Hace ya un tiempo que queríamos visitar una zona de España que nos llamaba la atención: Las Alpujarras granadinas y para completar el viaje bajaremos a la costa y recorreremos las bonitas y paradisíacas calas murcianas.
Aprovechando unos días a finales de Diciembre y coincidiendo con las vacaciones de Navidad, nos disponemos a disfrutar de unos días de asueto y conocer algo más de nuestro país En este caso nos vamos a dirigir a la provincia de Granada y a la provincia de Murcia.
Antes de llegar a nuestro principal objetivo, nos detenemos para conocer Vélez Blanco en la provincia de Almería, que posee un conjunto arquitectónico interesante, así como de la cueva de los Letreros en sus inmediaciones.
Parking en Vélez Blanco
Llegamos a media mañana y estacionamos en el parking del castillo, en lo alto del pueblo, gratuito y sin servicios, GPS: 37.690169, -2.098836. Está dividido en dos partes, la de abajo es más llana y creo que puede ser un buen lugar para pernoctar.
Parking y castillo de Vélez Blanco.
Como hemos dicho, Vélez Blanco es un municipio de la provincia de Almería, aunque por la cercanía con la provincia de Murcia y sobre todo con Lorca, la sensación que nos da es que casi más parece un pueblo de Murcia que de Andalucía.
Castillo de Vélez Blanco
Este municipio de la comarca de los Vélez, cuenta con unos 2.300 habitantes y se haya situado a una altura considerable, 1.070 metros, bajo la protección del castillo de los Fajardo, en la falda de un monte que le da protección al pueblo frente a los vientos del norte.
Castillo de los Fajardo, Vélez Blanco
Evidentemente el principal monumento es el castillo de los Fajardo del Siglo XVI, en la actualidad bastante bien restaurado y conservado. Construido por Pedro Fajardo y Chacón, al recibir el título de Marques por los Reyes Católicos, sobre la base de una antigua Alcazaba islámica, domina toda la localidad con su imponente figura.
Vélez Blanco desde el castillo
El exterior junto con el Patio de Armas se puede visitar sin pagar, pero para acceder al interior del castillo hay que abonar una simbólica entrada lo que nos da derecho a ver el patio y algunas instancias donde hay una muestra de fotografías donde se detallan los trabajos de restauración llevados a cabo.
Aunque la verdadera joya del Castillo era su patio renacentista que fue vendido a principios del Siglo XIX y que actualmente se haya expuesto en el Museo Metropolitano de Nueva York, una pena.
Para saber más:
Iglesia de Santa María, Vélez Blanco.
Después de terminar de ver el Castillo en el que merece la pena asomarse aunque sea por las vistas que se obtienen desde aquí del pueblo y de la comarca, por una senda bajamos hacia el casco antiguo del pueblo.
Iglesia de Santa María, Vélez Blanco
El castillo está rodeado por una muralla en algunos tramos no muy bien conservadas, también podemos ver el pozo de agua que abastecía al castillo, así como pegada a las murallas la Iglesia de Santa María.
Podemos comprar algo de queso, algunos aperitivos y pescado secado del que daremos buena cuenta en la auto y nos acordaremos más de este pueblo.
Fuente de los cuatro caños, Vélez Blanco
Mientras Mati se entretiene por el mercadillo, yo me pierdo por las callejuelas del pueblo y llego a la zona del arroyo que me parece muy bonita, aunque algo descuidado el entorno del arroyo.
Vélez Blanco y su castillo
La mañana es estupenda, da gusto pasear por el pueblo, además hay ambiente navideño y gente por las calles. Voy a recoger a Mati para enseñarle esta parte del pueblo y tranquilamente vamos bajando hasta la parte baja del pueblo. En verano esto tiene que estar muy bien, con toda esta zona llena de vegetación.
Castillo de Vélez Blanco
Además desde esta parte del pueblo es donde se puede ver la mejor postal del pueblo encaramado en la falda del cerro y coronando éste el Castillo de los Fajardo.
Vélez Blanco
Esta parte del pueblo se denomina barranco de las Fuentes y es una zona de esparcimiento con jardines y zonas de paseo, aunque nos da la impresión de estar bastante dejado, se podría sacar más partido a esta zona si estuviera más limpio y cuidado, aunque aún así es bonito.
Seguimos callejeando y no podemos visitar la Iglesia de Santiago por estar cerrada, que manía de cerrar los monumentos...
Más información:
Volvemos a la auto para dirigirnos a la Cueva de los Letreros.
Acceso a la Cueva de los Letreros, Vélez Blanco
Para visitar la Cueva de los Letreros, que en realidad es un abrigo con pinturas rupestres, hay que dirigirse a una especie de zona recreativa que hay a las afueras del pueblo al borde de la carretera y concertar la visita.
Aunque resulta que en las instalaciones no hay nadie, si que hay un teléfono de contacto para llamar.
Más información:
Acceso a Cueva de los Letreros
Nosotros optamos por dirigirnos al parking de la Cueva, comer y después visitarla, haya esta tarde visita programada o no.
