12 febrero 2020

El eterno renacer de un país cual ave fénix, Polonia. 3ª parte.


Polonia nos depara todavía grandes descubrimientos como las Iglesias de madera medievales, preciosas ciudades como Tarnow, la perla del Renacimiento, la maravillosa Lublin, para finalizar en la hermosa capital polaca, Varsovia.

Día 9 miércoles, 14 de Agosto:

Después de una noche tranquila en el parking de Zakopane, aunque ha estado lloviendo toda la noche, los planes para el día de hoy eran desplazarnos unos 20 kilómetros de aquí donde parte una ruta senderista hasta la zona de los lagos Morskie Oko y Czarny Stawy que según he leído son muy  bonitos. GPS: 49.25563, 20.10266


La foto de arriba está sacada de internet y la ruta senderista sería una cosa como ésta: Parque-nacional-tatras-polonia-zakopane-lagos-de-morskie-oko-y-czarny-staw-15951205
El problema es que ha estado lloviendo toda la noche y continúa haciéndolo por lo que hay que cambiar los planes, no podemos esperar un día entero aquí y esperar a que amaine.


Por tanto a las 8 de la mañana, que es cuando empieza el pago del parking, ponemos tierra por medio y dejamos Zakopane y los Montes Tatras con la sensación de no haberlos disfrutado como se merecen pues esta zona se le ve muy bonita.


El siguiente objetivo es la Iglesia de madera de San Miguel Arcángel en Debno. Una vez dejamos la carretera principal nos vamos desplazando por otras carreteras más estrechas aunque en buen estado de firme que atraviesan infinidad de aldeas y pequeños pueblos, vamos descubriendo la Polonia más rural y auténtica.


Por fin llegamos a parking de tierra en Debno habilitado para las visitas de la Iglesia, GPS: 49.46854, 20.21323, con aseos de pago y con un coste de 10 zl. Por cierto, en la puerta principal de la Iglesia se puede estacionar de forma gratuita, GPS: 49.466056, 20.211773. pero lo hemos visto posteriormente.


En toda esta zona sur de Polonia conocida como Malopolska abundan este tipo de Iglesias de madera con una rica decoración de pinturas murales, por lo que muchas de ellas están incluidas en la lista de la Unesco. Concretamente lo conforman unas 50 Iglesias, o lo que es lo mismo, hay para rato si se quieren visitar todas.


Nosotros llevamos en nuestra lista las que consideramos más importantes, a saber: Debno, Hanczowa, Kwiaton, Sekowa, Binarowa, Hanczow y Blizne. Visitarlas puede llevarnos un par de días por esta región de Malopolska que hace frontera con Eslovenia.


Empezamos por Debno y conforme vamos llegando a la Iglesia no podemos más que admirarnos y tener la sensación de estar viendo una construcción que en toda Europa solo se puede ver en Polonia, Rumanía y Noruega. Cuando nos acercamos a verla por dentro comprobamos que la puerta está cerrada. Hay varios turistas que se han desplazado igualmente y también lamentan que esté cerrada a pesar de advertir en un cartel que debería estar abierta.


Nos enteramos algo después del motivo de estar cerrada es que cuando llueve la cierran para que no entre agua al interior y así evitar que la madera se dañe. Hay que entender que todo es madera y de muchos años, concretamente esta Iglesia tiene unos 5 siglos.
Nos dicen que si para de llover volverán a abrir la misma por lo que volvemos a la auto. Esperamos como una hora y al comprobar que ha parado de llover nos volvemos a acercar de nuevo a ver si con algo de suerte la abren.


Efectivamente, al poco tiempo llega una vecina que llave en mano nos franquea el acceso y podemos deleitarnos contemplando el interior de este tesoro medieval. Nos sorprende que no nos cobren nada y tan solo pidan la voluntad. Mientras la guía da las correspondientes explicaciones en polaco a un grupo que acaba de llegar, nosotros no dejamos rincón ni detalle por mirar.




Recuerdo la sensación que nos invadió cuando visitamos los monasterios e Iglesias de madera en Rumanía hace un par de años. Pues bien, aquí nos ha vuelto a pasar lo mismo. Esa sensación de estar viendo una construcción de la Edad Media que ha pervivido hasta nuestros días de manera sorprendente y milagrosa. No son construcciones góticas de piedra, grandes Catedrales que podemos ver en muchos países, sobrias y armoniosas Iglesias románicas. No, estas son humildes y modestas Iglesias construidas con lo que daba la zona la madera que se ha conservado perfectamente.





