14 septiembre 2018

Tras los pasos y huellas del Cid y Machado, Burgos y Soria. 1ª parte


En esta ocasión nos subimos hacia el norte siguiendo los pasos y huellas de dos personajes que nos precedieron, tan diferentes y únicos, el Cid y Machado, la espada y la pluma. Nos vamos hacia Burgos y Soria.



Salimos hacia Madrid donde llegamos a medio día. Nos dirigimos a un parking que tenemos localizado en la Calle Villarrobledo bastante cerca de la estación Sur Méndez Álvaro desde donde se puede tomar el metro. GPS: 40.392618, -3.681847


Vemos que el parking es para autobuses aunque hay algún vehículo e incluso camiones y furgonetas. También observamos que al lado hay una comisaría de Policía Municipal. Están haciendo como unas prácticas y le pregunto a un funcionario si hay algún problema en dejar la auto 2 o 3 horas. Nos dice que saquemos ticket al ser zona azul y que no debe haber ningún problema. Así lo hacemos aunque finalmente estaremos algo más de tiempo.


Nos acercamos a la estación Méndez Álvaro para coger el metro y desplazarnos al centro de Madrid ya que hemos quedado con nuestro hijo Alejandro para comer, aprovechar para verlo y hacerle una visita. Damos una vuelta por el centro hasta la hora que tenemos reservada en la marisquería Ribeira do Miño, ubicada en la calle Santa Brígida 1.


Se trata de una marisquería con una muy buena relación calidad precio y un servicio bastante bueno. Eso sí, mejor reservar ya que se pone a tope y es fácil quedarse sin mesa.
Pasamos un rato bastante agradable y tras despedirnos de Alejandro volvemos al parking donde cogemos la auto y salimos de la ciudad por la carretera de Burgos.


Antes de salir de Madrid visitamos un par de concesionarios de autocaravanas ubicados en la carretera de Burgos, ya que queremos ver un par de modelos que nos llaman la atención. Nuestro gozo en un pozo ya que a pesar de ser concesionarios oficiales no tienen los modelos que nos interesan por lo que seguimos ruta hasta Sepúlveda donde pernoctaremos esta noche.


A última hora de la tarde llegamos a Sepúlveda y antes de estacionar en el lugar donde pernoctaremos subimos por la carretera desde donde se obtienen unas bonitas vistas de este precioso pueblo.



Seguidamente nos vamos hacia el amplio parking situado en la calle Postiguillo donde pernoctaremos esta noche. GPS: 41.298951, -3.745015, con una fuente algo más arriba pegando al pueblo donde poder tomar algo de agua y con coste gratuito.


Estamos solos, cosa que nos extraña ya que Sepúlveda es un pueblo que tiene bastante turismo y es raro no ver más autocaravanas aquí.
Como todavía queda algo de luz nos acercamos al pueblo para una primera toma de contacto. Ya habíamos estado en Sepúlveda hace por lo menos 20 años y no lo recordamos bien.


Enlace para descargarse el plano turístico en pdf de Sepúlveda: 


El primer lugar de interés que nos encontramos es la puerta del Azogue, una puerta románica con unos restos de la antigua muralla  que ha llegado a nuestros días.
Lo siguiente que sale a nuestro encuentro es el Museo de los Fueros ubicado en la Iglesia de los Santos Justo y Pastor donde se puede ver la historia de Sepúlveda.


Por la misma calle del mismo nombre de la Iglesia nos topamos ahora con la Casa de los Proaño o del Moro, una casona de fachada plateresca y que aparece que en la actualidad alberga un restaurante

Conforme vamos recorriendo esta calle observamos una gran cantidad de casonas y palacetes algunos en mejor estado que otros lo que nos lleva a imaginar la importancia que ha tenido Sepúlveda a lo largo de su dilatada historia.


Al final de la calle aparece delante de nosotros la Iglesia románica de Nuestra Señora de la Peña, siendo una joya del románico conteniendo en su interior un retablo barroco del siglo XVIII. Igualmente destaca unas escenas del apocalípsis en el pórtico de la puerta, así como su torre.


