15 enero 2016

Verano 2015, caldo e tigri. Italia (2ª parte)


En esta segunda entrada seguiremos recorriendo La Toscana visitando auténticas joyas como Volterra, San Gimignano o Siena. Nuestra intención era bajar más al sur visitando algunos lugares encantadores de esta región, pero el intenso calor hará que tengamos que cambiar los planes iniciales.


Plano de Volterra

Amanece un nuevo y radiante día, esta vez en la antigua Volterra etrusca y Mati y yo tenemos como tarea esta mañana descubrir esta ciudad con tan rico pasado y tanto patrimonio por ver.
Movemos la auto más abajo para que a los chavales que se quedan en la auto no les de el sol, ya que abajo la sombra dura bastante más, y nos ponemos en ruta.

Porta di Docciola, Volterra

La puerta que se ve aquí arriba es lo primero que se ve antes de entrar en el recinto amurallado de Volterra y darte cuenta que vas a visitar una ciudad de las que le dejan a uno huella.

Fonti di Docciola

Nada más traspasar la Porta di Docciola nos topamos con una recia construcción, la fuente de Docciola una construcción de la Edad Media y de la que sigue manando agua en la actualidad.
Tomamos las empinadas escaleras que salen a la derecha de la fuente y que nos transportan a la parte alta de la ciudad, teniendo que hacer una paradita entre tramo y tramos pues la escalera se las trae.

Chiesa di S. Michele

Una vez subida la escalinata lo primero que llama nuestra atención es la Iglesia de San Michele, una construcción del Siglo XIII, llamando nuestra atención los arcos de mármol en dos tonos apoyados sobre esbeltos capiteles.


Esta ciudad de apenas 11.000 habitantes que pertenece a la provincia de Pisa y está situada al sur de la Toscana; tiene un pasado esplendoroso como contempla su larga historia, así como unos 2.000 años nada más. Sobre el Siglo VII antes de Cristo fue fundada por los Etruscos. Evidentemente luego pasó a formar parte del imperio romano, en la Edad Media tuvo un papel importante debido a la rivalidad que hubo entre Pisa y Florencia y en el Renacimiento se llevaron a cabo muchas de las construcciones que podemos admirar a día de hoy. Osea que tenemos una ciudad muy rica arquitectonicamente, que ha conservado restos de todas esta épocas.

Piazza dei Priori

Caminando por las estrechas y tortuosas callejuelas de Volterra llegamos al corazón de esta ciudad, la Piazza dei Priori, una de las Plazas más bonitas que hemos visto hasta ahora y que donde mire uno encuentra una sublime belleza.

Palazzo dei Priori

Uno de los edificios más hermosos con los que cuenta la Plaza es el Palazzo dei Priori un edificio construido enteramente en piedra sobre el año 1239 y de su fachada cuelgan los escudos de las familias más representativas florentinas.


El Palacio era la residencia de los ancianos que gobernaban la ciudad, actualmente es el ayuntamiento de Volterra, y presume de ser el edificio más antiguo de la ciudad.

Escudos


Detrás del Palacio nos encontramos con la Catedral de Santa María Assunta, un edificio construido sobre el año 1.100 donde nos llama la atención sus columnas y sus arcos de mármol, así como su techo artesonado.

Catedral de Santa Maria Assunta

Púlpito de Santa María

Baptisterio

Frente a la Catedral se erige el Baptisterio otro bello edificio del Siglo XIII de forma octogonal.

Pila bautismal

Una vez dentro podemos admirar la bella pila bautismal del Siglo XV de mármol.
 
Palazzo Pretorio, Volterra

De nuevo en la Plaza nos deleitamos con otros bellos edificios como el Palacio Pretorio, el Palacio Episcopal, donde hay un Museo de Arte Sacro y otros palacetes y casas nobles.


En los bajos del Palacio dei Priori podemos contemplar una bella bóveda decorada con antiguos y bellos escudos.


Ahora nos encaminamos a la parte más alta de la ciudad, lugar donde estaba ubicada la antigua ciudad etrusca y de la que todavía quedan restos arqueológicos. A reseñar que también se puede visitar en Museo Etrusco Guarnacci situado en la Vía Francesco FerrucciMuseo Etrusco, aunque nosotros no entramos.


