18 diciembre 2017

Avanzando hacia el Este, retrocediendo en el tiempo. Castillos, Monasterios pintados, Iglesias de madera... Rumanía, un país de contrastes (2ª parte)


Antes de entrar de lleno en el objetivo de este viaje que no es otro que Rumanía, haremos una parada en una de las ciudades más bonitas de Europa, Budapest. Ya en Rumanía nos sorprenderá la región de Transilvania con sus castillos, sus Iglesias fortificadas y sobretodo con la joya medieval de Sighisoara.

Itinerario 2ª entrada

Una vez en el área de autocaravanas de Liubliana nos disponemos a salir hacia la frontera de Hungría. Hace bastante calor y tenemos que poner la auto en la sombra y darle al aire acondicionado para que baje la temperatura del interior.

Itinerario Liubliana-Budapest

Para llegar a Budapest donde pasaremos varios días optamos por hacerlo por la autopista que va por el lago Balatón y al ser sábado nos encontramos una gran retención. Seguramente la gente ha ido al lago a pasar el día y ahora todos regresan a sus casas.

 Ubicación Camping Haller

Por este motivo llegamos a Budapest sobre las diez de la noche. Nos vamos directos al camping Haller donde un par de días antes habíamos reservado en previsión de que estuviera lleno. Una vez localizado el mismo en una calle sin salida, vemos que la puerta está cerrada, intentamos dar la vuelta para buscar un lugar donde pasar la noche. Pero entonces un responsable del camping con una pinta de película de terror nos abre las puertas y nos indica que pasemos.

Recepción del camping

Para nuestra sorpresa vemos que hay bastante hueco y que no hubiera hecho falta hacer la reserva. Esto de fiarte de las opiniones de la gente que decía que Budapest en Agosto era imposible si no tenías reserva han resultado ser algo exageradas.


Las parcelas son bastante grandes y nos ponemos donde más o menos nos indica el personaje de la película de terror, aunque cuando comprobamos que estamos rodeados por ruidosos italianos salimos pitando y nos acomodamos en otra parcela más tranquila, aunque unos vecinos alemanes poco después se empeñan en contarse sus penas y de que nos enteremos nosotros también, por lo que les tengo que chistar para que bajen la voz.


GPS camping Haller: 47.475934, 19.082790 nos sale a 35 euros la noche cuatro personas con electricidad y autocaravana. No es gran cosa ya que los servicios son viejos y algo sucios, pero es lo que hay y si se quieren pasar varios días en Budapest no es mala opción.
Amanece un nuevo día, hoy es domingo 6 de Agosto y lo pasaremos visitando la ciudad de Budapest. Salimos del camping y giramos a la derecha hasta la calle Haller donde volvemos a girar a la derecha por ésta calle hasta llegar a la calle Ulloi Ut donde está la parada de metro Nagyvárad Tér de la línea 3 azul, GPS: 47.478697, 19.089643

  Plano metro Budapest

Pagamos los tickets del metro con tarjeta ya que todavía no hemos cambiado a la moneda local y en cinco paradas llegamos al centro, concretamente en la parada Deak Ferenc Tér. Nos sorprende la gran vigilancia que hay en las estaciones ya que cuando ven turistas te paran a la salida y te piden los tickets. A nosotros nos para un revisor con muy mala cara y nos pide los tickets los cuales le mostramos. Hemos sacado un bono y por error hemos ticado el justificante de la compra que es idéntico a los tickets. Nos recrimina este extremo como si hubiéramos matado a alguien, mientras le hacemos entender que ha sido un error, pero nos amenaza que a la próxima nos denuncia, es lo único que le entendemos.


Cuando hemos tomado el metro en la primera estación le hemos preguntado en ingles a un encargado, hacia qué sentido teníamos que dirigirnos para ir al centro y ha pasado olímpicamente de nosotros. No sabemos si es que no hablan inglés, si es que están cansados de turistas, o si directamente esta gente es así de antipática. Nos inclinamos a pensar después de la segunda experiencia a que son así de antipáticos y secos, algo que posteriormente volveremos a comprobar.

Plano de Budapest

Para obtener información de lo que ver en Budapest así como para descargar guías o planos:


Salimos del metro y paseamos por la calle más comercial de Budapest, la Vaci Utca donde podemos cambiar divisas. El cambio nos sale a unos 300 florines por cada euro después de mirar varios locales de cambio, cosa recomendable ya que hay diferencia entre cambiarlo en un sitio u otro.

Mercado

Hace una mañana bastante calurosa y continuamente vamos buscando las sombras ya que al sol no se puede estar mucho tiempo. Menos mal que poco a poco van apareciendo nubes y van tapando el sol por lo que la temperatura desciende.
Llegamos al mercado que hoy por ser domingo está cerrado por lo que tendremos que buscar otro lugar para comer pues teníamos planificado comer dentro del mercado.

 Puente de la Libertad

Junto al mercado se encuentra el bonito puente de la Libertad sobre el Danubio y que comunica la ciudad de Pest donde nos encontramos ahora con Buda. Está cerrado al tráfico imaginamos por ser domingo lo que agradecemos pues podemos pasear tranquilamente haciéndonos las fotos de rigor.



Cruzamos el puente y nos metemos en el hotel balneario Gellért pues queremos ver el tema de poder darnos un baño en este conocido establecimiento un día de los que estemos en la ciudad. Vemos que la tarifa de adulto para estar todo el día en el balneario sale por 18 euros y pensamos que puede estar bien destinar el último día a relajarnos en el balneario.

 Hotel balneario Gellért



Salimos del hotel y cruzamos la calle para subir a la Iglesia de la Cueva, un lugar curioso que alberga una pequeña Iglesia bajo una pequeña roca. Al ser domingo la visita es gratuita por lo que nos ahorramos los 2 euros que vale la visita.
 
Entrada a la Iglesia

Consta de una serie de estancias y capillas todo en tamaño reducido, así como el lugar de culto donde se está oficiando una misa y donde no podemos entrar por este motivo. No es nada del otro mundo pero es curioso verlo por dentro y además se está fresco..



Se va haciendo hora de comer por lo que de nuevo buscamos en la famosa página Tripadvisor un lugar adecuado para comer. Nos decidimos por el restaurante Ruben situado en la calle Magyar Utca 12-14, que tiene buenas opiniones sobretodo de españoles que lo han visitado.

Restaurante Ruben

Es un restaurante coqueto y pequeño con un buen servicio. Curiosamente todas las mesas están ocupadas por españoles por lo que es como estar en casa. Comemos bastante bien y salimos los cuatro por 60 euros por lo que quedamos satisfechos.

Cuenta del restaurante

Continuamos callejeando por Budapest y los siguiente que visitamos es el exterior de la Gran Sinagoga que siempre es un placer verla aunque sea por fuera. No pasamos ya que nosotros y Alejandro ya la conocemos por dentro y a Paula no le interesa mucho.

