En esta segunda entrega descubriremos la magia de la montaña de Montserrat, el imponente castillo de Cardona y su curiosa montaña de sal. Seguiremos camino por pueblos medievales de Barcelona con Rupit como más destacado y ya empezaremos a recorrer la provincia de Gerona.
Itinerario en gris seguido entre Barcelona y Montserrat
Parking de los autobuses
A media tarde salimos de Barcelona igual de fácil que entramos y ponemos rumbo al Monasterio de Montserrat donde llegamos ya de noche por una carretera algo sinuosa pero en buen estado y que alcanza una altura considerable en pocos kilómetros.
Parking de los autobuses
Llegamos al Monasterio encontrando la barrera abierta evidentemente, a estas horas ya no queda nadie en el Monasterio. Llegamos hasta el parking de los autobuses el último que hay para visitar este monumento. Nos estacionamos aquí para pasar la noche ya que es el único parking llano. GPS: 41.59463, 1.84066
Me dirijo un poco más adelante a la caseta donde está el guarda y le digo que somos una familia autocaravanista que acabamos de llegar y queremos pernoctar en el parking de los autobuses. Muy amablemente me informa que no hay problema alguno, que incluso él estará pendiente por si necesitamos algo. Solo que antes de las ocho de la mañana tenemos que cambiar la autocaravana más abajo ya que a esa hora empiezan a llegar los autobuses.
Parking donde dejamos la auto
Cenamos tranquilamente con unas vistas increíbles de todo el entorno que puede divisarse desde estas alturas y tras recoger mientras los chavales se quedan viendo la televisión, Mati y yo damos una vuelta hasta el Monasterio donde a estas horas de la noche reina una absoluta calma tan solo interrumpida por un grupo de adolescentes que deben estar alojados en el monasterio y que están dando una vuelta al igual que nosotros.
Inicio de la ruta senderista
La noche ha sido muy tranquila y a la hora que anoche me indicó el guarda, me levanto y cambio la autocaravana para dejar sitio a los autobuses. Tras desayunar Mati y yo nos ponemos en ruta para hacer una ruta senderista por esta mítica montaña.
La ruta que he preparado es una ruta fácil de hacer, sin mucha dificultad, de unos 10 kilómetros de recorrido que en unas 4 horas se puede hacer perfectamente. Es ideal para introducirse en estas montañas tan peculiares y características para conocerlas básicamente sin pretender profundizar.
La ruta la he descargado de Wikiloc y es ésta:
ruta senderista Montserrat
Existe la posibilidad de tomar el funicular de Sant Joan que te sube a la parte alta desde donde se puede iniciar el recorrido en sentido inverso al que nosotros lo hacemos y de esta forma ahorrarse un par de kilómetros, pero ya digo, nosotros vamos a hacer todo andando.
La primera parte de la ruta que sale al fondo del todo por una senda con bastante pendiente es algo durilla y que nos invita a detenernos de vez en cuando para tomar aire, pero luego se suaviza y conforme vamos ganando altura van apareciendo ante nosotros los picos desnudos y redondeados de estas curiosas formaciones rocosas.
Vistas desde la cumbre de Sant Jeroni
El punto final de la ruta acaba en la cima de Sant Jeroni desde donde hay unas impresionantes vistas de toda la comarca, pudiéndose ver las cimas nevadas de los Pirineos, un espectáculo.
Vistas del Monasterio desde la ruta
Después de estar un buen rato deleitándonos con las vistas, iniciamos el regreso por el camino circular dirección al funicular de Sant Joan, disfrutando de este precioso y soleado día en este escenario extraordinario y que te atrae de una peculiar forma por su sencillez y belleza.
Funicular de Sant Joan
Ermitas
Una vez que llegamos al funicular que si se toma te deja en el mismo Monasterio, vemos que si nos dirigimos a la derecha, el camino te lleva a unas ermitas que hay más adelante, pero ya llevamos bastante andado y aún tenemos por delante otros dos o tres kilómetros y el calor aprieta, por lo que seguimos nuestra ruta.
Por fin llegamos al Monasterio encontrándonos más visitantes que cuando hemos pasado esta mañana. Nos dirigimos a la auto para comer y dejamos para esta tarde la visita de la Iglesia.
