Y como no nos gusta parar, pues seguimos adelante subiendo más al norte de Francia. Podríamos haber hecho menos kilómetros pero somos así, nos gusta ver cuanto más mejor. El destino más cercano es Concarneau y allí nos dirigimos.
Estacionamos en un parking muy bien situado, muy cerca de la villa cerrada, o lo que es lo mismo, el lugar más interesante de ver de esta ciudad. GPS: ( 47 52 14.69 N 3 55 00.79 W ).
Concarneau
El conjunto está formado por una ciudad defensiva amurallada, situada en una isla a la que se accede por un puente peatonal. El interior está bastante restaurado y lo componen tiendas, bares y restaurantes y una de las cosas más curiosas y a la vez suculentas: una tienda de chocolates, dulces, biscutería, como queramos llamarla. Es una delicia meterse en ella, pues tienen unos dulces que nada más que mirarlos ya dan ganas de comerse uno. Es increíble la cantidad de dulces que hacen aquí, lo mejor es cogerse una bolsa e ir echando de diferentes sabores para probarlos. Lo dicho una pasada.
Aquí todo el recinto es peatonal y da gusto andar con esa tranquilidad que da el saber que no tienes que apartarte ante el paso de vehículos. Subimos a las murallas desde donde se ve la ciudad y el puerto, una buena postal.
Concarneau
Frente a la ciudad cerrada está ubicado el mercado de la ciudad, por lo que hacemos una visita al mismo. Es un mercado ambulante, no es de estos que está fijo. Es una buena ocasión para comprar productos típicos bretones: quesos, frutas, dulces, embutidos, etc. Nosotros compramos algo y además para comer nos deleitamos con un pollo bretón asado con sus patatas, pero no fritas, aquí las dan cocidas.
Seguimos camino de Quimper, ciudad algo enladerada, por lo que el espacio para aparcar es reducido, aunque tenemos suerte y conseguimos una plaza en un parking de zona azul, al lado del río y bastante bien situado del casco histórico GPS: ( 48 00 00.78 N 4 06 20.96 W ).
Quimper
Esta ciudad es muy interesante de ver. El ambiente de la misma es muy bullicioso, el centro que gira en torno a la Catedral gótica de St. Corentin es muy bonito y las casas típicas bretonas son una delicia. Un músico tocando canciones típicas bretonas hace más amena la visita.
Quimper
La Catedral merece una visita detallada. Se empezó a construir en el año 1239, aunque se tardaron bastantes años en terminarla, como por otra parte era habitual entonces. Otro lugar que también merece la pena visitar es el museo de Bellas Artes, aunque nosotros no lo visitamos.
Tras callejear un rato por la ciudad, nos vamos a la ac a comer y descansar un rato, prosiguiendo ruta dirección Locronan, lugar de pernocta en el día de hoy.
Parking Locronan
Llegamos a media tarde a esta bonita localidad. A la entrada del pueblo hay parking de pago, hay bastante sitio y también coches. Nosotros entramos al lugar donde están estacionadas las acs. Hay una garita pero no nos dicen nada ni creemos que haya que pagar. El lugar es muy tranquilo para pasar la noche, creo recordar que hay unos aseos cerca. GPS ( 48 05 54.36 N 4 12 45.39 W ).
Locronan
Parece que están como de fiestas ya que en las calles tienen montados como una especie de cobertizos fabricados con ramas de árboles y flores y en cada uno de ellos hay figuras de santos.
La tarde ya empieza a caer y la gente se está marchando, circunstancia que nos gusta mucho, ya que las aglomeraciones no nos van y siempre es mejor ver los sitios sin tanto turista. La visita a esta villa es muy interesante, es un remanso de paz. Pasear por sus calles empedradas y ver sus casa de piedra adornadas con multitud de flores es un placer. La calle principal conduce a la Plaza de la Iglesia.
Locronan
Detrás de la Iglesia hay un coqueto cementerio, impresiona lo bien cuidado que lo tienen, perfectamente integrado con la aldea. Si queréis dar una vuelta en calesa no tendréis problema. El dueño de la misma con su peculiar figura, me recuerda a Don Quijote, os dará una breve vuelta en su peculiar carreta tirada por un magnífico ejemplar equino.
La visita a esta villa toca a su fin ya que la tarde ha caído casi por completo y nos vamos para nuestra casa, aunque aquí no estamos solos, el parking está bastante concurrido y vemos alguna ac con matrícula española. Este lugar nos ha gustado, coqueto, muy cuidados todos los detalles y sobre todo la sensación de sosiego.
http://www.locronan.org/
Amanece un nuevo día y después de desayunar nos ponemos de nuevo en marcha, preparados para descubrir nuevos lugares y disfrutar de ello.
Próxima parada: Lannion.
Situada en Côtes-d'Armor es la capital de Trégor, la atraviesa el río Léguer y a su lado es donde aparcamos, en un parking de pago muy bien situado para ver esta ciudad, además muy cerca está la oficina de turismo. GPS: ( 48 43 53.15 N 3 27 38.96 W ).
Si se quiere divisar una buena perspectiva de la ciudad hay que subir los 140 peldaños de la escalera que lleva a la Iglesia de Brélévenez, nosotros no teníamos ganas de hacerlo.
Lannion
Decidimos quedarnos en cotas de menor altura y callejeamos por la ciudad. Para tomar un tentenpie compramos unos dulces típicos de la ciudad que nos están buenísimos. Otros lugares que se pueden visitar es el Monasterio de Santa Ana, el Convento de las Ursulinas, etc, como se ve aquí hay bastante tradición religiosa.
Al lado del parking hay una oficina de correos y tras comprar unas postales, las mandamos para la familia. Son cerca de las tres de la tarde y aquí la gente trabaja a esa hora, en pleno mes de Julio.
Lannion
Seguimos ruta y nuestro siguiente destino será: Treguier.
Esta ciudad data del siglo VI cuando se decide emplazar en este lugar un monasterio. Es la cuna del escritor Ernest Renan, y es una autentica villa medieval.
La Ac se puede dejar sin problemas al lado del puerto GPS ( 48 47 19.31 N 3 13 30.69 W ), aunque nosotros la dejamos en una calle cercana.
Treguier
La calle que sube para el centro que es la que se ve en la fotografía de arriba, es por donde iniciamos nuestro visita, además se llama Ernest Renan, si el escritor. Es muy bonita, las casas de entramado de madera un espectáculo de ver, cada cual más bonita, rivalizando entre ellas.
Treguier
La calle nos deja en la Plaza de la Catedral de St Tugdual, un estilo de gótico flamígero del siglo XIII y su aguja calada de 60 metros de altura, aunque del siglo XVIII. En la misma Plaza se puede ver una estatua de 1903 del filósofo Ernest Renan. También se puede ver la casa natal del filósofo, transformada en un museo.
Tras visitar la Catedral, nos vamos por una calle que sale detrás del monumento y llegamos al cementerio, miramos un poco desde fuera y al verlo tan cuidado pasamos un momento. Es impresionante la cantidad de tumbas que hay de muertos en las guerras y el homenaje y el respeto que se siente por ellos, lo hemos podido observar en muchos sitios, el número de monumentos erigidos a las víctimas de las guerras muertos por Francia.
Treguier
Tras callejear otro poquito más por esta fascinante ciudad, ponemos rumbo al último destino por hoy, que no es otro que Dinan, una de las ciudades más bonitas que veremos en nuestro periplo por tierras francesas.
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