01 abril 2020

Aldeias Históricas de Portugal 1ª parte


Nada más traspasar la raya por la provincia de Salamanca descubrimos un Portugal interno, de fortalezas defensivas, algo desconocido pero repleto de aldeas y pueblos con un rico y orgulloso pasado histórico.
Empieza un año nuevo y para celebrarlo después de las fiestas navideñas iniciamos un nuevo viaje y qué mejor destino que el país vecino, Portugal.

Día 1. martes 7 de Enero 2020:

En el mapa de abajo se puede observar dónde están situadas las aldeas históricas en Portugal.


En el siguiente mapa se puede ver el itinerario completo de nuestro viaje incluyendo las aldeas históricas de Portugal junto con otros lugares de España que visitamos a la ida y a la vuelta.


A media mañana salimos hacia Getafe para dejar a Alejandro. Como no llegaremos a comer nos detenemos en Tarancón para comer. Un vistazo en el móvil buscando recomendación de un restaurante con buenas opiniones y lo encontramos en Restaurante El Cruce.





Tomamos cuatro menús sin complicaciones ni más sutilezas a razón de 10 euros por cabeza. Es el típico restaurante de currantes que funcionan bastante bien si uno no quiere complicarse más. 


Tras dejar a Alejandro primero en Getafe y posteriormente a Paula en Valmojado ponemos rumbo hacia Ciudad Rodrigo el primer destino del viaje.
Hasta Moraleja vamos por autovía y el resto lo hacemos por una carretera normal en buen estado.

Ciudad Rodrigo:


Llegamos sobre las nueve de la noche a Ciudad Rodrigo en medio de una niebla bastante espesa. Tenía programado pernoctar en el parking junto al mercado pero vemos señales de restricción a vehículos de más peso que los turismos por lo que buscamos otro lugar.
Lo encontramos en la Calle Laguna al lado del Parque de la Glorieta, GPS: 40.599788, -6.528497, gratuito y sin servicios.



Tomamos algo en la auto y nos acercamos al casco antiguo para dar una vuelta. Llegamos hasta la Plaza Mayor envuelta en la niebla y pasamos a un bar para tomar un café.






Día 2 miércoles 8 de Enero:

Hemos pernoctado bastante tranquilos hasta las ocho de la mañana cuando las calles se han llenado de chavales que van al instituto con el consiguiente jolgorio juvenil.
La mañana se presenta fría y húmeda por la niebla que sigue omnipresente.



Esta mañana para entrar a la ciudad nos dirigimos a la Puerta del Conde y recorremos la muralla hasta la Puerta del Sol. Ciudad Rodrigo presenta la misma fisonomía de algunas ciudades portuguesas situadas junto a la antigua frontera española como Elvas o Almeida. Y es que la característica de todas ellas pasa por ser ciudades defensivas y la época de construcción de sus murallas son parecidas.





En cuanto pasas al interior del casco antiguo de Ciudad Rodrigo te das cuenta que estamos en una ciudad con un rico pasado como denotan sus palacetes, casonas, Iglesias y demás monumentos. Una de ellas es la torre de la Casa de los Chaves una de las familias antiguamente influyentes de la población.




Sin duda una de estas casas que más nos llama la atención es la Casa de los Vazquez. Es una casa esquinera ya que toda ella está ubicada en una esquina y tiene algo especial que te engancha por lo bella que es. Actualmente funciona como oficina de correos por lo que se puede visitar en horario de apertura al público. Sus puertas y sus zócalos de azulejos nos llaman bastante la atención.









Ponemos rumbo a la Plaza Mayor corazón de la ciudad antigua. Evidentemente el edificio que más destaca es el del Ayuntamiento todo de piedra del siglo XVI custodiado por dos cañones en recuerdo al pasado bélico de esta ciudad fronteriza.






Otro bello edificio ubicado en esta Plaza es la Casa del primer Marqués de Cerralbo también del siglo XVI que fue mansión de otro personaje importante de la población, Rodrigo Pacheco Osorio.


Otro gran edificio que también está en la Plaza es el Palacio de la antigua audiencia y cárcel de la ciudad que hoy día es un hotel.






En la Plaza del Salvador nos encontramos con otro bello edificio, concretamente con la casa de la Marquesa de Cartago edificado en el siglo XIX.