Comemos tranquilamente y tras descansar un rato nos vamos de nuevo hacia el Monasterio para visitarlo por dentro y ver a la Virgen de Montserrat, más conocida como La Moreneta, patrona de Cataluña.
Accedemos al interior del Monasterio benedictino de Montserrat y enseguida vemos la cola que hay formada para ver desde cerca la talla de la Virgen. Hacemos un poco de cola y enseguida nos toca a nosotros contemplar a la Virgen y hacer unas fotos.
Interior de la Basílica
Claustro
Teleférico que sube al Monasterio
Después de visitar la Basílica, el Claustro y algunos edificios más dedicados a tiendas donde se pueden adquirir detalles y recuerdos de nuestra visita al Monasterio de Montserrat, ponemos fin a nuestra visita que tanto nos ha gustado. Un lugar realmente bello, rodeado de agrestes montañas y un rico patrimonio. Pasamos por la barrera y pagamos los 6 euros que cobran a las autocaravanas por haber estacionado y pasado la noche.
Itinerario entre Montserrat y Cardona
Nuestro siguiente destino es Cardona atraídos por su imponente castillo y por tener un sus inmediaciones una curiosidad geológica, la montaña de la sal.
Situación del parking donde pernoctamos
Pernocta en Cardona
Castillo de Cardona
Parking de la Montaña de Sal
Instalaciones
Montaña de sal y entrada a la misma
Interior de la montaña
Instalaciones de la mina
Pernocta en Cardona
Llegamos a Cardona y estacionamos en un parking de tierra sin servicios y gratuito, GPS: 41.911389, 1.680833, un buen lugar para pernoctar.
Castillo de Cardona
Tras una ducha reparadora, nos acercamos al pueblo cuando empieza a oscurecer y descubrimos una población llena de encanto con un impresionante patrimonio medieval.
Pasamos por delante de una panadería y el aroma a dulces y productos recién hechos nos atrae a su interior comprando algunas cosas típicas del pueblo, todo un acierto que seguiremos degustando durante varios días y que hará que nos acordemos de Cardona más a menudo.
Nos dejamos llevar por el embrujo del centro medieval de Cardona y nos perdemos por sus callejuelas, deteniéndonos cada dos por tres a admirar un conjunto medieval perfectamente conservado donde por momentos se antoja que el tiempo se ha detenido.
Tan solo cuando el hambre se apodera de nuestros estómagos, decidimos volver a la autocaravana totalmente encantados por la visita a este precioso pueblo que esconde rincones realmente bonitos.
Parking de la Montaña de Sal
Dormimos tranquilamente en el parking y después de desayunar nos desplazamos a las cercanas instalaciones de la Montaña de Sal, GPS: 41.907190, 1.672340, tan solo separadas un kilómetro del pueblo. El parking es gratuito y hay una fuente de agua donde tomamos agua.
El parque cultural de la montaña de sal de Cardona está ubicado en las antiguas instalaciones de la mina de sal potásica que desde su descubrimiento se ha destinado a la extracción de sal.
Pasamos a las instalaciones a sacar las entradas para ver la mina y tenemos suerte ya que nos informan que son las últimas de la mañana. Total, que pagamos 11 euros por cabeza y esperamos nuestro turno para que nos bajen a la entrada de la montaña. Mientras podemos ver las antiguas instalaciones y algunas máquinas de la mina.
Montaña de sal y entrada a la misma
Interior de la montaña
Con unos pequeños vagones tirados por un 4x4 nos bajan a la entrada de la montaña. Allí nos recoge nuestra guía que nos acompañará en la visita por la antigua mina de sal.
Estas explotaciones de sal son conocidas desde la antigüedad y por tanto siempre ha habido actividad minera, pero fue a partir de 1900 cuando se descubrió la sal potásica cuando esta zona sufrió una revitalización de la zona, duplicándose la población de Cardona y produciéndose cambios en su paisaje urbano y social.
La empresa Unión de Explosivos Rio Tinto fue la encargada de la explotación de la mina, llegando a dar trabajo a 560 trabajadores en un población agrícola y textil que terminó por transformarse en una sociedad minera, hasta que en 1990 se cerró la mina.
