas cuando uno se dispone a dejar un área como son las de descargar y cargar aguas, nos ponemos de nuevo en ruta con el siguiente destino en el navegador: Combarro.


Al llegar a la localidad vemos que aparcar va a ser tarea algo complicada, sabemos de un área a un par de kilómetros del pueblo pero antes vamos a intentar aparcar algo más cerca. Al final lo conseguimos en la misma carretera que atraviesa el pueblo, GPS: 42.43498, -8.70462, gratuito y sin servicios y muy cerca del casco antiguo.

Combarro:










Es la tercera vez que visitamos este precioso pueblo. Esto es algo que puede resultar aburrido ya que si se ha visitado no una vez sino dos, para qué volver una tercera. La respuesta es clara, Combarro es uno de esos escasos pueblos que aunque ya sepas que es muy turístico y vas a ver lo de siempre, tiene un algo que te atrapa y te seduce.



El caso es que no me acuerdo de las otras dos veces, pero en esta ocasión me está gustando más que en las anteriores. Precioso día soleado, estar junto con la familia, estado de ánimo, hechizo del lugar. Quizás sea un compendio de todas estas cosas, pero el caso es que Combarro enamora, a pesar de no ser el primer flechazo. Es difícil de describir y muy fácil dejarse sorprender callejeando por sus intrincadas callejuelas, preciosos hórreos, tiendas de souvenirs, restaurantes típicos, las vistas de la ría, el olor a mar, etc.







Me pierdo y desengancho del resto del grupo en varias ocasiones como hechizado por el mágico embrujo que sobre mí ejerce este lugar. Recorro pausada y sosegadamente el casco antiguo de Combarro seducido por su armonía y belleza. No dejo prácticamente rincón ni callejuela sin visitar, quiero captar toda esta belleza en mi cámara para recordar posteriormente lo que he sentido en este espacio de tiempo que he estado aquí. 






Combinar turismo cultural, paisajístico y gastronómico puede ser una de las mejores opciones que uno pueda realizar cuando se visita un lugar. Lo ponemos en práctica y hacemos una parada en uno de los numerosos restaurantes que dan a la ría para tomar algo y disfrutar del momento.







Antes de marchar de Combarro hacemos algunas compras de productos típicos para regalar y darnos un capricho. La amabilidad de la señora que regenta la tienda permitiéndonos recorrer todo su establecimiento es digan de destacar. Una vez más la amabilidad y el buen hacer nos demuestra el camino a seguir para atraer turismo.








Combarro nos ha relajado el espíritu, nos ha hecho que nos soseguemos y optemos por quedarnos por esta preciosa zona disfrutando de las rías, playas y paisajes. Nos ponemos a la tarea de buscar algún idílico lugar donde reposar huyendo del calor.

Playa de Laño:



El lugar lo encontramos en la playa de Laño a pocos kilómetros de Combarro. Para ello hay que dejar la carretera y seguir por un camino de tierra que aunque estrecho llega a un amplio aparcamiento con sombra a pie de playa donde hay un chico que cobra la voluntad, un par de euros me pide y se los doy, GPS: 42.4141, -8.73696.




Sacamos la mesa y las sillas y a la sombra de los frondosos árboles comemos la mar de bien. La tarde la empleamos en pasear por una senda que va paralela al mar y darnos os baño en la playa. Realmente un lugar fantástico donde hacer una parada y relajarse. A unos 400 metros al lado de la carretera vemos que hay una tienda con carnicería y compramos ternera gallega y vino de la tierra para cenar.




Día 12, 19 de Julio, domingo:

Junto a un par de campers hemos pasado aquí la noche lo más tranquilos que se puede imaginar. Hoy es el día en el que hemos quedado con los amigos cruceristas de Valladolid, Pedro y María Ängeles que también están de turismo por la zona. Hemos quedado vernos en Cambados y comer en O Grove y para allá que nos vamos.




La carretera transita por una zona preciosa de aldeas y caseríos rodeados de bosques y de viñedos materia prima de las dos variedades más conocidas de vinos gallegos, el Ribero y el Albariño.
Llegamos a Cambados y como hay aparcamiento de sobra lo hacemos en una calle en línea gratuito y sin servicios, GPS: 42.51254, -8.81593

Cambados:






Cambados también lo conocíamos de otro viaje anterior por las Rías Bajas por lo que el objetivo de la visita es simplemente quedar con los amigos, tomar algo y marcharnos a comer a O Grove donde hemos reservado una mariscada. Damos una pequeña vuelta por la Plaza de Fefiñáns, donde destacan el Pazo del mismo nombre, un Palacio renacentista del siglo XVI y la Iglesia de San Benito.