Restos de la ciudad etrusca

Llegamos a la parte alta de la ciudad donde se extiende una parque y vamos en busca de los restos etruscos. Nos encontramos que el acceso está cerrado, no sabemos si es que no se pueden visitar o es que hay que hacerlo a una hora determinada. El caso es que aunque no se puede acceder los mismos son visibles en parte desde la valla que lo delimita, por lo que nos asomamos y podemos darnos una idea de los restos y contemplar el resto de la ciudad desde aquí.



Evidentemente, esto si no le explican a uno lo que significan pues que por mucho que te imagines no consigues ver la distribución de la antigua ciudad, aunque resulta interesante de por lo menos estar aquí y pensar en toda la historia de estas piedras.


Aunque no sea nada más que por ver la bonita panorámica de Volterra desde aquí, merece la pena subir y descansar un rato a la sombra de un árbol mientras se hace la foto de rigor. En las inmediaciones se encuentra la fortificación de los Medici un conjunto amurallado que no se puede visitar pues ejerce funciones de cárcel.

Alabastro

De nuevo bajamos hacia el centro de la ciudad y nos adentramos en la comerciales calles de Volterra y enseguida llama nuestra atención las preciosas figuras de alabastro talladas tan magníficamente, que aquí por lo visto debe ser un negocio.
Para saber más: Cooperativa alabastro de Volterra

Taller de alabastro

Como sabemos el alabastro es una piedra natural con las propiedades translucidas del vidrio y la textura natural de la piedra lo que le aporta matices exquisitos.
Su uso es casi exclusivamente ornamental y decorativo y si a uno le gusta este tipo de ornamentos Volterra es el lugar ideal para hacerse con alguno, además se puede visitar algún que otro taller y ver en vivo los trabajos de talla.



También nos llama la atención los coquetos arcos que abundan en las estrechas callejuelas de Volterra, pero sobre todo las robustas construcciones de piedra de las casas. 



Callejear por Volterra es todo un deleite, además contamos con la ventaja de ir resguardados del inclemente sol que ya empieza a caer con fuerza, protegidos por las sombras de los altos edificios, por lo que nos dejamos perder por las sinuosas callejuelas y así llegamos a una de las antiguas entradas de la ciudad la Porta all´Arco.

Porta all´Arco

Esta regia construcción es de época etrusca y posteriormente en la Edad Media fue modificada y da a entender como se tomaban los habitantes de Volterra la defensa de su ciudad. Junto con la puerta de Diana, constituían las dos únicas puertas de acceso a la ciudad y demuestra que acceder a la ciudad era tarea muy complicada.

Reproducción etrusca

Taller de forja

Vemos algunos talleres de forja que tallan antiguas replicas de piezas etruscas, por cierto muy bonitas y que me hubiera gustado adquirir alguna pero que los elevados precios de las mismas me echaron para atrás.

Teatro romano

Por fin llegamos al último objetivo que habíamos planeado ver en Volterra, el Teatro Romano del Siglo I antes de Cristo, así como las termas adyacentes. Su estado de conservación no es el más óptimo pero por los restos que todavía perduran uno se puede hacer una idea de lo que este conjunto debió ser.


Se empezó a excavar en el año 1950 y su estado de conservación es bastante bueno. La época en la que fue construido coincide con el gobierno de Augusto, tiene 19 filas de asientos aprovechando la pendiente del terreno como es frecuente en este tipo de construcciones romanas.


A la espalda del teatro se ubican las termas de época posterior al teatro e igualmente pueden visitarse conjuntamente con el Teatro, aunque nosotros no lo hacemos ya que desde lo alto de la calle donde estamos, la Via Lungo le Mura del Mandorlo se ven perfectamente las dos construcciones.
Tras comprar en un super algunos paquetes de pasta típica italiana ponemos fin a la visita de esta preciosa ciudad italiana que bien merece más tiempo para terminar de descubrirla.
Anoche cuando llegábamos hasta Volterra por unas carreteras malas con infinidad de curvas, a unas horas intempestivas en un pueblo que parecía estar en un lugar inaccesible, no imaginábamos que ha merecido la pena estar hoy aquí y la huella que ha dejado en nosotros esta ciudad es de las que perduran en el tiempo.

