19 octubre 2018

Tras los pasos y huellas del Cid y Machado, Burgos y Soria. 2ª parte


Continuamos ruta por tierras burgalesas desplazándonos a su capital cuya historia está íntimamente ligada a la vida del Cid Campeador. Seguiremos hacia uno de los pueblos más bonitos que hayamos visitado, Covarrubias para finalizar en una tierra de recogimiento e historia, Santo Domingo de Silos.


Tras salir de Lerma y tomar la autovía llegamos a Burgos bastante rápido. Como no llevamos pensado quedarnos mucho tiempo en la ciudad optamos por un estacionamiento situado más cerca del centro que el área de autocaravanas de la ciudad.



Nos dirigimos concretamente a la Plaza de Santa Teresa al lado del parking de los autobuses con algo de sombra y de zona azul. Como es domingo no se paga, tenemos suerte ya que se marcha un vehículo para ponernos nosotros. GPS: 42.340424, -3.693661, sin servicios y muy bien situado.


Aprovechamos que estamos bajo la sombra y comemos en la auto tranquilamente mientras vemos un continuo ir y venir de autocaravanas que vienen buscando hueco. Algunas se tienen que marchar al no ser el parking muy grande y no haber huecos.


Tras el correspondiente descanso nos ponemos de nuevo en marcha y nos dirigimos a pie hacia el centro histórico de esta bella ciudad castellana que tiene el honor de albergar en su Catedral los restos de Rodrigo Díaz de Vivar o más conocido como el Cid Campeador.


Tras un breve paseo por el majestuoso Paseo del Espolón a orillas del río Arlanzón llegamos al Arco de Santa María una de las doce puertas de acceso a la ciudad en la Edad Media. Comunica el puente de Santa María sobre el río Arlanzón con la Plaza del Rey San Fernando donde se yergue la Catedral.



Se construyó entre los siglos XIV y XV aunque a partir de 1536 fue remodelado completamente siendo lo que actualmente se puede ver con la típica piedra de caliza blanca burgalesa. Actualmente alberga el centro de interpretación de la excavación de Atapuerca.


Seguidamente y ya en la Plaza del Rey San Fernando nos vuelve a sorprender la preciosa silueta de la catedral gótica de Burgos. Por mucho que la hayas visto siempre se sobrecoge uno ante tanta belleza y perfección. Además su fachada está bastante limpia resplandeciendo orgullosa y sabedora de su  merecida belleza.



Dado que ya en una ocasión visitamos por dentro la Catedral esta vez decidimos verla por fuera solamente aunque indudablemente una visita interior merece y mucho la pena. La entrada cuesta 7 euros y se puede adquirir un audio guía para saber más de este edificio que empezó a construirse en el año 1221 siguiendo patrones góticos franceses.



Subimos hacia la parte alta de burgos dirección al mirador del castillo donde no habíamos estado antes. Una vez aquí arriba se contemplan unas preciosas vistas de la ciudad de Burgos sobresaliendo por encima de todo la silueta de la Catedral.




Con un poco más de esfuerzo y siempre en ligera pendiente ascendente llegamos a las ruinas del castillo que se puede visitar de manera gratuita, aunque tampoco hay demasiado que ver en su  interior. Uno se pregunta cómo una ciudad con tan rico pasado como es Burgos no ha conservado su castillo.



Leyendo un cartel explicativo podemos entender cómo este lugar presente el estado de ruina actual. Y es que en 1736 sufrió un incendio que lo destruyó casi en su totalidad ante la indiferencia de los habitantes de Burgos. Posteriormente durante la guerra de independencia los franceses lo reconstruyeron y más tarde cuando lo tuvieron que abandonar hicieron algo muy típico de ellos, volarlo y destruirlo completamente.


Ante lo poco que se puede ver del castillo quizás lo único que merezca la pena son las vistas de la ciudad, nos bajamos de nuevo hacia el centro para callejear y perdernos que suele ser lo que más nos gusta y como más disfrutamos.