Las pinturas sobretodo de los techos son preciosas y todavía conservan los tonos vivos de colores que en su día tuvieron que ser todavía más espectaculares. Una gran cantidad de tallas, crucifijos, figuras de la Virgen y de Santos todos ellos elaborados en madera policromada nos cautivan y fascinan. En tan reducido espacio se juntan una cantidad de tesoros que difícilmente podría verse en otro lugar.


Si se quiere mirar el interior de la Iglesia pinchar en el enlace:

Terminamos de visitar la Iglesia de San Miguel Arcángel gratamente encantados por haber tenido la posibilidad de ver un monumento de estos por dentro y ponemos rumbo al cercano castillo de Niedzica, GPS: 49.417212, 20.315576, de pago sobre 10 zl la hora con aseos públicos de pago.



Este castillo está en un entorno privilegiado. Situado lo alto de un promontorio que domina el embalse Czorsztyn que retiene las aguas del río Dunajec y donde hay una famosa excursión que consiste en descender un tramo del río en balsa.
De camino al castillo hay un sinfín de puestecitos que venden artesanía y productos típicos de la zona como un curioso queso que compramos y que realmente está muy bueno.




Llegamos a la esbelta entrada del castillo que según parece se empezó a construir en 1320 y que durante muchos años fue un puesto fronterizo con Hungría. De hecho su primer constructor fue un húngaro. Ha sufrido bastantes reconstrucciones y actualmente posee un museo con varias colecciones de relojes, pistolas, o rifles de caza por ejemplo. También hay una curiosa Leyenda del castillo sobre tesoros incas a pesar de estar tan distante de Perú.



Vemos que hay que hacer bastante cola para verlo por dentro y puesto que aquí en Polonia los monumentos cierran relativamente pronto, seguro que no lo veríamos cuando nos tocara. También es cierto que las visitas son en polaco y he leído que por dentro tampoco es que merezca mucho la pena.





Vemos que por el otro lado del castillo también puede hacer un tour en barquito por el embalse y observar el monumento desde otra perspectiva, pero nosotros nos limitamos a dar un paseo por la presa y admirar los tupidos bosques y verdes praderas que rodean este privilegiado lugar.



Cedo a la presión de la tripulación en el sentido de dejarnos de ver tanta Iglesia de madera, que vista una ya se han visto todas, además las carreteras son estrechas y no invitan a recorrerlas. Lo que queda de tarde ya no hay nada que hacer pues a las cinco las cierran, por lo que tras pensarlo un rato y para no perder lo que queda de día, decidimos poner rumbo a la ciudad de Tarnow.
Para saber más: Castillo de Niedzica


No obstante y como esta zona está plagada de este tipo de Iglesias en cuanto veo un letrero donde se indica una de ellas a un par de kilómetros de la carretera principal, no me lo pienso dos veces y para allá que vamos. GPS: 49.445320, 20.373021.


Se trata de un pequeño pueblecito llamado Grywald y posee dos Iglesias juntas, la moderna que sigue el estilo tradicional pero empleando madera y piedra y la antigua hecha solo de madera.




Debido a que son más de las cinco de la tarde ya está cerrada por lo que nos tenemos que conformar con verla solo por fuera. Si se quiere visualizar el interior hay una buena foto en 360 grados en el enlace de abajo.



Seguimos haciendo kilómetros hacia el norte por estrechas carreteras y en un momento determinado aparece el ansiado campo de girasoles que Paula estaba deseando ver y donde hacer unas fotos por lo que hacemos una breve parada.
Seguimos unos kilómetros más y desde la carretera vemos otra Iglesia y no puedo resistirme a parar, GPS: 49.73413, 20.77352




La verdad es que este tipo de construcciones tienen un algo que no sabría muy bien explicar pero que hacen que aunque sea por fuera te detengas y hagas unas fotos.
En esta ocasión a pesar de estar cerrada hay una verja que te permite asomarte y apreciar algo su interior.





Przydonica es el nombre de esta aldea con cuatro casas y que al igual que el anterior pueblo tiene dos Iglesias, la antigua y la moderna hecha a imitación de la primera.




Durante gran parte del recorrido mientras nos acompaña el terreno montañoso las indicaciones en la carretera para visitar las Iglesias son constantes y, al tener tiempo, daría para permanecer por aquí varios días. Pero no queremos llegar muy de noche a Tarnow por lo que ya no visitamos más Iglesias de madera.



Llegamos ya de noche a Tarnow y vemos que el parking que hemos elegido para pernoctar se encuentra algo retirado del centro de la ciudad, GPS: 50.02114, 20.99297, gratuito y sin servicios. Decidimos estacionar en el centro en zona azul donde a estas horas ya no se paga, visitar el centro y volver a este parking para pernoctar.