Frente a este complejo sale un camino de tierra que nos lleva hacia la Cueva. Casi es mejor dejar la auto en las coordenadas del complejo pero nosotros queremos estar más aislados y estacionamos en un ensanche del camino a pie de la Cueva,además desde aquí hay unas vistas muy buenas.
Parking a pie de la Cueva de los Letreros.
Con un turismo se puede llegar algo más arriba, pero para una autocaravana es desaconsejable, pues el camino está en mal estado y hay una rampa bastante importante.
Cueva de los Letreros
Iniciamos la ascensión hacia la cueva que en los últimos metros se transforma en una senda con pasarelas de madera, aunque es algo duro el ascenso hasta la Cueva.
Nosotros llegamos hasta la misma cueva que para verla hay que concertar la visita, ya que hay unas vallas que impiden el acceso.
Tenía interés en ver la famosa Cueva de los Letreros donde está ubicada la famosa figura del Indalo, símbolo de la provincia de Almería, además está declarada Patrimonio de la Humanidad. Pero al ver que se trata de un abrigo y que por fuera no se ve prácticamente nada, me decepciona un poco y nos bajamos hacia la auto.
Cuando ya estamos abajo vemos que una pareja sube hacia la Cueva ya que han concertado visita, pero nos da pereza subir de nuevo y nos marchamos hacia Granada.
Detalle del lugar de pernocta en Monachil
Llegamos a la ciudad de Granada y nos recibe ese monumento universal que poseen como es la Alhambra, ya iluminada por las horas que son.
Intentamos encontrar un lugar para estacionar cerca del centro, para dar un paseo por la ciudad ya que hay un gran ambiente, pero solo encontramos mucho tráfico y atascos, por lo que nos marchamos hacia Monachil.
Lugar de pernocta en Monachil
Llegamos al pueblo que está a unos pocos kilómetros de Granada y a la entrada vemos una señal que prohíbe estacionar caravanas y autocaravanas, mal empezamos, por lo que decidimos ir a pernoctar al estacionamiento de la ruta de los Cahorros, para evitar problemas en el pueblo.
Cahorros de Monachil
Llegamos al amplio parking situado a las afueras del pueblo, GPS: 37.13004, -3.5296 gratuito y sin servicios. Vemos que también hay una señal en la que se prohíbe el estacionamiento, aunque alguien ha debido de poner cinta americana en el texto de la prohibición como forma de protesta. Lo pensamos un rato y decidimos quedarnos a pasar la noche, de todas formas mañana queremos hacer la ruta de los Cahorros y lo mismo nos pueden denunciar esta noche que mañana por la mañana.
Los Cahorros
Y aquí debo hacer un inciso. No puedo llegar a entender el acoso que podemos llegar a sufrir los autocaravanistas, como si fuéramos unos apestados sin los mismos derechos que cualquier otro conductor al pagar los mismos impuestos.
Los Cahorros de Monachil
Además aquí se da la doble circunstancia agravante de que está prohibido el estacionamiento en todo el casco urbano para nuestros vehículos, con lo cual tendríamos que pernoctar en un camping, hasta aquí podría estar de acuerdo. Pero si paso la noche en un camping engordando los bolsillos de nuestros verdaderos enemigos, cuando quiera estacionar para hacer la ruta de los Cahorros, muy bonita por cierto, dónde debo dejar mi vehículo, le hago desaparecer, me lo meto en un bolsillo?.
Los Cahorros
En algún lugar habíamos visto la prohibición de pernoctar, pero que prohíban el estacionamiento las 24 horas, es el colmo, absurdo y totalmente injusto e ilegal. Y desde aquí, a quien pueda leer esto, desaconsejo totalmente la visita a esta población, Monachil, enemiga de los autocaravanistas y a pesar de tener los Cahorros, no volveré a pasar por aquí mientras no quiten esta injusta prohibición.
Puente colgante de los Cahorros
Nos levantamos sin que haya una denuncia en nuestro parabrisas. He estado gran parte de la noche pendiente por si oía un ruido o que alguien se acercara a recordarnos que allí no se puede estacionar, pero hemos tenido suerte, ahora queda la prueba de comprobar si mientras estemos haciendo la ruta senderista no terminan por denunciarnos.
Los Cahorros.
Cargamos la mochila y nuestros bastones y tras abrigarnos, pues hace algo de fresquito, nos ponemos en marcha para descubrir esta zona que a priori apunta muy bien.
Los Cahorros
Es algo temprano y somos los únicos que frecuentamos la senda que nos va adentrando a los Cahorros.
Hay zonas que presentan algo de dificultad, cuando las paredes se estrechan y bajan en altura, obligándonos a tener que atravesar estas zonas agachados y en alguna hasta de rodillas.
Los Cahorros
Vamos paralelos a un riachuelo, lo que hace que pongamos más atención si cabe todavía pues un resbalón hace que nos podamos dar un golpe y un chapuzón que a estas alturas del año tiene que estar el agua con una temperatura bastante baja.