O Grove:


En O Grove estacionamos en la parte trasera del puerto, GPS: 42.4983, -8.86383 gratuito y sin servicios, aunque muy bien ubicado para visitar la población.
Hemos reservado en la Taberna Lavandeiro haciendo caso a las recomendaciones. La experiencia resulta muy recomendable ya que comemos marisco de todo tipo a buen precio. Unos cubatas en la auto y las despedidas ya que los amigos tienen que marchar para casa.




Nosotros no sabemos muy bien qué hacer, si quedarnos algún día más recorriendo las Rías Bajas o emprender la vuelta por el interior. Tras un breve debate gana la segunda opción poniendo en el navegador el siguiente destino:

Ribadavia:


Llegamos ya casi de noche y nos metemos en su área de autocaravanas, GPS: 42.28539, -8.14274, con servicio de llenado y vaciado gratuito, y enmedio de un precioso bosque.
Los problemas con el frigo a gas siguen amargandonos el viaje y tengo que ponerme a desarmar el regulador y limpiarlo para ver si consigo hacerlo funcionar. Por este motivo no visitamos Ribadavia de noche como a nosotros nos gusta hacer.

Día 13, 20 de Julio, lunes:



Noche algo intranquila por la avería del frigo aunque al final a media noche ha prendido a gas y de momento funciona. Esta avería es de las peores que se pueden tener ya que sin frigorífico en verano es difícil apañarse y puede dar al traste con las vacaciones. Busco por internet un taller donde reparen este tipo de averías y localizo uno cerca de Orense, nos pasaremos esta tarde por allí a ver qué nos dicen.




La Iglesia de Santo Domingo es lo primero que llama nuestra atención. Vemos que está cerrada y que actualmente es un asilo o residencia de la tercera edad. Desde aquí se tienen unas buenas vistas del conjunto del castillo de los Sarmiento que está cerrado. Tampoco se ve que sea muy interesante el interior, aunque la entrada sí se ve bonita.



La Plaza Mayor es el corazón de Ribadavia y en ella encontramos algunas casonas y edificios interesantes como el Pazo Condal que alberga la Oficina de información turística. También el Ayuntamiento que data del siglo XVI destacando la torre renacentista del campanario.



Ribadavia tiene un barrio conocido como la judería y tomando la calle Merelles Caula que sale de la Plaza Mayor nos transporta a la coqueta Plaza de la Magdalena con su Iglesia del mismo  nombre. Y ya estamos en la judería donde las calles se estrechan y se retuercen transportandonos a la Edad Media.







El motivo de que aquí hubiera esta judería probablemente se deba a la importancia del vino de toda esta zona que atrajo a numerosos comerciantes judíos que se establecieron en este barrio a partir del siglo XI. También en este barrio se alza la imponente Iglesia románica de Santiago con su torre que se antoja más defensiva que otra cosa. Al lado se puede visitar el Museo etnológico, hoy lunes cerrado.









Es una delicia pasar por este entramado de callejuelas donde abundan las casonas y palacetes de piedra con su fachadas porticadas, sus escudos heráldicos, sus curiosas y robustas puertas y ventanales, etc.




Existen varias puertas que nos dan salida al casco histórico y que dan a la vega del río Avia donde podemos contemplar unas bonitas vistas del entorno donde destaca la Iglesia de San Antón al otro lado del río.
Bonito entorno lleno de posibilidades para hacer senderismo con rutas como por ejemplo la que llega hasta el cercano embalse de Castrelo de Miño.






Comemos tranquilamente en el área y a tras vaciar y llenar aguas ponemos rumbo hacia la ciudad de Orense haciendo una parada en un taller de autos a ver si  nos solucionan la avería del frigo.
El taller resulta que solo abre por las mañanas por lo que seguimos hasta Orense. Nos vamos directamente al parking de las termas de Outariz, GPS: 42.348151, -7.912445 gratuito y sin servicios.

Termas de Outariz:




Hace una tarde bastante calurosa y pretendemos darnos un baño en el río Miño al lado de las termas públicas ya que éstas están cerradas por el Covid. Pero la verdad es que esta zona no está preparada para el baño y no nos gusta por lo que lo descartamos. Alejandro es partidario de ir a las Termas de Outariz por lo que para darle el capricho allí que  nos plantamos.




Nos toman la temperatura por el tema del covid, damos nuestros datos para hacer el preceptivo seguimiento, pagamos 5,70 por cabeza y nos meternos para adentro para disfrutar durante las próximas 2 horas de este complejo. Tiene bemoles que con el calor que está haciendo vengamos aquí para cocernos más todavía.