Para saber más:

Seguimos nuestra ruta por La Toscana y nos dirigimos hacia nuestro siguiente destino y uno de los platos fuertes: San Gimignano.

Itinerario entre Volterra-San Gimignano

Parking en San Gimignano

Parking en San Gimignano

El navegador nos vuelve a meter por una carreterita de aupa, no se si es la mejor carretera que lleva a San Gimignanopero hay que ver que carreteras tienes estos italianos.
Al fin llegamos a San Gimignano y vemos que este es un lugar masificado turísticamente y que aparcar es todo un reto y un negocio.

Situación de área de San Gimignano

Hay un área de autocaravanas situada a un par de kilómetros de San Gimignano, se llama Santa Chiara, pero cuesta 24 euros las 24 horas, quizás sería una buena elección si quisiéramos pernoctar aquí, pero como solo queremos ver la ciudad y seguir más adelante no contemplamos esta opción, Las coordenadas del área son GPS: 43.455556, 11.034722, hay un autobús que te lleva al centro.

Área de autos Santa Chiara

Plano de San Gimignano

Nosotros estacionamos aquí, GPS: 43.469454, 11.035608, junto a lo que parece una escuela, un lugar gratuito y sin servicios pero ideal para ver San Gimignano ya que dista menos de 10 minutos andando al recinto amurallado.

San Gimignano

Si nos ha sorprendido Volterra por lo bonita que es la ciudad y lo poco masificada que está, nos ocurre todo lo contrario con este lugar. Ríos de turistas desbordan sus calles, cobijándonos bajo las sombras que proyectan los altos edificios de este sol sofocante. Es mediodía y hace mucho, mucho calor, no dan ganas de salir a asfixiarse, es una barbaridad.


Pero la vida del turista es más sacrificada de lo que en principio pudiera parecer. O si no haber, qué hacemos a la una del medio día con una temperatura próxima a los cuarenta grados, paseando por las infectadas calles de San Gimignano?, es esto reconfortante?, merece la pena?.


Pues qué queréis que os diga?, para mí sí que lo es,. A pesar de todos estos inconvenientes, lo que está por ver bien merece el sacrificio, y es que estamos en otra de esas ciudades que impactan en nuestras retinas y no se por qué extraña causa, consigue que uno se olvide de lo negativo y solo vea la armonía y belleza de este lugar.

Piazza Duomo

San Gimignano, la ciudad de las torres bellas. Parece que el nombre de la ciudad se lo debe a un obispo que la salvó de Atila Rey de los Hunos, algo muy curioso la verdad. La existencia de tal cantidad de torres medievales construidas entre los Siglos XII al XIV es debido a la importancia de esta ciudad derivada de su posición estratégica.

Piazza della Cisterna

Por aquí pasaba la Vía Flancígena que unía Roma con Francia con la consiguiente ruta comercial que ello suponía y que dotó a la ciudad de una riqueza considerable. Al florecer la ciudad, las diversas familias que habitaban aquí comenzaron a construirse torres y cuanto más alta fuera mayor riqueza de esa familia, de ahí la cantidad de ellas y su impresionante altura.

La Cisterna

Por lo tanto visto desde el exterior, San Gimignano aparenta ser una ciudad de imponentes rascacielos rodeados de la campiña toscana, algo realmente sorprendente y bello.
Según está acreditado en San Gimignano hubieron 72 torres; que gozada haber visitado esta ciudad en aquella época. Ahora nos tenemos que conformar con ver solamente 15 de ellas que son las que han llegado a nuestro tiempo y lo que le ha valido a la ciudad ser Patrimonio de la Humanidad.
En la antigüedad venir a San Gimignano podía ser como actualmente ir a Nueva York, osea lo más de lo más pero hace muchos siglos. Por eso decimos que ya está todo inventado.


No me atrevo a imaginarme la cara de los visitantes de antaño cuando vieran estas torres, nos sorprende a nosotros ahora, cuanto ni más a los que vinieran aquí hace tantos siglos. Si hay algo que desentona en todo este armónico y bello conjunto, en mi opinión, es la gran aglomeración de turistas que le confiere un aire de parque temático y le quita parte de encanto, una pena.