El siguiente monumento que vemos es la Catedral. Vemos que está abierta y pasamos a echar un vistazo sin que nadie nos diga nada. Luego nos damos cuenta que para verla hay que pasar por la parte de atrás y pagar la entrada.








Vamos a la taquilla y pagamos los 3 euros que vale la entrada para ver el Museo, Claustro, la Catedral y dentro de ella el Pórtico de la Gloria que no lo hemos visto cuando hemos pasado por primera vez al estar cerradas las puertas.


Lo primero que se ve es el Museo donde no se pueden tomar imágenes. Consta de la planta baja donde están expuestas algunas tallas, ropas de liturgia, restos de esculturas, cruces procesionales, etc. La planta de arriba donde tampoco dejan tomar imágenes cuenta con una colección de tallas policromadas y una foto del antiguo retablo cuyas tablas se encuentran en la Universidad de Arizona desde que la Catedral las vendió por falta de liquidez, una pena.






El Claustro está construido en dos épocas, la primera en el siglo XIV y la segunda en el siglo XVI. nos llaman la atención la iconografía de la lucha entre el bien y el mal donde podemos disfrutar de los capiteles y unas figuras de piedra muy bien conservadas así como una preciosa puerta plateresca.







El acceso a la Iglesia es por una simple puerta de madera. Ha terminado la misa y ya podemos acceder al interior para verla mejor. Lo primero que nos llama la atención es el Coro con una preciosa sillería del siglo XV tallada en madera de nogal. Si se mira con detenimiento se pueden observar las curiosas figuras profanas, populares y satíricas.




Lo siguiente que nos llama la atención es el Pórtico del Perdón o de la Gloria ubicado en la entrada principal y construido en el siglo XIII. Los relieves representan la coronación del a Virgen. El pórtico presenta 3 alturas con escenas de la vida de Jesús, los Apóstoles y otras esculturas. Su estado de conservación es realmente excepcional.







Terminamos de ver todo el interior de la Catedral de Santa María más detenidamente y cuando ya estamos satisfechos damos por concluida la vista.
Para saber más: Catedral de Ciudad Rodrigo


La Plaza del Buen Alcalde es curiosa de ver por sus pórticos con los techos de madera y sus colores blanco y amarillo con una bonita fuente en medio.


En la Plaza del Conde también nos encontramos con varios edificios interesantes. El Palacio de Moctezuma que actualmente es la Casa de Cultura. Y sobretodo el Palacio de Montarco con una bella fachada plateresca, dos columnas torsas ornamentadas culminadas con sendos leones y un gran escudo en el centro. Actualmente se hacen celebraciones como bodas en su interior.







Seguimos callejeando por las bonitas callejuelas de Ciudad Rodrigo encontrándonos con tiendas de las de toda la vida donde venden casi de todo. No podemos resistirnos a hacer algunas compras como embutidos, quesos, higos, vino de la zona, etc.








Nos desplazamos a la zona que pega al río Águeda y paseamos por encima de las murallas desde donde se obtienen unas bonitas vistas de la zona del río y del puente romano.


Por aquí está el castillo de los Trastámara que en la actualidad alberga un Parador Nacional por lo que pasamos a ver lo que nos dejen.





Construido en el siglo XIV lo que más destaca de todo este conjunto es la imponente torre del homenaje de tres plantas y rodeada de murallas. Preguntamos en recepción y nos dicen que se puede visitar la torre previo pago de 3 euros por cabeza. Optamos por ver las zonas del interior abiertas al público y la zona de jardines.








Tras haber satisfecho nuestra curiosidad salimos del castillo hacia la Plaza del mismo nombre donde hay expuestas unas fotografías antiguas del castillo. También hay aquí expuesta una figura de granito conocida como el Verraco del puente de origen celtíbero.




Proseguimos nuestro paseo por la parte alta de las murallas donde hay expuestos una serie de cañones apuntando hacia Portugal y que rememoran los rigores de las guerras por las que ha pasado esta ciudad desde la Guerra de Restauración Portuguesa, la de Sucesión española y la guerra de Independencia de España.





Nos retiramos a la auto a comer. Hemos comprado una botella de vino de la zona de los Arribes del Duero y tanto nos gusta que decidimos volver otra vez a la tienda para hacernos con una caja.