Gran Sinagoga

Seguimos por la gran Avenida Károly dirección al parque Erzsébet donde podemos observar algunos bellos edificios y alguna que otra autocaravana transitando por tan céntrico lugar.


Llegamos a esta zona de la ciudad un lugar bastante concurrido y lleno de buen ambiente con un mercadillo de productos artesanales y donde no podemos resistirnos a meter los pies en el agua al igual que está haciendo gran numero de gente.


Un poco más adelante nos encontramos con la Catedral de Budapest la Basílica de San Esteban, un edificio no muy antiguo pues se empezó a construir en el año 1851 y cuyas obras no finalizaron hasta 54 años después.

Basílica de San Esteban

No se si es por ser domingo o no pero no nos cuesta nada el acceso al interior. Sí que vemos que subir a la torre en ascensor vale dinero. Seguramente las vistas sean muy buenas desde ahí arriba pero nosotros optamos por pasar dentro de la Catedral y ver las pinturas, mármoles, relieves y esculturas que posee.



Se puede ver dentro de  la Catedral y en la parte trasera del altar una de las reliquias más famosas de la cristiandad, la mano derecha momificada Esteban I primer Rey de Hungria y Santo.


Concluida la vista a la Catedral nos dirigimos hacia el río Danubio concretamente al puente de las Cadenas. La tarde ha ido empeorando y amenaza lluvia inminente, el calor de esta mañana no era normal y como consecuencia de ello se desata una tormenta impresionante.

 Puente de las Cadenas


Antes de empezar el diluvio universal nos hemos conijado en un kiosco que hay justo debajo del puente, y desde aquí presenciamos este espectácilo de la naturaleza que nos regala unos truenos como  nunca habíamos oído. No se si será por la presencia del rio pero es impresionante la fuerza de los rayos y truenos. Estamos así cobijados sobre una hora hasta que poco apoco la tormente pasa y podemos seguir la visita a la ciudad.




No termina de parar del todo la lluvia por lo que aprovechamos para visitar alguna tienda de ropa del centro y ver si deja de llover definitivamente. Finalmente y viendo que la lluvia no nos da tregua decidimos marcharnos al camping y poner así fin al día de hoy.


La noche es igualmente movida ya que ha estado toda la noche lloviendo y la temperatura ha bajado considerablemente teniendo que taparnos bien.
Sobre las diez y media deja por fin de llover y nos vamos de nuevo hacia el centro de Budapest. Nos centramos en la zona del Parlamento que ayer no pudimos visitar por la lluvia.


Situado junto al río entre el puente de las Cadenas y el Parlamento hay un punto que tiene un curioso interés y que merece la pena detenerse unos minutos para recapacitar y echar la vista atrás. Se trata del muelle de los zapatos y consiste en sesenta pares de zapatos y botas en hierro fundido que recuerdan a las víctimas en su mayoría judías que fueron asesinadas en la segunda guerra mundial.


Según parece aquí se les llevaba para ser fusilados mediante un disparo en la cabeza cayendo a continuación al río. Previamente les obligaban a descalzarse y de ahí este monumento en su memoria.



Seguimos un poco más llegando al imponente parlamento un precioso edificio que la primera vez que lo vimos nos recordaba sin saber muy bien el motivo a una inmensa caja de música.



La primera vez que estuvimos en Budapest lo visitamos por dentro cosa recomendable sin lugar a dudas. Alejandro también lo visitó cuando estuvo en la ciudad en un viaje de instituto por lo que solo falta Paula por verlo y ésta dice que no le apetece.


Lo que son las cosas, la primera vez que estuvimos aquí en el año 2014 toda esta zona estaba patas arriba así como gran parte del centro de la ciudad y había una sensación de cierto desastre para visitar el parlamento. Ahora ya con todo terminado y remodelado han habilitado un espacio nuevo donde venden las entradas para visitar el edificio situado en una zona bajo la plaza en un costado del gran parlamento.


 

Nosotros cuando visitamos el interior del parlamento nos gustó aunque tampoco es mucho lo que enseñan la verdad. Te esperas que te muestren algo más del inmenso edificio y sales algo decepcionado por lo poco que se ve. Quizás el motivo sea que es un edificio totalmente funcional y no se puede enseñar más, unido a que por fuera es mucho más bonito y uno se espera que por dentro también lo sea.



De todos modos pasear por las inmediaciones del parlamento es muy agradable ya que la zona es peatonal y por tanto bastante tranquila, que únicamente se ve algo alterada cuando pasa de vez en cuando el tranvía.


Se hace hora de comer y de nuevo toca buscar en la red un local que se acople a nuestro gusto. En las inmediaciones del parlamente hay gran variedad de restaurantes donde poder comer. El que le gusta a Alejandro resulta que está lleno por lo que tenemos que decantarnos por otro.



Nos decantamos por probar la comida típica húngara consistente en sopa de gulash y pollo con paprica que es tan solo una especia picante de pimiento. La experiencia resulta no ser tan buena como la de ayer y salimos algo decepcionados por lo que no citaremos este lugar.



Seguimos visitando la ciudad y nos dirigimos hacia la plaza de la Libertad situada en un amplio parque rodeado de bellos edificios y palacios entre ellos la embajada de Estados Unidos. Una estatua del presidente norteamericano Ronald Reagan a tamaño natural resulta de lo más curioso. Igualmente existe otro monumento a la ocupación soviética de Hungría.



Si se sigue un poco más adelante y justo antes de abandonar esta zona verde se puede observar el monumento donde abundan los carteles, piedras y cantos, alguna maleta y bastantes fotografías,  que recuerdan unos hechos acaecidos aquí hace unos año durante la ocupación rusa. Aunque en lo que se entretiene la gente es en la fuente de chorros de agua con sensor que cuando te detecta, en teoría se corta el agua aunque a veces no funciona del todo bien y termina uno calándose.



Llegamos de nuevo al igual que ayer a la calle más comercial de la ciudad la Vaci Utca donde ahora sí que hay bastante gente paseando y donde se pueden observar personas y locales curiosos.




Por la misma calle desembocamos en el mercado que queremos que lo vean por dentro Paula y Alejandro ya que es un lugar curioso de ver en el que venden una gran variedad de artículos y productos típicos de la ciudad y el país.



En este enorme edificio puede uno encontrar casi de todo desde recuerdos como matruskas esas muñecas de varios tamaños que se pueden meter unas dentro de las otras, mantelerias húngaras, especias típicas de Hungría como el famoso paprika con el que le dan un toque picante a las comidas, dulces, embutidos, etc.




Vamos que es el lugar perfecto para dejarse los últimos florines que le queden a uno antes de abandonar la ciudad. A nosotros aún nos queda algún tiempo que estar en Budapest por lo que no tiramos la casa por la ventana todavía.