Por tanto mi consejo es visitar San Gimignano en alguna época del año que no haya tanta masificación, incluso de noche tiene que ser algo especial bagar por sus calles bajo la protección de sus esbeltas y majestuosas torres y no te digo más sin la presencia de gente por sus calles. En estos lugares así es donde me sale la vena turista-egoísta que llevo dentro de mí, que me dice que tanta belleza y armonía no se pueden compartir, que solo la puedo disfrutar yo y los que van conmigo.
Estaré sufriendo el síndrome de Stendhal?, horror...


Vuelvo de nuevo a la realidad e intento imaginar que vamos solos por las calles y que todo lo que encierra esta ciudad hay que saborearlo despacio, poco a poco. Así llegamos al final de esta pequeña ciudad donde hay uno de los numerosos parkings de pago y donde paran los autobuses que continuamente llegan hasta aquí.
De nuevo y por la misma calle subimos hacia la Piazza della Cisterna que he de decir que para mí es el rincón más bonito de San Gimignano.


Esta plaza está ligeramente en pendiente y como su nombre indica posee una cisterna que recoge las aguas que llegan hasta aquí. Mires a donde mires, solo puedes ver belleza y armonía. Las torres güelfas, el Palacio Cortesi, el callejón de los orfebres, la torre del diablos e infinidad de casas y caserones preciosos todos ellos.
Para saber más de las torres: Torres de San Gimignano


Volvemos de nuevo a la Piaza del Duomo donde destaca una colegiata de estilo románico del Siglo XIII que se puede visitar y que nosotros no hicimos pues había bastante cola para entrar y se nos hubiera hecho tarde para comer. En esta plaza además hay otro muy buena colección de torres y monumentos como el Palacio de la Municipalidad con su torre de 54 metros de altura, el Palacio del Pueblo, la Torre Grossa de 51 metros, etc, vamos que aquí también hay para estar otro buen rato mirando y sobre todo para arriba.


Son tal altas las torres que en modo horizontal no caben en el enfoque de la cámara, por lo que ésta hay que situarla en modo vertical para que quepan.  Entre las dos Plazas hay unos arcos que las separan donde antiguamente se reunían los habitantes de San Gimignano.
Algo recomendable si se visita este lugar es subir a lo alto de una de las torres como puede ser la Torre Grossa ubicada junto al Palacio del Podestá donde se pueden visitar sus dependencias y un museo además de subir a  lo alto de la torre. 


Lo que ocurre es que conforme pasa la tiempo el calor va siendo más sofocante y solo tenemos ganas de irnos a la auto, ponernos bajo la sombra de algún frondoso árbol y  beber algo fresco, ya que esta temperatura no es normal, de echo estamos ante una ola de calor en toda Europa y aquí no iba a ser menos. Por tanto dejamos la panorámica de la ciudad vista desde una de sus torres que debe ser la repera y volvemos a la auto no sin antes pasarnos por una pizzería y llevarnos un par de pizzas para comer tranquilamente.
La autocaravana que está al sol está ardiendo y Alejandro que se ha quedado dentro viendo un partido de tenis está casi al borde de la angustia. Muevo unos metros la auto y nos colocamos debajo de unos árboles un lugar ideal para sacar la mesa y las sillas, comer y refrescarnos.

Lugar elegido para comer

Dicho y hecho, tenemos que sobrellevar este insoportable calor de la mejor manera posible, tanto es así que saco la manguera, la conecto al grifo de la auto y con el bañador puesto nos damos un remojón o manguerazo tónica  ya habitual en este viaje y que consigue aliviar momentáneamente los rigores del calor.
Comemos bajo la sombra de unos árboles y tras un merecido descanso partimos de San Gimignano, donde hubiera sido buena idea quedarse a pernoctar y dedicarle más tiempo a la ciudad, pero con este sofocante calor se le quitan a uno las ganas de hacer nada.