Está cerrada y no la podemos ver por dentro, aunque rodearla y contemplar su bella silueta ya nos deja más que satisfechos.


Desde aquí nos asomamos al cortado que forma el río Duratón y recordamos que no muy lejos de aquí se pueden visitar las Hoces del Duratón y la Ermita de San Frutos, un lugar muy recomendable y con unas vistas sencillamente espectaculares. Nosotros ya estuvimos allí la otra vez que visitamos esta zona por lo que ahora nos lo ahorraremos.



Después de rodear la Iglesia y comprobar el contraste entre este bello monumento y el bloque de edificios que hay justo detrás nos encaminamos ahora a observar más detenidamente el bello pórtico de la Iglesia con escenas del apocalipsis. 



Terminada de ver esta zona retrocedemos por donde hemos venido poniendo rumbo hacia el siguiente punto de interés, la Iglesia románica del Salvador.


Igualmente encontramos el monumento cerrado y nos tenemos que conforman con rodearlo para observarlo por fuera y apreciar sus dimensiones.


Por encima de todo lo que más nos llama la atención es la bella galería porticada y su pequeña torre. Aquí la noche se nos echa encima momento en el que va despuntando la salida de una luna preciosa.



Poco a poco se va echando la noche encima y es entonces cuando este tipo de lugares se transforman como por arte de magia en rincones donde se respira su pasado e historia.


Vamos callejeando por las estrechas calles de Sepúlveda descubriendo rincones con verdadero encanto que sus habitantes han sabido conservar y mantener para que podamos disfrutar los visitantes. Así llegamos a la Iglesia de Santiago que alberga el centro de interpretación de las Hoces del río Duratón.



Nos llama la atención la tranquilidad que se respira en el pueblo ya que las calles están vacías y casi no vemos a nadie deambular por lo que disfrutamos si cabe todavía más.


Llegamos a la Plaza de España verdadero corazón de Sepúlveda y una de las plazas más bonitas que uno puede visitar en España. El recuerdo que teníamos de ella era por el día pero visitarla a estas horas no tiene nada que ver. No vemos prácticamente a nadie y apenas hay vehículos que rompan la armonía y belleza de la plaza.





Al fondo de la plaza nos encontramos con la Iglesia románica de San Bartolomé a la que hay que subir por una coqueta escalera de piedra ofreciendo otro premio representado por un bonito crucero.
Volvemos a la auto dando por bien empleado la introducción a Sepúlveda. Mañana continuaremos con la visita.




La noche resulta ser muy tranquila, hemos dormido muy bien sin ningún ruido. Tras desayunar nos ponemos de nuevo en marcha para ver Sepúlveda de día tras la introducción de anoche. Directamente nos vamos a la Plaza de España o Mayor donde destaca el castillo palacio con el típico nido de cigüeña en lo alto del pequeño campanario.




Nos alejamos algo del castillo palacio hacia la Iglesia de San Bartolomé para poder tener una perspectiva más amplia de toda la plaza. La silueta en lo alto de la Iglesia del Salvador  hace que se disfrute desde aquí de una bella postal de la población de Sepúlveda.




La Iglesia de San Bartolomé está cerrada y nos tenemos que conformar con ver por fuera este monumento del que no queda mucho del original y que se construyó entre los siglos XI y XII.




A estas primera horas de la mañana todavía se está despertando el pueblo y no hay apenas turistas por las calles cosa que se agradece. Desde un  mirador podemos ver otra perspectiva del bonito pueblo que es Sepúlveda.




En los restaurantes de la Plaza Mayor se está haciendo acopio del producto estrella que reina en estas tierras, el cordero que se puede degustar asado en los hornos de leña que tienen los restaurantes. Un aliciente más para aprovechar cuando se visita este lugar.




