02 mayo 2016

Por tierras de descubridores, Cáceres 3ª Parte


Tercera y última entrada de este viaje. Lo iniciaremos en la Sierra de Gata, un recóndito y olvidado lugar de nuestra geografía. Seguiremos por un pueblo fantasma y abandonado, Granadilla. 
Retrocederemos en el tiempo varios siglos, Cáparra. Visitaremos la monumental Plasencia para finalizar ruta en un lugar Patrimonio de la Humanidad, Guadalupe.
Situación de Cáceres

Itinerario de toda la ruta

Itinerario Monsanto-Trevejo

De nuevo nos ponemos en marcha y desandamos el camino que hemos traído esta mañana hasta que llegamos a Termas de Monfortinho lugar donde volvemos a cruzar la ralla para pasar de nuevo a España.

Parking en Trevejo

Las carreteras por las que hemos llegado hasta Trevejo están en buen estado aunque en algunos tramos son algo estrechas, pero se pude circular sin problemas.
Estamos ya en la sierra de Gata y hemos llegado a u no de los pueblecitos más interesantes de la sierra.
Estacionamos a la entrada en un gran parking. GPS: 40.174081, -6.778052.

Sierra de Gata


Hemos llegado a la hora de comer por lo que tras estacionar nos disponemos a ello. Estamos a una considerable altura por lo que el viento azota algo la autocaravana al tiempo que cae algo de lluvia.


Trevejo es un pequeño pueblo en estado de semi abandono. Cuenta con apenas 24 habitantes y depende de la población de Villamiel a escasos 3 kilómetros. Al llegar aquí la carretera se termina por lo que hay que volver de nuevo por donde se ha venido.

Busto de la Alcaldesa de Trevejo

A pesar de todo ello es un pueblo con un rico pasado histórico como lo demuestra la existencia de las ruinas del castillo probablemente de origen musulmán aunque posteriormente reformado.


El origen de este pueblo se remonta a la reconquista cuando los leoneses se encuentran unas tierras sin población siendo las Ordenes militares las encargadas de repoblar toda esta zona de la Sierra.


El pueblo está declarado de interés turístico porque reúne la característica arquitectura típica de toda esta zona. Algunas casas están bastante buen conservadas y, al parecer, una de las personas causantes de esta conservación es Adoración González Estevez, conocida como la Alcaldesa. En la fachada de su casa hay un busto de la misma como reconocimiento.


Salimos del pueblo en dirección al castillo saliendo a nuestro paso la Iglesia de San Juan del Siglo XII con el campanario separado del cuerpo de la Iglesia y con unas tumbas excavadas en la roca que nos recuerdan a las que hemos visto esta mañana en Monsanto.



Por una senda empedrada subimos al castillo o a las ruinas que quedan de él. Desde esta ubicación se tienen una preciosas vistas de la sierra de Gata que en esta época del año presenta un tono pardo que le da sus frondosos bosques.

Antiguo blasón del castillo


Muchos años contemplan a este castillo o mejor dicho sus ruinas desde que topas francesas en la Guerra de la Independencia a comienzos del Siglo XIX lo volaran y no se haya llevado a cabo ninguna recuperación del mismo.



El pequeño cementerio se haya ubicado a los pies del castillo contando con muy pocas tumbas al ser tan reducido el número de vecinos.



Volvemos de nuevo al pueblo para terminar de visitar el resto del pueblo. Para ello nos salimos de la calle principal que atraviesa el mismo de punta a punta y tomamos una callecita que desciende a la parte baja del pueblo saliendo a nuestro paso algunas casas típicas de la zona.




Podemos apreciar los trabajos de restauración que se han llevado a cabo para que algunas casas presenten un aspecto que antaño debieron tener el resto de casas del pueblo.



A pesar del abandono de  la mayor parte del pueblo, muchas de estas casas todavía se alzan majestuosas, negándose a perder la belleza y armonía de antaño. Sin duda una de las causas por las que no se hayan venido abajo es la forma en que están construidas estas casas a base de dura y resistente piedra.




