16 julio 2019

Por sierras, costas y castillos de Alicante 1ª parte


Ruta la de esta Semana Santa que transcurre por tierras valencianas y casi en su totalidad por la provincia de Alicante. Nos encontraremos con un rico patrimonio, sierras con maravillosas rutas senderistas, y abruptos acantilados asomados a un radiante mar azul.
La ruta programada por las Merindades burgalesas tendrá que esperar debido a las malas previsiones meteorológicas que anticipan en esa parte de España bastantes lluvias. Posteriormente veremos que donde más va a llover es precisamente en Alicante, cosas de la climatología.


Día 1. Sábado 13 de Abril:

Salimos de casa a primera hora de la mañana y ponemos rumbo a Bañeres en la provincia de Alicante. El primer objetivo de esta mañana es hacer una ruta senderista en las inmediaciones del pueblo, concretamente la del Toll Blau y nacimiento del río Vinalopó, de unos 10 kilómetros y sin dificultad.


Llegamos a Bañeres y seguimos por la CV-795 un par de kilómetros más hasta llegar al Albergue Ull de Canals donde hay un estacionamiento y desde donde parte la ruta, GPS: 38.700226, -0.640043 gratuito y sin servicios.   



La mañana es primaveral e invita a hacer algo de senderismo. El primer tramo de la ruta se hace por un amplio camino de tierra hasta que llegamos a varios molinos de papel ubicados en el cauce del río Vinalopó hoy día en desuso pero que durante todo el siglo XX tuvieron gran importancia en el desarrollo de toda esta comarca.




Así llegamos al último molino que más bien es una antigua fábrica de papel donde se ubica el Toll Blau, una pequeña cascada que nosotros no la sabemos ubicar y por eso no la vemos, aunque estar, está.


En la misma fábrica nos desviamos a la izquierda por una pequeña senda balizada que circula paralela al cauce del río Vinalopó siendo ésta la parte más bonita de la ruta. Todavía es pronto para que estas riberas se llenen de vegetación, en verano debe ser más bonito si cabe.



Seguidamente nos encontramos con la Font de la Coveta por donde mana el agua, así como alguna cueva más pequeña. Conforme vamos ascendiendo vemos que el cauce del río va disminuyendo.



Pasamos por alguna antigua aldea abandonada pero no deshabitada ya que podemos ver algunos moradores que viven aquí aislados de todo ruido y prisas. También en lo alto del cerro podemos observar los restos de una antigua torre de vigilancia.



Seguimos un poco  más por el cauce seco del río, pensábamos que llegaríamos al final de la ruta encontrándonos el famoso Toll Blau, pero vemos que el cauce está seco y hemos debido dejar la cascada antes, concretamente en el molino de papel por donde ya hemos pasado, por lo que nos damos la vuelta.



Por otro sendero volvemos a llegar al molino papelero y no conseguimos dar con la cascada por lo que iniciamos el camino de vuelta por el mismo camino que hemos traído esta mañana.
No es de las mejores rutas senderistas que hemos realizado, aunque la Sierra de Mariola que domina toda esta comarca es muy indicada para el senderismo.



Terminada la ruta senderista, ahora toca ver el pueblo de Bañeres de Mariola por lo que nos dirigimos hacia el pueblo. Estacionamos a la entrada del pueblo, en un parking de tierra, GPS: 38.715272, -0.662212, gratuito y sin servicios.


En Bañeres hay varias cosas para ver, pero lo que más nos interesa es visitar en primer lugar el castillo por lo que nos dirigimos hace dicho monumento por la empinadas calles de la población.
Por fin subimos a la Plaza Mayor donde se ubica la Iglesia de Nuestra Señora de la Misericordia y el pequeño castillo utilizado en las fiestas de Moros y Cristianos.