Terminamos de ver lo que nos ha quedado de esta mañana. Nos queda pasar al Palacio de los Águila con una bella fachada, un coqueto Patio y una curiosa exposición en miniatura de la ciudad durante la época de guerras por las que ha pasado.











Terminamos de ver esta bonita ciudad salmantina y ponemos rumbo hacia Portugal donde realmente comienza nuestro viaje por las aldeas históricas. En el mapa de abajo se pueden apreciar los 12 pueblos que conforman las Aldeas históricas de Portugal.


Nuestro primer destino es Castelo Mendo donde llegamos a última hora de la tarde. Curiosamente cuando estamos cerca de la frontera lusa la niebla se desvanece por arte de magia. Pasamos la raya imaginaria que separa España y Portugal sin ningún contratiempo.



Estacionamos a la entrada, GPS: 40.595679, -6.947828, gratuito y sin servicios, aunque se puede estacionar algo más adelante junto a las murallas.

Castelo Mendo:


Dos pastores lugareños nos confunden con franceses pero cuando ven que somos del país vecino se dirigen a nosotros para decirnos que más adelante también se puede estacionar. Les damos las gracias y los dejamos con su conversación y sus cabras pastando a su libre albedrío.





A estas últimas horas de la tarde no vemos a casi ninguno de los 80 habitantes del pueblo desde que hemos atravesamos las antiguas murallas de este antiguo pueblo fortificado. Que el mismo esté fortificado es debido a la proximidad de la frontera entre dos países ya que a lo largo de la historia han tenido sus rifirrafes e incluso sus guerras.




Una de las cosas que uno nota cuando entra en Portugal es la presencia de aseos públicos aunque sea en un pueblo diminuto como este de Castelo Mendo. Esto es algo que en nuestro país no terminamos de implementar ni imitar como sí ocurre en Francia o Portugal.




Por la misma calle principal que hemos tomado nada más traspasar las murallas medievales llegamos a la pequeña plaza del pueblo donde se erigen la coqueta Iglesia de San Pedro y el pelourinho, como denominan en el país vecino a nuestras picotas, esa columna de piedra donde eran expuestos y castigados los criminales.





Vemos un pueblo encantador, muy bien conservado, muy limpio, con unas casas donde predomina la arquitectura tradicional de casas bajas de piedra.
El acceso a la torre de la Iglesia está expedito y me aventura a emprender la subida para tener otra panorámica de la plaza. Pero tengo que abandonar cuando veo que la torre es un auténtico palomar y hay muchas cagadas de paloma.




Nos dirigimos hacia la parte más alta de pueblo donde está situado el castillo o más bien las pocas ruinas que quedan del mismo. Los perros son los únicos que notan nuestra presencia y responden ante nuestro intrusismo con feroces ladridos con el fin de defender su parcela de poder.




En lo que todavía queda del castillo vemos una pequeña capilla que pertenece a la Iglesia de Nuestra Señora del Castillo que debe ser posterior a la construcción del castillo originario. Evidentemente la Iglesia tampoco tiene techumbre como el resto del complejo.
Alguna tumba alrededor del castillo nos lleva a pensar que aquí se ubicaba el antiguo lugar de descanso eterno a los antiguos habitantes del lugar.
Y unas preciosas vistas de todo el valle del río Coa se pueden observar si te alejas un poco del castillo.





Un breve paseo por encima de un tramo de las murallas que en su día rodearon por completo el pueblo y así ponemos punto final al pueblo de Castelo Mendo.
Muy cerca de aquí también se puede disfrutar del pequeño pueblo de Castelo Bom, aunque ya es tarde y queremos llegar lo antes posible a Almeida,  nuestro segundo pueblo dentro del conjunto de aldeas históricas de Portugal.




El navegador nos echa por una carretera bastante estrecha hasta que por fin enlazamos con la nacional en bastante mejor estado. Llegamos sobre las siete de la tarde a Almeida completamente de noche y con la niebla de nuevo acompañándonos.
Nos metemos en su área de autocaravanas con todos los servicios y sin coste, GPS: 40.728940, -6.901472

Almeida:


Antes de meternos toda la noche en la auto salimos a dar un corto paseo como primera toma de contacto con el pueblo ya que mañana la pasaremos aquí.