Los Cahorros de Monachil
Por la época del año que estamos no se puede apreciar la verdadera belleza de este lugar. Imagino que en cualquier otra estación del año esto tiene que ser muy bonito, además la temperatura que debe haber aquí en verano debe ser muy amena, tiene que ser un paraíso, pues la grandes paredes de roca deben dar bastante sombra.
Los Cahorros
Aunque quizás nos esperábamos más de esta ruta, probablemente por estar a los pies de Sierra Nevada, creíamos que la ruta podía dar algo más de si, como que sería una ruta algo más montañosa, quizás.
Los Cahorros.
Seguimos andando, hasta que vemos que la ruta o bien inicia un ascenso hacia la parte alta de la montaña o el sendero que hemos traído se acaba.
Los Cahorros.
Como pensamos que ya hemos andando un buen trecho, optamos por seguir el camino que asciende a lo alto de la montaña y así dirigirnos al aparcamiento.
Los Cahorros.
Por tanto, ascendemos hacia la parte alta y desde esta perspectiva se ven los Cahorros de otra forma.
Los Cahorros.
Conforme vamos subiendo vamos recibiendo los acogedores rayos solares de esta mañana que aunque no es fría, abajo hacía algo de fresco y aquí ya tenemos que desprendernos de ropa.
Los Cahorros.
Nos detenemos un rato para tomar un sustento y un refresco, ya que la temperatura ha subido considerablemente.
Es curioso, pero no hemos visto a nadie haciendo la ruta.
Conforme vamos acercándonos al estacionamiento sí que vamos viendo grupos de personas que se internan para hacer la ruta, creo que hemos sido los primeros en hacer la ruta hoy. Al llegar al parking nos alegramos de que no nos hayan denunciado en nuestra ausencia. Dejamos el parking y al cruzar por el pueblo de Monachil vemos varias autos estacionadas en la calle principal del pueblo aunque anoche no vimos ninguna.
Puente Nazarí de Lanjarón.
Tomamos la autovía A-44 dirección a Lanjarón y cuando vemos el letrero que nos desvía hacía ese pueblo dejamos esta carretera y al poco nos detenemos en un bello puente nazarí y justo al lado el otro puente moderno que une un barranco de dimensiones considerables.
Arriba puente Tablate, Lanjarón.
Estacionamos junto a una pequeña ermita GPS: 36.92193, -3.52604, llamada Virgen de las Angustias.
Rambla desde el puente Nazarí.
Resulta curioso el hecho que juntos estén dos puentes de diferentes épocas y que los dos cumplen perfectamente su misión, aunque me quedo con el Nazarí por lo bonito que es.
Puente Nazarí.
Saciada nuestra curiosidad, dejamos este lugar y ponemos rumbo a nuestro cercano destino: Lanjarón.
Parking en Lanjarón.
Entramos al pueblo por la calle principal y hacemos una primera toma de contacto con el pueblo, que se le ve con ambiente, aunque la mayoría de hoteles que vemos están cerrados, seguramente será en verano cuando estén activos.
Parking de Lanjarón.
Me dirijo al parking, aunque cuando vamos a entrar vemos que hay una cuesta bastante pronunciada y como vamos a estar un par de horas, decidimos no tentar la suerte y aparcamos en la carretera que circunvala el pueblo.
Parking de Lanjarón.
Las coordenadas del parking de tierra donde decidimos no estacionar son estas, GPS: 36 55 03.10 N 3 28 49.29 W y donde estacionamos finalmente es aquí, GPS: 36.9171, -3.48028
Plaza de Santa Ana, Lanjarón.
Subimos al pueblo y caminamos por la calle principal del pueblo. Hay ambiente y gente por las calles.
Callecita de Lanjarón.
Hacemos algunas compras y tras andar un rato, no termina de llenarnos Lanjarón. Si que se le ve potencial, pero es como si le faltara un empujón, quizás en esta época del año no esté en su mejor momento.
Plaza de Santa Ana, Lanjarón.
Hasta que descubrimos la preciosa plaza de Santa Ana, un bello rincón de Lanjarón que nos gusta mucho y donde aprovechamos para sentarnos y contemplar lo bonito que es este lugar escondido.
Plaza Santa Ana, Lanjarón.
En este oasis de paz y tranquilidad, donde no se oyen ruidos molestos, permanecemos un rato, acompañados por otra pareja extranjera que han descubierto este bello rincón y se resisten a dejarlo.
Parking en Lanjarón.
De nuevo en la auto, va siendo hora de comer por lo que seguimos ruta y comprobaremos si en las afueras del pueblo en un área de descanso que se aprecia desde el pueblo podremos estacionar y comer.
Lanjarón desde el área de recreo.
Efectivamente, a unos 2 o 3 kilómetros en la carretera que nos llevará hacia las Alpujarras existe un área de recreo donde estacionamos y donde comemos maravillosamente bien.
Área de recreo, Lanjarón.
Además desde este lugar se contemplan unas vistas perfectas de Lanjarón y su sierra. GPS: 36.912729, -3.476364.