Recorremos alguna calle peatonal donde se erigen edificios de casas de tres o cuatro alturas, pintados cada uno con colores de diferentes tonos y siempre con la imponente silueta de la Catedral testigo mudo del paso de los tiempos.


Asimismo ya en la Plaza Mayor donde se están realizando unas obras que nos impiden una mejor visión de la misma podemos contemplar el austero coqueto y bello edificio del Ayuntamiento del siglo XVII.


Seguidamente visitamos otro edificio singular ubicado en la Plaza de la Libertad, la Casa del Cordón. Se trata de un palacio de estilo gótico del siglo XV y que sin duda es la mejor muestra de arquitectura civil de la época en la ciudad de Burgos. 


Ha pasado a la historia por ser aquí donde los Reyes Católicos recibieron a Cristóbal Colón después del regreso de su segundo viaje a América. Actualmente pertenece a una entidad bancaria contando con una sala de exposiciones y un salón de actos.


Está cerrado por dentro por lo que no podemos visitarlo, aunque verlo por fuera es ya de por sí bastante interesante y recomendable. Una vuelta más por alguna que otra calle y ponemos fin a la visita de la ciudad partiendo al cercano Monasterio de Cartuja de Miraflores situado a las afueras de la ciudad.






Llegamos al Monasterio de la Cartuja de Miraflores ya algo tarde por lo que está cerrado y tenemos que conformarnos con verlo por fuera. GPS: 42.337980, -3.657669, gratuito y sin servicios.


Una pena que esté cerrado este lugar y no podamos verlo por dentro.Valoramos si quedarnos un día más en Burgos para mañana por la mañana ver este Monasterio así como el otro que llevamos programado, el de Santa María Real de Huelga situado al otro extremo de la ciudad, pero decidimos seguir ruta y pernoctar en Covarrubias.


La visita de este interesante monasterio es gratuita, si bien se aconseja dar la voluntad para su conservación. De todas formas interesa dar algo porque lo que se ve dentro es algo digno de ver ya que se trata del panteón real que eligieron los reyes padres y hermano de Isabel la Católica. 

Imagen Internet


En este Monasterio todavía habita un grupo de monjes de la Orden de los Cartujos quienes se encargan de su explotación y conservación. Vemos en el horario que cierran a las seis de la tarde algo temprano para nuestro gusto pero es lo que hay.


Esta joya del arte gótico final aparte del mausoleo real también ofrece a los visitantes el conjunto de la Iglesia donde destaca el retablo así como las sillerías del coro y un tríptico del Calvario. Igualmente dispone de un pequeño museo también visitable.


Nos quedamos con las ganas de ver sobretodo el panteón real de Juan II de Castilla e Isabel de Portugal los padres de Isabel la Católica, así como el del infante Alfonso hermano de Isabel. Otra vez será.



Para saber más: Cartuja de Miraflores

Partimos hacia el Monasterio de las Huelgas que evidentemente también lo encontramos cerrado debido a las horas que son. GPS: 42.337056, -3.720745, gratuito y sin servicios.


En este caso la visita es de pago y vale 6 euros incluyendo una guía que te hace el recorrido y te da las oportunas explicaciones. Aquí cierran media hora más tarde a las seis y media pero tampoco nos da tiempo a visitarlo por dentro.



También está habitado en este caso por una congregación de monjas pertenecientes a la Orden cisterciense de San Bernardo. Edificado a finales del siglo XII cuenta con numerosos aspectos interesantes como la colección de sarcófagos reales donde están enterrados numerosos miembros de los diferentes reyes y familiares castellanos.



También dispone de una interesante colección de trajes y telas medievales. Se puede ver igualmente el claustro y las claustrillas un pequeño claustro antiguo así como una sala capitular. En definitiva un lugar muy interesante que merece la pena ver si se viene por Burgos. 



Ya por fuera nos parece muy bonito, de echo hay una pareja de recién casados que se está haciendo las fotos de boda aquí. Sí que vemos más presencia de turistas que en el otro Monasterio, la Cartuja de Miraflores, cosa que no  nos extraña teniendo en cuenta la cantidad de cosas que guarda.