Es la primera vez que estamos en una mina de sal y la experiencia es muy interesante. Podemos apreciar las tonalidades que ha formado la sal y las estalactitas y estalagmitas todas ellas de sal, muy curioso de ver la verdad.
La visita dura algo más de una hora y se hace bastante entretenida, también por la forma de contarlo de nuestra guía que hace que le puedas preguntar cualquier duda.
Salimos del interior de la montaña y terminamos de visitar las instalaciones de la mina, donde se pueden observar diversas máquinas dignas de ver por su gran tamaño y envergadura.
Terminada la visita al parque cultural nos desplazamos al castillo de Cardona que en la actualidad es Parador Nacional de Turismo.
Podemos aparcar en el parking del castillo y subimos a ver este imponente monumento que fue construido en el año 886 por Wilfredo el Velloso que combina los estilos románico y gótico.
La construcción de este castillo va paralela a la explotación de las minas de sal, lo que denota la importancia que antiguamente tenía la sal como moneda de cambio y la necesidad de una solida e inexpugnable construcción para proteger tan codiciada sustancia. Por ello este lugar gozó de mucha importancia siendo la época culminante cuando los Duques de Cardona ostentaban un gran poder sobre la Corona de Aragón.
Nosotros visitamos el Parador y parte del recinto amurallado y contemplamos todo el pueblo de Cardona que perfectamente se divisa desde las almenas del castillo.
Itinerario entre Cardona, Mura y Talamanca
Parking en Mura
Iglesia de San Martín
Parking en Talamanca
Itinerario entre Talamanca y Rupit
Situación del parking en Rupit
Parking en Rupit
Sant Joan de Fábregues
Itinerario Rupit-Ripoll-Camprodón y Beget
Parking donde comemos en Ripoll
Área de Ripoll
Ripoll
Monasterio de Santa María, Ripoll
Portico del Monasterio
Detalle de una columna del claustro
Claustro del Monasterio
Parking en Camprodón
Puente Nuevo, Camprodón
Ambiente en la Calle Valencia
Iglesia de Santa María
Parking de pernocta en Beget
Iglesia de San Cristobal, Beget
Detalle del ábside de una columna
Partimos de Cardona con un muy buen sabor de boca que nos ha dejado la visita de esta localidad y ponemos rumbo a Mura. La carretera llega un momento que se estrecha de mala manera, concretamente a partir del pueblo de Rocafort donde hay que andar con mucho tiento para pasar por la estrecha calle que atraviesa el pueblo.
Parking en Mura
Vamos circulando despacio, ya que la carretera se las trae y antes de llegar a Mura nos detenemos en un ensanche de la carretera para comer tranquilamente. Sacamos la mesa y las sillas y cobijados bajo el toldo comemos la mar de bien.
Llegamos a este pueblecito y estacionamos en un parking en la misma carretera, GPS: 41.700833, 1.976389, gratuito y sin servicios, aunque a la vuelta vemos que enfrente detrás del Ayuntamiento hay un parking más amplio y llano.
Nos sumergimos en este encantador pueblecito medieval de la comarca del Bages en la provincia de Barcelona.
Vamos caminando por Mura sin encontrarnos con ningún otro turista, por lo que podemos disfrutar de este precioso pueblo para nosotros solos, todo una gozada.
Iglesia de San Martín
El pueblo se ve en poco tiempo ya que es pequeñito, pero comprobamos que el mismo está muy bien conservado y es un placer dejarse llevar e ir descubriendo rincones llenos de encanto.
Parking en Talamanca
Seguimos la ruta y enseguida llegamos a otro pueblecito, Talamanca. Estacionamos en un ensanche de la carretera, GPS: 41.737222, 1.976389 gratuito y sin servicios.
Vamos a visitar el pueblo que en principio debe ser parecido a Mura, aunque conforme nos vamos adentrando en el mismo nos damos cuenta que no tiene el encanto de éste.
La tarde se ha vuelto algo fresca, sopla el aire y la verdad es que no apetece mucho pasear pues llega a hacer frío, pero nosotros seguimos callejeando por el pueblo dirigiéndonos hacia el castillo que a estas horas está cerrado.
Tras dar unas cuantas vueltas por Talamanca, no le encontramos el encanto que si hemos vivido en Mura y algo decepcionados decidimos seguir ruta hacia nuestro siguiente destino.