Día 3. jueves 9 de Enero 2020:

Amanece un nuevo día sin ver los rayos del sol ya que estamos rodeados de una persistente niebla. Hemos dormido solos toda la noche de lo más tranquilos. Esto de salir en las épocas donde la  mayoría de la gente está trabajando tiene estas cosas buenas, que no hay saturación y es mucho más tranquilo viajar.








Venir hasta Almeida es para ver el complejo defensivo de las formidables murallas en forma de estrella de 12 puntas, las casamatas a prueba de bombas donde se refugiaba la población en caso de peligro, las dobles puertas y los fosos.




Entramos a Almeida por la puerta más cercana al área de autocaravanas, pero antes de meternos de lleno en el pueblo accedemos a una parte de las murallas y una casamata en medio de una espesa niebla que le confiere más misterio al momento. Podemos apreciar algunas tumbas compuestas únicamente de los losas de piedra cada una.



Enseguida entramos en el Museo Militar de Almeida donde hay que pagar una entrada que vale 3 euros por cabeza. En este museo situado en una casamata está compuesto de 20 salas y corredores y se pueden contemplar una serie de espacios interactivos y multimedia que recorren la historia de Portugal, las guerras peninsulares y la invasión y cerco de Almeida.







Es imponente y sobrecogedor pasear bajo los grandes bloques de granito sin aberturas al exterior, pero con conductos de ventilación y aljibes, que forman estos túneles subterráneos construidos en el siglo XVIII.





Podemos observar en las diferentes salas objetos, utensilios y sobretodo armas que van desde épocas antiguas de Portugal hasta épocas más recientes. Sin duda la mayor colección es de la época de guerras peninsulares y de cuando Almeida sufrió el asedio del ejército francés a principios de 1800.





Todo el conjunto defensivo de Almeida se empezó a construir en 1641 siguiendo el diseño del arquitecto militar francés Vauban después de que el rey español Felipe IV destruyera las antiguas defensas de la ciudad. Más de cien años después cuando se terminaron las defensas de Almeida la ciudad quedó protegida con ese particular aspecto que podemos observar a día de hoy.




Salimos de las murallas por la puerta de San Francisco en cuyo interior se encuentra la oficina de turismo para contemplar la ciudad desde otra perspectiva.







De nuevo volvemos al interior de la localidad, donde nos reciben algunos preciosos escudos heráldicos, la coqueta Iglesia de la Misericordia y la Santa Casa de la Misericordia con unos preciosos azulejos adosados en su fachada.






Subimos hacia la parte alta de la localidad donde antaño ocupaba todo este lugar el castillo y donde hoy día solo quedan unas pocas ruinas. Y es que la noche del 26 de Agosto de 1810 mientras la ciudad era sitiada por el ejército francés un proyectil lanzado por soldados franceses cayó sobre un barril de pólvora mientras era trasladado desde el castillo que hacía las veces de polvorín hasta las baterías de las fortificaciones.



Debido a esta tremenda explosión el castillo medieval y la ciudad quedaron completamente destruida además de causar la muerte a cerca de 500 portugueses defensores de este baluarte,



Pasamos al cementerio donde hay unos curiosos panteones donde incluso se puede ver algún ataúd algo diferente a lo que estamos acostumbrados y varias tumbas antiguas. También podemos ver la torre del reloj que la encontramos cerrada así como un precioso depósito de aguas que más bien se asemeja a una torre defensiva.






Bajamos de nuevo hacia la parte baja de la ciudad y pasamos por la Iglesia que posee una curiosa torre defensiva con sus almenas muy bien conservadas. No podemos verla por dentro ya que está cerrada.




La mañana al fin ha conseguido abrirse a la niebla y cuando ésta desaparece nos permite contemplar en todo su esplendor este maravilloso conjunto defensivo con sus imponentes murallas, casamatas y fosos. Así terminamos nuestra visita a este impresionante lugar y seguimos nuestro recorrido por las aldeas históricas.







Nuestra segunda aldea es Castelo Rodrigo donde llegamos a media mañana y tras intentar estacionar en la parte del cementerio vemos que es complicado y hay bastante pendiente por lo que volvemos a la entrada del pueblo junto a la rotonda, GPS: 40.87572, -6.96423, gratuito y sin servicios.