Algo decepcionados ponemos fin a la visita de la ciudad de Burgos con la espina de estos dos Monasterios que no hemos podido visitar. Esta es la excusa para otro viaje por estas tierras donde no dejaremos pasar la ocasión de visitarlos.


Para saber más: Monasterio de las Huelgas




Partimos hacia Covarrubias donde esta noche pernoctaremos. Llegamos a última hora de la tarde a este pueblo burgalés estacionando junto al río en un pequeño parking de tierra gratuito con una fuente donde poder coger agua. GPS: 42.057917, -3.521392



Una vez estacionados en el lugar donde pasaremos la noche comprobamos que tenemos avería en el frigorífico en modo gas. Ya en el inicio del viaje nos quedamos sin frigo a 12 voltios cosa que posteriormente descubrí que se debía a que se había fundido un fusible. Pero ahora tampoco funciona a gas por lo que me lío a ver si lo puedo solucionar. 


Ya me pasó otra vez la misma avería que se soluciona cambiando el regulador de gas que lleva en la parte trasera del frigo. Pero el problema es que no tengo uno nuevo por lo que me pongo a desmontarlo y limpiarlo sin que surja el efecto deseado ya que se enciende y se apaga. Tocará aguantar lo que queda del viaje con este inconveniente.


Cambiamos el chip y nos vamos a ver el pueblo cuando la noche ya ha caído y casi no queda nadie por las calles de este precioso y maravilloso pueblo. Covarrubias es de esos lugares que te atrapan para siempre, de los que dejan una huellas imborrable en nuestras retinas, de los que uno está dispuesto a volver en cualquier momento.



Paseando tranquilamente por este armonioso y precioso lugar pareciera por momentos que el tiempo se ha detenido y nosotros estuviéramos atrapados por la magia que desprende Covarrubias. Callejuelas tenuamente iluminadas nos transportan a otros tiempos, a otras épocas llenas de una rica y remota historia.



Estando ahora aquí nos alegramos de haber elegido este lugar para pernoctar ya que merece mucho la pena ver Covarrubias a estas horas donde la magia hace acto de aparición en medio de una tranquilidad y paz sobrecogedora.



Recorremos todo el pueblo realmente fascinados de la belleza de este lugar. Algunos bares y restaurantes atienden a los últimos clientes de la noche siendo la única actividad que perturba la armonía que se respira aquí. Dejamos para mañana la segunda parte de este fascinante descubrimiento que ha sido Covarrubias.



El parking donde hemos pernoctado esta noche ha resultado ser un lugar muy tranquilo. Tan solo el murmullo de las aguas del río Arlanza hemos oído esta noche.



Covarrubias es un pueblecito que se puede visitar tranquilamente en una mañana ya que no es grande y está todo a mano. Lo primero que hacemos es dirigirnos a la Colegiata de San Cosme y San Damian siguiendo la imponente muralla. La encontramos cerrada pero allí mismo nos dicen que sobre las doce del mediodía estará abierta.


Frente a dicha Colegiata se alza una estatua de la princesa noruega Kristina. Al parecer encontraron sus restos enterrados en un sarcófago de la Colegiata. Esta es una historia realmente curiosa que nos dice los intereses de las Cortes en aquellas épocas hasta el punto de que dicha princesa se vio envuelta en un juego de alianzas que la trajeron a España y en el que Covarrubias también jugó su papel. La vikinga de Covarrubias




Una de las casas más impresionantes del pueblo es la Casa de Doña Sancha siendo considerada como uno de los máximos exponentes de la arquitectura tradicional castellana. Cuenta la tradición que en ella vivio Doña Sancha de Castilla hija de Doña Urraca en el siglo XII.


Otro de los lugares a destacar es el torreón de Fernán González también llamado de Doña Urraca siendo su función claramente defensiva. Actualmente se puede visitar mediante un guía por 6 euros y contiene en su interior una exposición de armas de asedio.