Seguimos callejeando volviendo a pasar por algunas de las calles que recorrimos anoche y que de día tienen otro color. Visitamos también la oficina de turismo donde nos proporcionan un plano para recorrer el pueblo pero vemos que visitas no hacen por lo que damos alguna que otra vuelta por el pueblo y a media mañana ponemos fin a nuestro recorrido por este bonito pueblo de Sepúlveda.



Salimos de Sepúlveda y nos dirigimos al cercano pueblo de Duratón donde visitaremos la Iglesia románica de Nuestra Señora de la Asunción.



Estacionamos en la misma puerta de la Iglesia, GPS: 41.287714, -3.682282, gratuito y sin servicios.



Estamos ante uno de los mejores ejemplos del románico donde, sin lugar a dudas, sobresale por encima de todo el magnífico porche añadido con posterioridad al siglo XIII que es cuando se construyó esta Iglesia.



Tengo que reconocer que este tipo de monumentos cada vez nos gustan más y no desaprovechamos la ocasión de visitarlos cuando nos pillan de paso o hay que hacer algún desvío.



La Iglesia está cerrada y por tanto desconocemos si lo que tiene dentro merecerá la pena. Pero por experiencia sabemos que el románico es muy austero por dentro y casi siempre el mayor interés radica en el exterior.




Una vez recorrida tranquilamente por fuera dando la vuelta completa para apreciar mejor sus dimensiones nos centramos en lo más interesante, su pórtico.



Dicho pórtico tiene diez arcos y dos puertas, sus esculturas en ábacos, capiteles y arcos demuestran la presencia de maestros canteros de primer nivel. Todo el pórtico está recorrido por una bella cenefa con canecillos y metopas bellamente esculpidas.


El estado de conservación es bastante bueno y sorprende el nivel de detalle y perfección que muestran las diferentes figuras esculpidas representando escenas de campo y labores agrícolas.



Los capiteles son auténticas obras maestras del románico destacando el capitel del nacimiento de Jesús. Un panel explicativo nos ayuda a entender mejor lo que vamos viendo así como las obras de conservación que se han llevado a cabo para poder admirar lo que estamos disfrutando.




Una vez más nos sorprende que esta joya arquitectónica se encuentre en este paraje alejado de cualquier lugar transitado. Separada del pequeño pueblo de Duratón, sin ningún tipo de protección, al alcance de cualquier desalmado que le pueda causar un daño irreparable.



Dejamos esta verdadera joya no sin antes pararnos en la carretera para disfrutar de la Iglesia desde otra perspectiva con el fondo de un precioso bosque de chopos.


De nuevo en la autovía dejamos la provincia de Segovia y ponemos rumbo a Aranda de Duero nuestra siguiente parada ya en la provincia de Burgos. Una vez en la población nos dirigimos a su área de autocaravanas ubicada en un gran parking junto al río Duero, GPS: 41.670318, -3.693232, con llenado y vaciado de aguas sin coste.




Por el Puente Duero cruzamos el río y por el túnel que hace un bonito edificio tomamos la calle de la Sal que nos deposita en la coqueta Plaza Mayor que rebosa una vitalidad como no hemos visto esta mañana en Sepúlveda.



En la misma plaza nos encontramos con la oficina de turismo donde entramos para tomar algo de información sobre Aranda de Duero. Justo al lado está el Museo de Juegos tradicionales donde hay que pagar para verlo por lo que tras echarle desde la puerta un vistazo lo descartamos.


En la oficina de turismo nos invitan a ver gratuitamente un pequeño museo del vino que tienen en el sótano cosa que aprovechamos. Se trata de una exposición con maquetas sobre las numerosas cuevas que hay por toda la ciudad, el aspecto que tenía la ciudad en la edad media, así como diversos utensilios para la elaboración del vino.






No queremos perdernos la visita más importante de Aranda de Duero la Iglesia de Santa María ya que desde la oficina de turismo nos comentan que cierra a medio día por lo que ponemos rumbo hacia este monumento.