Itinerario San Gimignano-Monteriggioni

Ya se va entendiendo lo del título de este viaje a Italia, Caldo en italiano es calor y estamos comprobándolo en nuestras carnes que nos piden reposo, sombra y sobre todo fresco. Pero falta lo de Tigri. Que qué es tigri?, Los tigri son los mosquitos tigre que abundan también por aquí y de vez en cuando sus mordiscos hacen que nos acordemos de ellos y no para bien.

Aparcamiento en Monteriggioni

Ponemos rumbo a Monteriggioni y por fin vemos la esperada autopista, aunque tampoco es esto sinónimo de buenas noticias ya que el estado de la misma es lamentable en algunos tramos. Parece mentira que tengan estas carreteras por esta parte tan turística de Italia, es algo que no lo puedo entender. Algo que si me ha gustado de las autopistas italianas es que no hay peajes en medio de la autopista, solo hay que pagar cuando te sales de la misma, algo que facilita el tráfico. Además no es caro el peaje, ya lo quisieran los franceses.

Parking en Monteriggioni

A los pies de Monteriggioni hay un gran parking de pago no muy caro donde aparca casi todo el mundo y digo casi todo el mundo porque los autocaravanistas lo hacemos en este otro parking algo más alejado pero por contra gratuito y a la sombra de unos pinos y unos cipreses, algo que se agradece, GPS: 43.386111, 11.226111, sin servicios.

Monteriggioni

En Monteriggioni a pesar de animar a la tropa ésta me deja solo, no tienen intención de salir de la autocaravana, prefieren quedarse a la sombra que exponerse al fuerte calor, por me tengo que ir yo solo hacia el pueblo si es que quiero verlo, claro.
Hago acopio de fuerzas y cámara en mano me dirijo hacia este bello lugar enclavado en lo alto de un cerro y conforme avanzo voy tratando de imaginar la bello que debe ser este lugar.

Iglesia de Monteriggioni

Monterigioni se ve desde la cercana autopista y desde el exterior se contempla la bella estampa de este lugar rodeado por unas recias murallas y torres lo que le lleva a uno a pensar que es algo que no debe dejarse de visitar pues su visita merecerá la pena.


Penetro en el interior de este bien conservado recinto amurallado del Siglo XIII compuesto por una muralla circular de 570 metros y 14 torres. Su construcción responde al objetivo defensivo que debía poseer este bastión por las continuas guerras entre las dos ciudades más importantes de La Toscana, Siena y Florencia.
Tras acceder al interior del recinto se puede contemplar una gran plaza donde se haya ubicada la Iglesia parroquial de estilo románico.

Una de las dos puertas de acceso

Voy caminando tranquilamente por Monteriggioni tratando de captar el alma y la esencia de este lugar, me esfuerzo en verle la cara bella y armónica que siempre busco en cualquier lugar que visito. Busco el rincón, la perspectiva, el detalle que me conecte a este lugar y casi todos mis esfuerzos resultan baldíos.


No termino de engancharme a Monteriggioni, no se muy bien el motivo. Si bien desde fuera el recinto amurallado me parece de una gran belleza, el interior me decepciona sobremanera, será que me ha dado un golpe de calor?...
No, creo que este no es el motivo de desapego hacia este lugar, más bien puede ser mi sensación, quizás equivocada, de que este lugar se ha sobredimensionado o sobre explotado turísticamente, dada la abundancia en tan escaso terreno, de tanta tienda, bares, restaurantes y hoteles.


Quizás tampoco sea ese el motivo pues más abarrotado que estaba San Gimignano no está esto sin lugar a dudas, pero es que lo siento muy artificial. Desconozco por completo la historia de este lugar, pero me da la sensación que excepto el recinto amurallado las demás construcciones son de época reciente y el interior carece del alma de sus murallas y torres.


De todas formas, si se pasa por la autopista para llegar a Siena, aconsejo salirse de la misma cuando nos avise de la salida a Monteriggioni, pues el simple echo de divisar la esbelta y bonita figura del recinto amurallada habrá merecido la pena con creces, de eso no hay duda.