Conocida como la perla de renacimiento debido a que Tarnow en dicha época figuraba como una de las ciudades más bonitas de Polonia. Llegó a poseer una muralla defensiva que rodeaba la antigua ciudad. Posee una serie de edificios góticos, renacentistas y barrocos.
Lo primero con lo que nos encontramos es con los restos de la Sinagoga vieja Bimah. Esto es debido a  que en Tarnow vivían 25.000 judíos. En 1939 los nazis al ocupar Polonia destruyeron la Sinagoga y ya se sabe lo que les ocurrió a los judíos.
El bosque del horror, las fosas de los 800 niños judíos de Tarnow 




La Plaza Mayor es sin ningún género de duda el lugar más interesante de la ciudad donde destaca por encima de todos los edificios el precioso Ayuntamiento en medio de la Plaza. Aunque es una pena que la Plaza esté levantada por obras y que no se puede acceder para ver más de cerca este monumento.


Al lado de la Plaza Mayor se erige la esbelta silueta rojiza de la Catedral de la Natividad y la Virgen María del siglo XIV y de estilo neogótico.


Hay varias cafeterías abiertas todavía, seguramente porque está echando un partido de fútbol de Champions y la gente disfruta del partido en el interior. Dudamos si entrar en alguna de las cafeterías, pero al final no nos ponemos de acuerdo y optamos por marcharnos al parking de fuera de la ciudad para pernoctar allí.


Día 10 jueves, 15 de Agosto:

Hemos pernoctado solos una vez más en el amplio parking y es que no estamos viendo muchas autocaravanas que digamos. En Wroclaw, Cracovia y en las minas de sal es donde las hemos visto, pero en los demás lugares que hemos estado no hemos coincidido con otros autocaravanistas.


Nos volvemos a desplazar al centro y aparcamos cerca de la Plaza Mayor, al ser festivo no tenemos que pagar en la zona azul. Esta mañana los restos de la Sinagoga están más visitados que anoche cuando no había nadie. Se trata de un grupo de estudiantes de Israel que están visitando un lugar especial para ellos.



Al ser hoy 15 de Agosto, el día de la Virgen que también se celebra en Polonia, vemos que la gente se dirige a la Catedral para asistir a misa. Vemos algunas chicas con sus mejores galas que llevan ramos de flores y espigas para ofrecerlas a la Virgen.



Hay un par de sepulturas bastante interesantes que no podemos ver ya que se está oficiando la misa y no es cuestión de estar paseando mientras se lleva a cabo el ritual.




Bajamos por una larga calle pues al fondo divisamos las altas y esbeltas torres de la Iglesia católica conocida como la Iglesia Misionera.
Igualmente se está oficiando la misa y no podemos disfrutarla mejor por dentro.





Volvemos a la Plaza Mayor y nos detenemos en la preciosa fachada del Ayuntamiento cuyos orígenes parecen remontarse a mediados del siglo XV, aunque su actual forma data de finales del siglo XVI.


Destaca la torre de vigilancia rematada con una cúpula cónica, así como las dos tonalidades que presenta, por una parte el color crema abajo y el rojizo en la parte superior.


En las vallas que protegen las obras que se están llevando a cabo hay una curiosa exposición fotográfica de cómo ha ido evolucionando la Plaza a lo largo del tiempo. Como curiosidad cabe destacar que Tarnów disponía de tranvías en el pasado.


En el interior del Ayuntamiento hay un museo con una colección de armas, objetos de plata, porcelanas y cuadros. Hoy al ser festivo está cerrado y no podemos visitarlo.
Con la sensación de tener bastante con lo que hemos visto de esta ciudad ponemos fin a nuestra visita a este interesante lugar poniéndonos nuevamente en camino.




Por esta zona de Polonia también había incluido para visitar el Palacio de Lancut que nos pillaba de paso hacia el siguiente destino que es Lublin. También tenía programada otra parada en Zamosc ya cerca de la frontera con Ucrania, pero después de sopesarlo por la distancia que  hay que recorrer y el tiempo del que disponemos dejamos de largo estos lugares y ponemos rumbo a Lublin.


Pegado a Lublin a 4 kilómetros está el campo de concentración de Majdanek por lo que vamos a hacer una visita a otro de esos lugares que han pasado a la historia por haber causado tanto sufrimiento a tantas personas. GPS: 51.217143, 22.597712.
Este campo de concentración es enorme, tiene 3 parking para ver en cada uno de ellos una cosa diferente, cuesta 5 zl y te puedes desplazar dentro del recinto con el vehículo por los diferentes parkings del complejo. 