Como no queremos perdernos el interior lo primero que hacemos es pasar directamente dentro y dejar para después la preciosa fachada que hemos visto de refilón.
Nos parece un templo enorme de unas proporciones realmente espectaculares. Su estilo es gótico del siglo XV.


Presenta tres naves y crucero destacando la capilla de los Salazar, la escalera del coro de estilo mudéjar con importantes labores de yesería realizadas en 1523 por un maestro local y el púlpito de estilo renacentista.



Una vez ya visto el interior salimos fuera y al poco vemos que el cura comienza a cerrar las puertas dando así por concluida las visitas de esta mañana, hemos tenido suerte por poco.


La portada de la Iglesia es sencillamente espectacular, una obra de arte atribuida a Simón de Colonia. Hay un nivel de detalle y de perfección que nos deja anonadados. Todavía quedan restos de la antigua pintura que cubría las escenas lo que sin duda tenía que ser de una belleza singular.




Ponemos ahora rumbo hacia el puente de las Tenerías de origen medieval sobre el río Bañuelos desde donde hay unas vistas realmente bonitas de esta parte de la ciudad.



Desde aquí se observan unas bonitas vistas del puente medieval con la Iglesia de San Juan destacando en lo alto de una loma rodeada de cipreses.




Este es un bello rincón de Aranda de Duero que bien merece una visita tranquila y sosegada mientras desde lo alto del puente vemos discurrir las aguas del río Bañuelos.


Tomamos una ascendente calle que nos traslada a la Iglesia de San Juan con su curiosa torre fortificada que formó parte de las defensas de la villa. De construcción gótica anterior a Santa María luce una elegante portada de arcos apuntados sostenidos por delicados capiteles.


Actualmente alberga el museo de arte sacro que a estas horas ya está cerrado. Enfrente se ubica la Casa de las Bolas que es un museo de pintura y se puede visitar.



Seguimos callejeando por Aranda de Duero y en una tienda que venden vinos pasamos a preguntar por la bodega que anuncian en la puerta. Se trata de un local que hace visitas guiadas a su bodega y alguna más, así como degustaciones e incluso visitas teatralizadas.


Nos parece bastante interesante esta iniciativa, aunque a nosotros nos interesa más ver alguna de estas típicas bodegas que se extienden por una red de túneles de 7 kilómetros por el subsuelo de la ciudad y que fueron excavados entre los siglos XII y XVIII.



Amablemente nos permiten bajar los 9 a 12 metros de profundidad que suelen tener estas bodegas donde podemos observar la forma de construcción de estos lugares cuya temperatura se mantiene constantemente entre los 11 y los 13 grados todo el año.



Dicha bodega está perfectamente acondicionada para hacer visitas turísticas como nos han informado los dueños del local. Nos sorprende las dimensiones de la misma y el gran trabajo que se ha tenido que llevar a cabo para darle la actual forma.


Una vez dadas las gracias y prometiendo que estudiaremos la visita que venden ponemos rumbo hacia la Plaza del Rollo donde se alza el Palacio de los Verdugo una elegante mansión señorial construida en el siglo XV. Igualmente aquí podemos contemplar el Rollo jurisdiccional de finales del gótico que también ha sido utilizado como picota para infligir castigos.


Pasamos a un bar a tomarnos un vino y de paso a visitar otra bodega. Prácticamente en casi todos los restaurantes del centro histórico de Aranda de Duero hay en su subsuelo una bodega por lo que no hay que preocuparse en ir buscándolas. 



En este caso comprobamos que ésta es más austera y de dimensiones más reducidas que la primera que hemos visitado aunque igualmente tiene su encanto e interés.



Con esta segunda visita ponemos fin a nuestro interés por las bodegas y nos ponemos manos a la obra para buscar un lugar para comer. Lo encontramos en la plaza San Antonio en un restaurante llamado Boca Boca donde comemos bastante bien.






Terminados de comer ponemos rumbo hacia el área de autocaravanas dando así por concluida nuestra visita por este bonito pueblo que tiene tantos lugares que ver.