Castelo Rodrigo:





Castelo Rodrigo es otro pequeño pueblo que al estar igualmente cerca de la frontera española cuenta con su propio castillo defensivo enclavado como todo el pueblo en lo alto de un promontorio.
Penetramos en la aldea por la rua da Cadeira donde al poco nos sale al encuentro uno de los monumentos más representativos de Castelo Rodrigo, la Cisterna.




Se trata de una antigua Sinagoga que posteriormente se reconvirtió en Cisterna medieval o depósito de aguas, pudiéndose apreciar todavía el agua que alberga. Nos tenemos que asomar por una verja al estar la misma cerrada.



Seguimos callejeando por las estrechas y sinuosas callejuelas desiertas a esta hora del mediodía. Comenzamos el ascenso hacia la parte alta del pueblo y llegamos a una pequeña plaza ubicada a la espalda de la Iglesia donde como es tradicional se encuentra el pelourinho austero, en su base y ricamente decorado en su extremo superior.






Salimos del pueblecito por la antigua puerta del Sol llamada sí por estar orientada hacia el saliente. Por estas parte se ven numerosos establecimientos dedicados al turismo aunque todos ellos se encuentran cerrados. Terminada la época navideña el turismo se resiente.
Desde esta puerta se obtienen unas bonitas vistas del la curiosa torre del reloj enclaustrada en una torre del castillo de época anterior.




Nos acercamos a la taquilla del castillo para sacar la entrada que nos den un tríptico en castellano con información de lo que vamos a ver y pagar los 2 euros que nos cuesta la visita por nuestra cuenta a los dos.





Recios muros de una piedra de tono rojizo, altas paredes hoy en ruinas de este pequeño castillo que nos da a entender la principal función defensiva que cumplió en su día. Desde lo alto de sus murallas se puede comprobar perfectamente el por qué de su emplazamiento en tan pequeño pueblo.




En la parte posterior hay una escalera descendente que si uno pudiera seguir probablemente nos llevaría a las afueras del pueblo, cosa característica en este tipo de construcciones al efecto de evitar un largo asedio.





Continuando nuestro recorrido por esta aldea y ahora nos encontramos con la pequeña Iglesia con su  coqueto campanario acorde con el tamaño de la misma y que curiosamente posee dos campanas. está cerrada y no la podemos ver por dentro.




Siguiendo las murallas, la misma nos lleva hasta una torre desde donde se divisan unas vistas panorámicas del castillo y del pueblo en casi toda su totalidad.



Tras dar alguna vuelta más por la aldea ponemos fin a nuestra visita a Castelo Rodrigo. Como ya es hora de comer paramos a las afueras del pueblo en un área de picnic situada en el llano y desde donde se ven unas preciosas vistas de todo el pueblo.



Ponemos rumbo hacia el siguiente destino Marialva. El navegador nos echa por lugares realmente encantadores y bellos como la Reserva da Faia Brava ubicada en las faldas del río Coa encañonado entre imponentes farallones rocosos.




Este lugar es una reserva natural de propiedad privada y forma parte del parque arqueológico valle del Coa, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Paramos la auto para disfrutar de este espectacular lugar. Por momentos dudo que la autocaravana pueda subir por la revirada y pendiente carretera, pero tras preguntarle a un trabajador que se encuentra en una caseta eléctrica, me indica que sin problema.
para saber más:


Algo más adelante la carretera nos lleva hasta otro pìntoresco lugar donde el protagonista ahora es el río Massueime afluente del río Coa donde paramos la auto para ver mejor este lugar. Existe una presa y un refugio con su zona de picnic donde el río hace un estanque y donde es delicioso disfrutar de tan bonito lugar.








El tiempo por estos apartados y recónditos lugares transcurre a un ritmo más lento y pausado como podemos comprobar cuando nos encontramos con un rebaño en medio de la carretera o como cuando pasamos por pueblecitos con sus bonitas Iglesias pero con pocos vecinos por las calles.



Por fin llegamos a Marialva situada en lo alto de un cerro y, como no podía faltar, con su correspondiente castillo. Estacionamos en su pequeña plaza, único lugar habilitado en todo el pueblo como aparcamiento, GPS: 40.91439, -7.23316, gratuito y sin servicios.