No sabemos si es porque es festivo o porque ya va siendo hora de cerrar pero no nos cobra nadie por pasar con la auto. Paramos en el primer parking que hay pegado a la carretera, aunque enseguida vemos las dimensiones del campo para recorrerlo andando y nos ponemos en marcha para aparcar en el parking donde está el mausoleo.



De nuevo volvemos a ver a jóvenes israelitas que están visitando este trágico lugar y donde hacen un bonito acto en recuerdo de sus antepasados que murieron aquí. Majdanec no es como Auschwitz-Birkenau, éste es un campo que no es muy visitado, pero es el mejor conservado ya que debido a la cercanía con Rusia, al parecer a los alemanes no les dio tiempo a destruirlo. Tan solo consiguieron deshacerse de los crematorios aunque hay uno reconstruido que se puede visitar.



Lo que más impresiona aparte de los crematorios es el mausoleo donde reposan las cenizas de todas las personas que fueron asesinadas aquí. La verdad es que se te ponen los pelos de punta.
Otra cosa que nos llama la atención es la gran cantidad de cuervos que se agrupan aquí sobrevolando y parándose por todas partes con sus chirriantes graznidos.



Los barracones se conservan todos intactos y en gran número pudiendo visitarse algunos de ellos donde hay varias exposiciones con objetos intervenidos a los prisioneros. No podemos verlos ya que es hora del cierre y los están cerrando.
Impresiona ver la hilera de torretas de madera desde donde los soldados vigilaban a los presos dentro de las alambradas.






Ya a la salida del campo vemos otro símbolo del mismo, un monumento de piedra por las víctimas que murieron aquí conocido como "monumento a la lucha y al martirio". Simboliza el límite de dos mundos, el mundo de los vivos con la libertad fuera del campo y el mundo de los muertos y el martirio en ese lado de la puerta.



Dejamos el campo con cierta angustia y pesar y nos dirigimos al parking que tenemos visto en Lublin y donde pasaremos la noche, GPS: 51.24815, 22.57312, no tenemos claro si es gratuito ya que al llegar en festivo no había nadie cobrando y sin servicios. Perfectamente ubicado al lado del casco antiguo de la ciudad.


Enseguida nos ponemos en marcha y nos disponemos a descubrir la ciudad de Lublin. Lo primero que sentimos es esa maravillosa sensación que aparece cuando uno visita alguno de esos lugares que sin saber muy bien por qué te va a atrapar y te va a gustar. 


Lo primero que visitamos es el castillo cuyo origen se remonta al siglo XII con posteriores añadidos y reconstrucciones como suele ser habitual en este tipo de construcciones. De hecho del castillo original solo queda la torre del homenaje y la capilla. Nada más entrar en el patio lo que más nos llama la atención es su robusta torre del homenaje construida en ladrillo rojizo.



Había leído que en el interior del castillo existe una capilla llamada de Santa Trinidad que posee unas paredes repletas de pinturas medievales que se conservan bastante bien. La entrada es algo cara, 15 zl pero creo que merece la pena. Además también se puede sacar la entrada para subir a la torre del homenaje en la misma taquilla aunque nosotros no la sacamos.





La visita es por libre y, tras subir los escalones que separan la capilla del resto del edificio, al penetrar en este pequeño lugar nos quedamos boquiabiertos. Las pinturas medievales son de una belleza sobrecogedora y excepcional, ahora entendemos que esta capilla sea la joya de Lublin y una visita obligada.



Según parece las paredes de la Capilla estuvieron encaladas con yeso más de 100 años hasta que en una restauración se comprobó que debajo del yeso se encontraban las pinturas que podemos ver ahora. Se trata de frescos bizantinos y rusos de más de 600 años de antigüedad y representan escenas de la Virgen, Jesús, profetas y ángeles.



Tras permanecer un buen rato en este maravilloso lugar salimos del castillo para conocer el resto de la ciudad de Lublin.



Penetramos en el casco antiguo de la ciudad a través de la Puerta Grodzka donde todavía se nota el pasado medieval de Lublin pues era una puerta encajada en el sistema defensivo amurallado que tenía en su día la ciudad. Además conectaba el barrio judío con el casco antiguo.



Enseguida sale a nuestro encuentra la Plaza de Fara con sus casitas de colores algunas de ellas adornadas con detalles y frescos en sus fachadas. Además podemos apreciar la ruinas de la antigua Parroquia de San Miguel de la que a día de hoy solo quedan los cimientos.