Llevábamos en nuestra ruta el siguiente destino que era Sant Miquel del Fai, pero hemos pensado en darles una alegría a los chavales dejando para el ultimo día la visita a Port Aventura, por lo que en vista que nos va a faltar tiempo decidimos saltarnos la visita a Sant Miquel del Fai e ir directamente a Rupit.
Situación del parking en Rupit
Llegamos a Rupit ya de noche ya que la carretera se las trae, buen asfalto pero estrecha y llena de curvas como va siendo habitual por esta zona. Estacionamos en el amplio parking que hay a la entrada del pueblo GPS: 42.025833, 2.464444, con unos servicios al lado y un coste de 5 euros.
Cenamos en la auto y después Mati y yo nos vamos a dar una vuelta por el pueblo. Descubrimos un pueblo medieval muy bonito y muy bien conservado, además sin turistas como a nosotros nos gusta y a estas horas de la noche se disfruta mucho más ya que le da un aire más romántico.
Pasamos una noche muy tranquila y esta mañana la vamos a dedicar a hacer una ruta senderista hasta el Salt de Sallent un impresionante salto de agua de unos 100 metros de caída.
Atravesamos de nuevo el pueblo y ahora podemos observar más detalle que anoche no pudimos apreciar.
Salimos del pueblo por una senda que lleva por las huertas y desde donde se ven unas bonitas vistas del pueblo, para después introducirse en un bosque y alrededor de unos 4 kilómetros se llega al Salt de Sallent.
El imponente tajo del terreno hace que el río se precipite unos 100 metros formándose en la base un lago. Ahora no cae demasiada agua pero aún así es bonito de ver, imagino que cuando el río lleve más agua debe ser un espectáculo.
Se puede volver a Rupit por el mismo sendero que hemos traído, pero nosotros queremos andar un poco más y además queremos ver la ermita románica de Sant Joan de Fábregues que está cerca del salto. Para ello hay que seguir el camino que sale a la derecha de la caída.
Sant Joan de Fábregues
El interior de la Ermita no podemos verlo ya que está cerrada, pero su silueta nos enamora y sobre todo el entorno en el que está ubicada.
Desde la ermita ponemos rumbo a Rupit por un ancho camino y un par de kilómetros antes de llegar a Rupit tomamos una senda que sale a la derecha adentrándose en el bosque y que nos deja en el mismo pueblo.
Por mi cuenta visita la zona que pega al río y me veo asaltado por dos furiosas ocas defensoras de su territorio que no dudan en hacerme frente cuando paso junto a ellas, menudo humor tienen estos ánades.
Terminamos de ver este magnífico pueblo medieval tan bien conservado en el que da gusto perderse e ir descubriendo bellos rincones, callejuelas perfectamente esculpidas en la roca que cimienta el pueblo y en definitiva gozando de un lugar tan bonito y especial.
Entre la ruta senderista y el posterior paseo por Rupit se nos ha pasado la mañana en un periquete, por lo que ya va siendo hora de continuar la ruta, aunque antes pasamos a una carnicería y compramos algunos embutidos típicos del pueblo y queso que hará que saboreemos todavía más si cabe este bello rincón gerundense.
Partimos de Rupit encantados con este bello pueblo barcelonés y ponemos rumbo a otro lugar de gran interés: Ripoll.
Parking donde comemos en Ripoll
Desandamos la carretera que trajimos ayer y que hoy al ser de día se lleva mejor, aunque no entendemos que estas carreteras no sean más anchas y sobre todo más rectas ya que no hay grandes montañas que vadear.
Llegamos a Ripoll y como ya es hora de comer nos paramos en un parking de tierra, sacamos el toldo, la mesa y las sillas y comemos muy tranquilos GPS: 42.188732, 2.196270, gratuito y sin servicios.
Área de Ripoll
Al terminar de comer nos desplazamos al área de Ripoll, un parking conjunto que dispone de unas 6 plazas para autocaravanas donde poder cargar y descargar aguas de manera gratuita, GPS: 42.202500, 2.193611
Ripoll
Evidentemente el atractivo principal de Ripoll es el Monasterio de Santa María, un templo Benedictino fundado en el año 880 por el conde Wilfredo el Velloso donde reposan los restos de los condes de Barcelona y Besalú, y para allá nos dirigimos.