Pernocta en Pampaneira.
Por carreteras reviradas pero con buen asfalto vamos subiendo metros poco a poco y por fin llegamos a nuestro primer destino de las Alpujarras, Pampaneira
Parking Pampaneira.
A la entrada del pueblo hay dos estacionamientos, uno pequeño que es donde pernoctaremos y el otro más grande justo al lado, GPS: 36.939281, -3.361656.
Parking principal de Pampaneira.
Este parking está al lado del otro más pequeño tan solo separado por una valla, aunque hay que acceder por la calle principal un poco más arriba, por un hueco algo estrecho, pero sin problemas, GPS: 36 56 22.96 N 3 21 43.13 W.
Productos típicos de las Alpujarras, Pampaneira.
Ya queda poco sol y aprovechamos para ver algo el pueblo.
Nos internamos en las callejuelas repletas de casitas con sus bellas fachadas blancas, salpicadas de tiendas con típicos productos de las Alpujarras.
Pampaneira.
Cuando uno llega hasta aquí, después de bastantes kilómetros y por carreteras que parece que van directamente al cielo, uno se deja sorprender por los encantos de este pueblecito tan pintoresco.
Artículos típicos de Pampaneira.
El hecho de que no haya tráfico por las calles es una de las cosas que más nos gustan cuando vemos un lugar. Aquí no es que lo hayan prohibido, es porque literalmente no se puede circular por el casco urbano.
Anocheciendo en Pampaneira.
Poco a poco se va ocultando el sol, mientras recorremos las intrincadas y laberínticas callejuelas de Pampaneira. Aprovechamos y hacemos una paradita en una cantina donde además de tomar unos buenos vinos con su correspondiente tapa, hacemos acopio de algunos productos típicos.
Típica chimenea de la Alpujarra.
Amanece un nuevo día. La noche ha sido muy tranquila y hemos dormido como troncos.
El día vuelve a ser despejado y, a pesar de ser Diciembre, las temperaturas son muy agradables.
Hoy toca ruta senderista hasta Capileira pasando por Bubión.
Bubión y al fondo Sierra Nevada.
Tras desayunar y preparar un bocata para media mañana, nos dirigimos a la parte alta del pueblo y localizamos la senda que discurre por debajo de la carretera y que nos llevará hacia Bubión.
Paisaje de las Alpujarras.
El nivel de dificultad de la senda es escaso por lo que tranquilamente vamos atravesando los campos y bosques que, a pesar de ser invierno, son muy bonitos.
Sendero hacia Bubión.
Esto en verano tiene que ser muy bonito, pues hay infinidad de robles y demás especies.
Robles centenarios.
De vez en cuando aparecen ante nosotros viejos robles, testigos de la historia que han llegado hasta nuestra época y que sin duda han visto amanecer y anochecer varias generaciones de lugareños y viajeros como nosotros.
Situación del parking en Capileira.
Bajo estos robles hacemos una parada y nos tomamos un tentempié en la más absoluta tranquilidad, tan solo rodeados por estos magníficos ejemplares que parecen estar aletargados esperando volver a la vida cuando los primeros calores de primavera llegan a estas laderas.
Fuente en Bubión.
Parking de Capileira.
Por la senda que llevamos accedemos a Bubión, cuando la temperatura ya va adquiriendo unos tintes más propios de primavera que de invierno.
No vemos todavía mucho ambiente por lo que decidimos ver el pueblo cuando bajemos y seguimos hacia Capileira.
Parking de Capileira.
Vemos que estos pueblos han sabido aprovechar el potencial que tienen empezando por lo más básico: la construcción de aparcamientos que haga más fácil el complicado acceso a los mismos.
Acceso al Parking de Capileira.
Por ello han construido amplios y fáciles zonas de estacionamiento. Concretamente el de Capileira está situado aquí, GPS: 36.960428, -3.358500.
Capileira.
Por la misma senda dejamos Bubión y seguimos subiendo hacia Capileira. En un momento perdemos la senda, pues no está indicada y tenemos que hacer los últimos metros por donde nos indica nuestro instinto, aunque finalmente conseguimos llegar.
Capileira.
Aquí si que hay más ambiente, más gente por las calles, más tiendas y negocios, etc. Aprovechamos para descansar tomando un café y una vez repuestos seguimos andando.
Capileira.
Nuestra intención era hacer la ruta de vuelta con la parte baja del barranco de Poqueira por un caminito que nos lleva por el río Poqueira, pero en la Oficina de Turismo nos informan que ha habido un derrumbe y ha tapado algo del sendero, por lo que haremos la vuelta por otro sendero que transita por la parte alta del pueblo.
Capileira.
Terminamos de ver este típico pueblo de Las Alpujarras, adentrándonos en sus callejuelas pintadas de blanco inmaculado y bellamente adornadas con plantas y flores.
Capileira.
Estamos en temporada baja y hay un buen ambiente, no me quiero imaginar lo que debe ser estos en verano, tal vez un poco estresante.
Capileira.