Monteriggioni

Regreso a la auto después de no haber estado aquí ni una hora y cuando me he alejado una buena distancia me salgo de la carretera para contemplar la bonita panorámica que ofrece este antiguo lugar, y con eso evidentemente me quedo.
Para saber más: Monteriggioni

Itinerario Monteriggioni-Siena

Situación del parking en Siena

Parking en Siena

Siena es nuestro siguiente y último destino por hoy donde llegamos en poco tiempo ya que nos separan pocos kilómetros. Estacionamos en un parking que no es nada del otro mundo, sin servicios pero que es gratuito y está bastante bien situado para acceder andando a la ciudad.
GPS: 43.327765, 11.332532


Plano de Siena


Tengo que hacer tres intentonas para estacionar y coger la señal vía satélite ya que están poniendo un partido de tenis en Wimbledon y Alejandro no se lo quiere perder. A la tercera va la vencida y por fin podemos ponernos en marcha para visitar esta maravillosa ciudad. Antes de partir y sin saber muy bien cómo ha sucedido, tenemos la autocaravana llena de nuestros fieles mosquitos tigre, parece ser que le tienen cariño a nuestra autocaravana y amor a sus ocupantes, la madre que los parió. Tenemos que acabar con ellos si no queremos que a Alejandro se lo coman vivo. Llegamos a matar unos 10 o 12 a estacazo limpio.


Entre unas cosas y otras hemos perdido un valioso tiempo, la tarde va llegando a su fin y nosotros sin comenzar la visita a Siena una joya medieval en plena Toscana.
Estamos algo sofocados de tanto calor y no dejamos de sudar al mínimo esfuerzo, pero aún así tenemos que visitar esta maravillosa ciudad.
Cuando nos casamos ya visitamos Siena en el viaje de novios, pero de esto ya han pasado unos cuantos años y siempre es reconfortante volver a pasear por las callejuelas de esta ciudad.


Estamos recorriendo una ciudad con un rico pasado siendo su origen etrusco como el de muchas otras ciudades de la Toscana, pasando posteriormente a depender de Roma en época del Imperio Romano. Sin embargo en esa época Siena no gozó de prosperidad al estar alejada de las principales vías de comunicación. No sería hasta el Siglo IV cuando los lombardos invadieron Siena, cuando la ciudad floreció y alcanzó la prosperidad al cambiar éstos el trazado de dichas vías.


Aunque no sería hasta la época de la Alta Edad Media cuando la incipiente república de Siena, alcanzó cuotas de autogobierno y prosperidad que le dotaron a la ciudad de la mayoría de los monumentos y construcciones que actualmente podemos contemplar.


Con esta composición de lugar y ya algo más enterados del lugar que estamos visitando, tras haber callejeado un rato llegamos al verdadero epicentro de Siena, la Piazza del Campo, una de las plazas más bonitas que uno puede contemplar, me atrevería a decir en el mundo entero, tanto por su grandiosidad como por su belleza.

Palacio Público en la Piazza del Campo

La Piazza del Campo aparece ante nuestra vista tal y como la recordábamos, espléndida y maravillosa, en ligera pendiente y con una distribución de nueve franjas de ladrillo perfectamente delimitadas unas de otras y que convergen en el Palacio Público como verdadero eje vertebrador y sobresaliendo por encima de todo este conjunto la Torre de Mangia de unos 90 metros de altura y a la que se puede subir aunque no a estas horas ya tardías de la tarde.


Cuando uno visita esta plaza, recuerda la antigua carrera de caballos, el famoso Palio de Siena que se celebra aquí todos los años entre los días 16 de Julio al 2 de Agosto echo éste que se viene sucediendo desde el Siglo XV y te preguntas cómo es posible que se efectúe aquí dicha carrera de caballos, con la inclinación que tiene la Plaza.


Nos quedamos un largo rato, incluso nos sentamos en el suelo, admirando esta preciosa plaza con esa perfecta distribución que por momentos te transporta y te sumerge a plena Edad Media. A esta hora de la tarde los últimos rayos solares iluminan el Palacio y de confiere un aire, aún si cabe, más romántico.


Hasta que alguien empieza a dar gritos pronunciando un nombre. Toda la Plaza se queda mirando a una pareja que va corriendo por la Plaza llamando a su hijo que se ha perdido. En sus caras se contempla la angustia del descuido y la irresponsabilidad de haber dejado que un niño pequeño se extraviara, aunque finalmente y ante la alegría general el niño aparece y solo falta que la Plaza entera se ponga a aplaudir.