En el piso de arriba está habilitada la zona de restauración donde poder descansar y comer algún producto típico húngaro regado por una generosa cerveza del país.


Una vez visto este curioso lugar volvemos a cruzar el Danubio por el puente de la Libertad y comenzamos la visita a Buda ya que hasta ahora hemos estado visitando Pest. Dejamos la colina donde se alza la Ciudadela por ser quizás el punto menos interesante de Buda siguiendo caminando junto al río hasta que llegamos al Bastión de los Pescadores.

Museo

A la altura del Museo sobre la primera guerra mundial dejamos la ribera del río y nos internamos en esta parte de la ciudad que ofrece muchos puntos interesantes. Para ello tomamos unas escaleras mecánicas que nos suben al conocido como Bastión de los Pescadores por ser el lugar donde antiguamente se ubicaban los habitantes de la ciudad y que evidentemente se dedicaban a la pesca.



Una vez arriba de la colina ante nosotros aparecen las preciosas imágenes de la ciudad de Pest en la otra orilla del Danubio con el majestuoso puente de las Cadenas y al fondo el precioso edificio del parlamento.


En esta parte de la ciudad podemos admirar toda una serie de palacios que conforman el castillo de Buda pero que no es exactamente un castillo como los que normalmente entendemos como tal. Aquí hay una gran cantidad de monumentos que entre ellos conforman el conjunto conocido como castillo.



Lo recomendable es dejarse llevar por la intuición y perderse por este entramado de bellos monumentos donde si uno se acerca a los numerosos grupos de turistas, entre ellos españoles, uno se puede enterar de la historia de este castillo así como de la historia de la bella fuente neobarroca que representa una escena de caza del Rey Matthias, así como la importancia de los cuervos en este lugar.

 Funicular de subida al Bastión


Una vez fuera de la zona del castillo la ciudad se transforma en casas bajas de calles adoquinadas y que no se parece en nada a la otra orilla del río. De hecho los orígenes de Budapest están en esta orilla de Buda y se nota en el encanto que se respira en esta zona.


Hacemos una parada técnica en un self service para descansar mientras tomamos unos dulces en la terraza. Enfrente hay otra mesa ocupada por una familia de Almería con la que entablamos una amena y constructiva conversación que básicamente se centra en el mundo del tomate ya que se dedican a esta sabrosa hortaliza. Siempre se aprende algo nuevo aunque sea a muchos kilómetros de casa.


Una vez repuestos y tras despedirnos de la familia andaluza proseguimos nuestra visita a esta colina llegando a otro punto interesante. Aparece ante nosotros la preciosa silueta de la Iglesia gótica de Matías con su bello tejado adornado por pintorescos filigranas de tejas que convierten este edificio en algo realmente bonito de ver.



A estas horas el monumento ya está cerrado por lo que no podemos visitarlo por dentro, pero dudo mucho que sea más bello que el exterior. Se ve como si hubieran limpiado las piedras de la fachada ya que la recordábamos algo más apagadas cuando la vimos hace cuatro años.



Este lugar es realmente maravilloso, además posee las mejores vistas de toda la ciudad cosa que no pasa desapercibida por los numeroso turistas que estamos aquí esperando la puesta de sol y la consiguiente iluminación de Pest para inmortalizar este romántico momento.




El momento es especial por estar los cuatro en esta preciosa ciudad, un lugar donde teníamos ganas de coincidir, del que les habíamos hablado tanto y tan bien a Paula y Alejandro aunque éste ya había estado por su cuenta. Además ha dado la casualidad que hoy se produce un eclipse lunar lo que le confiere si cabe un punto de mayor interés.



Permanecemos en el Bastión de los Pescadores un buen rato y ya cuando la oscuridad es total. De nuevo bajamos hasta el río Danubio  para cruzar al otro lado por el puente de las Cadenas no sin antes deleitarnos con la preciosa silueta iluminada del parlamento.



Cruzamos el puente y desde Pest podemos deleitarnos con la silueta del Bastión de los Pescadores y el castillo lugares donde hemos estado toda esta tarde y que desde la ribera del río se ofrecen una magníficas vistas de todo el conjunto.
Optamos por retirarnos al camping a descansar. Cuando llegamos a nuestra parada de metro vemos en el mismo metro un puesto donde venden pizzas y algunos bollos típicos. tienen una en oferta por lo que le pedimos a la chica varios trozos para combinar y probar de varios tipos. Es aquí cuando sin esforzarse lo más mínimo para entendernos en ingles, pasa de nosotros y saca a relucir la antipatía que estamos comprobando en estas gentes y sobretodo esa frialdad con la que lo tratan a uno si no hablas su idioma.

Parking para ir al balneario

Amanece un nuevo día y hemos pensado que hoy será un día de relax por lo que nos desplazaremos al hotel balneario Gellert con el fin de disfrutar de sus instalaciones.
Tras hacer las oportunas labores de carga y descarga en el camping así como pagar la cuenta nos vamos hacia el hotel a ver si hay suerte con el aparcamiento. No es temprano por lo que conforme nos acercamos al hotel los huecos de estacionamiento van disminuyendo por lo que tenemos que estacionar algo retirados, GPS: 47.475641, 19.062178, gratuito y sin servicios en una zona universitaria que incluso podría estar bien para pernoctar ya que está a unos 15 minutos andando del hotel Gellert.




Tan solo llevamos un par de mochilas donde llevamos las toallas y unos albornoces finos. Pagamos  con tarjeta los 18 euros por cabeza y nos metemos para adentro. Te dan una pulsera con una pequeña llave y te buscas una taquilla por tu cuenta. La verdad es que el sistema está bien pero hasta que lo descubres haces el idiota moviéndote de un lado para otro sin saber muy bien donde ir a por una taquilla y sin averiguar como diantres se abre la misma.


Funciona al acercar la pulsera a unas máquinas en las que te dice el número de taquilla asignado. Una vez echo esto ya solo hace falta acercar la pulsera a la cerradura de la taquilla para se abra o se cierre.
Lo primero que probamos es la piscina de olas que cada cierto tiempo ponen en funcionamiento produciendo unas olas como si de una playa se tratara haciendo las delicias de la gente


Quizás la parte más conocida del balneario sea la sala interior de dos pisos balconada y adornada con columnas que contiene dos piscinas a diferentes temperaturas. La luz pasa por el techo cubierto de cristal lo que le da a la sala la luminosidad adecuada.


Además hay varios jacuzzis tanto internos como en el exterior y saunas de diferentes tipos que vamos probando una tras otra. Posee un restaurante donde poder comer o tomarse unas cervezas de picoteo. Aquí gastamos los últimos florines que nos quedan para no llevar ninguna moneda. Pensábamos que quizás podía hacer calor en este lugar y que al ser verano podíamos agobiarnos pero nada más lejos de la realidad, pues  nos ha sentado la mar de bien pasar el día en este lugar, algo recomendable en Budapest famosa por sus numerosos balnearios.