Marialva:


Para llegar hasta aquí arriba hemos tenido que dejar el pueblo nuevo que está en llano y claramente diferenciado del casco antiguo.




La verdad es que este lugar te atrapa desde que llegas a él. Pasear por sus empedradas callecitas con casas construidas con la misma piedra que da la montaña donde está enclavado, el castillo arriba del todo protegiendo todavía con sus recios muros lo que en su día debió ser un enclave con cierta importancia. La capilla de Nuestra Señora de Lourdes y su pelourinho realzado sobre varias filas de piedra en perfecta armonía.






Nos quedamos con las ganas de ver el castillo por dentro, pero lo acaban de cerrar por lo que siguiendo una senda nos situamos a la misma altura de sus  murallas para tener una vista completa del monumento.




Comprobamos que Marialba está bastante bien equipado para el turismo rural con algún hotelito de ensueño perfectamente integrado en el entorno y varias casas rurales donde alojarse y desconectar rodeado de plena naturaleza.




La tarde va dejando paso a la noche y hace que la experiencia de pasear por las callejuelas desiertas de Marialva sea si cabe más gratificante y maravilloso. Probablemente no sería mala idea dedicar algunas horas más por este maravilloso lugar y recorrer alguna senda que nos interne por la exuberante montaña que rodea la aldea. Pero nos marchamos hacia el cercano pueblo de Trancoso para pasar allí la noche.




Enseguida llegamos a Trancoso y nos vamos al gran aparcamiento que hay a la entrada del pueblo y que hace las veces de mercado semanal que se celebra todos los viernes, GPS: 40.7746, -7.35088. gratuito y sin servicios.

Trancoso:




A pesar de ser ya de noche todavía es temprano por lo que decidimos dar una vuelta por el pueblo antes de meternos en la auto para toda la noche.
Accedemos al casco antiguo de Trancoso por la Puerta del Rey que ya nos hace pensar que lo que viene después de atravesar esta imponente puerta va a ser algo digno de ver.



Recorremos la calle Corredoura llena de tiendecitas algunas de ellas antiguas de las de toda la vida con su encanto particular y nos desviamos a la izquierda donde está la Cámara Municipal o Ayuntamiento. Enfrente una escultura de un histórico personaje que ha dado el pueblo, Gonçalo Bandarra, autor de las Trovas mesiánicas y del que hablaremos más tarde.  




Llegamos a la Plaza de Dom Dinis y quedamos maravillados con este precioso rincón de Trancoso con el Pelourinho, la Iglesia de la Misericordia, la Iglesia de San Pedro y sus casitas de bajos adintelados.



Nos metemos de lleno en el barrio judío de Trancoso paseando por sus angostas y reviradas callejuelas repletas de macetas de hortensias, aunque en esta época del año solo quedan las ramas. Pasear por aquí en primavera debe ser algo especial si se miran fotos de internet.



Llegamos al castillo de Trancoso que lo vemos bastante bien conservado. Construido con la típica piedra oscura tan abundante en Portugal. Tan solo vemos un detalle que no pega a este conjunto como es la enorme rampa de obra que han construido para personas discapacitadas. Con algo menos llamativo hubieran conseguido ese noble objetivo y el de no resultar tan feo.





Nos resulta sorprendente la cantidad de murallas que se conserva, así como la existencia de varias viviendas integradas perfectamente en las mismas.



Antes de retirarnos al parking decidimos cenar en una taberna que hemos visto cuando hemos pasado por la Puerta del Rey ya que nos ha parecido que tiene buena pinta. Se trata de la Taberna do Bacalhau Frito donde tomamos un par de vinos y una ensalada de Bacalao por 10 euros. Muy buena experiencia de trato como de cantidad y calidad.




Día 4. viernes 10 de Enero 2020:

Noche movidita la que hemos tenido. Al ser hoy viernes día de mercado y la explanada ser muy grande pensé que retirándonos hacia la parte más lejana al pueblo nos ahorraríamos las molestias del mercado. Pero no ha sido así, mejor tendríamos que habernos ido más hacia el pueblo ya que los vendedores han puesto sus tiendas por toda la explanada. Nos hemos tenido que cambiar a primera hora de la mañana con la consiguiente molestia, pero qué le vamos a hacer.