Un poco más arriba encontramos por fin el castillo y la caseta donde se abona la entrada que cuesta 2,5 euros. También disponen de un bono que sale más económico y que da derecho a visitar además otros museos, pero no nos dará tiempo en lo que resta de mañana por lo que sacamos solo la del castillo.



Accedemos a una sala donde se proyecta un vídeo bastante singular donde un personaje vestido de época nos va relatando la antigua y rica historia del castillo de Bañeres.
De pasado islámico dicha fortaleza ha sufrido con el paso del tiempo bastantes daños a lo largo de los tiempos, aunque actualmente presenta un estado bastante conservado y nos da una idea de cómo debió ser en su mejor época.


En el interior del castillo también se ubica el museo festero dedicado a las fiestas de Moros y Cristianos y donde se exponen trajes, armas, indumentarias, etc.



Ni qué decir tiene que las mejores vistas del pueblo y la sierra de Mariola se obtienen una vez subido a lo alto de la torre del homenaje. También podemos ver nuestra autocaravana esperando a que vayamos a recogerla.







Una vez visto el interior del castillo nos damos una vuelta por el patio de armas para hacernos una mejor idea de este conjunto defensivo.



Ya van siendo malas horas para estar de turismo, pues los diferentes museos van a cerrar pronto y no queremos esperar hasta las cinco de la tarde para que vuelvan a abrirlos, por lo que decidimos acercarnos hasta el Museo del papel.


Ubicado en el otro extremo de la población junto a la oficina de turismo en un lugar privilegiado ya que está dentro del parque de Villa Rosario. Entramos y el chico nos dice que va a cerrar, aunque le damos pena y se ofrece para que aún fuera de horario nos haga la visita guiada. Le pagamos los 1,5 euros por cabeza y encienda las luces.



Lo primero que sorprende es el emplazamiento del museo, en una casona llamada Villa Rosario de 1903 que ha pertenecido a varias familias acaudaladas.




La visita es muy interesante y entretenida, lástima que lo tengamos que hacer de correprisa. Se refleja la importancia que tuvo para el pueblo la implantación de varios molinos y fábricas en el cauce del río Vinalopó para la fabricación de papel. 



Nos sorprende la gran cantidad de usos que se le daba al papel que aquí se fabricaba y la ingente cantidad de marcas comerciales que había para ser un pueblo tan pequeño.
Sin duda una visita muy interesante y recomendable que si se viene por Bañeres no hay que dejar de visitar.



Otro punto de interés es la Torre de la Font Bona, una antigua torre medieval que alberga hoy en día en Museo Arqueológico de Bañeres. Evidentemente y debido a las horas que son ya está cerrado.



Otro Museo que hubiéramos querido visitar es el de la Alpargata, un tipo de calzado muy popular y utilizado mayoritariamente por las gentes del campo. Abren a las cinco y no queremos perder más tiempo por lo que decidimos dejarlo para otra ocasión.
Nos volvemos al parking que hemos utilizado esta mañana para realizar la ruta senderista, esta vez para comer tranquilamente a la sombra de los árboles.


Terminados de comer y descansar un rato nos ponemos de nuevo en marcha en dirección al Santuario de la Font Roja en las inmediaciones de Alcoy.


Por alguna que otra carretera algo más estrecha de lo que nos hubiera gustado llegamos al Santuario enclavado en un entorno privilegiado, el parque natural del Carrascal y encaramado en lo alto de la montaña. GPS: 38.665169, -0.539295 gratuito y sin servicios.


Las vista desde aquí arriba son impresionantes observando al fondo la localidad de Alcoy.


El Santuario está cerrado aunque podemos ver su bonita fachada. Al lado se encuentra el centro de visitantes donde se explica la importancia de este parque natural en el que se pueden hacer varias rutas senderistas. 




La parte anexa del Santuario es de reciente construcción ya que se prefirió en su día demoler el antiguo monumento y hacer una obra más moderna que no pega demasiado la verdad. Lo único interesante es pasear por la pasarela que rodea esta mega construcción intentando no asustarse por el precipicio que tienes bajo los pies al tiempo que disfrutas de las vistas.