Seguidamente visitamos la Plaza Infanta Urraca o Mayor donde hay un conjunto muy cuidado de casas con soportales de adobe rebocado y entramado de madera al aire. Aquí podemos encontrar también el Ayuntamiento.


Seguimos hacia el Arco del Archivo del Adelantado de Castilla del siglo XVI y de estilo herreriano y  que delimita el casco antiguo del pueblo.




Aquí nos encontramos con otro crucero elemento característico y que ya hemos observado en  algún que otro lugar de Covarrubias. 



Casi sin querer nos topamos con la casa del antiguo boticario. Más bien es Mati la que descubre esta antigua casa perteneciente a una antigua familia de boticarios hoy llamados farmaceúticos.



Nos recibe en la calle uno de los descendientes de esta familia quien un poco reticente nos informa que dicha botica está impresa en los folletos de turismo del pueblo pero que la visita a la antigua botica no se realiza desde hace algún tiempo por diferentes problemas técnicos.



Lo que empieza con mal pie acaba de la manera más sorprendente que podríamos imaginar después de lo que esta persona nos ha manifestado en un primer momento. Y es que nos pasa a la botica dándonos todas las explicaciones posibles y mostrándonos este impresionante museo en el que esta familia tiene convertida la casa.



Con todo tipo de explicaciones sobre el origen de sus antepasados y la digna profesión de boticarios que eligieron nos va mostrando estancia tras estancia quedando maravillados de la cantidad de material que hay expuesto aquí y que tan difícil es de ver en los días de hoy.


Tras darle las gracias por mostrarnos este auténtico tesoro partimos hacia la Colegiata pues ya debe estar abierta.



Podemos pasar al interior de la misma quedando gratamente sorprendidos de las dimensiones de tal templo gótico. El acceso a la Iglesia es gratuito, no así la visita del Claustro con el sarcófago de la princesa vikinga y al pequeño museo que vale 2,5 euros. Podemos admirar el precioso órgano del siglo XVII y que todavía está en funcionamiento.




El sarcófago con los restos mortales del Conde castellano Fernán González una de las figuras que más importancia han tenido que ver con Cavarrubias.


Igualmente hay expuestos varios sarcófagos más donde yacen algunos descendientes de Fernán González de una belleza y detalle dignos de admiración. Es realmente una grata sorpresa ver el contraste entre el sobrio exterior de la Colegiata y el rico interior de la misma.



Tras realizar alguna compra en los bajos del torreón de Fernán González donde existe una tienda con todo tipo de recuerdos de Covarrubias ponemos así fin a la visita a este delicioso pueblo burgalés que tanto nos ha sorprendido y gustado a la par.




Ponemos rumbo al cercano Monasterio de San Pedro de Arlanza tan solo separado por 7 kilómetros de Covarrubias por una estrecha carretera pero sin ninguna dificultad para nuestros vehículos.


Por un tupido bosque de robles, sabinas y encinas que se abre al paso de la serpenteante carretera, a media mañana llegamos al Monasterio estacionando en la inclinada explanada que hay frente a lo que queda del monumento GPS: 42.049492, -3.466944, gratuito y sin servicios.


Una trabajadora de la Junta de Castilla León sale a nuestro encuentro para informarnos de que la visita no es guiada por lo que tendremos que hacer la visita nosotros mismos de manera libre.


Este Monasterio se encuentra en medio de la nada por lo que hay que venir aquí desde Covarrubias si uno quiere ver esto que no son más que las ruinas de este antiguo Monasterio que poco a poco se está rehabilitando por la Junta.

La fecha probable de la construcción de este Monasterio se cree que pudo ser a finales del siglo IX o principios del X bajo la protección del padre de Fernán González. Aunque según parece su origen sería anterior aprovechando unas construcciones romanas y visigodas para permitir el culto de los anacoretas que vivían en las numerosas cuevas del entorno.