Nuestro siguiente destino es un pueblo bastante más pequeño pero que también ofrece bastantes alicientes para ser visitado, Peñaranda de Duero.


En menos de media hora nos plantamos en Peñaranda de Duero y antes de subir al castillo paramos en la bodega Castillo de Peñaranda donde compramos unas botellas de ribera de Duero a precio de bodega. Seguidamente vamos con la auto al parking del castillo, GPS: 41.690962, -3.480655.


El acceso al castillo lo encontramos abierto por lo que penetramos en su interior para descubrir lo que ofrece que no es mucho la verdad. La fecha de su construcción data del siglo XI y el mismo se sitúa en lo alto de un cerro que domina todo el horizonte de esta villa castellana.






Eso sí, las vistas que se obtienen desde aquí arriba de toda la población de Peñaranda de Duero merecen la pena destacando por encima de todo la Iglesia Excolegial de Santa Ana.


La torre del homenaje es la parte mejor conservada o restaurada y alberga un centro de interpretación de los castillos que como no podía ser de otra manera se encuentra cerrado.




Tras la búsqueda de la mejor perspectiva de los restos del castillo para inmortalizarlos con nuestra cámara ponemos rumbo hacia el pueblo estacionando en la carretera que atraviesa el pueblo y desde donde se obtienen unas buenas vistas del castillo, GPS: 41.687321, -3.481470, gratuito y sin servicios.


Aquí podemos disfrutar de las vistas de las murallas de Peñaranda que corresponden a los dominios del Palacio de los Avellaneda ubicado en la Plaza Mayor. Están muy bien conservadas o se han restaurado recientemente.



Enseguida estamos en la Plaza Mayor que bien podría ostentar uno de los cinco primeros lugares en cuanto a belleza de todas las plazas de España que hayamos visitado. Todo ello resaltado por la imponente figura del castillo al fondo en lo alto.


A nuestra izquierda destaca sobre toda la plaza el imponente Palacio de los Condes de Miranda (Avellaneda). Vemos que sale gente de su interior y nos dirigimos a ver si se puede visitar. Resulta ser una visita guiada que ha terminado y por hoy ya no hay más visitas por lo que tenemos que conformarnos con ver una preciosa puerta y su patio.




Sin ningún género de duda estamos ante una verdadera joya renacentista que bien merece la pena hacerle una visita guiada. Tan solo con lo que nos dejan ver ya merecería la pena pagar. Su construcción es de finales del XVI con una portada plateresca, el precioso patio, una escalera de honor, yeserías y sobretodo sus techos artesonados mudéjares, góticos y renacentistas.


Con la decepción de no haber podido disfrutar de esta joya fiel reflejo del dominio señorial de los Condes de Miranda uno de los principales linajes castellanos del siglo XVI salimos de nuevo a la plaza para terminar de disfrutar de este bello rincón de Peñaranda.


Varias casonas antiguas pero muy bien conservadas con sus fachadas de piedra y entramado de madera llaman poderosamente nuestra atención conquistando nuestras retinas y el objetivo de nuestra cámara.


En el otro costado de la Plaza Mayor se ubica la imponente Ex Colegiata de Santa Ana del siglo XVI. En su portada barroca se alojan varios bustos y columnas romanas traídos del cercano yacimiento de Clunia, cosa que sorprende encontrar junto a una Iglesia cristiana. Está cerrada y no podemos visitar su interior.



Ahora tomamos la Calle de la Botica en búsqueda de la Botica de los Jimeno una tradicional familia de boticarios y farmaceúticos. Se conserva la botica tradicional del siglo XVII con un espléndido botamen de la época. Además en el año 2007 fue declarada bien de interés cultural con la categoría de monumento.


Se puede ver algo de la botica pero debido a las horas que son la misma está cerrada y solo podemos ver parte de su interior al haber habilitado una especie de escaparate.