Dejamos este idílico lugar y ponemos rumbo a Alcoy del que nos separan 11 kilómetros. Buscamos  el primer aparcamiento que llevaba programado y que nos nos convence al estar en una zona bastante deprimente por lo que nos marchamos al gran parking junto al cuartel de la Guardia Civil, GPS: 38.706547, -0.471228 gratuito y sin servicios.



Tras instalarnos en este gran aparcamiento nos desplazamos hacia el centro para una primera toma de contacto con esta población tan cargada de historia y de patrimonio.
Enseguida nos damos cuenta que la ciudad está dividida en dos y que es debido al cauce del río Barxell que en esta época del año apenas lleva agua. También podemos una gran peña en la parte norte de la población que hace que Alcoy no pueda crecer por ese lado.



Cruzamos a la parte más antigua de la ciudad por el imponente puente de San Jorge que salva la considerable altura  del cañón del río y enseguida van apareciendo ante nosotros los monumentos de Alcoy como los restos de las antiguas fortificaciones, la Iglesia de Sant Jordi, el convento del Santo Sepulcro, la Plaza de España, el Ayuntamiento, etc.





Vemos que la ciudad se está preparando para celebrar en unos días sus famosas fiestas de Moros y Cristianos que gozan de gran reconocimiento en toda la región valenciana y en el resto de España.






Poco a poco la noche se va echando encima y los rayos solares dejan paso a la iluminación artificial que adorna los monumentos y rincones más característicos de Alcoy.
Tras recorrer algunas calles de la ciudad ponemos así fin a nuestro recorrido por hoy pues mañana lo dedicaremos a terminar de descubrir Alcoy y sus lugares más importantes.






Día 2. Domingo 14 de Abril:
Pasamos una noche tranquila en el parking a pesar de la gran cantidad de vehículos que poco a poco se han ido marchando. Amanece un nuevo día y la mañana de hoy la dedicaremos a visitar los lugares más emblemáticos de Alcoy.
De nuevo volvemos a cruzar  el puente de San Jorge y nos metemos en la Iglesia de Sant Jordi donde no es que destaque nada sobremanera.




La Parroquia de Santa María que da a la Plaza de España la encontramos cerrada por lo que no podemos visitarla por dentro.


Nos asomamos a un mirador y vemos una parte de la ciudad algo desolada con viejas fábricas abandonadas de cuando Alcoy era un referente nacional en la elaboración textil y de metalurgia. Debido a ello la localidad tuvo que reinventarse durante la Guerra Civil produciendo trajes militares y armamento por lo que fue blanco de numerosos bombardeos afectando bastante a la población.
De echo hay muchos refugios antiaéreos de los que se puede visitar uno.



En la Plaza de España ya está colocado el castillo de madera que se emplea desde hace mucho tiempo para la celebración de las fiestas de Moros y Cristianos. Por 1,5 euros se puede visitar el interior del castillo y asistir a una representación teatralizada donde cuentan su historia y la de las fiestas.
Otro lugar a visitar en la misma plaza es la Lonja de Sant Jordi ubicada en los bajos y que nosotros no visitamos.



De la misma Plaza parte la calle San Nicolau donde se pueden admirar varias casonas y palacetes que reflejan la importancia que tuvo Alcoy en la revolución industrial.  La casa del Pavo y el Circulo Industrial son dos claros ejemplos del poder de los empresarios industriales.







La visita al Círculo Industrial es gratuita y se hace por tu cuenta. Me recuerda al Casino de Murcia que pudimos ver el año pasado y aunque éste no llega a la pomposidad del de Murcia, igualmente merece la pena pasar una hora por las diferentes salas y estancias de este bonito edificio.



Quizás el plato fuerte del Círculo Industrial radique en su preciosa y coqueta biblioteca bellamente decorada con pinturas en sus techos.