Por todo ello se pueden observar restos románicos si bien son los restos románicos y herrerianos los que más abundan. Lo que sí podemos observar es la grandiosidad de lo que debió ser el Monasterio en su día por lo que todavía queda en pie y que denota la importancia que tuvo que tener.


Al parecer estuvo en uso hasta la famosa desamortización de Mendizábal, una fecha en la que tantos y tantos de estos monumentos fueron abandonados y por tanto quedaron en la ruina perdiéndose para siempre en la mayoría de los casos.




Es una pena que un monumento de esta importancia se perdiera en su día pero ejemplos como éste tenemos muchos por desgracia en nuestro país. El caso es que si se visita Covarrubias no está demás hacer los 7 kilómetros por una zona de monte bonita para venir hasta aquí y adivinar lo que pudo ser este lugar en su mayor esplendor.



Por cierto y cosa que no sabíamos, en estos parajes se rodaron algunas escenas de la famosa película de "el bueno, el feo y el malo" en el año 1966. De hecho hay una fotografía de una escena de la película donde aparece sobre el cerro de enfrente la Ermita de San Pelayo.



Partimos hacia otro Monasterio cercano pero que afortunadamente ha tenido la fortuna de estar en bastante mejor estado, Santo Domingo de Silos.
Para saber más: San Pedro de Arlanza


La tarde amenaza lluvia por lo encapotado que se ha puesto el cielo, veremos a ver si nos deja terminar el día sin mojarnos. Llegamos a Santo Domingo de Silos donde estacionamos en uno de sus amplios aparcamientos, GPS: 41.962536, -3.422979, gratuito y sin servicios.


Con el paraguas en la mano nos vamos hacia el Monasterio. Nos cuesta encontrar la entrada al complejo por lo que tras preguntar a algún turista nos informan que la entrada del Claustro la han cerrado y ya no se puede visitar. Luego veremos que han cerrado a mediodía para abrir por la tarde.


También nos informan que en breve se va a oficiar una misa cantada por los famosos monjes benedictinos y su famoso canto gregoriano. La misa empieza a las 13:00 horas por lo que esperamos 15 minutos para que empiece.


Media hora de misa cantada por los monjes de diferentes edades aunque abundan los ancianos y que uno tras otro van ocupando sus sillas ofreciéndonos a los presentes una experiencia única y diferente.



A diferencia de San Pedro de Arlanza aquí sí han sabido o podido mantener todo este entorno que todos los años debe atraer bastante turismo a la vista de las infraestructuras que observamos y lo bien cuidado que se ven los edificios y el entorno.



Aparte del conjunto monacal existen varias casas así como restaurantes y algún hotel que dan cobijo a los turistas y peregrinos que tienen a bien hospedarse en este tranquilo lugar. Se ve que todo el pueblo vive evidentemente del Monasterio.



Como hasta las 16:00 horas no abren de nuevo el Claustro decidimos irnos al cercano desfiladero de La Yecla separado tan solo 3 kilómetros. GPS: 41.949076, -3.442852 gratuito y sin servicios.


Una vez aquí el tiempo se pone feo y comienza a llover. Aprovechamos para comer y ver si mientras tanto escampa y podemos hacer la ruta por el desfiladero. Mientras tanto podemos observar a los buitres que sobrevuelan los altos riscos que dominan el desfiladero.




Tras comer nos ponemos en marcha para recorrer el tramo del desfiladero accesible mediante pasarelas perfectamente balizadas y apto para todo tipo de público que evidentemente no necesite muletas o sillas. Cruzamos los dos túneles y a la salida del segundo nos encontramos con la senda que baja hacia el arroyo y donde iniciaremos el recorrido.



Por una estrecha aunque accesible senda balizada con valla metálica iniciamos la ruta en sentido contracorriente, luego nos daremos cuenta que podíamos haberlo hecho desde donde tenemos la autocaravana estacionada, pero qué mas da.


Entonces se pone a llover y forzamos algo la marcha para no mojarnos demasiado ya que no hemos traído el paraguas. La ruta discurre entre imponentes cortados encajonados con algunos tramos muy estrechos y por tanto espectaculares.