Tras recobrar fuerzas nos ponemos nuevamente en ruta y por la carretera que sube a la Hoya del Portillo podemos ver el parking de los autobuses que puede ser una buena alternativa para quedarse a pernoctar, GPS: 36.960247, -3.355500
Acceso al parking Bus de Capileira.
Parking Bus Capileira.
Nosotros tan solo hemos utilizado el parking de Pampaneira, el pueblo situado más abajo del valle y no hemos necesitado los parkings de Bubión y de Capileira, ya que queríamos hacer una ruta senderista y así conocer estos pueblos, pero se pueden visitar los tres utilizando los estacionamientos perfectamente.
Capileira.
También había contemplado la posibilidad de subir hacia la Hoya del Portillo donde hay una zona de picnic y desde donde salen diferentes rutas senderistas. Una de ellas me atraía, la del Mulhacén, pero una vez que veo el estado de la carretera, celebro haber desistido pues el estado de conservación de la misma es bastante malo y con la auto creo que hubiera sido un error.
Sierra Nevada al fondo.
Por un sendero, iniciamos nuestra ruta de regreso tras dejar la carretera. Desde estas alturas se tiene una vistas magníficas de todo el barranco de Poqueira y de los tres pueblos que lo componen.
Barranco de Poqueira.
El día no puede ser mejor y las vistas de Sierra Nevada al fondo son una magnífica postal.
Bubión y al fondo Capileira.
Vamos bajando hacia la carretera que une los tres pueblos y llegamos a Bubión para visitarlo pues cuando hemos subido a primera hora de la mañana no había nada de ambiente.
Situación del parking de Bubión.
Este parking es el peor de los tres pueblos, ya que está algo inclinado y es el más pequeñito, aunque por la cercanía de los tres pueblos no hay problema en quedarse a dormir en el que uno prefiera y acercarse a los pueblos utilizando los otros.
Parking de Bubión.
Nos da la sensación que de los tres pueblos que conforman el Valle, Bubión es el más pequeño y tal vez el que menos ofrezca de los tres, pero ya digo, es una sensación nada más.
Otro parking en Bubión pegado a la carretera.
Típicas chimeneas de Las Alpujarras.
El calor va apretando y apetece sentarse en una terraza y tomar una cerveza. Así lo hacemos, aunque no podemos quedarnos demasiado tiempo pues hay que tomar de nuevo la senda que nos bajará a Pampaneira para comer y ya va siendo hora.
Iglesia de Bubión.
Bubión.
Nos despedimos de Bubión y a mayor ritmo que el de subida nos ponemos en un instante en Pampaneira, donde tenemos la auto.
Pampaneira.
Ayer, cuando llegamos, casi no nos dio tiempo a ver el pueblo por hacerse de noche, esta mañana el pueblo nos brinda toda su hermosura.
Pampaneira.
Tal vez ha sido el pueblo que más nos ha gustado de los tres pueblos de este Valle, el que más nos ha llegado y el más bonito. Ya digo, son sensaciones.
Taberna muy recomendable, Pampaneira.
Volvemos a pasar por la taberna en la que nos metimos anoche y donde estuvimos hablando un buen rato con su simpático dueño.
Pampaneira.
Llegamos a la Plaza de Pampaneira donde hay un muy buen ambiente de gente tomando tapas y comiendo relajadamente.
Pampaneira.
Pampaneira.
Después de comer y descansar un rato en la auto, decidimos seguir ruta por la comarca y dejamos Pampaneira con un grato sabor de boca al haber disfrutado de estos tres pueblos tan bonitos y peculiares de esta zona de la provincia de Granada. Han cumplido con creces nuestras expectativas.
Parking en Pórtugos.
Nuestro siguiente destino en Trevélez donde pararemos a dormir, pero antes tenemos que ver los pueblecitos y parajes que nos va mostrando la GR-421 que es la carretera por la que vamos circulando.
Parking en la Fuente Agria de Pórtugos.
Pasamos por el pueblo de Pórtugos y en principio no nos parece demasiado interesante como para hacer una parada, con los otros 3 pueblos ya hemos tenido bastante y éste no se ve que sea como los otros, aunque sí que nos detenemos en su fuente ferrosa.
Fuente Agria, Pórtugos.
A la salida del pueblo y al borde mismo de la carretera se haya una pequeña ermita y una zona de recreo con parking donde dejamos la auto y bajamos a ver la Fuente.
Fuente Agria, Pórtugos.
Las coordenadas del parking son estas: GPS: 36.940488, -3.306460. la fuente está allí mismo, bajando por una senda.
Fuente Agria, Pórtugos.
Bueno, el lugar está curioso. Ver como el agua ha formado el cauce del riachuelo un color tierra rojiza, así como el olor a hierro que se respira allí, es curioso.
Fuente Agria, Pórtugos.
Tomo una botella vacía y la llena de ese agua turbia y Mati no me deja beber desconfiada de las propiedades del agua, aunque no puedo resistirme y me mojo un poco los labios, evidentemente es un sabor que no lo había probado nunca.