Terminamos de ver Trevejo, un lugar sin duda muy bonito e interesante con un gran potencial turístico que solo necesitaría un pequeño impulso de restauración y rehabilitación de las casas que conforman el pueblo. En cuantos lugares hemos estado que no poseen una arquitectura tan bonita y sin duda han sabido conservar y restaurar y por ello atraer mayor número de visitantes.

Itinerario Trevejo-Robledillo de Gata

Ponemos rumbo al segundo pueblo que visitaremos en la sierra de Gata, Robledillo de Gata. Además de estos dos pueblos también se podrían visitar San Martín de Trevejo, Hoyos y Gata, pero nos tendremos que conformar con visitar estos dos ya que los días se agotan y hay más destinos.

Parking en Robledillo de Gata

Llegamos a última hora de la tarde a Robledillo de Gata y estacionamos a la entrada del pueblo en un parking sin servicios y gratuito. GPS: 40.322420, -6.473436.


Enseguida nos sumergimos en este pueblecito al que hay que venir aposta a verlo ya que está en el extremo de la Sierra de Gata y su carretera aunque sigue su trazado no conduce  a ningún lado que no sea monte y más monte.


Quizás sea este hecho de estar aislado lo que le ha otorgado a Robledillo ese carácter propio y auténtico del que goza aun en día. Encontramos aquí uno de esos extraños lugares que han sabido conservar su patrimonio medieval que, aunque con ligeros retoques, han llegado a nuestros días.



Observamos casas de adobe en ocasiones pintado alrededor de puertas y ventanas de tonos ocre que le confiere un efecto muy característico al pueblo. Otras viviendas están realizadas en mampostería con lajas de pizarra en las esquinas, siendo un elemento común a todas ellas el entramado de madera.



De vez en cuando descubrimos entre estrechas y laberínticas callejuelas pasadizos y balcones que comunican unas casas con otras, así como túneles cubiertos donde las luces y sombras protagonizan un misterioso juego de tonalidades.



Por si faltara algo para que este pueblo sea un increíble y bello lugar, cuenta con un río que desciende impetuoso desde lo alto del bosque que rodea a Robledillo dándole un plus de armonía y belleza, al tiempo que sirve para regar las huertas donde se cultivan hortalizas y frutales.



Por todo esto y por mucho más, Robledillo cuenta con las distinciones de bien de interés cultural y conjunto histórico siendo su arquitectura doméstica y popular la causa de dichas distinciones.



Nos dejamos llevar por la belleza y armonía de este lugar y vagamos con nuestros sentidos embriagados y con nuestras retinas asombradas por lo que estamos viendo. A cada paso, en cada recodo, sale una foto de postal, un lugar que admirar, un esfuerzo porque nuestra cámara capte en un disparo la belleza que ven nuestros atónitos ojos.


Una desbordante naturaleza rodea por completo Robledillo de Gata. Varias fuentes bajan de la montaña transportando las puras y cristalinas aguas que cruzan el pueblo con su continuo y eterno crepitar.
 


Subimos a las calles altas del pueblo para descubrir desde las alturas como el pueblo se adapta perfectamente a la pendiente de la ladera de la montaña que le otorga una plasticidad dificil de ser superada.



Piedra, barro y madera se entiende a la perfección en Robledillo de Gata. Esta arquitectura doméstica popular es algo que no habíamos visto en ningún otro pueblo de los que hayamos visitado antes. Se respira un aire de antaño, algo que ya no existe, una mezcla de pasado y una sensación de estar disfrutando de algo que no debería existir en estos tiempos actuales que corren.


Pero tras cerrar los ojos un instante y volverlos a abrir, comprobamos que sí, que este sueño es cierto que no se trata de una invención. Que Robledillo de Gata existe y que somos unos afortunados de poder estar viendo  lo que vemos. Un rincón detenido en el pasado, un pueblo de una belleza y armonía muy difícil de encontrar y disfrutar, un lugar idílico que sus habitantes han sabido conservar y preservar hasta nuestros días.



Y para terminar de rematar la visita, presenciamos y tenemos la suerte de participar en la cabalgata de Reyes más curiosa y emotiva de las que hemos podido vivir hasta el día de hoy. No somos de los que nos sumamos a este tipo de celebraciones, pero esta cabalgata es diferente. Nos alegra que ese espíritu llegue hasta este pueblo tan aislado y que los escasos habitantes participen de tan coqueta y familiar representación.