Itinerario Budapest-Timisoara

Sobre las cinco de la tarde salimos de Budapest dirección a la frontera de Rumanía, pillándonos la consiguiente retención a la la salida de Budapest, una más.
Ya casi de noche llegamos a Nadlac donde se ubica la frontera entre Hungría y Rumanía. Hasta aquí todo lo hemos hecho por autopista que está en bastante buen estado. Nos ponemos a la cola de los vehículos que quieren pasar a Rumanía ya que se controla la frontera por la Policía.
Después de esperar unos 20 o 30 minutos nos toca pasar a nosotros y tras entregar los DNIs al Policía de la frontera prácticamente ni los mira y nos deja pasar. Habíamos echado también los pasaportes por si acaso pero ni nos los piden ya que no es necesario. Es un sinsentido que te hagan esperar media hora para nada, es inconcebible en los tiempos que corren, pero esta es la primera toma de contacto con Rumanía donde las cosas no son como uno espera.

Ubicación de la pernocta

Nos dirigimos por autopista hacia Timisoara donde llegamos ya sobre las diez de la noche. Buscamos el aparcamiento que llevaba seleccionado ubicado en la zona de la Universidad, GPS: 45.747474, 21.230075, que consiste en un parking con sombras, gratuito y sin servicios.

Parking en Timisoara

Vemos que el parking está algo pegado a una carretera y que tiene algo de tráfico y por tanto de ruido por lo que intento buscar otro lugar algo más alejado de la vía principal. Vemos que por la zona hay bastante parking libre pero nos parece un lugar más adecuado donde hemos aparcado la primera vez por lo que regresamos de nuevo a este parking donde pasamos la noche tranquilamente.

Plano de Timisoara

Amanece un nuevo día en Timisoara y después de desayunar nos ponemos en ruta hacia el centro de la ciudad que está a apenas 10 minutos del parking.
El día es soleado y amenaza temperaturas algo elevadas por  lo que sin perder tiempo comenzamos por la Catedral ortodoxa el edificio religioso más grande e importante de la ciudad, también conocida como Catedral Metropolitana.

Catedral de Timisoara

Situada frente a la impresionante y grandiosa Plaza Victoriei donde se pueden admirar los edificios más bellos y sobrios de Timisoara se alza este imponente edificio religioso diferente a las Iglesias que podemos ver por toda Europa al ser una Iglesia ortodoxa y por tanto muy diferente a aquellas.

Piata Victoriei

El acceso a la Catedral es gratuito cosa que ya de momento se agradece y denota la primera diferencia con las Iglesias católicas donde en muchas de ellas hay que pagar para verlas por dentro.

Catedral ortodoxa

A pesar de ser un edificio bastante moderno ya que se terminó su construcción en el año 1940 el mismo es muy bonito ya que mezcla la tradición religiosa rumana con la bizantino-moldava.




Para nosotros que no estamos acostumbrados a visitar este tipo de Iglesias tan diferentes a las nuestras nos resulta algo realmente espectacular y bonito. Con una concepción muy distinta de las Iglesias católicas no hay bancos en medio de la Iglesia, estos se situados en los lados quedando por tanto un espacio diáfano en el medio.



Los suelos llenos de mármoles de diferentes tonos, las paredes ricamente engalanas y pintadas con colores dorados, grandes lámparas que penden del techo y retratos de los diferentes santos al que se acercan los fieles presinándose en repetidas y automáticas ocasiones.


Todo esto nos causa una gran sensación y más cuando comprobamos que podemos movernos por todo el recinto con total libertad mientras las personas entran rezan un momento y vuelven a salir del templo.


Una vez visto este precioso monumento cruzamos la calle y nos metemos en la grandiosa plaza Victorie verdadero corazón de Timisoara y que bien puede pasar por cualquier ciudad del centro de Europa más que tratarse de una ciudad rumana.


En medio de la plaza se alza una columna romana con la figura de la loba amamantando a Rómulo y Remo los fundadores legendarios de Roma, una demostración de la importancia que tuvo la ciudad en tiempos romanos.



La plaza está llena de restaurantes con sus terrazas donde poder hacer un descanso y tomarse algo aunque nosotros todavía no hemos cambiado euros por leus que es la moneda de Rumanía. Hay bastantes tiendas de cambio y sin comisión por lo que en una de ellas hacemos un primer cambio.


En el otro extremo de la plaza se encuentra otro bello y emblemático monumento de la ciudad la ópera aunque están retirando algún tipo de escenario.  Anoche cuando pasamos con la auto cerca vimos que estaban celebrando algún espectáculo por lo que no podemos acercarnos a ver el edificio.


Seguimos paseando hasta llegar a la gran plaza Unirii donde hay varios edificios e Iglesias que merecen llegar hasta aquí. Entre los monumentos que se encuentran en esta plaza se encuentra la Catedral católica.

 Catedral Católica

Hace ya un calor impresionante y no podemos guarecernos bajo ninguna sombra mientras cruzamos la plaza a toda prisa para meternos en la Catedral católica y así refrescarnos un poco. De estilo barroco en su interior no hay nada que destaque demasiado y como venimos de ver la Catedral ortodoxa pues ésta nos deja fríos.



Volvemos a salir de nuevo a la Plaza intentando refugiarnos de vez en cuando bajo la sombra de algún toldo o cornisa ya que con este calor es complicado hacer turismo. La plaza es muy bonita con varias casas cuyas fachadas están pintadas con vivos colores.



Salimos de la plaza en búsqueda de la Iglesia Serbia donde pasamos gratuitamente para descubrir otro bello monumento ortodoxo aunque algo diferente del primer templo que hemos visto.



Esta Iglesia es mucho más pequeña que la Catedral Metropolitana aunque es igualmente interesante y bonita y vemos que debe ser poco visitada ya que estamos nosotros solamente en el interior.


 Sinagoga

El siguiente monumento que buscamos es la Sinagoga judía que demuestra la convivencia de las diferentes religiones en esta ciudad. El edificio está cerrado ya que presenta un estado bastante dejado y abandonado aunque vemos bastantes andamios por lo que deben estar trabajando en su reforma.

Estatua de Decébalo

Pasamos por un lugar donde vemos erigida una estatua de Decébalo y no puedo dejar de detenerme para fotografiarla ya que como amente de la historia romana y de los libros de Santiago Posteguillo reconozco a este personaje histórico que tantos disgustos le dio al emperador romano Trajano cuando éste conquistó la antigua Dacia hoy Rumanía.


Terminamos de visitar Timisoara una ciudad que a pesar de tener casi 400.000 habitantes posee un casco antiguo coqueto y pequeño que se puede descubrir un 2 o 3 horas tranquilamente.
Dejamos atrás Timisoara y ponemos rumbo hacia Hunedoara donde queremos ver su castillo. Al poco de salir se termina la autopista y empezamos a circular por las carreteras rumanas que más tarde hablaremos más detenidamente sobre ellas. Paramos junto a la carretera para comer un tanto agobiados por el calor. Encontramos un parking con algo de sombra, GPS: 45.921231, 22.668186.