Dejamos el centro de Alcoy y nos desplazamos al Museo Explora situado en la parte baja de la ciudad junto al cauce del río. Probablemente sería recomendable iniciar la visita de Alcoy comenzando por este Museo ya que es una forma de conocer la historia de la ciudad.




Tras pagar 1 euro por cabeza iniciamos la visita por nuestra cuenta a este Museo dividido en varias salas donde se cuenta la historia de Alcoy desde la prehistoria hasta nuestros días.
Podemos ver una buena colección de fotografías sobre el pasado industrial que llegó a tener la localidad viendo una vez más la importancia que tuvo en toda esta comarca la fabricación de papel como ya pudimos comprobar ayer en Bañeres de Mariola.






A destacar la buena colección de minerales y fósiles, no solo provenientes de esta zona sino de muchas otras partes del mundo.
También podemos observar una zona donde se expone la historia de una celebración típica de Alcoy que se cuenta como la más antigua de España, hablamos de la Cabalgata de Reyes que aquí tiene una significación especial.




Y con esta última visita ponemos fin a Alcoy ya que queremos desplazarnos a la vecina localidad de Cocentaina para ver su Palacio Condal antes que lo cierren.



Llegamos a Cocentaina y estacionamos en una calle con viviendas unifamiliares, GPS: 38.742381, -0.437204, gratuito y sin servicios.


Cocentaina tiene varios monumentos de interés como su castillo, el Palacio Condal, varias Iglesias y otros tantos Museos, aunque lo que nos ha traído aquí ha sido básicamente el Palacio Condal.





Por desgracia llegamos más tarde de las 13:00 horas que es cuando cierran los domingos por lo que tan solo nos da tiempo a ver el patio interior antes de que cierren las puertas. Por la tarde no abren y los lunes es el día que cierran por lo que ya tenemos excusa para volver otra vez a Cocentaina.




La verdad es que el edificio es impresionante por fuera, desconozco si sus salas interiores merecerán la pena, pero viendo el exterior seguro que merece la pena visitarlo. Por cierto, para hacer la visita hay que llamar previamente y ayer sábado hice varias llamadas y nadie me cogió el teléfono.



Los orígenes de este Palacio se remontan a finales del siglo XIII o principios del XIV y en un principio era un Alcázar musulmán hasta la llegada a la población de la familia Corella Condes de Cocentaina cuando se añadieron otros elementos arquitectónicos con estilos más tardíos.



En su interior hay varias salas con bonitas bóvedas decoradas con excelentes pinturas así como varias salas con exposiciones permanentes que pueden ser bastante interesantes.
Para saber más: Palacio Condal




Algo decepcionados por no haber podido hacer una de las visitas que más interés teníamos seguimos callejeando por las callejuelas del pueblo que denotan un  rico pasado siempre bajo la protección del imponente farallón rocoso donde se alzan los restos del castillo.



La Parroquia de Santa María igualmente está cerrada por lo que nos tenemos que conformar con ver el monumento por fuera donde sobresale la portada y sus puertas doradas.





Se va haciendo hora de comer y ponemos rumbo a la Ermita de San Cristóbal ubicada a las afueras del pueblo bajo las faldas del farallón rocoso desde donde parten numerosas rutas senderistas, GPS: 38.74253, -0.43767. Pero al llegar al punto vemos que no tenemos hueco para estacionar ya que parece que la gente ha pensado lo mismo que nosotros y está todo a rebosar.


Ponemos rumbo a Bocairente posponiendo la hora de comer. La carretera algo estrecha pero bien de firme. Así llegamos a esta preciosa población que el año pasado descubrimos y que nos enamoró perdidamente prometiéndonos que volveríamos con más tiempo para disfrutar más de este lugar.
Estacionamos detrás del cementerio desde donde se obtienen las mejores vistas de Bocairente, GPS: 38.766175, -0.607048, gratuito y sin servicios.