En un año en el que la cabalgata de Reyes en Madrid ha sido tan criticada y comentada por la escenificación de la misma, da la casualidad que nosotros hemos asistido en un remoto y aislado punto de nuestra geografía a tan encantadora representación de la que no nos olvidaremos.


Antes de retirarnos a la auto a cenar pasamos a un par de bares a tomarnos unos vinos, volviendo a sorprendernos con la construcción y decoración del primero de ellos.
También hay un Museo del Aceite que se puede visitar en Robledillo pero vemos que está cerrado imaginamos por ser previo a un festivo.




Nos retiramos a la auto para descansar y cenar. Vemos un rato la televisión con las típicas cabalgatas de Reyes en las ciudades más importantes del país y nos acostamos todavía con las retinas llenas de imágenes que nos han traído los Reyes Magos, ese ha sido nuestro mejor regalo este año.


La noche ha sido muy tranquila en este remanso de paz y tranquilidad que es Robledillo. Anoche y por falta de luz me quedé con ganas de explorar y descubrir más rincones del pueblo, por lo que cámara en mano me dirijo de nuevo al pueblo mientras Mati retira el desayuno y prepara para seguir ruta.



Paseo por el pueblo sin ver a nadie por las calles. Es mi sueño hecho realidad, andar por este pueblo sin encontrarme con ningún visitante que me pueda robar ese momento, ese rincón, esa preciosa perspectiva. Por un  momento siento los olores del rocío de las primera horas de la mañana, el canto de los pájaros, el silencio de las piedras, el ruido de las hojas de los árboles mecidos por la ligera brisa de la mañana, siento a Robledillo de Gata.



Vuelvo a pasar por lugares que ayer visitamos y vuelvo a experimentar las mismas sensaciones, el mismo interés, la misma atracción mágica, el mismo embelesamiento, la misma armonía, la misma belleza.



Mientras tanto Robledillo todavía no se ha terminado de despertar. O seré yo el que está durmiendo y soñando con un lugar así. Me da igual, sigo escudriñando el lugar y no hago ningún esfuerzo por despertarme si es que estoy dormido, quiero más y voy a buscarlo.




No hay ningún ruido que salga a mi encuentro, tan solo un perro ladra cuando paso a su lado. Debo estar despierto pues creo que los perros no ladran a los fantasmas y sí a los humanos de carne y hueso.


Cuando paso por un túnel donde luces y sombras juegan en un perfecto equilibrio, retrocedo en el tiempo y me imagino de niño jugando al escondite en un pueblo así con tantos atractivos. Imagino la felicidad de criarse de niño en este pueblo jugando a perderse y ser invisible por un rato.




Tras media hora jugando a perderme, decido aparecer y regresar a la realidad y aunque no he encontrado a nadie que me descubriera, decido dar por concluido mi sueño en Robledillo de Gata y mientras me alejo del pueblo no puedo evitar darme la vuelta para verlo una vez más y dejar atrás nuestro regalo de Reyes de este año.


Itinerario Robledillo de Gata-Granadilla

Es una de las cosas que estoy seguro, volveremos a Robledillo de Gata alguna vez, pero ahora debemos poner rumbo hacia nuestro siguiente destino ya fuera de la Sierra, el pueblo abandonado de Granadilla.

Parking en Granadilla

A primeras horas de la mañana llegamos a Granadilla después de haber pasado por el imponente embalse de Gabriel y Galán. Hay que decir que a unos 4 o 5 kilómetros antes de llegar hasta aquí la carretera es deplorable en u tramo de un par de kilómetros. Sin asfalto y con unos baches en ocasiones bastante incómodos, aunque circulando despacio se llega sin mayores problemas.


Estacionamos en su gran parking gratuito y sin servicios. GPS: 40.269350, -6.105454.


Quizás lo más espectacular del pueblo se puede divisar desde el  mismo parking, la muralla y el gran torreón que hay a la entrada. La visita de este pueblo abandonado es gratuita y se puede hacer por libre.