Bueno, la experiencia no es nueva ya que Mati y yo ya habíamos visitado las termas en un viaje anterior, pero a Paula y Alejandro es su primera vez. Piscinas con diferentes temperaturas en un circuito termal donde el aliciente está en probar cada una de ellas.
Terminado el caldeamiento nos vamos hacia el parking y desde aquí a la cercana área de autos de Orense, GPS: 42.34911, -7.90529,, con carga y descarga de aguas gratuito.




Día 14, 21 de Julio, martes:

Noche tranquila en este parking alejado de todo. Anoche hubo momentos de tensión sobre todo para Alejandro ya que su club de fútbol favorito se salvó in extremis del descenso a inferior categoría.
Para ir a Orense tomamos el bus que pasa por aquí, llega hasta el parking de las termas y regresa al centro de la ciudad. Por 85 céntimos por viajero es la mejor solución para no tener que complicarse la vida buscando aparcamiento.

Orense:



Nos dice el conductor que  nos bajemos en el parque de San Lázaro que es la parada más céntrica. Tomamos la peatonal rua do Paseo donde las mujeres pueden ejercitar su deporte favorito, las compras. 





En la vez anterior que visitamos esta ciudad, que por cierto lo hicimos de noche, no le dedicamos el tiempo suficiente a conocerla más profundamente. Por ello la hemos incluído en nuestra ruta y dedicaremos toda la mañana a visitarla. Como ya vimos ayer Orense es una ciudad termal ya que posee infinidad de fuentes y manantiales, cosa que ya sabían los romanos por lo que se asentaron en este lugar.






Una vez que el grupo se ha rehecho al haber terminado las mujeres las compras, nos vamos hacia la Catedral de San Martín de estilo románico. Vemos que hay que pagar unos 5 euros para visitar su interior por lo que echamos una rápida ojeada y salimos de nuevo fuera.









Seguimos callejeando por las empinadas callejuelas de la ciudad solo que ahora cuesta abajo para terminar llegando a la Plaza Mayor donde se ubica el Ayuntamiento y una serie de casonas la mayoría de ellas con fachadas porticadas y grandes ventanales para aprovechar el sol. El artesonado del patio porticado exterior del Ayuntamiento nos parece bastante bonito, o es nuevo o está perfectamente restaurado.






Muy cerca de la Plaza Mayor está la zona conocida como As Burgas, unos manantiales de aguas termales que salen al exterior con una temperatura de entre 64 y 68 grados centígrados. Antes de leer el cartel de la alta temperatura meto un poco la mano en el chorro y me doy perfecta cuenta de los grados del agua. Al lado también hay unos restos arqueológicos de tiempos romanos donde se aprecia que ya estos sabían sacarle provecho al calor del agua.




Va apretando el calor y conforme pasan las horas se hace más complicado estar recorriendo las calles, por lo que nos damos por satisfechos con la visita. Aunque me cuesta marcharme sin visitar el Claustro de San Francisco, por lo que vuelvo a subir por empinadas callejuelas hasta dicho monumento que está en lo alto de la ciudad.




Dicen que todo esfuerzo tiene su recompensa y la mía es poder visitar esta auténtica joya. Un señor que hace las veces de guarda se encarga de ponerte en antecedentes y darte unas someras explicaciones de lo que vas a ver por tu cuenta sin que haya que abonar nada por ello.





Sus 63 arcos son de una belleza sobrecogedora todos decorados con seres mitológicos, animales fantásticos y reales, motivos vegetales esculpidos en piedra de estilo gótico y con gran influencia del románico, vamos una maravilla que hay que visitar.





Ahora ya sí que me doy por satisfecho y podemos despedirnos de Orense hasta otra próxima vez. Volvemos al área de autocaravanas para comer, descansar y proseguir ruta. Nuestro siguiente destino: 

Allariz:


Al llegar a Allariz nos ubicamos junto al río al lado de bastantes autocaravanas más. Más que un parking parece un área de autocaravanas por la cantidad que hay, GPS: 42.19329, -7.8033, sin servicios y gratuito.
Hace bastante calor y apetece imitar lo que bastante gente está haciendo, darse un chapuzón en el río Arnoia, cosa que hago hasta que se desata una tormenta.





Una  vez que para de llover y con el ambiente bastante más fresco salimos a conocer esta localidad gallega de la provincia de Orense. Cruzamos el río por el precioso puente románico de Vilanova que reflejado en las tranquilas aguas del río hacen  una postal de cuento.




Nada más cruzar el puente tenemos a nuestra izquierda la Iglesia de Santa María de Vilanova también de origen románico y pegada a ésta un pequeño cementerio y un coqueto cruceiro.




Por  la empedrada rúa Vilanova nos internamos en el casco antiguo de Allariz, siendo en la Plaza Mayor donde volvemos a sorprendernos con la belleza de esta villa. Algunas casonas, el Ayuntamiento y la Iglesia de Santiago destacan sobre lo demás.