Ubicación del parking y castillo Hunedoara

Después de comer seguimos rumbo a Hunedoara. Las distancias ne Rumanía a pesar de no ser muy grandes, sí que llevan su tiempo en recorrerlas ya que a partir de ahora las carreteras empeoran pues las carreteras brillan por su ausencia. El estado de las carreteras es bastante malo y el tráfico es bastante intenso por lo que se tarda siempre más tiempo del previsto.

Parking en Hunedoara

A media tarde llegamos a Hunedoara y vamos derechos al único punto de interés que posee la ciudad, el castillo de Corvinilor. Estacionamos frente al parking de pago por lo que nos sale gratis debido a que ya va siendo hora de cerrar. GPS: 45.751655, 22.889451.

Castillo de Corvinilor

Al lado del parking hay varios puestos que venden recuerdos y productos artesanales. Siguiendo la calle ascendente en poco mas de 200 metros estamos ante la imponente fachada de este impresionante castillo.



Nos quedamos boquiabiertos y estupefactos al ver esta preciosa fortaleza. Inmediatamente sacamos las cámaras y los móviles para inmortalizarnos frente a la bella silueta del castillo de Cornivilor.
Por un puente de madera salvamos el desnivel del foso y llegamos a la entrada de la fortaleza. Pagamos 30 lei por adulto y 4 lei por estudiante y penetramos en este impresionante castillo para descubrirlo por nuestra cuenta con la ayuda de los paneles en inglés situados en algunas instancias ya que parece que no hay visitas guiadas.


 Este es el primer monumento que visitamos donde hay que pagar para hacer fotos por dentro. Esto es tónica habitual en Rumanía, algo que desconcierta un poco ya que te preguntan si vas a hacer fotos para llegar a pagar por este concepto más de lo que vale la entrada. Yo no pago pero sí que hago fotos ya que no hay vigilancia.


Si por fuera este castillo es una auténtica preciosidad y que podríamos calificarlo como uno de los castillos más bonitos que hayamos visitado por los diferentes países que hemos estado, por dentro la cosa cambia bastante ya que lo vemos algo dejado cuando lo primero que vemos es el patio interior carente de interés. 


Guiándonos por el recorrido señalizado vamos viendo las diferentes salas de esta fortaleza que según parece fue edificado sobre los restos de una antigua fortificación romana hacia 1315 por el Rey Carlos I de Hungría.


Salón de los Caballeros

El castillo fue pasando de unas manos a otras hasta que le llegó al conde Juan de Hunyadi y a su nieto el Rey Matias Corvino quien llevó a cabo las mayores ampliaciones del castillo a mediados del siglo XV siendo este el motivo por el que se le conoce como castillo de Hunyad o Corvin.



A mediados del siglo XX un incendio que casi acaba con la fortaleza hizo que se abandonara y acabara en ruinas. Pero fue en el año 1974 cuando se convierte en museo y se llevan a cabo una serie de obras de rehabilitación del mismo motivo por el que podemos contemplarlo hoy día.




Vamos visitando tranquilamente la fortaleza y vamos comprobando que el interior no es tan espectacular como el exterior aunque si que hay algunas estancias que merecen la pena como el salón de los Caballeros que podríamos calificarlo como el lugar más bello.



Casi todas habitaciones carecen de mobiliario, aunque algunas de ellas si están decoradas escuetamente dando la sensación de que con un poco más de esfuerzo la visita podría ser más interesante.




Existe una leyenda sobre el castillo que cuando llegamos al pozo excavado en la roca podemos recrear consistente que el mismo fue construído por prisioneros turcos a los que se les prometió liberarlos cuando se terminara la excavación del mismo. Después de estar trabajando en el pozo 15 años por fin lo terminaron pero su libertad fue negada y fue cuando dijeron a los dueños del castillo "tendréis agua pero no alma". Una inscripción da cuenta de ello.


Después de esta interesante visita y de volver a deleitarnos con las vistas exteriores del castillo ponemos rumbo hacia Sibiu lugar donde pernoctaremos esta noche.
Para saber más: castillo de hunyad-hunedoara

Pernocta en Sibiu

Tengo seleccionados 2 parkings en Sibiu. El primero de ellos no nos termina de convencer a pesar de estar muy bien situado por lo que vamos al parking de la estación. GPS: 45.799821, 24.160332 gratuito y sin servicios situado a unos 10 minutos andando del centro histórico.

Pernocta en Sibiu

Como todavía no es hora de la cena decidimos acercarnos al centro de Sibiu para tener la primera toma de contacto con la ciudad. Por la calle General Magheru ponemos rumbo al centro al que llegamos en unos 10 minutos, concretamente a la Piata Mare o Plaza Mayor.



Vemos una ciudad con un muy buen ambiente, llena de cafeterías y restaurantes cuyas terrazas están a rebosar de rumanos que cenan o toman algo después de un tórrido día que no debe ser muy habitual en estos lares.



Tanto Timisoara como Sibiu son ciudades modernas, abiertas y muy preparadas para acoger turismo y pueden pasar por cualquier ciudad occidental.  No son las típicas ciudades rumanas más atrasadas y con menos servicios que veremos más adelante.


De hecho parece ser que esta ciudad Transilvana es una de las ciudades con mejor calidad de vida de todo Rumanía. Nosotros podemos apreciar que hay bastante nivel en la ciudad y eso se nota en los restaurantes y tiendas.



Tras una breve toma de contacto con la ciudad nos volvemos a la auto para cenar y descansar de este intenso día que hemos disfrutado hoy.
A media noche me despierto sobresaltado al oír voces cerca del parking. Para ser que hay algún borracho por las inmediaciones que está dando el cante y no termino de fiarme por si se dirigiera contra nosotros. Un poco más tarde cesan las voces y ya puedo dormir tranquilamente.

Turnul Dulgherilor

Hoy tenemos por delante otro soleado y radiante día para seguir descubriendo rincones rumanos. El tiempo, a pesar de que por el día hace calor, por la noche refresca y por tanto se puede dormir y descansar bien, haciendo más llevadero todo.
Nos ponemos en marcha y en vez de dirigirnos en primer lugar a la Plaza Mayor nos acercamos a er la coqueta y preciosa Turnul Dulgherilor o Torre de los Carpinteros.


Gran parte de la región de Transilvania fue repoblada en el siglo XII por el pueblo germano de los Sajones invitados por un Rey Húngaro que era de quien dependían estas tierras en aquella época, para defender esos territorios del imperio Otomano, osea los turcos. Hay que recordar que Rumanía como país no existió hasta el año 1881. Todo esto viene a cuento porque esta región está impregnada del espíritu Sajón osea alemán y ello se nota en la construcción de estas ciudades.