Calle principal de Granadilla

Interior del castillo

Granadilla es un pueblo que fue fundado por los musulmanes en el Siglo IX y tiene la consideración de conjunto histórico artístico y en el año 1984 fue incluido en el programa de recuperación de pueblos abandonados.


Cuando se construyó el embalse de Gabriel y Galán terminado de construir en 1962 el pueblo se declaró como inundable y sus tierras expropiadas por el gobierno por lo que fue desalojado abandonando el pueblo sus últimos habitantes hacia el año 1965.



Subimos a lo alto del torreón desde donde se obtiene unas vistas de todo el pueblo y del entorno siendo las aguas del embalse las protagonistas de este lugar porque fueron la causa de que el mismo se desalojara.


Al parecer todos  los veranos viene a este lugar voluntarios casi todos estudiantes colaborando en las tareas de reconstrucción del pueblo para darle un uso turístico a la vez que se recupera la memoria del mismo.



Sorprende encontrar aquí estas robustas murallas almohades lo que nos da a entender la importancia que debió adquirir este enclave en la antigüedad. Al parecer Granadilla era paso obligado en la ruta por la Vía de la Plata, de ahí su importancia y la construcción de sus murallas que rodeaban en su día completamente la localidad.



Llegamos a la Plaza Mayor donde se alzan las casas y edificios más importante de la población y sobre los que se ha centrado las primeras labores de reconstrucción del enclave. Nos encontramos con una plaza de considerables proporciones y que nos da una idea de lo bonita que en su día debió de ser.



Al final del pueblo se alza la Iglesia Parroquial la cual se haya en perfecto estado de conservación, imaginamos que después de su restauración. Está cerrada y no podemos verla.



Con una indescriptible paz y respeto por la larga historia de este lugar seguimos paseando ahora por la parte más deteriorada del pueblo que impaciente espera a ser reconstruida para volver a lucir tal vez algún día la majestuosidad de sus fachadas de piedra.


Itinerario Granadilla-Cáparra

Damos por concluida la vista a este curioso lugar y ponemos rumbo a la antigua ciudad romana de Cáparra.

Entrada a Cáparra

Por unas estrechas carreteras que obligan a circular con precaución y en constante atención, llegamos a las ruinas de la ciudad romana de Cáparra. GPS: 40.163889, -6.098889.


Hoy es 6 de Enero y como es festivo encontramos el acceso a las ruinas cerrado. Estando viendo el exterior de las ruinas desde unas vallas vemos que hay una familia que está haciendo la visita por lo que les preguntamos cómo han accedido. Nos dicen que hay una valla retirada y que se puede acceder, por lo que decidimos pasar, no sin saber si estaremos haciendo lo correcto.


La importancia de esta ciudad romana viene dada por su situación geográfica ya que está junto a la Vía de la Plata auténtico eje vertebrador que unía varias ciudades importantes de la época como Augusta Emérita la actual Mérida.


Como elemento mejor conservado y más valioso de esta ciudad es el Arco cuadriforme único en todo el territorio peninsular situado en el centro de la ciudad y bordeado por el Foro y los baños públicos. Conserva unas inscripciones bien conservadas y parece que fue erigido a finales del Siglo I d.C.



Hay paneles explicativos con la información de cada zona donde explica lo que se ve y con algo de imaginación se acierta a imaginar lo que debió ser la ciudad, aunque creo que lo apropiado es una visita guiada para hacerse una idea más ajustada y precisa.



La mañana se estropea por momentos y comienza a caer una ligera lluvia que poco a poco se va transformando en una lluvia penetrante que amenaza con calarnos, por lo que decidimos abandonar la ciudad y resguardarnos en la auto.



Itinerario Cáparra-Plasencia

Los ricos habitantes de esta zona


Tenemos la suerte de ver una piara de cerdos ibéricos en una de las fincas que dan a la carretera y no nos podemos resistir a pararnos y fotografiar a estos magníficos ejemplares que tan  buenos ratos nos dan a los humanos.

Parking en Plasencia

Con la compañía de la incesante lluvia llegamos a Plasencia que aunque ya la conocemos no podemos resistirnos a descubrir lo que nos dejamos la primera vez que visitamos esta bella ciudad.

