21 diciembre 2020

Caracoleando por la España vacía.


Un año más con la llegada del otoño los campos y bosques se tiñen de tonalidades y colores que solo podemos disfrutar en esta época del año. Y qué mejor lugar para comprobarlo que por la España vacía.


Día 8 de Octubre, viernes

Huete

Llegamos a última hora de la tarde a Huete donde pernoctaremos esta noche. Buscamos parking y tras descartar alguno damos finalmente con el lugar que más confianza nos da, GPS: 40.1478, -2.68771, pegando al silo de cereales, gratuito sin servicios y muy bien situado.




Nos acercamos al centro de la población para una primera toma de contacto. Hemos pasado por este pueblo en alguna ocasión y es uno de esos lugares que los marcas para visitarlos a la menor ocasión. Pues el momento ya ha llegado y aquí estamos. La entrada no puede ser más interesante ya que con lo primero que nos topamos es con el Monasterio de Santa María de la Merced, que alberga el Ayuntamiento, el museo etnográfico, el museo de arte moderno y la Iglesia de San Esteban.





Evidentemente a estas horas lo único que está abierto es el salón de plenos del Ayuntamiento donde se  debe estar desarrollando algún pleno. Continuamos recorriendo las calles del pueblo y vemos ambiente de gente y restaurantes abiertos, es viernes y el fin de semana siempre atrae visitantes.






En la Calle Mayor vemos que hay un café bar llamado Chibuso nos detenemos a tomar unos vinos y la cosa se anima por lo que ya puestos cenamos aquí.






Día 10 de Octubre, sábado.

Huete

Noche muy tranquila en el parking. Vamos a aprovechar la mañana para visitar mejor el pueblo por lo que lo primero que hacemos es dirigirnos a la oficina de turismo ubicada en el Monasterio de Santa María de la Merced. Existen varias visitas guiadas, así como la posibilidad de ver los tres museos existentes. Nosotros nos decantamos por visitar por nuestra cuenta el pueblo y reservar la visita a las minas romanas de Lapis Specularis.




Por casualidad nos encontramos abierta la Iglesia de San Esteban Protomártir y antes de que la vuelvan a cerrar nos da tiempo a echar un vistazo a este imponente y sorprendente templo barroco.




Hoy sábado es el día del mercadillo lo que le da bastante vida al pueblo. No compramos aquí nada ya que lo tendríamos que llevar toda la mañana. Subimos hacia la parte alta hasta el ábside de Santa María de Atienza que es lo que queda del templo gótico que en su día se erigió aquí. Las vistas de todo el pueblo es el premio que se consigue, así como adivinar lo que tuvo que ser el castillo del que hoy solo quedan unas ruinas.






Bajamos de nuevo hacia el centro encontrándonos con algunos restos de la antigua muralla y puertas que en su época debieron proteger a la villa.




Algunas casonas hoy abandonadas y otras sin embargo perfectamente rehabilitadas como la Casa Palacio Conde de Garcinarro hoy hotel donde no podemos resistirnos a entrar para curiosear.






En la Calle Mayor hay varias panaderías y tiendas donde comprar algo típico de la zona. La miel no puede faltar en nuestra compra, así como algún queso y dulces típicos. Ponemos fin a la visita ya que tenemos la reserva en las minas aunque antes visitamos, aunque solo sea por fuera, el antiguo convento de Jesús y María rehabilitado como museo de la fotografía Fundación Antonio Pérez.




A las 12:30 horas es la última visita de la mañana. Nos han indicado que en la mina hay un parking. Pero comprobamos que después de dejar la carretera que va a Priego, el camino de tierra que seguimos se empina y la autocaravana no puede subir la pronunciada rampa por lo que la tenemos que dejar estacionada a unos 400 metros de la mina, GPS: 40.199850, -2.645521

Mina romana Lapis Specularis.


La mina que visitamos es la de la Cueva de Sanabrio. Parece ser que por toda esta zona abundan este tipo de minas de yeso lapis Specularis. Se trata de un yeso cristalizado que los romanos utilizaron durante los dos primeros siglos de nuestra era como cristal para las ventanas.