Fuente Agria, Pórtugos.
Como curiosidad no está mal y ya que pilla de paso pues una paradita es aconsejable.
Seguimos nuestra ruta dirección a Trevélez por la misma carreen buen estado aunque estrecha.
Lugar de pernocta en Trevélez.
Llegamos a Trevélez sin detenernos en ningún sitio ya casi anocheciendo y nos acoplamos en un amplio parking en la parte alta del pueblo.
Parking en Trevélez.
Las coordenadas del parking son estas: GPS: 37.00208, -3.26861. gratuito y sin servicios, amplio y tranquilo, solo se oye las aguas impetuosas del río.
Parking Trevélez.
Además al lado hay un bar donde tomar algo, cosa que haremos nosotros más tarde.
Más abajo, hay otra explanada en la que vemos tres autos estacionadas, aunque creo que no debe ser tan tranquilo como en este parking.
El otro parking en Trevélez.
Las coordenadas de este parking son estas: GPS: 36 59 55.78 N 3 15 52.92 W. situado en la Plaza del Barrio Bajo.
Trevélez.
Damos un paseo por el pueblo imaginando descubrir algo parecido a los otros 3 pueblos que hemos visitado anteriormente, pero no lo encontramos. Tan solo podemos comprobar un pueblo dedicado casi exclusivamente a la elaboración y venta de productos derivados del cerdo.
Vistas de Trevélez.
Por todos lados se pueden ver locales y naves donde elaboran embutidos y jamones, los famosos jamones de Trevélez. Nosotros pasamos a un local de estos y compramos algo de embutido. Aunque como digo el pueblo en sí no tiene mucho que ver sinceramente, resulta ser una pequeña decepción.
Castillo de Santa Ana, Roquetas de Mar.
Esta mañana vamos a cambiar la montaña por la playa y más concretamente las de Murcia, por lo que nos encaminamos hacía allí.
Al pasar por Roquetas de Mar, a Mati le apetece hacer una parada para ver algo de este conocido pueblo turístico y así lo hacemos.
Faro en Roquetas de Mar.
Aparcamos cerca del castillo de Santa Ana y tras hacer algunas comprar nos damos una vuelta por la zona del castillo y de la playa.
Castillo de Santa Ana, Roquetas de Mar.
Tras la pausa seguimos ruta por la Nacional 340 que discurre paralela al mar y atraviesa lugares muy bonitos.
Estamos buscando un lugar para comer y damos con él.
Playa Tropical, La Garrofa.
Pasamos por Aguadulce y al poco encontramos un lugar encantador para parar un rato y comer junto al mar tranquilamente, la Playa tropical del Palmer. GPS: 36.82373, -2.52692.
Lugar donde paramos a comer.
Hace un día maravilloso y da gusta estar aquí junto al mar.
Playa el Palmer.
Comemos tranquilamente acompañados de otra auto extranjera con la estupenda vista del mar. En momentos así es cuando se agradece el viajar de esta manera.
Playa el Palmer.
Tras una reparadora siesta continuamos ruta a nuestro siguiente destino: la costa murciana.
San Juan de los Terreros.
Hacemos una primera parada en San Juan de los Terreros, cuando el sol va llegando a su fín por este día, lo que aprovechamos para ver la puesta de sol.
Parking en San Juan de los Terreros.
Aparcamos en una zona de tierra con algo de desnivel, GPS: 37.35814, -1.66576, aunque hay señales de prohibido pernoctar, cosa que no parece importarles a otras 3 o 4 acs más que se disponen a pasar la noche aquí.
San Juan de los Terreros.
Damos un paseo por la zona del pueblo que pega a la playa y nos parece que este es otro de esos tantos lugares que en verano deben estar muy bien y que en esta época del año es deprimente estar aquí, sin casi nadie.
San Juan de los terreros.
Es algo que se repite no solo aquí, sino en muchos más lugares de la costa levantina.
Lugar de parking.
Anocheciendo en San Juan de los Terreros.
Como el lugar donde estamos no nos acaba de convencer nos vamos en busca de un lugar más apropiado para pernoctar, cosa que encontramos en la Playa de los Cocedores, cerca de Águilas.
Pernocta en Playa de los Cocedores.
Llegamos a una gran explanada a escasos metros de la playa de los Cocedores donde hay estacionadas bastantes autocaravanas, la mayoría de ellas extranjeras.
Playa de los Cocedores.
Las coordenadas del parking son estas: GPS: 37.37577, -1.62963, gratuito y sin servicios ninguna señal que prohíbe la pernocta, un lugar muy recomendable.
Playa de los Cocedores.
Cenamos y tras ver la tele un rato nos acostamos sin oír ni un ruido.
A la mañana podemos ver mejor donde hemos pasado la noche y la cantidad de autos que se concentran en este lugar, auténtico paraíso de las autocaravanas.
Playa Cocederos y al fondo Águilas.
Playa de Calnegre.
Llegamos a las Playas de Calnegre y estacionamos al borde la una calita, GPS: 37.50697, -1.4166, al borde mismo del mar.