Parking en Plasencia

Nos dirigimos directamente al gran parking gratuito y sin servicios llamado la Isla GPS: 40.029167, -6.084722.
Es hora de comer y tratándose del día de Reyes decidimos comer de restaurante. Nos acercamos a un cercano restaurante situado en la ribera del río Jerte aunque nos dicen que si no tenemos reserva no disponen de mesa. Por tanto nos vamos al centro del pueblo a ver si encontramos algún lugar para comer.

Ayuntamiento de Plasencia


Tras dar una vuelta en busca del restaurante perfecto y barato para comer damos con nuestros  huesos en el restaurante "Gredos" situado en la misma Plaza Mayor que por 16,50 euros el menú capta nuestra atención y es por fin el elegido. La decisión es acertada y comemos bien.


Terminamos de comer y nos ponemos en marcha para visitar la ciudad. Está lloviendo y aunque la lluvia no es copiosa sí que resulta molesta por lo que tenemos que ir protegiéndonos con el paraguas.

Palacio de Monroy

Comenzamos nuestro recorrido sin rumbo fijo ya que no disponemos de plano o mapa con el que orientarnos. Nos dejamos guiar por nuestra intuición aunque en Plasencia es fácil encontrar rincones preciosos cargados de historia, por lo que enseguida llegamos a la Plaza de San Nicolás donde descubrimos el bello Palacio de Monroy.

Palacio de Monroy

También conocido como Casa de las dos torres, este Palacio fue construido en el Siglo XIV y es el edificio civil más antiguo de Plasencia siendo su estilo el gótico.


Palacio Marqués de Mirabel

Seguimos callejeando y enseguida llegamos a la Plaza de San Vicente Ferrer saliendo a nuestro encuentro el Palacio del Marqués de Mirabel otro bello edificio que se empezó a construir en el Siglo XV mezclando los estilos gótico y renacentista. Es el edificio civil más importante de la ciudad.


Iglesia de San Nicolás

Llegamos al Convento de San Vicente Ferrer que actualmente alberga el parador nacional de turismo y como no podía ser de otra forma entramos en el mismo para visitar la parte visitable del mismo.

Parador de turismo


Este convento empezó a construirse en el año 1473 estando anexo a la Iglesia del mismo nombre y al Palacio del Marqués de Mirabel. Conforme vamos recorriendo sus instalaciones nos vamos dando cuenta de la belleza y perfección de este monumento.



Nos quedamos boquiabiertos con tanta belleza y armonía. Cuando vemos la escalera monumental no podemos hacer otra que cosa que maravillarnos de tamaña construcción también conocida como escalera al aire realizada por los maestros de cantería Juan de Ezquerra y Juan Álvarez en el Siglo XVI.

Escalera monumental


Iglesia de San Vicente Ferrer

Dejamos el Parador de turismo sin que podamos ver por dentro la Iglesia de San Vicente Ferrer al estar la misma cerrada.  Atravesamos la muralla que separa el casco antiguo del resto de la ciudad desde donde se contempla una bonita panorámica de esta parte de la ciudad.



El estado de conservación d esta muralla que data del Siglo XII cuando se fundó la ciudad es bastante bueno y existen diversas puertas para acceder al interior del casco antiguo. Un paseo por el exterior de la muralla bien merece la pena.


Catedral Vieja de Plasencia

Llegamos a la Plaza de  llena de naranjos que le aportan un toque de colorido y nos topamos con la majestuosa Catedral Vieja de Plasencia construida entre los Siglos XIII y XIV. Nos acercamos a ver si está abierta y vemos que efectivamente sí que está abierta al público aunque hay que pagar por lo que nos lo pensamos y decidimos no verla por dentro.


Casa del Deán

En esta Plaza hay una gran cantidad de monumentos. A las Catedrales Nueva y Vieja hay que añadir la Casa del Deán, un bello Palacio del Siglo XVII donde destaca un gran balcón en ángulo.


Nos hacemos un lío con las dos Catedrales de Plasencia. Hemos leído de la existencia de la Catedral Vieja y la Catedral Nueva. No sabemos cual de las dos es la que estamos contemplando y a pesar de dar una vuelta por las inmediaciones no vemos la otra Catedral. Después comprendemos que las dos Catedrales están juntas, que no hay que ir a buscarlas por separado.