Con puntualidad casi británica nuestro guía comienza la visita a estas dos minas que hay aquí. Se denota la falta de inversión, lo primero en lo mal señalizada que está la mina, lo segundo en el pésimo camino de acceso y lo tercero en que no hay infraestructura. El guía debe poner en marcha un generador de gasolina para iluminar las cuevas, una pena con lo interesante que es esto.




La visita versa en los esfuerzos que se tenían que llevar a cabo para que unos pocos privilegiados pudieran poner una especie de cristales en las ventanas de sus palacios y casonas. Este material era un artículo de lujo que había que llevar a Roma desde muy lejos y por tanto valía su precio en oro.
Es interesante ver cómo los técnicos romanos eran capaces de lograr extraer este material de las vetas existentes bajo tierra para lo que se tenía que trabajar muy duro mediante esclavos.




No ha estado mal la visita de las minas. Nuestro siguiente destino es,

Priego.

Llegamos a la población de Priego y sopesamos comer en un restaurante del pueblo o comer en la auto. Intentamos lo primero pero debemos hacer cola para que nos den mesa. Con el Covid se han reducido las mesas y no es fácil encontrar una sin reserva. Optamos por comer en la auto por lo que nos desplazamos a una explanada a la entrada del pueblo que hace las veces de mirador, GPS: 40.450424, -2.319914, gratuito y sin servicios.







Después de comer con las preciosas vistas de Priego de fondo nos desplazamos a una calle del pueblo, GPS: 40.450994, -2.317776, gratuito y sin servicios desde donde partimos para hacerle una visita a esta localidad conquense perteneciente a la Alcarria y cuna de uno de los mejores ciclistas de España, Luis Ocaña.



El Torreón de Despeñaperros sale a nuestro encuentro como único resto del antiguo castillo de los Condes de Priego de origen árabe.




Seguidamente podemos admirar la imponente Iglesia de San Nicolás de Bari donde convergen diferentes estilos arquitectónicos.




En la calle de la Cruz nos encontramos cerrado el museo etnográfico y artes populares donde podríamos ver diferentes piezas de alfarería, lana, mimbre, etc que le dan fama a la localidad.




Sin duda el punto de mayor interés lo encontramos en la plaza de los Condes de Priego donde destaca el Palacio de los Condes que alberga actualmente al Ayuntamiento de Priego.





Una coqueta fuente de piedra y algunas casonas blasonadas que indican la importancia de algunas familias que vivían bajo el amparo de los Condes.




Priego tiene otros atractivos para quedarse más tiempo, tan solo hay que acercarse a la oficina de turismo y se comprueba el alto potencial de la zona. Pero nosotros queremos seguir ruta para llegar a pernoctar a Beteta antes que se haga de noche.



Nada más salir de Priego nos internamos en el sinuoso cañón del río Escabas conocido como la Hoz de Priego con unas paredes verticales de una altura bastante considerable. Tanto que vemos a lo largo de la carretera varios tramos de escalada con vías ferratas, cuerdas y pasarelas, un lugar realmente extraordinario para este tipo de actividades.







Al pasar por el pueblo de Puente Vadillos comienza otra zona espectacular conocida como la Hoz de Beteta donde mañana realizaremos una ruta senderista.



Beteta


Subimos al pueblo y tras cruzarlo por su calle principal estacionamos a la salida en una zona pequeña de aparcamiento en línea, GPS: 40.57039, -2.07407 gratuito y sin servicios.




Damos una vuelta por el pueblo mientras se hace de noche y la temperatura baja de manera considerable. Le comento a Mati que tal vez sería mejor pernoctar en el parking donde comienza la ruta de mañana, pero dice que aquí estamos bien y así lo hacemos.
La Iglesia de la Asunción todavía está abierta por lo que pasamos dentro a echarle un vistazo.




Al poco una señora mayor nos dice que mañana volverá a abrir y que mejor pasemos por la mañana para verla mejor. Cierra la puerta y nos acompaña unos metros donde nos indica que si subimos con coche hasta el castillo contemplaremos unas bonitas vistas del pueblo, aunque ya es casi de noche y no sería igual.