De la Plaza Mayor parten varias callejuelas estrechas adoquinadas y limpias, sin coches, que nos van sorprendiendo con pequeñas capillas, tiendecitas de las de antes, coquetas placitas, etc., todo ello con el granito como auténtico protagonista.







Llegamos hasta la Iglesia de San Pedro que se nos antoja debe estar abandonada, giramos a la izquierda y nos topamos con el  monumento a la Festa do Boi. Al parecer esta celebración tiene más de 700 años y consiste en soltar por el pueblo un buey sujeto solo con una soga al cuello mientras se va tocando música gallega y portuguesa.




Salimos a una gran explanada y al fondo apreciamos la Iglesia de San Benito y el Convento de Santa Clara a estas horas cerrados.





Seguimos recorriendo el pueblo y ahora nos topamos con otra preciosa Iglesia románica, la de Santo Estebo donde aquí sí se está oficiando misa. Echamos una breve ojeada a su interior.





Hace un rato cuando hemos pasado por la rúa Entreascercas y hemos visto el bar del hogar de los jubilados y nos ha parecido un  buen lugar para cenar y aquí estamos. Resulta bastante bien de cantidad, calidad y precio, buena elección.







Si Allariz es bonita de día, de noche es si cabe más maravillosa. Nos ha enamorado esta localidad y decidimos que mañana la emplearemos en recorrerla de nuevo. Aunque también influye que hemos visto varias tiendas de primeras marcas que son outlet.



Día 14, 21 de Julio, martes:

Allariz:

Noche muy tranquila a pesar de haber tantas autocaravanas. Tras el desayuno hacemos planes que consisten en que los otros 3 miembros de la expedición dedicarán la mañana a visitar las tiendas outlet que ayer estaban cerradas y yo me dedicaré ha hacer turismo cultural o más bien reencontrarme con lo visto ayer tarde.



Veo que el Museo de Arte Sacra del Monasterio de Santa Clara está abierto y paso a echar un vistazo. La visita es gratuita y contiene una pequeña colección de cruces donde destaca la de cristal de roca, así como la Virgen abridera. Este es uno de los únicos 3 ejemplares de la Península y el que mejor estado presenta. Está realizada en marfil y fue propiedad de Violante de Aragón fundadora del Convento, hija de Jaime I el Conquistador de Aragón y  mujer de Alfonso X el Sabio de Castilla.



De aquí paso a la Iglesia del Convento que es lo único que se puede ver del resto del Convento ya que pertenece a monjas de clausura. Una pena pues en su interior alberga el que dicen es el Claustro barroco más grande de España.



Ahora me dirijo hacia el castillo por la calle de la cárcel hoy reconvertida en la casa de la cultura de  la población. Voy subiendo en altura y cuando llega a lo alto del cerro obtengo el premio de las bonitas vistas de Allariz y su entorno. Del castillo no queda prácticamente nada, una pena pues este pueblo con la guinda de un castillo sería la pera.






Satisfechos unos con sus compras y otros por sus descubrimientos culturales decimos adiós a esta bonita villa que ha sido todo un descubrimiento para nosotros recorriendo su bonito paseo fluvial a lo largo del río Arnoia.
Allariz supone el regreso hacia casa aunque nos depararán todavía lugares nuevos que iremos descubriendo en la última entrada del blog.







6 comentarios:

LUKE-ANDO dijo...

Hola , la verdad que tu blog me parece muy interesante pero en esta salida no me deja ver las fotos

alsaga dijo...

Muchas gracias por el aviso, ya está solucionado el tema de las fotos.
Blogger desde la última modificación del editor está teniendo problemas a la hora de añadir fotos por url y eso es lo que había pasado.
A mí sí me aparecian, pero desde otros dispositivos no aparecen la mayoría.
Gracias de nuevo y un saludo.

Anonimus dijo...

Información muy buena y siempre me gusta Viajar en pareja en mi caravana el cual resulta mas cómodo. Las fotos te quedaron muy bien.

Viajesymapas dijo...

Nuestro mapa de viajes es una forma interactiva de compartir los lugares que has visitado con tus amigos y familiares. Coloca distintos tipos de marcas en tu mapa para destacar las ciudades que te encantan, en las que has estado y las que deseas visitar.

amcg dijo...

Sin duda, tienes razón. Por mucho que lo hayas visitado, Combarro siempre tiene algo especial. Algo que ver. Es uno de los pueblos más bonitos de Galicia.

Vialia Vigo dijo...

¡Muy buena ruta y preciosas fotos! Esta zona tiene un encanto especial, desde luego. Esperamos veros pronto por aquí de nuevo.