Otro de los lugares que se pueden visitar en Peñaranda de Duero es el Convento de San José también del siglo XVI y ubicado a las afueras dela población. Probablemente también se encuentre cerrado por lo que descartamos acercarnos a verlo.



De nuevo volvemos al corazón de Peñaranda de Duero esa plaza tan preciosa que  nos ha cautivado y enamorado. Podemos contemplar más detenidamente el rollo judicial ricamente elaborado en piedra que se alza en medio de la plaza desafiando el paso del tiempo.




Nos cuesta mucho despedirnos de un lugar así de bonito por lo que nuestra última mirada la empleamos sobre la Plaza Mayor y la imponente silueta del castillo encaramado a lo alto de la loma.





Ponemos rumbo hacia nuestro siguiente destino, Caleruega. Al llegar a la población estacionamos en una zona verde de reciente construcción GPS: 41.823660, -3.489537, gratuito y sin servicios.


Una escultura ecuestre del Cid Campeador nos recibe y nos recuerda que estamos en tierras que en su día vieron cabalgar a tan conocido caballero castellano.


Caleruega pasa a la historia porque en 1170 nace en la población Santo Domingo de Guzmán quien fundaría la Orden de los Predicadores frailes dominicos por lo que fue canonizado.


La esbelta silueta del Monasterio de Santo Domingo de Guzmán sobresale por encima del pueblo siendo el monumento más representativo de Caleruega.


Ya en la Plaza la Iglesia Parroquial de San Sebastian del siglo XII de estilo románico nos llama la atención por lo que subimos las escaleras para ver si estuviera abierta. No hay suerte y por  tanto no podemos ver por dentro el templo donde fue bautizado Santo Domingo.


Tampoco podemos acceder al Monasterio para visitarlo por dentro así como el Torreón de los Guzmanes, un imponente torreón de defensa construido en el siglo XII.
Pero vemos que la puerta está abierta y le preguntamos a unas abuelas que no nos dicen nada por lo que entramos a curiosear. Vemos un gran pasillo lleno de bustos de monjes y curas hasta que decidimos no tentar la suerte y salir de nuevo.



Recorremos el pequeño tramo de calle que va desde la Iglesia de San Sebastian hasta el fondo de la misma donde se alza la estatua erigida por Caleruega a tan insigne hijo de la población.




Caleruega se ve rápido ya que en ese tramo de calle está todo visto y si encima se visita a estas horas de la tarde donde ya está todo cerrado pues termina uno antes. Subimos a la parte alta del pueblo y a las faldas del cerro que domina el pueblo vemos las antiguas cuevas algunas de ellas todavía utilizadas más para diversión que otra cosa.



De nuevo volvemos a la parte baja del pueblo para echar un último vistazo al Convento y al Torreón que no hemos podido visitar. Podríamos pernoctar aquí y mañana hacer la visita pero preferimos seguir ruta y pernoctar en Lerma.




Pero antes de llegar a Lerma visitaremos otra pequeña localidad, Gumiel de Izán. Al llegar al pueblo dejamos la autocaravana junto al Arco Matadero una de las entradas que antiguamente tenía la villa. GPS: 41.774605, -3.689465, gratuito y sin servicios.


El principal atractivo de Gumiel de Izán es su imponente Iglesia de Santa María de la Asunción con su espectacular fachada renacentista y el retablo de su interior.




También encontramos el monumento cerrado y nos tenemos que conformar con ver su preciosa y descomunal fachada. Parece mentira que en un pueblo tan pequeño se construyera un templo de estas dimensiones. Ello nos lleva a pensar la importancia que tuvieron que tener estos pueblos que estamos viendo y que en la actualidad la han perdido. 


En la Plaza algunas casas de piedra y entramado de madera destacan por su belleza y armonía. Es una delicia contemplarlas y ver que la tradición y el sistema de construcción de antaño no se ha perdido, que se están haciendo esfuerzos de rehabilitación de las mismas para poder seguir disfrutando de su belleza y autenticidad.