Beteta no da para mucho más y sobretodo después de visitar la Plaza donde hay algún bar con las mesas llenas de gente. Joder como aguanta la gente este frío. Se nota que este lugar ya es sierra sierra y que hay ambiente de apartamentos turísticos. En verano tienen que haber bastante ambiente.


Día 11 de Octubre, domingo.

Hoz de Beteta.

Madrugamos algo ya que no queremos quedarnos sin parking en el área recreativa de Casa de la Pradera, GPS: 40.56231, -2.12212 gratuito y con alguna fuente para tomar agua.




Vemos que alguna auto y varias campers han pasado aquí la noche por lo que imagino que no habría problema en quedarse a pernoctar.




Hace ya algún tiempo que tenía en mente hacer esta ruta senderista que transcurre por un paraje realmente espectacular siguiendo el cauce del río Guadiela.






Tilos, avellanos, tejos, olmos de montaña, etc. te sumergen en un bosque más propio de otras latitudes y que en otoño tiene un encanto especial con esos tonos que ya van tomando las hojas caducas.





Otro atractivo de la ruta es la presencia de las cuevas con pinturas rupestres de la Ramera y del Armentero aunque para visitarlas hay que hacer previamente la reserva en Beteta.





También es curioso de ver la salida y caída del agua que recorre el túnel que va por dentro de la montaña hasta la central de los Tilos donde hay un merendero que utilizamos para desayunar.







Zona de nidificación del buitre leonado que podremos ver sobrevolando los imponentes acantilados que les sirven de refugio y para construir sus nidos.





Hoy es domingo y se empieza a notar, poco a poco vemos que la senda se va poblando más y más de andarines que han tenido la misma idea que nosotros. Aunque cuando nos los queremos cruzar, nosotros ya estamos de vuelta. Podríamos haber realizado la ruta completa que llega hasta el pueblo de Puente Vadillos siendo algo más complicada la ruta, por eso optamos por damos la vuelta.

Ruta realizada: Hoz de Beteta


Volvemos de nuevo hacia Beteta, cruzamos el pueblo y nos encaminamos hacia El Tobar para visitar su laguna.


Laguna del Tobar.


Estacionamos en un parking de tierra, GPS: 40.550408, -2.060894 situado frente a un restaurante que tiene muy buena pinta para comer como denota el olor a chuletas que llega a nuestras narices.







Aproximadamente un kilómetro más adelante se llega al parking propiamente dicho de la laguna grande por un camino no apto para  nuestros vehículos. Con un turismo no hay problema. 





Es una laguna preciosa, con unas aguas azul turquesa y rodeada por vegetación de ribera que en esta época del año nos ofrece unos tonos maravillosos. Esto en verano tiene que ser un oasis y el baño tiene que ser delicioso.



No le dedicamos el tiempo que se merece a la laguna del Tobar ya que hemos llamado esta mañana a la Cueva del Hierro y milagrosamente nos han dado entradas para visitarla. Por tanto y sin tiempo que perder nos vamos para allá.
Llegamos justo a la hora que tenemos la reserva, GPS: 40.5854, -2.03829.

Cueva del Hierro.



Pagamos los 6 euros por cabeza, nos dan un casco para evitar golpearnos la cabeza y para adentro con un grupo de unas 15 o 20 personas más.





Esto no es una cueva, es una mina que se ha ido explotando desde la antigüedad, aunque según parece fueron los romanos los que comenzaron su explotación más intensiva en búsqueda del mineral de hierro. Esto es algo que le da un cierto valor y es como más de película hasta que el guía te cuenta que casi todas las galerías que vemos las realizaron esclavos que prácticamente no salían en toda su vida de este agujero.




Lo más bonito de la mina corresponde a una pileta de agua potable que se ha ido formando a lo largo del tiempo por las filtraciones de agua sobre la roca dándole unos tonos realmente increíbles.




Podemos apreciar en las paredes los golpes de pico de dicha época así como las gateras por las que se introducían niños pequeños siguiendo la veta del mineral produciendo en algunos casos ventanas y agujeros sin salida cuando se agotaba este.





La combinación de colores producidos por los diferentes minerales presentes en la mina y la muy buena iluminación confieren a esta cueva un plus de interés y singularidad.