Un claro ejemplo lo tenemos en la Torre de los Carpinteros integrada en los restos de muralla que antiguamente rodeaban la ciudad. Fue construida por este gremio en el siglo XIV habiendo sufrido varias restauraciones y caminar por sus inmediaciones es una autentica delicia recordándonos el pasado medieval de la ciudad.

Piata Mare

Llegamos así callejeando a la Plaza Mayor de Sibiu algo menos animada a estas horas de lo que estaba anoche. Podemos ahora apreciar con la luz del día las famosas y a la vez curiosas ventanas de los tejados de algunos edificios que asemejan a ojos que nos estén mirando. Un detalle propio y único que le da un toque de distinción a la ciudad aunque también los veremos en otros lugares.


En la Plaza y junto al Ayuntamiento se encuentra la Iglesia católica a la que nos dirigimos para visitarla por dentro. La entrada es gratuita sorprendiendo el interior de la misma ya que por fuera no da la sensación de ser tan bonita.


Destacan sobretodo las abundancia de columnas decoradas en tonos rosas siendo éste el color predominante del edificio. También es realmente bonito el coqueto púlpito lateral, las pinturas del altar, el precioso órgano y los ricos adornos de las paredes.



En la misma Plaza está el Museo Nacional Brukenthal en el palacio barroco del mismo nombre donde hay una serie de obras y pinturas rumanas y europeas que pueden estar bien. Una vez vista al Iglesia nos desplazamos a la cercana Catedral evangélica de Santa María situada en la Plaza Huet.


Catedral de Santa María

Accedemos al interior de la Catedral que en un principio pensamos que es gratuita al no haber nadie cobrando la entrada, pero más tarde nos damos cuenta que cuesta 5 lei algo más de 1 euros.
Como particularidad hay que destacar que su torre es la más alta de Transilvania con 73 metros de altura y rematada por 4 torrecitas que le dan ese toque tan bonito.



Del interior podríamos destacar el gran órgano quizás el más grande de toda Rumanía. Pero lo que sin duda es el elemento más interesante de la Catedral es la colección de lápidas que hay expuestas aquí ya que durante 300 años numerosas personalidades fueron enterradas en este lugar.



A mí personalmente me atraen las lápidas y cuando voy a un lugar como este donde hay expuestas una cantidad increíble de ellas me entretengo bastante observándolas. El nivel de perfección en muchas de ellas es realmente asombroso y eso que han perdido el color con el que fueron pintadas en su origen.



Cada lápida a tamaño natural dispone de un pequeño panel explicativo sobre la identidad, vida y obra de la personalidad aquí enterrada.


Terminada la visita de este monumento al que se pude subir a lo alto de su torre y desde donde se tienen que tener unas vistas espectaculares de todo Sibiu nos desplazamos al siguiente punto de interés.
Por la Strada Mitropoliei llegamos a la Catedral de la Santísima Trinidad.

Santísima Trinidad


Se trata de un templo ortodoxo al que nos estamos aficionando en este viaje. Y es que visitar el interior de uno de estos monumentos es entrar en un mundo diferente para nosotros que estamos acostumbrados a nuestras iglesias.


La entrada a estos templos como siempre hasta ahora es gratuita y realmente merece la pena visitar esta joya que le sorprende a uno mires donde mires. Todos los rincones, paredes techos, cúpula, columnas, absolutamente está pintado con pinturas realmente preciosas con unos colores vivos e intensos.


Además los rayos solares penetran por las aberturas que hay en la cúpula y le dan a este lugar un toque más misterioso y mágico consiguiendo que los halos solares lleguen a los suelos de mármol y se reflejen en todas direcciones del interior. Realmente espectacular y hermoso.




Abandonamos la Catedral de la Santísima Trinidad en dirección a la Piata Mica o Plaza Pequeña donde se ubica un lugar icónico de la ciudad, el Puente de las Mentiras o de los Mentirosos. El puente en sí como obra arquitectónica no es nada del otro mundo, y para que sea un lugar especial hay que dotarlo de una leyenda.

Puente de las Mentiras

La leyenda es ni más ni menos que se dice que el que mienta encima de este punto el puente puede derribarlo a la calle de abajo que está en pendiente, por lo que de ser cierto esta leyenda podría uno acabar calle abajo. Parece ser que el nombre del puente viene de una mala traducción del alemán y se ha quedado con ese legendario nombre.


Anoche cuando paseamos por encima del puente se podían ver muchas parejas haciéndose fotos en este lugar. Y creo que más que por la leyenda de las mentiras el motivo es por el lugar tan bonito que es, ya que detrás hay una bella postal.



Ya es media mañana y el sol empieza a apretar como ya va siendo habitual en estos lares haciendo que uno vaya buscando las sombras y no apetezca demasiado el ir callejeando. Por tanto ponemos así fin a esta bella ciudad y ponemos rumbo a Cisnadie donde visitaremos su Iglesia fortificada.


Para saber más: Turismo de Sibiu

Itinerario Sibiu-Cisnadie-Biertan-Sighisoara

Cisnadie está cerca de Sibiu y enseguida llegamos a la ciudad. Tenemos que rodearla ya que la carretera principal está cortada al tráfico rodado, pero localizamos un aparcamiento justo al lado de la Iglesia. GPS: 45.712159, 24.149516 gratuito y sin servicios.

 Parking en Cisnadie

Las vistas de la Iglesia son muy bonitas con la típica torre cuadrada rematada en lo alto por otras cuatro torrecitas que le dan ese toque distintivo y armónico.


Vamos a la entrada y nos sale al paso una chica adolescente que nos cobra 7 lei a los adultos y 4 lei a los estudiantes y nos hace ver que ya podemos ver el interior del recinto ya que no hay posibilidad de hacer una visita guiada ni ningún folleto explicativo.


Vemos que nada más pasar se abre un patio defensivo por el que se puede caminar y rodear la Iglesia que está en medio. Es una especie de muralla defensiva de bastante altura con arcos en sus bajos que imaginamos eran casas antiguamente. El techo de madera es semicubierto habiendo una pasarela de madera a modo de protección.


En la foto de arriba se puede ver cómo eran estas Iglesias que son frecuentes en toda esta región de Transilvania y que les ha valido ser declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Al parecer son de los siglos XI y XIII y fueron construidas por los Sajones ese pueblo procedente de la actual Alemania.


Y es que en los pueblos grandes construían murallas defensivas como ya hemos podido comprobar en Sibiu, pero en los más pequeños o en la aldeas mayores lo que hacían es construir esa muralla alrededor de las Iglesias para en caso de necesidad refugiarse sus habitantes en su interior.



Por tanto estos pueblos conseguían que las Iglesias funcionaran como templos para rezar y fortaleza para refugiarse en caso de que el enemigo estuviera cerca.