Salimos del casco antiguo por la Puerta de Cracovia construida en el siglo XIV siendo su estilo el gótico. Este edificio actualmente alberga el Museo de Historia de la ciudad.



Seguimos caminando por la misma calle principal repleta de tiendas y restaurantes. Al ser hoy 15 de Agosto y por tanto festivo encontramos un gran ambiente y gente por todas partes. Además descubrimos que en la ciudad se está llevando a cabo un mercado tradicional como nuestros mercados medievales.


Hacemos una parada en una de las numerosas terrazas que hay en esta calle peatonal para probar la estupenda cerveza polaca mientras disfrutamos del gran ambiente que se respira.




La calle desemboca en un parque donde ganan el protagonismo las numerosas fuentes con juegos acuáticos y adornadas con llamativas luces de colores que nos regalan un rato agradable.





Ya con la noche encima la gente va dejando el casco antiguo poco a poco regresando a sus hogares. Aprovechamos un Kebab que encontramos en la calle principal para cenar. Los precios que estamos encontrando en Polonia, en general, son algo más bajos que en España y no hay que estar mirando lo que te va a costar algo por temor a pagar un precio alto.


La noche ha hecho que la ciudad saque su estampa más romántica y que los monumentos más representativos presenten un interés diferente. Pasamos debajo de la Torre Trinitaria con sus 60 metros de altura y su famoso gallo de hojalata encargado, en su día, de avisar a los habitantes de cualquier cosa que pasara.


A la vuelta encontramos el resto de este gran edificio que es la Catedral de San Juan el Bautista y San Juan el Evangelista que visitaremos mañana.
Ponemos así fin a la vista por hoy de Lublin y nos retiramos al parking.





Día 11 viernes, 16 de Agosto:

Noche bastante tranquila la que hemos pasado en este parking. En Polonia, al estar el país en el este, la gente no trasnocha tanto pero en cambio madruga más ya que el sol sale mucho antes. Por eso a primera hora de la mañana la gente ya está en marcha y eso es lo que nosotros hacemos. Donde fueres, haz lo que vieres.




Volvemos a acceder al casco antiguo por la puerta Grodzka y efectivamente vemos que hay carteles donde anuncian que desde los días 16,17 y 18 de Agosto se celebra una especie de feria por lo que tendremos la ocasión de ver en qué consiste esta mañana que vamos a pasar en Lublin.


Junto a la puerta nos encontramos con una placa que conmemora el lugar donde estaba ubicada una Sinagoga judía hasta que los alemanes invadieron Polonia en la Segunda Guerra Mundial y exterminaron a los más de 30.000 judíos que vivían por entonces en Lublin.





Vemos que las calles están repletas de puestos donde se venden todo tipo de objetos artesanales, comidas típicas, gente ataviada con trajes típicos de sus lugares de residencia, exhibiciones de oficios antiguos o directamente olvidados, etc.





Mientras el resto de la tropa se dedica a ojear los diferentes puestos yo me desplazo al ver una coqueta Iglesia que resulta pertenecer a un convento carmelita situado al lado.





Vemos algunos puestos con banderas de las vecinas Lituania y Ucrania lo que indica las relaciones que tienen con estos países sobretodo con el primero cuando en 1659 se constituyó la república de las dos naciones y Lublin fue su capital. Ello aporta una enriquecedora variedad de artículos, artesanías trajes regionales, música, etc.








Después de nuestra dosis de mercadillo y de alguna que otra curiosa compra vamos a visitar la Catedral de Lublin. La visita a la Catedral es gratuita, por el contrario, si se quiere visitar y subir a lo alto de la Torre Trinitaria hay que pagar una entrada.


Con todas las paredes completamente pintadas y con bastantes elementos dorados le dan un toque bastante bonito a este templo barroco.







Muy cerca de la Catedral encontramos la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria bastante más pequeña que la Catedral y muy parecida por dentro a la misma.





De nuevo en la Plaza Fara llena de puestecitos que venden sus productos vemos el edificio que alberga la oficina del registro civil y que antaño era el Ayuntamiento. Se puede visitar los subterráneos compuesto por unos 200 metros que recorren el casco antiguo donde hay varias salas.




La mañana avanza y pensamos que ya hemos tenido bastante con esta maravillosa ciudad que nos ha cautivado y nos ha dejado una huella imborrable.



Ponemos rumbo hacia la capital de Polonia, Varsovia dejando de largo el Palacio de Kozlowka Zamoyski que tenía programado y que puede que sea interesante de visitar.
Igualmente dejamos sin visitar el Palacio de Wilanow  Palacio de Wilanow situado a la entrada de la capital.