Una hora aproximadamente hemos empleado en hacer la visita de la mina y ya vemos a la salida que hay otro grupo preparado para la siguiente.
Comemos en el parking acompañados de otras 3 autocaravanas más mientras vemos la final de Roland Garros y tras un corto reposo y sin que haya terminado la final nos ponemos de nuevo en marcha.






Seguimos ruteando y oyendo a ratos la radio por la poca cobertura que hay siguiendo la final de tenis que una vez más nuestro gran Rafa nos trae otro título. El itinerario para llegar al Castillo de Peracense es algo complicado y casi no viene de camino. Pero llevo tiempo queriendo verlo y lo he incluido en la ruta aunque hay que hacer bastantes kilómetros. Las carreteras aunque no muy anchas tienen buen firme. GPS: 40.63711, -1.48136

Castillo de Peracense.





La verdad es que este castillo tiene un encanto difícil de explicar. Cuando de repente lo ves aparecer ya lo tienes encima pues la carretera a pocos metros desciende y aparece salido de la nada como por arte de magia.





Quizás sea suficiente contemplarlo solo por fuera y quedarse con esa bella postal. Ya se sabe lo que son este tipo de castillos por dentro, tienen poco que ver, pero hay que colaborar un poco y por eso pagamos los 3,5 euros por cabeza y lo visitamos por dentro.






La principal característica que nos sorprende de este castillo a parte de su emplazamiento es el material con el que está construido. El rodeno rojo es la roca con la que las montañas rodean el castillo y por tanto es con el que se hizo este recinto defensivo cuyo emplazamiento data de la Edad del Bronce.





Se están llevando a cabo labores de rehabilitación que cuando finalicen le darán todavía más encanto si cabe. Se puede ver una exposición de réplicas de armas utilizadas para el asedio y combate.





Queda poco para que el día finalice y todavía tenemos que hacer bastantes kilómetros para llegar al lugar de pernocta. Volvemos por el pueblo de Ródenas y vemos un taller donde elaboran figuras con este material tan abundante por aquí



El lugar elegido para la pernocta de hoy es una de los pueblos más bonitos de España. Ya hemos estado aquí varias veces pero es que es tan bonito que uno no se cansa de volver y volver. Estacionamos en su gran parking, GPS: 40.409001, -1.438226 gratuito sin servicios y prohibido a partir de las 22:00  horas, aunque repleto de autos y campers.

Albarracín







Albarracín no se puede contar, hay que vivirlo, hay que perderse por sus callejuelas, es retroceder en el tiempo, es dejarse sorprender por uno de los pueblos con más encanto que podamos encontrar por nuestra piel de toro, es enamorarse de sus piedras, sus rincones, sus tejados, sus balcones, por todo.






Perdidos en Albarracín, volver a reencontrarnos por lugares un poco antes recorridos, respirar el fenomenal ambiente, la perfecta iluminación, el gusto refinado de sus vecinos para con sus casas y monumentos, pasando dos horas pareciéndonos haber transcurrido tan solo diez minutos.










No queremos tentar la suerte con el parking, sabemos que no se va a denunciar a las tropecientas autos y campers, pero queremos buscar otro parking más tranquilo y menos problemático. No encontramos sitio en el parking de Dinópolis y tenemos que pernoctar en una calle tranquila GPS: 40.41035, -1.435 gratuito y sin servicios.

Día 12 de Octubre, lunes.

Hemos pernoctado muy tranquilos en esta calle, tras desayunar y contemplar la posibilidad de quedarnos algo más en Albarracín, decidimos seguir ruta y hacer una ruta senderista que llevamos preparada.








La ruta es la del Cañón de los Arcos en el pueblo de Calomarde. Llegamos al pueblo, lo atravesamos y estacionamos a la salida, justo donde empieza la ruta en un pequeño parking de tierra gratuito y sin servicios, GPS: 40.37175, -1.57821

Calomarde, Barranco de la Hoz.






Esta ruta senderista es fácil de hacer, perfectamente se puede realizar con niños, son unos 7 kilómetros y se puede hacer tranquilamente en menos de 3 horas. En estos tiempos de Covid y para evitar la aglomeración de gente en tramos estrechos la han hecho circular. Al kilómetro aproximadamente hay que ir por la izquierda pegados al río Fuente del Berro.