Estamos solos en el recinto y se respira una agradable tranquilidad. Pasamos dentro de la Iglesia que se le ve bastante restaurada apreciándose en una de las paredes unas pinturas no muy bien conservadas probablemente de aquellas remotas épocas en que se construyó la Iglesia.


Se puede subir a la torre por una estrecha y empinada escalera de madera. Vamos subiendo pisos de la torre ganando altura y con ello volviéndose cada vez más difícil el acceso a lo más alto por lo que hay que llevar cuidado donde se pisa.


Lo que más me fascina de la construcción de estas torres es el complejo entramado de vigas de madera que sustentan las paredes, una obra de ingeniería y un trabajo de los maestros carpinteros dignos de admiración.


La torre no está en las mejores condiciones que digamos, se le ve algo abandonada a su suerte pues hay bastante suciedad sobretodo procedente de los cuantiosos excrementos de paloma que anidan y duermen en la torre. Aunque merece la pena subir hasta aquí aunque solo sea por ver las complicadas estructuras de madera y las vistas de todo el entorno.



Una vez de nuevo abajo recorremos el paseo que circula por lo alto de la muralla donde se puede ver la forma en que se construían este tipo de murallas defensivas.



Y eso no es todo, en una estancia de una de las casas existentes en este recinto hay una sala destinada a Museo de la opresión soviética de Rumanía. O por lo menos así lo calificaría yo después de ver los enseres que se muestran aquí, como banderas, fotografías de la época una de ellas del dictador rumano Nicolae Ceausescu. Propaganda comunista, y sobretodo artículos del día a día de un hogar rumano, por lo menos es curioso de ver.



Partimos de Cisnadie en dirección a otra Iglesia fortificada, en este caso la de Biertan. Nos separan unos 80 kilómetros y la hora y 20 minutos que marca el navegador se convierten caso en 2 horas debido al estado de las carreteras rumanas que ya iremos viendo que se van a ir complicando.


Cuando por fin llegamos a Biertan en medio de un calor bastante sofocante y vemos el parking de la Iglesia que está pegado a la carretera, vemos que nos vamos a freír directamente dentro de la auto. Valoramos elegir comer en uno de los numerosos restaurantes que hay aquí con aire acondicionado o buscar un lugar donde poder comer fuera.


Nos vamos hasta la parte baja del pueblo y en una zona verde veo la posibilidad de parar y sacar el toldo para que nos de la sombra. Dicho y hecho, así lo hacemos y sin molestar a nadie terminamos de conformar un comedor muy bien aprovechado. Esto ya es otra cosa y podemos comer bastante bien y fuera del fuerte calor que está azotando la zona.


Reposamos la comida y echamos un ligero pestañeo aunque sin llegar a ligera siesta, pero lo suficiente para que se le vaya a uno la pereza que entra después de comer. Nos movemos al parking de la Iglesia y nos disponemos a realizar la visita a la Viserica Fortificata como se dice por estos lares.


Sacamos la entrada a razón de 10 lei por cabeza, aquí a los estudiantes no les hacen descuento y como de costumbre ni nos ofrecen ni un folleto en inglés para informarnos sobre lo que hay que ver. Mejor llevar ya la información aparte porque sino no te enteras.



Nada más salir de la taquilla nos encontramos con esta imponente escalera cubierta de madera que más que nada produce claustrofobia, no se el motivo de esta peculiar construcción, no creo que en el pasado la entrada a la Iglesia fuera así pero bueno.


Llegamos a la Iglesia donde penetramos y descansamos un rato de la subida hasta aquí. Nos deja un tanto fríos ya que no tiene nada del otro mundo, tan solo destacaría el altar de madera que está bastante bien, así como el órgano.


También he leído que la puerta de la sacristía tiene una cerradura que es una auténtica joya pues contiene un mecanismo accionado por 15 pernos mecánicos que deben ser accionados por la misma llave. Pero no conseguimos dar con el artilugio mecánico famoso, una vez más falta información cosa que ya echamos en falta de los rumanos.


Una vez repuestos del calor y cansancio volvemos a salir fuera para seguir recorriendo este complejo declarado Patrimonio de la Humanidad y que en este caso concreto no sabemos si habrá sido para bien o para mal. Pues vemos que el lugar tampoco da para más y se está queriendo vender como si fuera oro en paño. Y es que no hay peor cosa que algo vulgar por muy rico pasado que haya tenido se intente vender a día de hoy a base de remiendos y añadidos fuera de lugar.


El caso es que intentamos encontrarle el encanto que un lugar como éste tiene que tener ya que tras haber leído sobre este lugar que todo el mundo lo pone por las nubes y donde si se vien por Transilvania hay que venir si o si.



Pues no se muy bien qué decir, pero me parece que Biertan está sobre valorado y quizás el esfuerzo que hay que hacer para llegar hasta aquí por una carretera en muy mal estado y apartado de cualquier lugar no merezcan la pena después de ver lo que estamos viendo.


El sitio en si tiene su historia y eso es innegable, que en su día fue un lugar impresionante, pues si. Pero que no han sabido cuidar esto para que llegue hasta nuestros días en mejores condiciones, pues también. Y cuando uno tiene esa sensación de que esto es un caza turistas, pues te vas con un regusto agridulce la verdad.


A mi personalmente me ha gustado mucho más la Iglesia de Cisnadie. Sin tanto bombo ni platillo creo que lo que uno ve en uno y otro sitio no son comparables por mucha distinción que tenga Biertan. Pero bueno, para gustos colores, si no hubiéramos venido hasta aquí seguramente nos hubiéramos arrepentido y no podríamos comparar,por tanto el consejo es venir hasta aquí y verla.


Además se cruza por pueblos auténticos rumanos de esos con casitas bajas pintadas con llamativos colores, con las mulas y los carros en las puertas a modo de estacionamientos reservados y se ve lo auténtico del mundo rural rumano que siempre merece la pena por lo auténtico que es.


Ponemos rumbo a Sighisoara donde tenemos pensado pernoctar hoy. Sighisoara es otra cosa bien distinta y eso se nota nada más entrar en la población. Creo que nos vamos a desquitar de la decepción que nos ha supuesto Biertan.

Situación del camping

Buscamos el camping Aquaris para pasar la noche aunque hemos visto una explanada más cerca de la ciudad onde había varias autos estacionadas por lo que puede ser una buena opción para pernoctar.

Recepción del camping

Llegamos a la recepción de este complejo como es mejor llamarlo, ya que lo de camping como conocemos aquí los campings pues como que no, ya que aquí parece que las cosas no son normales. Lo primero por la entrada del camping que es una calle estrecha y sin salida donde hay que maniobrar para ir a la parte de atrás donde te alojan.


Y es que después de intentar entendernos con la señora de recepción que eso sí habla bien el ingles, nos manda para la parte de atrás donde un operario nos abre las puertas que dan a un campo de fútbol, si un campo de fútbol, que está repleto de autocaravanas pero donde el equipo femenino de la ciudad está entrenando, aquí de aprovecha todo.