Comemos con las preciosas vistas de Bocairent de fondo como si se tratara de una postal difícil de superar y tras descansar un rato nos ponemos de nuevo en marcha para visitar el pueblo.



Lo primero que queremos visitar son las Cuevas de los Moros, una impresionante pared rocosa llena de ventanas excavadas, unas cincuenta, y que contienen una serie de pasadizos y salas en diferentes alturas y que presumiblemente datan de época musulmana.
Tras pagar 1,5 euros por cabeza en la parte alta, tomamos la senda que nos baja y que vuelve a subir a la falda de la pared rocosa.


Tras esperar unos 15 minutos a que nos toque al grupo en el que nos han asignado nos disponemos a entrar en este laberinto rocoso. Nos obligan a dejar cualquier bolso, mochila, etc ya que hay que pasar por sitios realmente estrechos.



Hemos llegado cuando el chico terminaba de dar la explicaciones sobre lo que consiste este experiencia y nos ha pillado de sorpresa la dificultad que presenta seguir el recorrido ya que hay que estar en buena forma física para afrontar algunos tramos así como no tener ningún problema físico ni de obesidad porque directamente no cabes por algunos huecos.



A lo largo de los tiempos ha habido muchas interpretaciones del uso que se le daría a estas excavaciones, desde lugares donde refugiarse como lugares sagrados funerarios. Pero parece ser que se ha descubierto que estas construcciones se llevaron a cabo como graneros-almacenes donde se almacenaba el grano en época andalusí siguiendo el modelo de granero del norte de África.



Si te pilla de los primeros del grupo y si estás acostumbrado, el recorrido se puede hacer en menos de 15 minutos, pero al ser los últimos y tener que ir esperando a que los de delante avancen la cosa se complica y tienes que echar casi media hora. Pero bueno, como resumen lo podemos calificar de entretenido sobretodo por ver la cara de Mati teniendo que pasar por lugares que si lo llega a saber nunca se hubiera atrevido a pasar.


Hay una buena opción para visitar más lugares de interés de Bocairente y es pagando una entrada de 5 euros y que da derecho a visitar otras cuevas, la plaza de toros construida enteramente en roca, así como varios museos. El problema es que todo lo cierran mañana lunes y no se puede visitar nada.



Hace una tarde bastante calurosa y tras el esfuerzo de las cuevas ahora toca refrescarse en una terraza de la Plaza del Ayuntamiento mientras disfrutamos de las imponentes fachadas que rodean la plaza.


También encontramos cerrada la Parroquia de la Asunción que tenía ganas de verla pues el año pasado me asomé a la puerta y lo que pude ver de su interior me llamó la atención.



Nos dejamos perder por las intrincadas callejuelas medievales de Bocairente que denotan su rico pasado. Subimos y bajamos, nos metemos en callejones sin salida, echamos un ojo a las incontables cuevas que horadan el cerro en el que está encaramado el pueblo, admiramos los pequeños huertos en terraza hoy en día casi todos ellos echados a perder.



Durante todo el trayecto nos vamos encontrando con numerosas fuentes de piedra cada una de ellas con su placa explicativa de su nombre y origen.




Comprobamos el increíble potencial que posee Bocairente donde se rehabilitan algunas viviendas al modo tradicional aunque hay muchas otras en un estado lamentable de ruina y abandono. Una pena, ya que un lugar así es un pecado dejarlo perder.






Poco a poco la tarde va llegando a su fin volviéndose si cabe el lugar más misterioso y romántico. Así acabamos este intenso día retirándonos a la auto y con las vistas del pueblo  iluminado.