Monasterio de Santa María, Ripoll
Adosado el Monasterio está la zona donde hay que sacar las entradas al precio de 5,5 euros por cabeza y te dan una tablet que contiene toda la información del conjunto monástico, con archivos de audio y fotografías con lo que hay que ver, vamos muy completo y que siguiendo el orden que te indica te enteras bastante de lo que ves.
Portico del Monasterio
Lo primero que se visita es el pórtico rícamente decorado aunque algo deteriorado. Aún así nos da a entender que cuando se construyó tuvo que ser un pórtico muy bonito con una gran cantidad de escenas. Vamos siguiendo el vídeo de la tablet que se detiene en cada una de esas escenas informando de lo que represente y tenemos que seguir pues nada más que el pórtico supondría unas dos horas de contemplación.
Seguidamente pasamos al interior de la Iglesia donde podemos observar varios sarcófagos donde reposan algunos condes de cataluña.
Indicar que el edificio quedó bastante dañado en el año 1428 debido a un fuerte terremoto que asoló toda la zona y que posteriormente fue reconstruido.
La importancia de este Monasterio viene dada en la colección de manuscritos que aquí se copiaban y se reproducían, siendo el manuscrito más famoso el conocido como la biblia de Ripoll con numerosas ilustraciones y textos que lo convierten en una enciclopedia del texto sagrado. La verdad es que nosotros hemos visto en diferentes viajes algunos manuscritos de este tipo y son unas auténticas obras de arte por la calidad de los mismos y la meticulosidad que ponian en sus trabajos los monjes.
Detalle de una columna del claustro
Claustro del Monasterio
Una vez visto el interior de la Iglesia asistidos con la ayuda de la tablet, salimos al claustro, un pequeño y coqueto rincón que nos deja con la boca abierta por lo bonito que es. Un conjunto armónico de columnas de dos pisos perfectamente alineadas con numerosas decoraciones en sus capiteles.
Terminamos de ver el conjunto monástico, devolvemos la tablet que tan buen papel nos ha hecho y callejeamos un rato por las calles de Ripoll donde salen a nuestro encuentro numerosos edificios dignos de ver.
Dejamos Ripoll tras cargar y descargar aguas en el área donde estamos estacionados y ponemos rumbo al cercano pueblo de Camprodón.
Parking en Camprodón
Llegamos a Camprodón y buscamos un lugar para estacionar. Vemos que debe haber alguna actividad o quizás una procesión importante pues hay bastantes vehículos y no encontramos sitio para aparcar. Al final encontramos un hueco en un parking pegado a la carretera, gratuito y sin servicios, GPS: 42.308333, 2.363889.
Puente Nuevo, Camprodón
Vemos que hay mucho ambiente en el pueblo y que la gente se arremolina entorno al precioso y coqueto puente Nuevo construído hacia el Siglo XII con posteriores modificaciones para salvar las bravas aguas del río Ter.
Nos dejamos llevar por el río de gente que pasea siendo la calle principal llena de comercios de tiendas, restaurantes, hoteles y algunos clubes de esqui, que por aquí debe ser un buen negocio en invierno pues los Pirineos no quedan lejos.
Ambiente en la Calle Valencia
Iglesia de Santa María
Así llegamos a la Plaza de Santa María donde se encuentra la Iglesia de Santa María y seguidamente el Convento donde están preparando la procesión que en breve se va a llevara a cabo y que seguramente es el motivo por el hoy que hay tanta afluencia de visitantes.
Poco a poco va empezando a oscurecer y como no somos de procesiones seguimos callejeando visitando este bonito pueblo llevándonos nuestros pasos de nuevo hasta el puente nuevo que a estas horas empieza a estar perfectamente iluminado dándole un toque si quiera más misterioso y romántico.
Valoramos la opción de quedarnos a dormir en Camprodón o seguir hasta el siguiente pueblo que llevamos en la ruta que es Beget y como no nos termina de gustar el lugar donde estamos estacionados por la cercanía de la carretera, decidimos seguir hasta Beget ya que está relativamente cerca de aquí.