El pueblo gira entorno a la Plaza Mayor donde domina la Iglesia de Santa María construida entre los siglos XV y XVI aunque posteriormente en el siglo XVII se le añadió su monumental fachada renacentista. Aún así damos una vuelta por las callejuelas del pueblo para sorprendernos con alguna que otra fachada que son auténticas delicias de piedra, madera y estucos de coloridos tonos.



También es conocido Gumiel de Izán por haber sido el lugar donde se crió Santo Domingo de Guzmán ya que su tío era el Arcipreste de la localidad. Ahora se entiende la presencia aquí de esta gran Iglesia que hubiera estado bien visitar por dentro sobretodo por ver su mueso.





Pero queremos pernoctar en Lerma por lo que con la últimas luces del día ponemos rumbo hacia allí que fue villa ducal del Duque de Lerma favorito del Rey Felipe III.


Ya de noche llegamos por fin a Lerma y estacionamos en la Calle de la Estación donde hay varias autos más. Parece un lugar tranquilo para pernoctar por lo que nos quedamos aquí, GPS: 42.026115, -3.761958, gratuito y sin servicios.


Antes de meternos en la auto y cenar hacemos lo que es costumbre, hacer una primera toma de contacto con la localidad. Cuando los lugares se transforman, cuando por sus calles no hay el bullicio del día, cuando las cosas se ven de manera diferentes, es algo que nos gusta hacer allá donde vamos.






Hemos dormido bastante tranquilos en este lugar. Ahora poco a poco el parking se va llenando ya que está muy cerca del centro y la gente lo suele utilizar para hacer gestiones.



Amanece otro día primaveral pues estamos a finales de Abril y la mañana de hoy la vamos a dedicar a visitar la villa de Lerma. Por internet hemos visto que existe la posibilidad de hacer una ruta turística a través de la Oficina de turismo que enseña lo más destacado de Lerma.





Una vez en Monasterio de Santa Teresa cuyas instancias monacales albergan hoy en día el Ayuntamiento, los Juzgados,la Oficina de Turismo y el Centro de Interpretación de la Villa, preguntamos por la visita que empieza sobre las 10:30.



Sacamos la entrada que cuesta 4 euros por cabeza y que da derecho a ver el Centro de Interpretación de Lerma, el Pasadizo del Duque de Lerma y la Iglesia Colegial de San Pedro todo ello acompañados de un guía que nos de las correspondientes explicaciones.


Mientras se hace la ora curioseamos por el Centro de Interpretación aunque cuando empieza la visita el guía nos hace el recorrido por este anticipo sobre la rica historia de Lerma el personaje más famoso y al que la villa debe su momento de más esplendor y mayor poder.



Se trata de un Centro de Interpretación bastante interesante que contiene varios maniquíes con las vestimentas de la época, maquetas con la configuración de la villa en su mejor época. Tampoco podía faltar la típica bodega tan característica de toda esta región vitivinícola del Duero.






Y por supuesto un cuadro de D. Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, I Duque de Lerma, válido del Rey Felipe III desde 1598 hasta 1618. Debido a esta circunstancia Lerma se convierte en el mejor conjunto urbano conservado del siglo XVII. En dicha época y a instancias del Duque la villa vio como se construían el Palacio, la colegiata, un hospital, una imprenta, numerosos monasterios, fábricas, molinos, jardines, cotos de caza, etc. 


El crecimiento que experimentó Lerma nos da a entender la gran importancia que este personaje tenía en la Corte en una época en la que los favoritos mandaban más que los propios reyes. Mientras que duró la buena estrella del Duque Lerma creció y adquirió importancia. Hasta  que otro valido le quitó  el poder, el Conde-Duque de Olivares.


Aunque todo esto no lo hizo el Conde de manera altruista y gratuita. Convenció al Rey Felipe III para trasladar la Corte a Valladolid donde previamente había comprado propiedades y terrenos. Estamos ante un caos que hoy en día podíamos calificar como especulación urbanística. Así fue como Lerma se benefició de las malas artes del Duque creciendo como nunca antes se había visto.