A media tarde llegamos por fin a Varsovia después de atravesar enormes bosques y residenciales mucho antes de llegar a la capital. Luego nos enteramos que el área metropolitana de Varsovia es enorme. No me extraña, hemos estado pasando por residenciales, bosques y más residenciales un montón de kilómetros.


Como lugar de pernocta hemos elegido un parking que hay ubicado al lado del zoo muy cerca del río Vístula, GPS: 52.26182, 21.01631, gratuito, sin servicios y a unos 30 minutos andando del centro de la ciudad. Coincidimos en el parking con otras 2 autos italianas.



Cruzamos el río por un puente de dos alturas ya que el casco antiguo está en la otra orilla del Vístula. Vamos paseando por la ribera del río y cuando nos queremos dar cuenta estamos ya en pleno centro.


La parte de la ciudad por la que hemos venido se llama ciudad nueva que siempre ha sido independiente de la ciudad vieja y tras cruzar la barbacana que era la puerta que se abría a través de las murallas ya estamos dentro de la ciudad vieja.



Enseguida llegamos a la bonita Plaza Mayor rodeada de casitas coloridas de tres o cuatro alturas donde se erige el personaje que hoy es el símbolo de la ciudad, La Sirena de Varsovia.



Seguimos callejeando por Varsovia y enseguida nos adentramos en el patio del castillo que se puede visitar por dentro conteniendo varias instancias y salas.




Salimos por una de las puertas y podemos observar la Iglesia de Santa Ana y el campanario de posterior construcción separada del cuerpo de la misma. y que en la actualidad es un mirador.





La Plaza Zamkowy al lado del castillo, la columna del Rey Segismundo III Vasa en el medio, y las casitas de colores que rodean la Plaza es uno de los rincones más bonitos y armónicos de la ciudad.




Desde aquí parte la ruta real, una amplia avenida peatonal repleta de monumentos y bellos edificios. El nombre se debe a que los reyes se desplazaban por esta calle cuando partían del castillo a sus residencias de verano. Es una calle muy larga y mientras se recorre van saliendo a nuestro paso una cantidad impresionante de monumentos a cada cual más bonito.





Dicha avenida termina en el Palacio Presidencial, sede del Presidente de Polonia desde el año 1994.




Mañana hemos reservado un free tour con una de estas empresas y como aperitivo lo de esta noche ha sido fantástico. Nos ha enganchado mucho Varsovia desde el primer momento y ahora entendemos la rivalidad entre las ciudades de Cracovia y Varsovia para ver cuál de ellas es la más bonita.





Día 12 sábado, 17 de Agosto:

Noche muy tranquila la que hemos pasado en el parking. Tras desayunar nos ponemos en marcha ya que a las 10:30 tenemos visita guiada a la ciudad.


Elegimos otra entrada diferente a la ciudad a la que escogimos ayer y nos encontramos con la Iglesia de San Casimiro que durante el alzamiento de la ciudad contra el ejército nazi sirvió como hospital y refugio a la población civil. Cientos de personas perecieron dentro por los bombardeos. 



Enseguida llegamos a la casa natal de la científica Marie Sktodowska Curie, más conocida como Madame Curie. Actualmente alberga un museo dedicado a su vida y obra. Posteriormente la guía se detendrá en este punto y nos contará más cosas acerca de esta extraordinaria mujer que consiguió dos premios Nobel en dos ramas diferentes, física y química siendo la única mujer que lo ha conseguido hasta ahora. Y lo que desconocíamos, que su familia ha conseguido 6 de estos premios.




Nos acercamos a la Plaza Zamkowy que es desde donde sale la visita guiada por la ciudad y que nos llevará prácticamente toda la mañana de hoy.




Comenzamos con la columna dedicada al Rey polaco Segismundo III Vasa, ese que en Cracovia no pueden ni ver. El motivo es porque este personaje además de ser sueco, trasladó en el año 1596 la capitalidad del país de Cracovia a Varsovia. Por tanto aquí lo adoran. La columna, el castillo y el resto de la ciudad tuvo que ser reconstruida después de la Segunda Guerra Mundial.




La guía se esfuerza en hacernos comprender la historia de Varsovia y de Polonia, un país con una convulsa y trágica historia sobretodo si tenemos en cuenta la historia reciente.
Concretamente Polonia quedó enteramente arrasada y todo lo que vemos en la actualidad ha sido reconstruido igual que estaba la ciudad antes de la guerra. Gracias al esfuerzo de sus habitantes le ha servido a la ciudad para estar en la lista de ciudades patrimonio de la humanidad. Quién lo diría al ver lo preciosa que es hoy la ciudad.