Parking de pernocta en Beget
Llegamos de cuando es totalmente de noche y estacionamos en una pequeña explanada que hay a la entrada del pueblo, GPS: 42.320833, 2.479167, sin servicios y gratuito.
Los ultimos ocho kilómetros antes de llegar a Beget no tiene nombre. Es una carretera estrecha con infinidad de curvas y donde hay que extremar la precaución al máximo. Menos mal que es de noche y si vene algún vehículo en sentido contario al verse las luces da tiempo a buscar un lugar donde pararse para poder pasar ambos vehículos. Encima Mati se ponde nerviosa, del tipo de si viene alguien no cabemos o nos daremos un golpe. Son 8 kilómetros bastante extresantes, la verdad.
Cuando estamos en Beget, parece que hemos retrocedido en el tiempo. No se ve a nadie, no hay cobertura en los teléfonos, parece que estamos en un pueblo fantasma. Por un momentoy para tranquilizar a mi gente, les digo que vemos el pueblo en un momento y nos volvemos a Camprodón a pernoctar. Pero después de cenar con la preciosa silueta de la torre de la Iglesia de Beget, parece que se tranquiliza la cosa y decidimos ir a buscar algún sitio donde haya teléfono y quedarnos a dormir.
Así lo hacemos y tras cenar bajamos al pueblo por el que somos los únicos que transitamos, donde se habrá metido la gente?, o es que realmente es un pueblo fantasma?.
Poco después descubrimos que no estamos solos en Beget, encontramos un bar donde pasamos para tomarnos algo y para que los chavales se conecten a su ración de internet.
A mi, me fascina Beget, sencillamente es un lugar mágico a estas horas. Un precioso rincón casi pegado a los Pirineos, donde el tiempo parece haberse detenido. Pasear por las callejuelas a estas horas de la noche es especial y lo recomiendo a todo el que se acerque por aquí.
Nos retiramos a la auto con más tranquilidad que la que hemos traído y solo me altera cuando pienso en mañana por la mañana cuando tengamos que salir de aquí y recorramos los temibles ocho kilómetros que nos separan de la carretera principal, pero bueno, eso será mañana.
Iglesia de San Cristobal, Beget
Pasamos una noche muy tranquila sin ningún ruido que nos haya alterado el sueño, yo creo que no ha pasado ningún coche en toda la noche, un autentico placer para desconectar del mundo y además sin internet ni linea telefónica, lo dicho un sueño.
El día ha amanecido nublado y gris lo que le da un toque más melancólico a Bege. Es este un pueblo de piedra perfectamente conservado y sencillamente de ensueño, donde a uno le gustaría pasar largas temporadas y olvidarse de los mundanales problemas que aquejan a nuestro mundo.
Si anoche no nos cruzamos con nadie en las callecitas de piedra de Beget, esta mañana tampòco es diferente, pues el pueblo parece estar desierto, a pesar de las evidencias de contener moradores. Tan solo podemos saludar a dos o tres personas en todo el paseo.
Nos dejamos atrapar por el encanto y el embrujo que ejerce Beget sobre nosotros, recorriendo todas las callejuelas de este pequeño pueblecito gerundense, descubriendo preciosos y coquetos rincones y detalles que no nos cansamos de admirar.
Desde un puentecito de piedra se tienen unas maravillosas vistas de la Iglesia románica de San Cristobal con su esbelta torre del campanario de cuatro pisos.
Para nuestra desgracia, la Iglesia está cerrada y no podemos ver el bonito retablo de madera que cobija en su interior, una pena, nos hubiera gustado verlo, pero no hay que abusar de nuestra suerte, pues haber descubierto este preciosos pueblo es ya algo que no nos puede quitar nadie.
Detalle del ábside de una columna
Terminamos de ver Beget, teniendo que volver la vista atrás de vez en cuando, pues cuando uno se marcha de lugares tan bonitos como es Beget, lo hace con sentimientos contradictorios de alegría por haber descubierto este lugar y de pena por dejar atrás algo tan bonito y que te ha atrapado para siempre.
Nos marchamos de Beget con la satisfacción de haber visitado este lugar y con la preocupación de recorrer esos ocho kilómetros que nos separan de la carretera principal sin tener ningún incidente.
Pero eso será ya en la tercera entrega.
Hasta pronto.
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