Día 3. Lunes 15 de Abril:
Hemos dormido la mar de tranquilos como no podía ser de otra manera al estar al lado del cementerio. La mañana de hoy la vamos a emplear en realizar una ruta senderista hasta el Pou Clar en Onteniente. Se trata de una ruta circular de unos 14 kilómetros y sin dificultad.
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/bocairente-barranco-onteniente-pou-clar-barranco-tarongers-bocairente-35647756


Ha amanecido un día con niebla y vemos que el pueblo está casi cubierto por ese manto gaseoso que no deja ver la torre de la Iglesia.
Nos ponemos en marcha saliendo del pueblo y tomando el barranco de Onteniente por una senda labrada en la piedra.




Este primer tramo es en continuo descenso por una senda que en numerosos lugares ha tenido que ser esculpida en la roca a base de pico y pala, sin duda una labor bastante costosa.




Conforme vamos descendiendo se van alzando ante nosotros las imponentes paredes de roca a ambos lados descubriendo en algunos tramos algunas cuevas y ventanas parecidas a las que vimos ayer en Bocairente.




Casi ya en la parte baja del barranco van apareciendo algunos restos de molinos en estado de abandono. Nos enteraremos posteriormente al coincidir en la senda con dos señoras de la historia de la senda por la que estamos caminando.




Y es que parece ser que aprovechando las aguas del riachuelo que discurre por aquí, hace bastantes años se hicieron dichos molinos para la fabricación de textiles y la única forma de comunicación entre los molinos y el pueblo de Bocairente era a través del barranco por lo que se tuvo que hacer dicha senda con todo ese esfuerzo.




Por fin llegamos al paraje natural del Pou Clar que consiste en unas pozas naturales muy conocidas y apreciadas en toda la comarca y donde en verano vienen infinidad de personas a pasar el día mientras se dan un refrescante chapuzón en sus transparentes, cristalinas y puras aguas.



Nosotros aprovechamos tan idílico lugar para descansar y desayunar tranquilamente sin el agobio que debe haber aquí en época estival.




La verdad es que contemplando las cristalinas aguas dan ganas de darse un chapuzón aunque no sea época. Si nos llega a pillar el día caluroso de ayer sin duda yo me habría dado un buen baño, pero la mañana de hoy es bastante fresca.



Comenzamos la segunda parte dela ruta que ahora toca ascender lo que antes hemos bajado por lo que es la parte dura de la ruta. Probablemente si tuviéramos que volver a hacer la ruta la vuelta la haríamos por donde hemos vendido ya que es mucho más espectacular que por donde nosotros vamos ahora.




Cuando ya casi estamos en la Ermita del Santo Cristo de Bocairente vemos un pequeño monumento con una cruz y varias piedras donde se han esculpido el motivo de dicho monumento. Y es que en este lugar murieron 62 personas en la batalla de Camorra dentro de las guerras carlistas.


Así llegamos por fin a la Ermita del Santo Cristo que es bien visible desde Bocairant y que está ubicada en lo alto de un cerro al que hay que llegar a través de un empinado y serpenteante camino pedregoso.





Tras atravesar el puente de piedra del Santísimo Cristo ya estamos de vuelta en Bocairent y tenemos todavía tiempo para hacer alguna compra de algún producto típico como quesos, dulces, licores artesanos, mantas echas a mano, etc.





Toca comer y descansar del esfuerzo realizado durante toda la mañana en una ruta senderista que sobretodo la primera parte es preciosa y muy recomendable, ponemos fin a nuestra segunda vista a este precioso pueblo valenciano.





Ponemos rumbo a Onteniente donde llegamos a media tarde estacionando directamente en un parking gratuito y sin servicios muy bien situado para ver el casco antiguo, GPS: 38.820746, -0.613558




Cruzamos por el puente el barranco que ha ido labrando a lo largo de los milenios el río Clariano y nos topamos con el Palacio de la Villa muy bien reconstruido y que alberga en su interior un museo.






Aquí también se ubica la oficina de turismo de Onteniente. La entrada es por libre y es gratuita por lo que empezamos la visita por la exposición de gigantes y cabezudos que aquí son típicos y son utilizados en las fiestas.