La causa de tanta destrucción que sufrió la ciudad hay que buscarla en el movimiento conocido como "El Alzamiento"que fue la mayor rebelión civil contra la Alemania nazi en toda la Segunda Guerra Mundial. El objetivo de dicho movimiento fue liberar Polonia antes de que lo hiciera la Unión Soviética.



La ciudad resistió durante 63 días el asedio alemán, pero sin apoyo aliado y menos del ejército rojo apostado en la otra orilla del Vístula sin hacer nada a favor de los rebeldes, la ciudad terminó por capitular con el resultado de 250.000 civiles muertos y el 85 por ciento de la ciudad destruido.
Abajo una fotografía del casco antiguo de Varsovia después de la guerra.




Va transcurriendo la mañana recorriendo la ciudad vieja de Varsovia bajo las explicaciones de nuestra competente guía y volviendo a pasar por la mayoría de lugares que ya habíamos visitado por nuestra cuenta. Pero al hacerlo con las oportunas explicaciones la experiencia es mucho más aprovechada.


Terminamos en el monumento al alzamiento situado en la ciudad nueva y frente a la Catedral Castrense del ejército polaco. Volvemos a recordar otra periodo negro de la ciudad y que tanto ha tenido que sufrir los embates del destino.
El alzamiento de Varsovia
Vídeo, el alzamiento de Varsovia

Precisamente, cerca de ahí encontramos una casa de cambio o Kantor con el mejor cambio que hayamos visto hasta ahora. Es curioso la diferencia de cambio que puede haber en una misma ciudad, algo que hay que mirar despacio pues supone ahorrar algo de dinero. 



Preguntamos a la guía algún lugar donde poder comer a buen precio aparte de los bares de leche que son establecimientos donde sirven comida tradicional a precio de coste. Nosotros buscamos uno, pasamos dentro, pero no nos convence y probamos con otra recomendación, el restaurante gosciniec.




Ubicado en la calle Podwale 19 junto a las murallas y enfrente de una escultura muy famosa en honor al pequeño insurgente. Una estatua de un niño pequeño con un gran casco que recuerda el papel que jugaron los niños en la guerra. 


Sirven comida típica polaca y la especialidad de la casa son los famosos pierogis, una especie de empanadas rellenas con diferentes condimentos que se pueden tomar fritas, cocidas, etc. todo ello regado con abundante cerveza. Tienen carta es castellano, cosa que ayuda mucho
Tenemos que esperar bastante rato en la cola para poder pillar una mesa en la terraza ya que el local no es muy grande y está bastante demandado. 


Salimos por unos 50 euros los cuatro con postre y café incluido, creo que es una buena opción por la cantidad y calidad de lo que nos han puesto.


Volvemos hacia la Plaza Mayor donde se encuentran muchas tiendas de recuerdos haciendo una parada ya que ahora toca hacer alguna compra para la familia. Polonia es conocida por la calidad de su ámbar y aquí en Varsovia ya podemos apreciar la importancia de esta resina fosilizada, aunque nos centraremos en él cuando lleguemos a Gdansk.






Seguimos callejeando sin rumbo fijo pasando por lugares donde nos ha llevado la guía esta mañana y no hemos podido disfrutar más tranquilamente como la Catedral de San Juan que es bastante austera por dentro.



La campana de bronce en medio de una pequeña plaza y que sobrevivió a un bombardeo en la Segunda Guerra Mundial a la que se le atribuye la propiedad de conceder deseos. Se cuenta que para ello hay que dar vueltas mientras se toca la misma. Ni que decir tiene que si te quieres echar unas risas aquí encontrarás motivos más que suficientes dada la gran demanda que tiene.




Decidimos atravesar el río y visitar el barrio de Praga ubicado en la otra parte del río. Mañana tenemos reservada otra excursión por este barrio donde nos centraremos en el antiguo gueto judío.



El monumento que se ve desde mucho antes de llegar a él corresponde a la Catedral de San Miguel Arcángel y San Florian Mártir con sus torres de 75 metros de altura. El interior es algo sencillo y sobrio pero la entrada es gratuita.




Un poco más adelante se encuentra la Catedral Ortodoxa, muy bonita por fuera y por dentro. Tenemos la suerte de estar celebrándose el ritual ortodoxo tan diferente al cristiano por lo que permanecemos un rato dentro disfrutando de tan curiosa liturgia.




Seguimos paseando a lo largo de la ribera del Vístula adentrándonos por el enorme parque que se extiendo a este lado del río y que conecta con el zoo de la ciudad.
Así llegando a la auto decidimos dejar el parking para visitar un centro comercial y después buscar un parking para pernoctar más cerca de donde mañana parte la ruta por el gueto de Varsovia.