Esta mañana accedemos a la ciudad vieja a través de la Porta do Prado muy similar a la del Rey. Pero por esta puerta se puede subir hasta lo alto de las murallas e incluso caminar por ella cosa que yo hago y recomiendo ya que se ve la ciudad de otra manera.




Esta mañana encontramos abierto el castillo. Pagamos 1 euro por cabeza y nos metemos adentro para echar un vistazo. No hay demasiado que ver en el interior como en casi todos los castillos. Solo merece la pena subir hasta lo alto de la torre del homenaje desde donde se divisa toda la ciudad.









De todas formas a mí me gusta pasar dentro de estos monumentos pues me hacen retroceder en el tiempo e imaginarme cómo debía ser la vida en estos castillos. Como no podía ser de otra manera, el castillo de Trancoso también su propia leyenda, la de la joven cristiana Iberusa Leona que fue hecha prisionera por los musulmanes que dominaban el pueblo.



Ya en el barrio judío nos topamos con el Centro de Interpretación de la Cultura Judía en el lugar que antiguamente era ocupado por una Sinagoga. Hay que recordar que cuando los Reyes Católicos expulsaron a los judíos de España, muchos de ellos se marcharon a Portugal siendo Trancoso un lugar donde vivieron bastantes de ellos.



Dentro hay una moderna Sinagoga donde una chica muy amable y simpática se esfuerza en explicarnos lo que significó la comunidad judía mientras estos estuvieron en Trancoso. También una exposición que versa sobre una de las familias y sus descendientes más influyentes y su diáspora por todo el mundo. Bastante interesante la verdad.



Enfrente de este edificio también se puede visitar de manera igualmente gratuita una casa, hoy Museo, que se dice fue la morada de Gonçalo Enes Bandarra, el zapatero, escritor y profeta más ilustre de Portugal que vivió en el siglo XVI. Se puede ver un vídeo en portugués donde gente mayor opina sobre este personaje histórico, la zona de campo donde vivió parte de su vida como un ermitaño, así como diversos objetos relacionados con su oficio.





En la Plaza de Dom Dinis, el Rey portugués al que Trancoso debe gran parte de su importancia, están las Iglesias de la MIsericordia y San Pedro que están abiertas y se pueden visitar. Son pequeñas, coquetas y bonitas por dentro. En la de San Pedro está enterrado Bandarra, una lápida en la pared nos lo recuerda.









En el pueblo también hay otro imponente edificio, El Palacio Ducal, el segundo vizconde de Trancoso y la Duquesa de Poze hija de un príncipe heredero del trono polaco. Pero actualmente presenta un estado lamentable y solo se salva la fachada.


Antes de marchar nos pasamos por el mercado cubierto donde se venden productos regionales y como somos mucho de quesos hacemos la compra de costumbre para que en casa todos los podamos probar acordándonos de los lugares donde los adquirimos.
Nos ha gustado bastante Trancoso, es un pueblo con mucha historia y carácter, más grande que otras aldeas que hemos visitado pero muy auténtico.




Fin de la primera parte.



6 comentarios:

Antonio Bueno dijo...

Buen viaje, aunque habéis dejado algún pueblo fuera, en la región del Alentejo y Beiras,por ejemplo Monsaraz, Castelo de Vide, Estremoz...y otros.
Saludos

alsaga dijo...

Esa zona del Alentejo ya la conocemos en parte de otro viaje anterior. En esta ocasión nos hemos centrado en la comarca de las aldeas históricas. Sin duda el Alentejo es un buen destino para visitar como todo Portugal.

GMD dijo...

Que bonita zona de portugal! Espero la segunda parte!

VyM dijo...

Muy buen post. Yo hice el trabajo de fin de carrera de esa zona y me gustó muchísimo.

Os dejo mi entrada por si resulta complementaria.

https://viajesymapas.com/espana/cyl/salamanca/ruta-de-las-fortificaciones-de-frontera/

Un saludo

alsaga dijo...

Gracias por tu aporte VyM. Ya te hemos enlazado tu blog. Un saludo.

José dijo...

tan cerca de España y tan diferente, entre la zona d eoporto o Lisboa me quedo con Lisboa sín diferencia, no por eso el resto es menos.
gran pais con una gente amale y fantástuca.
un abrazo,
José