El desfiladero en sí no tiene más de 300 metros y en 10 minutos se hace sin problemas, se hace por tanto algo corto aunque muy bonito y sorprendente. En verano tiene que ser una gozada hacerlo mientras se remoja uno en alguno de los tramos donde cae agua de las paredes.



En resumen una visita muy interesante, de baja dificultad, apta para niños pequeños que disfrutarán viendo sobrevolar a los buitres leonados mientras se hace el recorrido por el imponente desfiladero con paredes de más de 100 metros.


Volvemos de nuevo hacia el Monasterio de Silos para hacer la visita guiada. Pagamos los 3,5 euros por cabeza que cuesta la visita y cuando se forma un numeroso grupo de más de 30 personas comenzamos la visita. Notamos que este es uno de esos lugares sobreexplotados turísticamente por la gran cantidad de personas que lo visitan, el tamaño de los grupos es excesivo así como la poca distancia que se guarda entre los mismos.


Pero claro, estamos ante la disyuntiva de querer verlo sin agobios y sin prisas y que ello sea posible ya que si se pusieran más restricciones probablemente habría que reservar para hacer las visitas cosa que actualmente no es necesario.


El nacimiento del Monasterio data del siglo VII aunque a finales del siglo X quedó en ruinas. Sería en el año 1041 cuando llegó al Monasterio el Abad Santo Domingo cuando se inició la rehabilitación del Monasterio durando la misma unos 33 años. Según parece este templo está ligado a la historia del Cid ya que en vida, Rodrigo y su esposa Jimena donaron algunas de sus pertenencias  al Monasterio.


El recinto sería poco a poco ampliado y gracias a todas estas ampliaciones y reformas el monasterio benedictino llegó a contar con una escuela monástica en la que se impartían ciencia y letras. Por este motivo llegó a convertirse en uno de los centros espirituales y culturales más importantes de la península. 


La desamortización de Mendizábal también le afectó al monumento siendo abandonado 45 años y sufriendo por ello la pérdida de su valioso patrimonio. Tras ese periodo una congregación de monjes procedentes de Francia se estableció en el Monasterio comenzando poco a poco su rehabilitación.


El punto fuerte y más destacado del conjunto monacal es su Claustro, uno de los mejores ejemplos de arte románico de la península. Se cree que su construcción se inició a finales del siglo XI finalizando a finales del siglo XIII.



Sin ninguna duda lo que más llama nuestra atención de Claustro son sus magníficos capiteles con una temática muy extensa. También destaca en medio de un pasillo el sepulcro de Santo Domingo precedido con una estatua yacente de la figura del monje  que descansa sobre tres leones.


Las columnas dobles y algunos grupos de cinco y cuatro columnas retorciéndose algunas de ellas entre sí, también son muestra del esquisto detalle y armonía que se llegó a adquirir en este magnífico claustro de dos plantas.


Sin duda este claustro es magnífico haciéndose corta la visita ya que si uno quiere admirar todos los capiteles necesitaría mucho más tiempo. De todas formas el tiempo que podemos contemplarlo nos deja boquiabiertos por tanta perfección conseguida en su elaboración y el buen estado que presentan a pesar del tiempo transcurrido.


Además podemos ver una antigua botica del siglo XVIII que disponía de su propio jardín botánico en el Convento así como una gran biblioteca y un laboratorio farmacéutico donde se elaboraban las diferentes recetas a base de productos y plantas naturales. Igualmente el complejo dispone de un museo donde se exponen varias obras de arte del cenobio.
Para saber más: Santo Domingo de Silos



Con esta visita ponemos fin al recorrido por la provincia de Burgos tocando a continuación la provincia de Soria y su capital que es una de las pocas capitales de provincia que no conocemos todavía. Por tanto ponemos rumbo hacia Soria donde pernoctaremos esta noche, aunque eso lo dejaremos para la última entrada de esta ruta.






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