También es conocido este Palacio como el de la Duquesa de Almodóvar y está situado en un lugar estratégico a la entrada de lo que en su día fue un recinto amurallado. De origen islámico en su día fue un Alcázar construido alrededor del siglo XI. En 1311 el rey Jaime II ordenó su reconstrucción y su rehabilitación como lugar de residencia cuando el monarca visitaba la comarca.


En la planta segunda se ubica un interesante museo con maquinaria empleada para la confección textil que en Onteniente desde hace tiempo inmemorial ha habido una potente industria.




Terminamos la visita en el Palacio de la Villa y seguimos descubriendo Onteniente. La Parroquia de Santa María se encuentra cerrada a estas horas aunque más tarde abrirán las puertas y podremos ver el interior.


Desde esta parte de la ciudad nos asomamos a un mirador contemplando unas bonitas vistas de todo el casco antiguo.





Callejuelas estrechas con bonitas y coloridas fachadas nos sorprenden gratamente a pesar de que se están levantando las calles y que sin duda cuando finalicen las mismas cambiará a mejor el aspecto de las mismas.





Conforme vamos recorriendo el casco antiguo de Onteniente va calándonos la dejadez y la decadencia de esta ciudad ya que vemos muchos locales cerrados, muchas casas abandonadas y poca actividad comercial.

  




No conocemos la historia de esta ciudad pero nos da la sensación que ha debido vivir tiempos mejores y ello es una pena porque el casco antiguo merece la pena si se hiciera una buena inversión de rehabilitación.



Para finalizar la visita nos metemos en el Museo arqueológico de Onteniente que es gratuito y que más que arqueológico lo podríamos calificar como de usos y costumbres por el material expuesto y la colección de fotografías de época antigua. Dos fotografías en concreto nos llaman la atención, la de dos familia, una de origen humilde y la otra acomodada, las diferencias son muy visibles.










Con esta corta pero intensa visita a Onteniente nos despedimos de esta comarca dando un salto de bastantes kilómetros hasta el pequeño pueblo de Fleix en el Valle de Laguar donde mañana realizaremos otra ruta senderista.


De camino nos llama la atención una especie de castillo que vemos a nuestra izquierda por lo que salimos de la carretera para averiguar de qué se trata.



Resulta ser el Monasterio de Sant Jeroni de Cotalba fundado en 1388 y situado a unos 8 kilómetros de Gandía. Fue el primer monasterio de los Jerónimos que se estableció en el reino de Valencia y en toda la Corona de Aragón. Algunos de los mejores escritores valencianos ha paseado por sus muros como Auxias March o Vicente Ferrer entre otros.



Hoy está cerrado y aunque hubiera abierto, las horas que son ya estaría cerrado. Pero sin duda si se viene por aquí con tiempo suficiente puede ser una visita muy interesante. GPS: 38.940356, -0.244557


La noche se nos echa encima y poco antes de llegar a la localidad de Oliva el navegador nos mete por una carretera estrecha pero estrecha y además con tráfico. Lo pasamos regular intentando no darnos contra los muros de piedra o los coches con los que nos cruzamos. Al pasar Oliva la cosa no termina de mejorar ya que las carreteras son estrechas uniéndose la total oscuridad.
Por fin llegamos a Fleix y podemos respirar más tranquilos. Nos instalamos en el parking gratuito y sin servicios, GPS: 38.777963, -0.110032

Día 4. Martes 16 de Abril:


El motivo de haber llegado hasta aquí es para hacer una de las rutas senderistas más bonitas que se pueden hacer en toda la comunidad valenciana y podríamos afirmar igualmente que de España.


Se trata de la famosa ruta del Barranco del Infierno o también como la Catedral del Senderismo y que se caracteriza por tener en todo su recorrido unos 6800 escalones esculpidos en la roca.




La ruta es circular y consta de unos 15 kilómetros y la dificultad técnica la podríamos calificar como de moderada por el constante sube y baja y la dificultad de tanto escalón. eso sí, bonita es un rato.