Catedral Vieja

Se nos termina de romper el paraguas y la lluvia no remite cosa que nos está complicando la visita de la ciudad y sin poder resguardarnos se hace difícil seguir andando por las calles.

Puerta de Trujillo


Ponemos fin a nuestra visita a Plasencia y aunque habíamos pensado quedarnos a dormir aquí decidimos seguir ruta y pernoctar en Guadalupe, ya que la tarde no nos da ningún respiro.

Itinerario Plasencia-Guadalupe

El primer tamo del trayecto transita por la Autovía A5, pero a la altura de Navalmoral de la Mata nos desviamos por la EX118 que en un primer momento presenta un trazado adecuado.


Cruzamos el embalse de Valdecañas y desde la carretera observamos unos restos que llaman nuestra atención por lo que decido parar e investigar de qué se trata. GPS: 39.805833, -5.482500.


Se trata de los restos de un templo romano en la ciudad de Augustóbriga situada entre las ciudades romanas de Mérida y Talavera de la Reina. En época medieval se cambió el nombre por el de Talavera la Vieja quedando embalsada por las aguas del río Tajo cuando se construyó el embalse de Valdecañas.


Cuando se estaba construyendo el embalse parte de los restos de un templo romano se trasladaron aquí para preservarse de las aguas. Y estos restos son los que podemos contemplar.




Imágenes del pueblo previo a la inundación

En este mismo enclave se pueden ver unas fotografías del pueblo de Talavera la Vieja poco antes de ser inundado por las aguas del río Tajo con motivo de la construcción del embalse de Valdecañas.
En estas fotos se ve como los vecinos se llevan sus pertenencias al tener que abandonar sus casas. Algo parecido debió ocurrir con el pueblo de Granadilla.



Poco a poco se hace de noche y la carretera que traemos se vuelve muy sinuosa. Esto y que sigue lloviendo hace que la conducción sea estresante y que tenga unas ganas locas de llegar a Guadalupe.
Al fin llegamos al pueblo después de un recorrido que no lo recomiendo por lo sinuoso del trazado.

Situación del parking Guadalupe

Parking Guadalupe

Nos dirigimos al gran parking que tenía seleccionado para pernoctar en Guadalupe. GPS: 39.452304, -5.330644 gratuito, hay servicios y posibilidad de cargar agua. Como sigue lloviendo y va siendo tarde nos quedamos en la auto y dejar la visita del pueblo para mañana. Tras cenar y estando viendo la televisión oímos un golpe en la auto por lo que salgo y veo que un adolescente nos está tirando naranjas desde lo alto de la calle. Tras llamarle la atención se marcha corriendo no volviendo a tener ningún problema durante el resto de la noche.


La noche ha sido tranquila después del pequeño incidente que anoche sufrimos. Nos ponemos en marcha dirección al Monasterio. Antes de llegar al Monasterio pasamos frente al Parador nacional de turismo que más tarde visitaremos. Ahora vamos a ver los horarios de visitas del Monasterio.


Monasterio de Guadalupe

En el Monasterio nos informan que la visita guiada empieza sobre las 11 de la mañana si es que hay una cantidad suficiente de visitantes que permita hacerla. Nos mosqueamos un poco pues vemos la posibilidad de que nos quedemos sin poder ver por dentro el Monasterio.


Claustro del Parador

Para hacer tiempo nos desplazamos al cercano parador de turismo y tras pedir permiso en recepción visitamos las partes abiertas al público donde destaca el bonito Claustro.


Virgen de Guadalupe

Jardín del Parador


Finalizamos la visita del parador de turismo y nos vamos hacia la parte alta del pueblo donde se puede hacer una ruta con los lugares más interesantes y donde a través de unos paneles explicativos se puede seguir con todo detalle lo que estamos viendo.



Conforme vamos paseando descubrimos un pueblo del que no teníamos conocimiento y a que nuestro principal interés provenía de la visita al Monasterio. Pero una vez que vamos descubriendo bellos rincones vemos que de por sí el pueblo de Guadalupe guardas un rico patrimonio que lo hace muy interesante.





