02 septiembre 2008

Bretaña, Normandía y Perigord II



En esta segunda etapa de nuestro viaje seguiremos recorriendo La Bretaña y descubriremos bellos rincones de su geografía como Vannes, Auray, la misteriosa costa Sauvage, los antiquísimos alineamientos de Carnac, y muchos más lugares de esta fascinante tierra.

Zona que recorreremos

Después de pasar la noche en la zona de parking del camping de Vannes, nos dirigimos a la ciudad para verla ya que tenemos referencias de que es una ciudad muy bonita. Llegamos a la zona del puerto donde hay un parking de pago, dejando la ac estacionada en un hueco que vemos cuando ya casi habíamos desistido, es lo bueno de tener una ac algo chiquitita.
En la calle principal está la oficina de turismo, muy bonita. Ya se ven las típicas casas Bretonas con sus colores y los entramados de madera, lo dicho, muy bonitas. El ambiente es el de una ciudad turística. Tomamos unos planos y unos folletos de la oficina de turismo y por la misma calle subimos a ver el Ayuntamiento que es un majestuoso edificio.

Vannes

Y desde aquí bajamos al casco histórico de Vannes. Que maravilla de lugar: sus calles empedradas, las casas una monería, la Catedral de Sant Pierre al fondo, asomándose por los tejados negros de pizarra, las tiendas con los productos típicos de la Bretaña. Un consejo: perderos por las calles, es una delicia, que bonito es todo.

Seguimos por la ciudad y descubrimos los jardines de remparts, los lavaderos, antiguo lugar conservado donde las mujeres lavaban la ropa, la murallas de la villa fortificada.

Vannes

Y para terminar, la zona del puerto donde más aglomeración de gente y de negocios hay. Todo lleno de terrazas donde tomarse algún refresco, la mañana invita a ello, aunque el calor no agobia. Bueno y es que aquí tienen de todo, hasta puerto fluvial, una maravilla de ciudad, muy recomendable, dicho queda. vannes

Continuamos nuestra ruta hacia el siguiente destino: Auray



                                                                              Auray

Este es un pueblecito encantador, con un puerto fluvial medieval, donde gravita todo lo más interesante de este lugar.

Para llegar al puerto hay que atravesar un puente de piedra. En el puerto hay atracadas muy diversas embarcaciones, la gran mayoría de recreo, hay que recordar que el mar no dista mucho de aquí, por lo que el discurrir de los veleros es continuo.

Las terrazas están llenas de gente, ya que va siendo hora de comer, cosa que hacemos nosotros pero en nuestra casa. Auray

Después de la comida tomamos rumbo a otro lugar cuanto menos curioso: la península de Quiberón.



Península de Quiberón

Es domingo y por tanto día de turistas, por lo que las carreteras están algo saturadas, sobre todo para entrar a Quiberón. Ése es un lugar,que ya digo es curioso, o esta es la sensación que nos quedó de nuestra visita a dicho lugar.


                                                                             Quiberon

Todo el entorno tiene algo de salvaje, si digo bien, no obstante es aquí donde se encuentra de denominada Cote Sauvage (costa salvaje). Ello se entiende cuando se visitan las playas, el estado de agitación de sus aguas recuerda a cuando estamos hirviendo agua en una olla. Las olas no cesan, no es que sean grandes pero aquí el aire hace de las suyas. Este lugar es un paraíso para los amantes de los deportes relacionados con el aire.

En si se trata de una península que en algunos tramos es tan estrecho que se ven las dos costas y lo único que hay entre las dos partes es la carretera. Al final se encuentra el pueblo de Quiberón con su gran playa, aunque no es aconsejable el baño, son muy frías, aunque la gente si toma el sol. Parking de pago: GPS ( 47 28 55.95 N 3 07 20.61 W ), muy bien situado.

Parece ser un lugar de mucho turismo ya que las playas se encuentran bastante llenas, sobre todo la gente toma el sol, es lo único que se puede hacer ante un mar en tal estado de bravura.

                                                                     Cote Sauvage, Quiberón


Un paseo por la playa es recomendable, aunque el viento hace que la sensación de frío sea más apreciable. Una visita que se puede realizar es la excursión a Velle Ille, la cercana isla, a través de los barcos que la unen con Quiberón. quiberon

Después de una breve visita al pueblo, tomamos rumbo a nuestra última visita de hoy: Carnac.

De vuelta por la carretera de atraviesa la península en el lugar más estrecho, se puede visitar el Fort de Penthievre, actualmente un lugar de uso militar.


Alineamientos de Carnac

Llegamos al centro de interpretación de los alineamientos de menhires de Carnac: GPS ( 47 35 28.70 N 3 04 57.87 W ), donde hay parking, diría yo que se puede pasar la noche sin problemas. Pasamos a dicho centro y nos ponen un vídeo, en francés, explicando las teorías sobre la colocación desde la prehistoria de los menhires. Damos una pequeña vueltecita para ver estos curiosos alineamientos de piedras.
A quien le pueda interesar os pongo un enlace que habla de todo ello y un vídeo: alineamiento




Y va siendo hora de buscar un lugar donde pasar la noche. Buscamos pero no encontramos, hay varios campings por la zona, en ese sentido no hay problema, hasta llegamos a las puertas de uno, pero nos lo pensamos y esta noche nos apetece dormir junto al mar y oír la fuerza de la Cote Sauvage. Creo que acertamos al pernoctar en lo más estrechito de la península de QUIBERÓN, junto a otras acs contemplando la puesta de sol que aquí ,os aseguro que es muy tarde, parece que la noche no quiere hacer acto de presencia.

Pernocta en Quiberon

De nuevo la amabilidad de una pareja francesa que estando cenando, lo dejan por un momento para hacernos lado junto a ellos, todo un detalle de amabilidad y del espíritu de apoyo que preside nuestro mundo.

Atardecer en Cote Sauvage

La zona donde dormimos no dispone de ningún servicio, pero para nosotros dos fue un lugar lleno de encanto, en nuestra ac, contemplando la puesta de sol en este lugar tan salvaje, en el que la noche parecía no querer llegar.
GPS: ( 47 32 56.31 N 3 08 01.92 W )

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