Nos lo tomamos con paciencia como no puede ser de otro modo ya que hay que ir disfrutando del paisaje constantemente y tomando descansos de vez en cuando.
Al llegar a una aldea conocida como Pla de L´Avenc paramos a desayunar bajo una imponente encina.





Aunque se lleve agua no es suficiente pero a mitad del camino se pasa por una fuente natural donde recargar las botellas y darse un pequeño respiro. La constante subida y bajada va haciendo mella aunque los paisajes son alucinantes.




Tras el último esfuerzo de subir a lo alto de la montaña por una serpenteante senda que uno no sabe quien pudo diseñar tan admirablemente su recorrido llegamos por fin a la localidad de Benimaurell, un verdadero jardín donde abundan los cerezos que en época de floración le tiene que dar al lugar una bonita estampa.




Toda esta zona es muy bonita y daría para estar varios días recorriendo a pie las innumerables rutas senderistas que abundan por doquier, pero nosotros no tenemos ese tiempo y debemos continuar ruta.
Tras comer en el parking y descansar un rato tomamos rumbo a la costa, concretamente a Moraira.




Como nos pilla de paso y no hay que desviarse al llegar a Benidoleig nos pasamos por la Cueva de las Calaveras, GPS: 38.793252, -0.017670 aparcando en su parking gratuito y sin servicios.
Pagamos los 3,90 euros que vale pasar y nos metemos dentro de esta formación natural.



En la entrada hay una exposición bastante potente de minerales y fósiles que uno no espera encontrar en un lugar así. Más bien en un museo, por lo que la visita es doblemente interesante.




La cueva en sí tampoco es nada del otro mundo, consta de unos 400 metros de distancia aunque lo que más llama la atención es la altura de sus techos y las curiosas formas que el agua ha ido esculpiendo a lo largo del tiempo.




Se pueden hacer las fotos que uno quiera ya que ni hay guía ni personal que esté pendiente por lo que se nota algo de dejadez así como exceso de iluminación que hace crecer los hongos que al final destruyen la roca. También es verdad que no es la típica cueva que contiene estalactitas y estalagmitas por lo que tampoco hay que cuidar demasiado.




Tras dar una vuelta por la tienda donde te venden lo que quieras, sobretodo minerales y fósiles, compramos una bolsa de naranjas del terreno y continuamos ruta en dirección a la costa.
Para saber más: Cueva de las Calaveras




Tras intentar estacionar pegando a la playa en un gran parking con sombra de los árboles, vemos una vez más que existen señales de prohibición contra las autocaravanas. Por tanto nos vamos a la gran explanada donde se celebra el mercado semanal, GPS: 38.689949, 0.132084, gratuito y sin servicios.


Vamos hacia la playa dando un paseo por el pueblo que no nos dice mucho, se ve turismo extranjero eso sí. Decidimos darnos un homenaje en un restaurante en forma de cena. Elegimos la Tasca Moraira y la experiencia no nos termina de gustar por el mal servicio con demasiado tiempo de espera, la mejorable calidad de la comida y el excesivo precio de la misma. Damos así por concluido este intenso día volviendo al parking.



Mañana realizaremos otra preciosa ruta senderista que transita en las inmediaciones de Moraira por unos imponentes acantilados mientras bajo nuestros pies se extiende el azul mar Mediterráneo. Pero eso será ya en la siguiente entrada. 






2 comentarios:

Luciana dijo...

Me encanto, este artículo, puedo contemplar con detenimiento las fotografías, desde hace unos meses quiero visitar esta gran ciudad, me parece genial la viajar en autocaravana, quizás cuando se de la oportunidad adquiera una con la intención de hacer lo que hacen de viajar.
Un saludo.

ilutravel dijo...

La sierra de Alicante es bastante desconocida, gracias por descubrir tantos rincones.