Cala de Calnegre.
Dejamos aquí la auto y nos vamos por el camino a hacer una pequeña ruta senderista disfrutando de estos encantadores rincones y calitas.
Cala de las Mujeres.
El paisaje es muy bonito, volcánico con un color negro que lo impregna todo y le da ese caracter tan peculiar y característico.
Cala de Siscal.
Llegamos a una cala más grande, Siscal. A mi me apetece seguir andando un rato más, pero Mati prefiere descansar y esperar a que vuelva.
Cala del Siscal.
Se puede llegar hasta aquí en vehículo, de hecho hay varios coches estacionados, imagino que en verano esto será un hervidero por lo bonito que es.
Paisaje en Calas de Calnegre.
Sigo por un camino que pertenece al sendero señalizado como ruta senderista y en un momento cojo una senda que me lleva directamente al mar y vuelvo a la Cala del Siscar por los acantilados de la playa.
Paisaje de las Calas de Calnegre.
Al llegar donde dejé a Mati no la veo e imagino que se ha debido marchar a la auto, como no hay cobertura, me voy a donde tenemos estacionada la auto.
Vistas de las Calas de Calnegre.
Al llegar a la auto, no veo a Mati, por lo que debe estar en la Cala del Siscar. Me voy de nuevo para allá pero con la auto.No recomiendo circular por aquí con la auto, debido a las grandes pendientes que tiene el camino.
Parking en Puntas de Calnegre.
Tras el reencuentro la típica discusión que si estaba aquí y no me has visto, que he pasado y no estabas, etc, etc.
Bueno, seguimos ruta que hay que comer y en una playa en las inmediaciones del pueblo de Puntas de Calnegre.
Autos en Puntas de Calnegre.
Aquí hay una verdadera legión de autos, casi todas extranjeras. GPS: 37.52467, -1.39161.
Permanecemos en este lugar mientras comemos y nos relajamos un rato.
Parking en Puntas de Calnegre.
Continuamos nuestro viaje y hacemos la siguiente parada en Bolnuevoo a mi parecer hostil hacia las autocaravanas, claro está si no pasas por el camping que hay aquí.
Parking en Bolnuevo.
Llegamos al inmenso y descomunal parking que hay en este pueblo y vemos que tienen instaladas unas señales de grandes dimensiones donde se prohíbe el estacionamiento de caravanas y autocaravanas.
Curiosas formaciones en Bolnuevo.
Cuando llego a un lugar como este y veo que el camping impone las normas para que todo el mundo tenga que pasar por su puerta, me pongo de los nervios, me cabreo y lo primero que pienso es en largarme de aquí cuanto antes.
GPS: 37.56375, -1.31201.
Señales prohibiendo el estacionamiento.
Pero ya he aprendido a que nadie nos puede condicionar a su antojo, por lo que hay que ser más avispado que esta gente y darles la vuelta, para ello aparcamos en una calle fuera de la vista de cualquier Agente que tenga la tentación de cumplir con tan injusta ordenanza de tráfico.
Formaciones arenosas en Bolnuevo.
Tras ver las curiosas formaciones arenosas que están en el mismo parking, damos una vuelta por la playa y tomamos algo en una terraza.
Gredas de Bolnuevo.
Pasamos por el camping que está situado al lado de la playa en un lugar privilegiado cuyos clientes son en su mayoría personas mayores y extranjeras.
Erosiones y prohibiciones de Bolnuevo.
El pueblo no da para mucho más. Como curiosidad geológica, la erosión de las rocas arenosas son interesantes, pero se ven rápido y dado la forma en que nos reciben, yo aconsejo seguir ruta y parar donde por lo menos nos permitan estacionar.
Bolnuevo
Eso hacemos nosotros y decidimos desplazarnos hasta la cercana localidad de el Puerto de Mazarrón para pernoctar allí.
Situación del lugar de pernocta en el Puerto de Mazarrón.
Pernocta en El Puerto de Mazarrón.
Aparcamos en un parking gratuito al lado de la playa, GPS: 37.56065, -1.26759.
Como todavía es temprano damos un paseo hasta el puerto donde pasamos a una tetería y tomamos un te delicioso.
Puerto de Mazarrón.
Aquí hay algo más de ambiente, se ve gente por las calles pues a pesar de estar en pleno mes de Diciembre la temperatura es muy agradable.
Isla de Mazarrón.
Pasamos la noche tranquilamente y afrontamos el último día de nuestro viaje de Navidades de 2012.
Hoy vamos a ver una curiosa zona en las cercanías de Cartagena, concretamente en Cabo Tiñoso.
Bahía de Cartagena.
Vamos a visitar un conjunto de instalaciones abandonadas del ejercito español enclavadas en un lugar estratégico concebidas para llegado el caso, defender la importante bahía de Cartagena de posibles incursiones por parte de otro país.
Panorámica de la zona.
Para llegar hasta arriba hay que armarse de valor, pues circular por esta carretera con una autocaravana no es lo más recomendable, pero con precaución se llega sin problemas.