Fuente Gaia

En la parte de enfrente del Palacio se encuentra una preciosa fuente renacentista esculpida en mármol entre los años 1409 y 1419. Está adornada con unas bonitas esculturas réplicas de las originales que se conservan el el Palacio Público o del Ayuntamiento.

Catedral de Siena

Al siguiente lugar que nos conducen nuestros pies es hasta la Piazza del Duomo donde se encuentra el segundo plato fuerte de la ciudad, la Catedral o Duomo. Este es un edificio realmente bonito y armónico donde destaca la fachada rayada por el verde oscuro y un extraordinario rosetón de la Ultima Cena. 
El campanario es una maravilla y una cosa que llama la atención es que el número de ventanas va aumentando conforme gana en altura, algo muy curioso y raro de ver.

Fachada del Duomo

Evidentemente a esta hora este monumento del Siglo XIII ya está cerrado por lo que tenemos que conformarnos con admirarlo por fuera y deleitarnos con ese contraste tan peculiar de la piedra con tonalidades rosas, el mármol de un intenso verde, rematando la fachada los mosaicos donde predomina el amarillo.
Lo aconsejable es que nos quedáramos mañana en Siena y la termináramos de visitar entrando a estos monumentos, eso sería lo normal. Pero el calor que está haciendo tampoco es normal y nos vemos algo sobrepasados y no conseguimos adaptarnos a esta situación, por lo que decidimos con pesar dejar La Toscana y tirar para el norte a ver si el calor nos da una tregua.

San Doménico al fondo

Seguimos dejándonos llevar por nuestra intuición y vamos descubriendo rincones y plazas muy bonitas. Siena se merece por lo menos un día entero para tomar algo de contacto con la ciudad. Nos hubiera gustado mucho dejarnos perder por sus callejuelas adoquinadas, pasear sin prisas disfrutando del alma y la belleza de esta ciudad.


Este viaje por Italia era algo que había contemplado hacer en primavera por ejemplo, cuando hace menos calor y los lugares están menos saturados de turistas. Incluso hacerlo en pareja cuando se viaja de otra manera más relajada y pausada. Pero este año es lo que tocaba y estamos intentando disfrutar y ver lo máximo posible, pero cuando el calor aprieta, las ganas van disminuyendo, la verdad.


Volvemos de nuevo a la Piazza del Campo cuando ya es casi de noche y la misma se va transformando, mostrando si cabe su cara más romántica y seductora. Terminamos de hacer las fotos de rigor y nos despedimos con pena de este maravilloso lugar que no deja de sorprender y del que uno se marcha con la sensación de no haber podido sacarle todo su jugo y encanto.
Quizás haya algún día otra oportunidad de terminar algo que nos dejamos a medio, ojala que así sea.

Situación de la pernocta en Siena

Volvemos a la auto en unos 15 minutos andando y allí se encuentra Alejandro que por lo menos ha podido ver su partido de tenis y nos ha estado vigilando la auto. Ponemos rumbo al lugar donde pernoctaremos esta noche que se encuentra a unos 3 kilómetros de la ciudad.

Pernocta en Siena

Esto resulta ser un parking compartido con turismos, viene reflejado como área de autocaravanas pero aquí no hay servicios, tan solo vemos una fuente de agua y encima es de pago.
GPS: 43.341667, 11.305000. Es imposible cenar dentro de la auto, por lo que saco la mesa y las sillas y cenamos algo más frescos, pero poco más. A unos 50 metros hay un Mc´Donalds y los chavales se acercan a tomarse un helado y aliviar así un poco el sofoco.
Cuando tracé este viaje planeé bajar más abajo visitando lugares como Montalcino, Perugia y Asis para desde aquí subir hasta Florencia. Pero decidimos que ya tenemos bastante, que viajar en estas condiciones es algo que le resta encanto y que no es necesario padecer tanto. El principal objetivo es disfrutar viajando y que no sea una carga, por lo que entre todos decidimos subir para Florencia y dejar estos destinos sin visitar.
Pero todo  lo que nos deparará los próximos días de viaje los dejaremos para la tercera entrada de este viaje. Hasta pronto.

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