Como decíamos la suerte le duró hasta que su rival político el Conde-Duque de Olivares descubrió estos tejemanejes y para salvarse de la horca se refugió en el clero haciéndose nombrar cardenal. De ahí la famosa copla que corría por Madrid: "Para no morir ahorcado, el mayor ladrón de España se viste de colorado".


Todas estas explicaciones y más nos la va ofreciendo nuestro guía al tiempo que nos hace la visita y recorremos el único tramo de pasadizo de 1609 que queda y que consistía en una red de galerías voladas que comunicaban el Palacio Ducal con diversas iglesias y plazas de la villa.


El punto final de la visita nos lleva a la Iglesia Colegial de San Pedro construida entre 1613 y 1617 que atesora varias piezas de interés como dos órganos muy bonitos y que están perfectamente conservados.


Un retablo mayo y la sillería del coro de estilo barroco en el que poder deleitarse con la gran cantidad de decoraciones y figuras que posee.




Aunque lo que más llama nuestra atención y donde prácticamente más incide nuestro guía es en la estatua orante en bronce dorado del Arzobispo de Sevilla Cristobal de Rojas y Sandoval. Realmente se trata de una pieza exquisita con un nivel de detalle, realismo y perfección digna de admiración.



Igualmente se pueden admirar una serie de cuadros con los retratos del Duque de Lerma como noble y como cardenal, así como de una mesa de piedras duras engarzadas en un trabajo digno de un maestro.



La Iglesia solo puede ser visitada mediante la vista que ofrece la oficina de turismo por lo que simplemente por esta visita ya merece la pena contratar en dicha oficina.



Aquí termina la visita y seguidamente nos acercamos al cercano monasterio de la Ascensión de Nuestro Señor donde venden repostería elaborado por las monjas .




Antes de entrar al Monasterio nos detenemos en la puerta donde se encuentra la tumba del Cura Merino y el mirador de los arcos. éste personaje fue un héroe de la Guerra de la Independencia contra las tropas de ocupación francesas. Y encima de los arcos es por donde hemos pasado anteriormente en la visita guiada.




Tras la compra de unos dulces seguimos con la visita a Lerma. Nos queda por visitar la Plaza Mayor y el Palacio Ducal. En la Plaza hay instalada una feria de vehículos lo cual desluce las vistas de la misma pero qué le vamos a hacer.



El Palacio Ducal domina toda la Plaza Mayor y por un momento nos recuerda al del Escorial en Madrid. De hecho el estilo es herreriano, el mismo.



El Palacio alberga en la actualidad al Parador de Turismo y como los Paradores son visitables por el público allá que vamos. Construido entre 1601 y 1617 sobre el antiguo castillo cobijó tanto al Duque de Lerma como a la familia de Felipe III.


Como suele ser habitual en este tipo de construcciones el lugar más bonito y llamativo suele ser el claustro o patio que en este caso está cubierto y donde uno se puede sentar en alguno de los numerosos sillones que hay para tomarse una consumición.



En los pasillos del patio hay expuestas una serie de obras de arte para poder deleitarse durante un momento al tiempo que se hace la visita.



Así de esta forma ponemos punto final a nuestro recorrido por la villa de Lerma que tantas veces habíamos querido parar y visitarla cuando pasábamos por la autovía. Es un lugar realmente merecedor de ser visitado tranquila y pausadamente ya que ofrece mucha historia y un rico patrimonio de una época un tanto oscura por el personaje que le dio brillo y la puso en el mapa.





Marchamos de Lerma dirección a la capital, Burgos que será nuestro siguiente destino. Aunque esto será en la próxima entrada de esta escapada tras los pasos y huellas del Cid y Machado.






1 comentario:

Blogs by Conrado dijo...

Hola, Aunque si conocíamos Sepulveda, hay muchos sitios que aun nos quedan por ver y gracias a vosotros veremos en un futuro, por que me han gustado un montón,gracias por compartir...