Este tramo es realmente espectacular con pasarelas que transitan por el estrecho cañón algunas veces cubiertos por grandes rocas y rodeados de altas paredes.







La ruta se suaviza posteriormente hasta que llegamos a un antiguo molino donde optamos por darnos la vuelta dejando el río a la derecha y subiendo un tramo algo durillo siendo este punto el más exigente de la ruta ya que va por lo alto de la montaña con otras preciosas vistas del barranco de la Hoz.






En resumen una fantástica ruta senderista por un entorno envidiable donde en esta época del año se pueden disfrutar de unos colores y tonalidades excepcionales.

Ruta realizada: Barranco de la Hoz


Cascada y Molino de San Pedro, El Vallecillo.

Llegamos al siguiente punto que llevamos previsto a última hora de la mañana. Estacionamos en un ensanche pegado al camino, GPS: 40.22376, -1.54385. Desde aquí a la cascada tan solo hay unos metros.




Esta cascada la forman las aguas del río Cabriel formando una poza de aguas cristalinas y transparentes donde debe ser un verdadero placer para los sentidos darse un baño en época estival.







Este lugar es realmente una maravilla, uno de esos lugares que se quedan impregnados y grabados en la retina de forma permanente. Es de una suma belleza, lo encontramos muy limpio todo, donde reina un silencio pasmoso tan solo roto por la continua caída del agua. Y un pero, la construcción a medio hacer parada de un edificio al lado que algún iluminado se atrevió a realizar en este verdadero paraíso. Esperemos que algún día lo demuelan y sea un lugar ya perfecto


Dejamos esta maravilla de la naturaleza y nos vamos a comer al parking del mirador Ojo del Cabriel, GPS: 40.23368, -1.55788 desde donde se puede observar el vuelo de los buitres y al fondo el siguiente objetivo que vamos a hacer después de comer.
Desde este parking se puede llegar a los Ojos del Cabriel y la Cascada de la Herrería por una senda, aunque me empeño en bajar con la auto, GPS: 40.23521, -1.55545 por un camino de tierra con una explanada al final. Es recomendable dejar la auto arriba.

Ojos del Cabriel y Cascada de la Herrería.




Los Ojos del Cabriel es un paraje donde está considerado que nace el río del mismo nombre. Se ven unas pozas desde donde brota el agua. Tan solo unos metros más adelante se forma una cascada conocida como de la Herrería. A ambas orillas del río también se pueden divisar algunos antiguos molinos hoy ya sin uso.






De nuevo en este lugar nos vuelven a enamorar los tonos y colores de los árboles de ribera de hoja caduca.






Gratamente sorprendidos y  maravillados por tanta belleza ponemos rumbo hacia el siguiente destino, el nacimiento del río Tajo. Le hacemos caso al navegador, pasamos por el pueblecito de El Vallecillo y poco después la carretera se termina y seguimos por una pista forestal en buen estado. Nos cruzamos con dos todoterrenos y al preguntar si la pista enlaza con la carretera, nos dicen que sí, pero que hay que atravesar una finca particular llena de toros y hay que bajarse a abrir varias cancelas.




Tras haber recorrido bastantes kilómetros desechamos la idea de continuar en esas condiciones y desandamos el camino para ir por otro itinerario que el  navegador nos marca con unos 70 kilómetros más. Es la primera vez en este viaje que encontramos una zona con malas carreteras, estrechas y con tramos de asfalto que dejan que desear. Como punto positivo lo bonito de la sierra que atraviesan.

Nacimiento del río Tajo.


Lo del nacimiento del río Tajo no lo hemos buscado expresamente, es que hay que pasar por aquí para llegar hasta Uña que es donde queremos llegar. Estacionamos en su amplio y gratuito parking sin servicios aunque en alguna fuente se podría tomar agua, GPS: 40.31995, -1.69742.






Hace ya bastantes años que estuvimos en este lugar. Creo que han realizado algunas obras, pero no han conseguido que merezca la pena venir hasta aquí para ver esta risión de estatuas que hay. Es realmente feo, sin ningún gusto y no se ve donde físicamente nace el río. No se si es que la fuente estará en una finca particular u otro motivo. El caso es que es feo de narices y no merece la pena.