Día 13 domingo, 18 de Agosto:

Anoche encontramos un parking en línea situado junto a la Iglesia de San Andrés Apóstol, GPS: 52.23822, 20.99332 situado en zona azul, pero hoy al ser domingo no se paga.
Cuando estacionamos vimos las vías de tranvía y pensamos que podía darnos la noche por el ruido que hacen estos vagones al pasar. Pero no lo hemos oído, la explicación la sabremos más tarde.





Estamos en la zona financiera y moderna de Varsovia donde se alzan los rascacielos de la ciudad destacando sobre todos los demás el sobrio edificio de estilo comunista que alberga el Palacio de Cultura y la Ciencia. Un regalo de la época soviética y que tan poco les gusta a los habitantes de la ciudad ya que les recuerda otro pasado negro que ha sufrido el país.


Y es que Polonia pasó de estar bajo el yugo nazi, para pasar al dominio comunista que se extendió desde el año 1945 hasta 1989. De nuevo se repite la triste historia de este pueblo sometido por unos y por otros. Y es que occidente, para apaciguar al líder ruso Iósif Stalin y evitar un nuevo conflicto, volvió a traicionar a Polonia cuando en la Conferencia de Yalta se decidió que el país quedaría en manos soviéticas ignorando al gobierno exiliado polaco.


Nos dirigimos a la Iglesia de todos los Santos que es desde donde parte la visita guiada por el antiguo gueto y barrio judío. Nos sorprende la cantidad de españoles que nos hemos juntado para hacer esta visita, tanto que los guías deben hacer dos grupos.



Este gueto fue el mayor de Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Aquí fueron confinados todos los judíos que vivían en Varsovia así como de otros lugares de Polonia, de otros países ocupados y de la propia Alemania. Fue concebido como un campo de tránsito hacia los campos de exterminio. Se estima que aquí estuvieron confinadas unas 400.000 personas durante los 3 años que existió.


Vamos visitando los lugares más emblemáticos del gueto como la sinagoga, un edificio de los pocos que todavía se conservan del gueto original, una fábrica con su fachada de ladrillo rojo que todavía se sostiene en pie, etc.




Vemos que nos estamos acercando al lugar donde hemos pernoctado y cuando estamos a unos 200 metros de la autocaravana la guía se detiene y nos explica el lugar donde se rodó la escena más famosa de la película "El Pianista" de Roman Polanski donde se levantó al efecto una réplica del puente de madera que había para cruzar por encima del muro y que separaba el gueto.



Unas indicaciones en el suelo por donde pasaba el muro y unos pontones en el lugar donde se ubicaba el famoso puente es lo que queda en recuerdo. Y nosotros que hemos dormido sin saberlo a escasos 200 metros de este lugar. Las vías de tranvía que pasan por donde tenemos la auto es también el recuerdo de este medio de transporte que después de la guerra se desechó.




El tour al final se hace algo pesado ya que hay que recorrer bastante trecho sin ver demasiado. Constantemente hay que imaginar lo que debió ser este horrible lugar, pero ha cambiado tanto que es difícil hacerse una idea. Es más bien una vista sentimental y quizás algo más larga de lo aconsejable.


La visita finaliza por fin en el Museo de la Historia de los judíos polacos con su fachada de cristal atravesada por una hendidura que hace referencia al pasaje de la biblia cuando el pueblo judío atraviesa el mar Rojo.


Enfrente también hay un monumento dedicado a los héroes del gueto en un bloque de roca negra que refleja el sufrimiento de todas las personas que estuvieron recluidas dentro.
Para finalizar nuestra visita al gueto vemos el monumento que se alza donde se ubicó la prisión de Pawiak construida por los rusos para los condenados a Siberia y que los nazis aprovecharon como parte del campo de concentración de Varsovia. Actualmente es el museo del Holocausto.


Comemos en las inmediaciones de esta zona que está llena de locales de comida turca y así ponemos fin a la visita al gueto de Varsovia y a la ciudad. A decir verdad nos ha gustado más esta ciudad que la famosa Cracovia. Casi toda la gente prefiere la segunda ciudad pero nosotros nos decantamos por la capital del país.
Todavía nos quedan lugares por visitar en este viaje por lo que ponemos rumbo hacia el norte. Pero esta última parte del viaje la dejaremos para la siguiente entrada.





1 comentario:

GMD dijo...

Que buenas fotos!! Me encanta Paris :) Buen trabajo !