Y como no podía ser de otra manera la piscina no es solo para el complejo, también es piscina municipal y dispone de su bar y todo. También vemos que funciona como hotel y que hay zonas comunes como las cocinas. Vamos que el dueño de todo esto ha dado un pelotazo en toda regla y la verdad es que no está mal pensado.
GPS: 46.222916, 24.796548. Las coordenadas corresponden a la entrada por recepción donde hay otro parking de autos pero pequeño y la imagen del maps corresponden a la calle de atrás por donde se accede al campo de fútbol.

Plano de Sighisoara

El camping no es nada del otro mundo pero cumple con el objetivo de alojarse en un lugar seguro para visitarla ciudad. Además te puedes dar un chapuzón en la curiosa piscina que tiene como hacemos nosotros pues hace un calor intenso. La noche nos sale por 25 euros con electricidad.


Después de un buen chapuzón para aliviar el calor de la tarde nos ponemos en marcha para visitar esta ciudad transilvana famosa por, entre otras cosas, haber sido el hogar de Vlad Tepes o más conocido mundialmente por Drácula.


Nada más salir del camping nos encontramos la Iglesia ortodoxa Holy Trinity que por dentro no destaca demasiado por lo que seguimos hacia el centro de la ciudad cruzando el puente peatonal que atraviesa el pequeño río Tarnava Mare.


Enseguida llegamos al casco antiguo de Sighisoara declarado Patrimonio de la Humanidad desde el año 1999 por su conjunto medieval prácticamente intacto que lo hacen uno de los conjuntos medievales más atractivos e importantes de Europa.


Entrar en el conjunto histórico de Sighisoara es como entrar a un cuento de película, las casas están muy bien conservadas, se adivina que sus estructuras han debido de cambiar muy poco en bastantes años, la configuración de las calles tienen un trazado medieval auténtico. Es todo de una armonía y belleza sin parangón, es uno de esos lugares que se le quedan a uno grabados en las retinas para siempre, es sencillamente precioso y maravilloso.



Descubrimos primeramente la parte baja de la ciudad donde abundan las casas de dos plantas coloreadas en tonos pastel y con inclinados tejados recubiertos de esa teja rojiza en tono oscuro tan característica de esta región rumana.



También aquí podemos ver algunos tejados abuhardillados con ventanas típicas de la zona de Sibiu que recuerdan a los ojos entreabiertos humanos. Algún que otro palacete con magníficas balconadas en madera y pequeños torreones flanqueando las fachadas.




Pero sin ningún género de dudas la parte mollar de la ciudad la encontramos colina arriba y como orgullosa centinela que se alza por encima de todos los tejados nos sentimos irremediablemente atraídos por su belleza, la Torre del Reloj.


Del siglo XIV y con 64 metros de altura se puede ver desde cualquier parte de la ciudad. Como no podía ser de otro modo la misma está rematada con cuatro torrecillas en las esquinas que junto al tejado graciosamente policromado le dan un toque simplemente maravilloso y fascinante.


Esa subida en ligera pendiente empedrada, ese pasadizo cubierto en madera y rematado con tupida vegetación, ese arco por el que hay que penetrar para subir hasta los pies de la torre y sobretodo esa panorámica de la torre, hacen que probablemente sea este lugar uno de los más bellos de toda Sighisoara. No es casual que una feliz pareja de recién casados estén inmortalizando su amor en este  precioso lugar.



Pasamos debajo de la Torre del Reloj por un arco y podemos contemplar en su totalidad la Torre destacando sus relojes que adornan la fachada así como las figurillas de madera que cambian según el día de la semana.



Un poco más adelante una pequeña placa en la fachada de una casa nos hace saber que estamos delante del hogar del famoso Vlad Tepes el Empalador, o como lo conocemos en Occidente "Drácula".


No podemos resistirnos a subir las escaleras que conducen a tan peculiar estancia. Desembocamos en una especie de hall con una pintura realmente bonita del personaje histórico y de Sighisora. Podemos comprobar  que actualmente es un restaurante con una bonita terraza y que además parece que por una módica entrada se puede visitar alguna estancia más de la casa, aunque no había nadie ene se momento y no lo podemos confirmar.



Tampoco notamos que en Sighisoara esté excesivamente explotado el personaje histórico de Drácula que bien podría dar mucho juego al turismo de la ciudad. Creo que Sighisoara no lo necesita en absoluto porque es tan bella y espectacular la ciudad que por este motivo ya es más que suficiente  la excusa para venir hasta aquí



Sí que vemos en alguna tienda camisetas, tazas, caretas, etc con el reclamo de Drácula y evidentemente no nos podemos resistir en adquirir algún detalle para regalar a la familia.


Seguimos la calle peatonal que desemboca a la Piata Cetatii donde hay otro importante conjunto de casas medievales pintadas cada una de ellas con colores diferentes y llamativos. Aquí podemos ver alguna cafetería con sus terrazas llenas de gentes que tranquilamente disfrutan de este idílico y romántico lugar.



Seguimos callejeando por las empedradas y empinadas callecitas de la ciudad cuando llegamos a la Escalera Escolar, una escalera cubierta de madera que se construyó en 1642 y que conecta la parte alta y la baja de la ciudad. 


No subimos sus 176 escalones por ser prácticamente ya de noche, pero si se sube hasta arriba se puede visitar la Iglesia de la Colina, las vistas de la ciudad, una antigua escuela y el cementerio Sajón que sin duda tiene que merecer la pena verlo.


Por esta parte alta de la ciudad abundan los preciosos restaurantes con sus pequeñas y coquetas terracitas que a esta hora de la noche le dan un aire muy romántico al lugar. Creo que merecería mucho la pena quedarse en alguna de estas terrazas a cenar tranquilamente rodeados de esta armonía, paz y belleza.


No podíamos marcharnos de Sighisoara sin ver la famosa cabeza de Vlad Tepes situada discretamente frente a la opulenta fachada del Ayuntamiento y desde donde se tienen unas preciosas vistas de la zona baja de la ciudad.


Sin duda Sighisoara es lo más bonito y fascinante que hemos visto hasta ahora de Rumanía. No creemos que mañana por la mañana le iguale en belleza al momento mágico que hemos vivido esta tarde noche. Por tanto mañana seguiremos la ruta dejando atrás Sighisoara pero llevándola en nuestro recuerdo y en nuestro corazón ya que este lugar te enamora perdidamente.



Para saber más: Información de Sighisoara



Vídeo de la segunda entrada



2 comentarios:

Los apuntes del viajero dijo...

Hola! Gracias por enlazar algunos de nuestros posts sobre Rumanía :) Nos ha traído muy buenos recuerdos este diario de vuestras aventuras! Un saludo!

alsaga dijo...

Gracias a vosotros Pruden por compartir.