Hemos estado callejeando por la parte alta del pueblo. Ahora bajamos de nuevo a la Plaza y como todavía nos queda tiempo para que empiece la visita  guiada decidimos visitar ahora la parte baja de Guadalupe.




Si era interesante lo que hemos visto hasta ahora, lo que se abre ante nuestros ojos en esta parte del pueblo es si cabe todavía más bello e interesante. Nos encontramos con la calle llena de soportales que según parece tiene su origen en el refugio que se les ofrecía a los peregrinos al tiempo que servía de protección a los productos y artículos que se vendían en las casas porticadas.




Esta sinuosa y retorcida calle ofrece una preciosa estampa con sus soportales apoyados en gruesos troncos de  madera que cobijan a innumerables macetas llenas de plantas que sin duda en época primaveral lucirán con sus mejores galas.





Cuando va llegando la hora de la visita guiada nos acercamos al Monasterio. Pagamos los 5 euros por cabeza que cuesta la visita y tras esperar algunos minutos llega nuestro guía y da comienzo la visita. 
En todo el recorrido no está permitido hacer fotos ni vídeos, tan solo hay una excepción y es en el precioso claustro.


El Real Monasterio de Santa María de Guadalupe fue declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1993 y en su interior se aprecian estilos que van desde el Siglo XIII al XVIII.
Los orígenes del Monasterio vienen de tiempos de Alfonso XI quien tras la victoria en la batalla de Salado contra los musulmanes y encomendado a la venerada Virgen de Guadalupe, mandó construir una iglesia en el lugar donde había una modesta ermita.

Claustro del Monasterio

La visita va transcurriendo visitando diferentes salas donde se exponen verdaderas obras de arte como el museo de bordados donde se exponen ornamentos sagrados y otras telas dedicadas al culto que fueron fabricados por los monjes en los talleres del Convento desde el Siglo XIV.


También podemos visitar otro museo donde se exponen los libros miniados y cantorales, unas verdaderas obras de arte realizadas a mano por los monjes decorados con unas viñetas realmente preciosas.



Por último pasamos al museo de pintura y escultura y que cuenta con bastantes obras de artistas de la talla de Zurbarán, Goya o el Greco entre otros.


A pesar de no estar incluido en la visita, nuestro guía nos enseña el precioso coro, una pena que no se pudiera fotografiar. Seguidamente el guía termina su trabajo y nos deja en manos de un monje que nos conduce a la capilla donde se ubica la Virgen de Guadalupe.


Tras una charla explicativa saca la pequeña talla de su vitrina y  nos la ofrece para que quien lo desee la bese. Es un momento emocionante la verdad, aunque uno no sea demasiado practicante.

Iglesia del Convento

Tras finalizar la visita pasamos al interior de la Iglesia que es un lugar abierto a todo el  mundo y donde no hay que pagar entrada. Desde aquí también se puede ver la talla de la Virgen.



Tras visitar la Iglesia ponemos punto final a la visita del Monasterio de Guadalupe y del pueblo en sí. Compramos unos dulces de una panadería próxima a la Iglesia y nos despedimos de este bonito lugar.



Con el misterioso manto de niebla que envuelve a Guadalupe esta mañana decimos adiós al pueblo y partimos en dirección a casa. Todavía quedan bastantes kilómetros y hay que aprovechar para ir recorriéndolos poco a poco.


Itinerario Guadalupe-Albacete

Paramos a comer en La Puebla de Don Rodrigo y a media tarde llegamos a casa sin ningún contratiempo. Han sido siete días por una tierra maravillosa como es Cáceres que ya conocíamos, pero que nos ha vuelto a impactar por su hermosura. Hemos dejado cosas por falta de tiempo como ha sido visitar Monfragüe, una excusa para volver otra vez.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Me ha gustado mucho la ruta que has planteado, estamos mirando algunos viajes de aventura por España así que me lo apunto porque nunca hemos estado allí y los paisajes eran preciosos, gracias por compartir Alfredo

Begoña Del Blanco dijo...

Fantástico reportaje,gracias