Parking en la Batería del Atalayón.
Llegamos por fin al parking de Castillitos, pero incauto de mi me despisto y cojo el camino que sube a la batería del Atalayón, craso error.
Panel informativo de la Batería del Atalayón.
El que venga por aquí que no cometa el mismo error que he cometido yo, pues el acceso es peligroso y una vez arriba no hay posible salida, tan solo cabe hacer maniobras y dar la vuelta con mucho cuidado.
Instalaciones en desuso.
Una vez que hemos cometido la imprudencia de llegar hasta aquí arriba, visitamos las ruinas de lo que en su día tuvo que ser unas instalaciones dignas de ver.
Otra perspectiva de las instalaciones.
Se pueden ver las distintas oficinas, almacenes, depósitos de munición y armamento, etc. de este complejo sistema de defensa antiaérea, la verdad es que merece la pena.
Parking Castillitos.
Bajamos despacio hacia el parking para terminar de ver todo esto GPS: 37.54115, -1.12623, donde hay una explanada y por lo que vemos se puede pernoctar ya que hay una camper que ha debido pasar aquí la noche, ya que sus ocupantes salen desnudos recién levantados sin importarles la presencia de otras personas.
Castillitos.
Vamos a terminar de ver estas instalaciones y la de Castillitos es la mejor conservada y más interesante, ya que además dispone de dos piezas antiaéreas realmente impresionantes y de unas proporciones descomunales.
Arriba se ve la batería del Atalayón.
Desde aquí se ve en todo lo más alto donde acabamos de subir y luego bajar con la auto, qué locura por Dios. Ya se encargará Mati de recordármelo después, ya...
Castillitos.
Bueno, lo de llamarle a esto Castillitos salta a la vista, no?. Cuando diseñaron esto lo hicieron pensando en un castillo con sus torres y almenas, la verdad es que es bonito, no es la típica construcción sobria militar.
Cuerpo central de Castillitos.
Lo que más me impresiona de este conjunto es el trabajo humano que tuvo que costar traer hasta aqui arriba todo el material para hacer esto posible y la cantidad de soldados que tuvieron que hacer servicio aquí en este alejado lugar.
Pieza antiaérea.
Podemos ver las dos piezas de artillería antiaérea de proporciones más que considerables, así como pintados en la pared los diferentes tipos de navíos de la época por países que presumiblemente podrían acercarse a nuestras costas.
Grabados con los diferentes navíos de la época.
La construcción de este enclave se hizo para mimetizarse perfectamente en este entorno y se cuidaron mucho los detalles, pienso que para que desde el aire fuera más difícil de reconocer.
Vista de este conjunto.
Existe otro tercer emplazamiento más adelante, la Batería de Jorel, que está ya en la punta del Cabo Tiñoso, pero no lo vemos pues Mati no le apasionan estas cosas y me conformo con haber visto dos de los tres lugares que conforman este entramado estratégico.
Vistas de la Bahía de Cartagena desde Castillitos.
No estamos solos en la visita, hay más gente que le interesa estos temas por extraño que parezca, además las vistas desde aquí de toda la bahía son magníficas.
Batería antiaérea de Castillitos.
Batería de Jorel al fondo.
Para saber más:
Baterias de Castillitos
Ponemos rumbo a casa y en las cercanías de Cartagena pasamos por un pueblo llamado Canteras del que desconocía su existencia, pero al ver un cartel indicador para ver unas antiguas canteras romanos no puedo resistir la tentación y vamos a verlas.
Canteras romanas.
No están muy indicadas y la información brilla por su ausencia, pero finalmente damos con ellas, GPS: 37.61469, -1.04362.
Canteras romanas.
Son impresionantes. Esas paredes perfectamente cortadas que me recuerdan a los trozos de jabón de losa que fabricaba mi madre cuando yo era niño.
Canteras romanas.
Por un momento me traslado a la época romana y me imagino a los trabajadores de esta mina extrayendo las piedras para la construcción de los monumentos de Cartago Nova, la hoy Cartagena.
Canteras romanas.
Me he leído hace poco la trilogía de Santiago Posteguillo sobre la vida del General romano Publio Cornelio Escipión, El Africano, quien arrebató Cartagena a los Cartagineses y ver una cantera de la que pudo salir el material para construir la ciudad es emocionante y gratificante para aquellos a quienes nos gusta esta época.
Con esta última y grata sorpresa ponemos rumbo a casa a la que llegamos sin ningún contratiempo y ya con ganas de preparar la próxima salida que sin duda será para la próxima Semana Santa.
5 comentarios:
Hola, gracias a un brillante nuevo a usted en la publicación de su artículo. Uno latas ser más informativo como este, así como mantener la publicación gran trabajo. Gracias y bienvenidos a nuestra página web
Travelogy India.
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Gracias.
Bonito reportaje , la playa donde al fondo se ve el pueblo de Águilas se llama "La Carolina" y no Los Cocedores que son la anteriores fotografías ,ambas playas están juntas-
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