Por una serpenteante carretera siempre descendente y con unos paisajes realmente preciosos de la serranía de Cuenca llegamos por fín a Uña donde queremos ver su laguna. Es ya tarde y pensamos en quedarnos a pernoctar aquí, GPS: 40.22351, -1.979 gratuito y con una fuente al lado donde poder cargar agua.

Uña.








Todavía nos da tiempo a echar un vistazo a la preciosa laguna y dar una vuelta por este pequeño pueblo. Por hacer algo de tiempo nos metemos en uno de los bares que hay pegados a la carretera y nos tomamos algo acompañados por los pocos clientes que están haciendo lo mismo. Cena, algo de televisión y a dormir.

Día 13 de Octubre, martes.

Uña.

Amanece un nuevo día nublado tras haber descansado muy bien en medio de una tranquilidad absoluta. Esta mañana queremos hacer una pequeña ruta senderista rodeando la laguna sin mucho esfuerzo y de unos 3 kilómetros aproximadamente.





Seguimos la dirección de las agujas del reloj y lo primero que nos encontramos es con las casas deshabitadas del canal de la Toba que se hizo en este lugar aprovechando la laguna. Dicho canal se construyó a principios del siglo XX y con una longitud de 14 kilómetros vierte sus aguas a la central hidroeléctrica de "El Salto" en Villalva de la Sierra.




En la laguna hay algún que otro observatorio donde se pueden divisar las diferentes especies de aves que habitan el entorno. También existe una ruta senderista que va por la parte de arriba de la montaña y desde donde se tienen que tener unas vistas mucho más bonitas de la laguna.





Así llegamos a la escuela de pesca regional y la piscifactoría y volvemos de nuevo hacia el pueblo viendo antes de llegar la pequeña ermita de la Virgen del Espinar.









Llegamos a la auto y nos ponemos de nuevo en marcha pero antes de partir de Uña paramos en el mirador del Travertino desde donde se tienen unas bonitas vistas de lo que hace unos 100 años tenía que ser un espectáculo de la naturaleza.






Todavía se conservan los efectos que las aguas fueron moldeando a la pared rocosa durante miles de años, hasta que a alguien se le ocurrió hacer el canal de la Toba y desviar el agua hasta la central hidroeléctrica. Sería digno de ver esta impresionante cascada. Hoy este tipo de atentados no se podrían desarrollar, una auténtica lástima.



Seguimos descendiendo por una carretera algo más ancha que la de ayer y al pasar el desvío a la Ciudad Encantada llegamos al parking del Ventano del Diablo, GPS: 40.23697, -2.0715 gratuito y sin servicios. Un mirador con vistas imponentes al cañón del río Jucar es lo que podemos apreciar en una breve parada. Un puesto donde venden cerámica también puede llamar al interés, así como el poblado del Salto de Villalba.









Seguimos ruta hacia Cuenca y unos kilómetros antes de llegar a la capital nos desviamos y cruzamos el río Júcar para entrar a Cuenca por la parte del Castillo y estacionar en su parking gratuito y sin servicios, GPS: 40.08233, -2.12295







El viaje van tocando a su fin, Cuenca ya la conocemos de otras ocasiones que la hemos visitado. Es de esas ciudades donde lo que hay que ver queda a mano y no hay que hacer un gran esfuerzo. Comprobamos que hay poquito ambiente al ser entre semana, casi todo está cerrado por lo que nos limitamos a dar un corto paseo. No nos decidimos a comer en alguno de los restaurantes que hay al lado del parking y lo hacemos en la auto.








Cuenca se merece un par de días mínimo para patearla, conocerla, visitar algún  monumento o museo, dejarse deleitar por su rica y sabrosa gastronomía, sentir la naturaleza que la rodea, etc. Nos prometemos dedicarle todo un fin de semana para ella exclusivamente. Por ahora nos conformamos con esta breve vista y ponemos así fin a este prolífico viaje por una parte de la España vacía y en otoño.





















No hay comentarios: