22 octubre 2014

Aventuras y desventuras en el Reino Alauí (Segunda parte)


Segunda parte de nuestro viaje por Marruecos y nuevos paisajes, emociones y anécdotas nos están esperando. Comenzando por el palmeral de Skoura, siguiendo por las imponentes gargantas del Dades y como plato fuerte del viaje el desierto de Erg Chebbi.

Itinerario seguido hasta Gorges du Dades

Amanece un nuevo día y ya desde hace un buen rato Diego y Sonia están liados con la batería de su autocaravana. Hay buenas noticias, el cargador que nos prestó anoche el inglés que lleva más cachivaches que los del París Dakar ha hecho su trabajo y ha cargado la batería por lo que podemos seguir nuestra ruta sin más incidencias.


Realizamos las típicas y rutinarias tareas de carga y descarga de aguas y tras pagar unos 15 euros por auto y 4 personas, nos ponemos en marcha dispuestos a comprobar qué es lo que va a dar de sí este nuevo día que seguramente va a ser mucho y variado como viene siendo habitual este viaje.

Kasbah Amerhidil:


Recorremos los 45 kilómetros que nos separan del palmeral de Skoura y una vez dentro del palmeral tomamos una carretera que sale a nuestra izquierda y que está en mal estado y tras atravesar el cauce seco del río Dades, aparece frente a nosotros la imponente kasbah de Amerhidil, apenas separada un kilómetro de la  carretera N-10.


Hemos llegado a nuestro objetivo que se haya dentro de un palmeral que está compuesto por más de 700.000 palmeras y que es un oasis lleno de agua, vida y una vegetación exuberante en el que hay esparcidas decenas de aldeas que viven de lo que da el oais y poco a poco del floreciente y cada vez más importante turismo que hace un alto en el camino para ver alguna de las numerosas kasbahs que abundan en la zona.


Desgraciadamente la mayoría de estas fortalezas están sucumbiendo al paso del tiempo y se desmoronan como terrones de tierra que son, sin que se hagan muchos esfuerzos en su reconstrucción. Afortunadamente la kasbah que vamos a visitar si que está en condiciones de ser visitada y actualmente hay dentro de la edificación una especie de museo etnográfico.


Tras dejar las autos estacionadas en la explanada que hace de parking, GPS: 31 02 48.60 N 6 34 51.11 W no dirigimos a la entrada para hacer una visita guiada de las instalaciones, por un par de euros por cabeza más la consiguiente propina como siempre.


La kasbah en sí es una fortaleza de amplios muros con un patio central donde predominan las higueras, los olivos, palmeras, parras y diferentes flores que le dan un toque de frescor y frondosidad.


Vamos pasando por las diferentes estancias de la construcción y en cada una de ellas nuestro guía nos va contando el uso que se le daba a cada una de ellas, así como de los diferentes objetos expuestos en su mayoría aperos de campo.


Una vez más podemos comprobar cómo se ganan la vida estas gentes que han sabido orientar su modo de vida hacia la explotación turística. Nuestro guía nos demuestra que con interés se puede aprender las suficientes palabras de un idioma para desarrollar su actividad.




Entre explicación y explicación el guía nos hace alguna gracia y pregunta por temas de actualidad de nuestro país así como de fútbol, un tema recurrente en cualquier lugar de Marruecos, pues son muy aficionados al mismo. De esta forma consolidan su nivel de castellano y lo aprovechan para posteriores visitas.



Vamos subiendo a la parte alta de la kasbah desde donde podemos ver las torres majestuosas y orgullosas que han sobrevivido desde el Siglo XVIII en que fueron construidas y que se han rehabilitado para que podamos disfrutarlas hoy en día.


Tras pasar un buen rato con nuestro guía nos despedimos de él y nos adentramos al hotel que hay pegado a la kasbah y que es un edificio muy bonito.
Yo me he quedado con ganas de hacer algo más y junto con Mati, Diego y Sonia damos una vuelta por el oasis acompañado de un chico en busca de su propina.



Nos adentramos por el interior del oasis siguiendo al chico y nos lleva por sendas que discurren entre huertos llenos de una exuberante vegetación donde podemos ver habas, olivos, palmeras, otros frutales y pasto para los animales.


Estamos unos 15 minutos andando por el oasis en un remanso de paz donde lo único que se oye son las rebuznos de los borricos. Si hubiera ido solo probablemente nos habríamos quedado algo más por esta zona pues creo que merece la pena perderse por el oasis mientras se van descubriendo las numerosas kasbah que abundan por la zona, pero tenemos que regresar al parking para seguir nuestra ruta.


Volvemos al parking comprobando que nuestras autos están rodeadas de los chiquillos que se arremolinan en busca de una propina o algún artículo de regalo. Como siempre nos cuesta hacerles entender que también nosotros tenemos nuestras limitaciones, aunque algo se llevan como es natural.

Gargantas del Dades:


Seguimos de nuevo por la carretera Nacional 10 y al llegar al Valle de las Rosas hacemos una breve parada en Kalaat M´Gouna, localidad famosa por el cultivo de rosas empleadas principalmente para cosmética. En los arcenes de la carretera abundan los chavales que nos ofrecen el típico collar de pétalos de rosas y que cuando paramos nos cuesta quitárnoslos de encima, llegan a ser muy pesados, aunque ya estamos curados de esta circunstancia y no les hacemos mucho caso.


Partimos de nuevo y al llegar a Boumalne Dades nos desviamos a la izquierda y seguimos por la R704 pues por aquí se va a las Gorges du Dades.
Va siendo hora de parar para comer por lo que como voy en cabeza voy buscando un lugar agradable y a ser posible con sombra para comer fuera de las autos. La orografía del terreno no da facilidades hasta que vemos una explanada pegada a la carretera y nos detenemos formando nuestro ya típico círculo y así tener algo más de intimidad.


Nuestra intimidad dura hasta que terminamos de comer ya que el postre nos lo amenizan algunos chicos de las aldeas próximas que suben desde el valle hasta nuestra posición. Algunas fotos y algunos detalles se llevan y ya desde temprana edad comprobamos que existen categorías entre ellos, pues alguno que otro tiene que entregar al jefecillo el detalle que les hemos dado a todos por igual.



Continuamos ruta en dirección al mirador de las famosas curvas situadas en una estrechez de las gargantas y que quizás sea lo más espectacular de las gargantas del Dades. Nosotros tenemos intención de llegar allí y darnos la vuelta por donde hemos venido.


Vamos adentrándonos cada vez más en el interior de las gargantas y llegamos a un lugar donde existen unas formaciones de arenisca roja donde la erosión ha dado lugar a la formación de unas curiosas figuras que recuerdan a los dedos de los monos siendo conocido por ese nombre o dedos de Dios, realmente muy bonito.


El contraste entre el color rojizo de las montañas y el verde del valle es sencillamente maravilloso. Nos detenemos y estacionamos nuestras autos para fotografiar tan bello y extraño lugar.
Podemos ver en el fondo del valle tres kasbahs que en su día debieron ser impresionantes por estar enclavadas en este maravilloso lugar, pero que hoy en día se están deteriorando a marchas forzadas, una pena pues si se rehabilitaran este lugar sería el no va más.



La buena carretera se va estrechando poco a poco y vemos que tenemos que pasar por un estrechamiento y a lo lejos a lo alto vemos el mirador al que tenemos que acceder. Pero antes tenemos que atravesar esta sinuosa parte de la carretera con cuatro curvas de vértigo.

Parking del mirador

Comenzamos a subir la vertiginosa carretera que en poco más de un kilómetros sube un desnivel de doscientos metros y tenemos la mala suerte que un autobús que llevamos delante está intentando dar la vuelta en una de las curvas, parece ser que el conductor no lo tiene claro y corta la carretera con sus maniobras, por lo que tenemos que tirar de freno y dejarle hacer.


Después de un rato de espera, el conductor del autobús consigue dar la vuelta y bajar hacia el río por lo que nosotros seguimos hacia arriba por la estrecha carretera y con la suspensión de la autocaravana bien subida para evitar que toquen los bajos.


A algunos les da algo de respeto mirar hacia los cortados mientras subimos pues vamos tomando una altura considerable, aunque yo disfruto del momento y del lugar, me parece de los más bonito que he pasado antes con la autocaravana, toda una experiencia.


Por fin llegamos al estacionamiento del mirador GPS: 31.530139, -5.925181, dejamos las autos aparcadas y nos vamos hacia el bar que está situado en la terraza de la montaña desde donde se ven unas espectaculares vistas del entorno.
Hasta el 2006 que se construyó este bar, parar aquí arriba debía ser más auténtico que en la actualidad, ya que el establecimiento afea algo este lugar y le quita bastante encanto, pero la presión turística es importante y la gente tiene que vivir de algo. 


A nosotros intentan convencernos para subir a una de las casas que hay en la montaña pero declinamos la invitación ya que se ponen muy pesados con lo que te quieren vender, aún así cambiamos algún producto por algún pañuelo.
Nos tomamos un te en la terraza del bar y disfrutamos un buen rato de este imponente lugar.
Como resumen y después de haber estado en las dos gargantas más famosas de Marruecos: las de Todra y la del Dades, me quedo con ésta última por su belleza, amplitud y majestuosidad y recomiendo a todo el que pase por la zona que por lo menos se acerque hasta el mirador como nosotros hemos hecho.

Ruta entre mirador Dades y Tinerhir

De nuevo en marcha, nos toca deshacer lo que hemos recorrido hasta llegar aquí, y que antes del viaje he estado mirando la posibilidad de seguir una carretera que une las dos gargantas y así ahorrar bastantes kilómetros, pero mirando por internet parece que dicha pista no está en buen estado y es un riesgo intentarlo.


Por la  misma carretera que hemos traído, regresamos de nuevo hasta Boumalne Dades donde giramos a la izquierda y tomamos otra vez la carretera N10.
El paisaje es cada vez más árido y llano, aunque la carretera por la que circulamos está en bastante buen estado lo que hace que avancemos sin contratiempos hacia nuestro último destino de hoy.

Tinerhir:


Llegamos a Tinerhir y nos sorprendemos de lo cambiado que está esta población, pues hace cuatro años cuando pasamos por aquí no había nada de todo lo que se está construyendo aquí. Han ampliado la carretera de entrada con una gran avenida y zonas verdes, lo que viene a confirmarnos que Marruecos está creciendo a marchas forzadas.



No sabemos muy bien si irnos derechos a un camping situado a los pies de las gargantas del Todra o quedarnos en Tinerhir y dar una vuelta por la medina. Al final decidimos esto último y aparcamos en la calle principal pagando un euro por auto, al típico gorrilla que te asegura vigilar el vehículo como si fuera suyo, vamos lo de siempre, GPS: 31.519307, -5.534316


Nos metemos en la concurrida medina, intentando no perdernos, algo que de no estar atentos es muy fácil que suceda. Aquí vemos de nuevo el bullicio de estos lugares a estas horas en que prácticamente todo el pueblo viene a la medina a comprar o simplemente participar en el ambiente.



Somos los únicos turistas que transitamos por la medina pues Tinerhir es una población de paso hacia las cercanas gargantas del Todra, por lo que los turistas pasan de largo por la carretera nacional que atraviesa la población.
Algún miembro del grupo conoce a un chico que nos ofrece llevarnos a algún lugar para cenar y ser bien tratados en calidad y precio. Nos ponemos en sus manos y nos lleva a un puesto de carne donde nos preparan unas raciones de carne con especias que nos asarán en un bar situado al lado.


La experiencia es positiva pues por poco dinero cenamos muy bien y disfrutamos de la calidad de la carne de ternera. También podemos hacernos una idea de la vida que nuestro guía lleva, pues nos cuenta que lleva tres años viviendo en Bilbao donde llegó en los bajos de un camión en busca de una oportunidad para él y su familia y que ahora está de vacaciones en su pueblo. Podemos preguntarle sus vivencias y experiencias, la diferencia de culturas entre Marruecos y España, las dificultades que ha tenido que pasar, el trabajo que ha conseguido y sus planes de futuro en nuestro país, realmente emocionante lo que nos cuenta.
El dueño del puesto de carne se nos acerca y nos invita a todo el grupo a una boda de un familiar a las afueras de Tinerhir, donde seremos bien recibidos y podremos pernoctar allí. Algunos nos animamos a desplazarnos pues debe ser curioso asistir a una típica boda marroquí, pero las mujeres ponen el sentido común y consideran que ya está bien de aventuras por hoy, pero por un momento nos veíamos en la boda marroquí.

Valle del Todra:


Nos despedimos de nuestro guía al que hacemos algún regalo en agradecimiento a compartir con nosotros parte de su tiempo y sus vivencias y partimos hacia el camping Le Soleil a las puertas de las Gorges du Todrá. Llegamos ya algo tarde y nos lo encontramos cerrado por lo que decidimos quedarnos en la puerta, aunque llega un guarda del camping y nos invita a pasar dentro y acomodarnos. Así lo hacemos y descubrimos un buen camping que por unos 15 euros nos permite pernoctar. GPS: 31.547524, -5.589909.


Después de dar nuestros datos y pagar en recepción, sacamos las sillas unos pocos y nos tomamos algo bajo la brillante luz de las estrellas que en esta parte del mundo parecen brillar con más ardor.
Pasamos una noche bastante tranquila, tan solo se oye de vez en cuando algún rebuzno de los abundantes burros que hay en este oasis que forma el río Todra.


Hacemos las típicas tareas de carga y descarga y nos ponemos en marcha dejando para otra ocasión las gargantas del Todra, pues ya las conocemos y hoy tenemos otro día largo hasta nuestro destino en el desierto.


Pasamos de nuevo por la carretera que anoche trajimos que está en bastante mal estado ya que la está arreglando y cuando quede bien será un placer pasar por aquí, pero ahora es un poco calamitoso.
Nos detenemos en un mirador para hacer unas fotos del valle del Todra y vuelven a salir a nuestro encuentro los típicos vendedores que nos los tenemos que quitar de encima como siempre. Aunque en esta ocasión nos llevamos un susto del que nos daremos cuenta posteriormente, cundo estemos a bastante distancia de aquí.

Itinerario entre Tinerhir y Hassilabied

Al llegar de nuevo a Tinerhir tomamos otra vez la carretera N10 y posteriormente nos desviamos a la derecha por la carretera R702 que siguen estando en bastante buen estado.

Pozos de agua Erfoud:


Antes de llegar a Erfoud nos detenemos en los pozos artesanos de agua que hay pegados a la carretera, GPS: 31 31 49 N 4 29 43 W.


La otra vez que estuvimos aquí tan solo vimos este lugar desde la superficie, pero en esta ocasión vamos a bajar a uno de los túneles que conectan varios pozos. Para ello seguimos a un chaval al que pagamos un euro por cabeza y bajamos por unas escaleras labradas en la piedra hasta llegar a inicio del túnel.


Este lugar es curioso, si uno se molesta en mirar por ejemplo con el programa Google Earth, se pueden ver unos agujeros perfectamente alineados con una separación aproximada entre ellos de unos 10 o 15 metros. Pues bien, esos agujeros que se pueden apreciar desde el cielo corresponden a pozos que se interconectan entre ellos con túneles bajo la superficie a una profundidad de unos 8 o 10 metros, siendo esto una obra increíble.

Detalle de los pozos artesanos

La construcción de estos túneles es algo de lo que no existe demasiada información, pero si se sabe que fueron construidos para canalizar el agua de los ríos que bajan del Atlas para que transportaran a modo de acueducto el escaso agua que fluye en algunas épocas del año.


Evidentemente el hacer esta especie de acueductos bajo tierra era para evitar la evaporación del agua debido a las altas temperaturas. Ese agua era transportada a la zona de Erfoud donde si que hay un importante oasis y una gran concentración de población.


Después de ver uno de los innumerables túneles que hay en este lugar y tras comprobar que en la actualidad este antiguo sistema de transporte y captación de gua ya no funciona, subimos a la superficie y nos metemos en la tienda del padre de nuestro joven guía para tomar un te y realizar alguna que otra compra, así como algún que otro intercambio de objetos.
Antes de seguir ruta, Diego y Sonia nos dicen que les han debido de quitar el teléfono móvil pues no lo encuentran y piensan que ha debido ser al parar en el valle del Todra a primera hora de hoy, pues había gente alrededor de su autocaravana y no la han cerrado al salir.


Con cierta preocupación por este hecho partimos dirección sur y vamos acercándonos poco a poco al desierto, pasando por algunos pueblos donde tenemos que extremar la conducción por la gran aglomeración de gente que transita por las calles.



Llegamos a Erfoud, puerta del desierto y tomamos la carretera N13 dirección a Risani y Merzouga, aunque nosotros no llegaremos hasta allí, nuestra idea es llegar a Hassilabied, concretamente hasta el albergue de Ali el Cojo.


Vamos avanzando por una zona fértil, llena de vegetación así como establecimientos turísticos. Vamos dejando este verde valle y la carretera circula por una zona predesértica hasta que podemos apreciar a lo lejos las primeras dunas del Erg Chebbi. Una emoción contenida hace acto de presencia en nuestros corazones, pues los recuerdos que tenemos de este maravilloso lugar son muy bonitos.
Tomamos una pista que nos lleva hacia el corazón del desierto, volvemos a recorrer esa zona de tierra y piedras negruzcas que indican la próxima presencia de las finas arenas desérticas.

Hassilabied:


Llegamos a Hassilabied y nos dirigimos en primer lugar al albergue de Ali el Cojo GPS: 31.146347, -4.027963. Pregunto si tienen dromedarios para hacer la excursión al desierto esta tarde, a lo que me contestan que para esta tarde no disponen de ninguno, jolines como está el tema, pensaba que al no haber bajado en los primeros días al desierto y haber esperado se habría pasado la fiebre y no habría problemas ahora.


Decidimos ir a otro albergue de los muchos que abundan por aquí para ver si disponen de dromedarios. Paramos en otro albergue, creo que el Sahara y preguntamos llevándonos la misma respuesta, para esta tarde está todo reservado. Me arrepiento de no haber hecho la reserva por internet, pero pensaba que habiendo pasado unos días del comienzo de la Semana Santa ya no debía haber tanta demanda, pero me he equivocado.


Volvemos de nuevo hacia el primer lugar y pregunto al hermano de Ali si para mañana a primera hora de la mañana podremos disponer de 12 dromedarios y me dice que perfectamente, por lo que le digo que queremos hacer una excursión de un par de horas hacia las dunas y me dice que nos sale a 10 euros por cabeza incluyendo el parking dentro del albergue.
Lo consulto con el resto del grupo, me dan el ok y hago la reserva, perfecto así descansamos toda la tarde. 


Nos acomodamos en el parking del albergue y sacamos los toldos para entre dos autos hacer el campo base de nuestra estancia en Erg Chebbi.
Y a lo que no podemos resistirnos es a darnos un buen baño en la piscina del albergue. Con este calor y con lo fría que está el agua nos quedamos la mar de relajados, un placer.
Comemos tranquilamente intentando resguardarnos del inclemente sol que cae sobre nosotros. Con cerveza fresca nos vamos haciendo con estos calores propios de estas latitudes.


Esta vez he instalado en el techo de la auto una parabólica de 80 cms de diámetro para probar a pillar el hispasat y ver esta noche la final de la Copa del Rey entre el Madrid y el Barcelona, por lo que me pongo manos a la obra con la esperanza de poder pillar la señal del canal plus del que somos abonados.
Una hora larga me pego intentándolo y no lo consigo pues estamos muy al sur, aunque todo no está perdido pues llega un grupo de autocaravanas de una empresa que se dedica a hacer excursiones y el jefe lleva una parabólica automática por lo que el fútbol se vera esta noche. 


La tarde va tocando a su fin y los que nos decidimos nos internamos en el desierto para ver la puesta de sol desde las dunas por  lo que nos llevamos la auto hasta las mismas dunas, la dejamos y seguimos otro tramo a pie hasta que subimos a una duna para desde aquí presenciar la romántica puesta de sol.



La presencia de vehículos todoterreno que circulan a su antojo por las dunas le quitan el encanto al lugar y al momento que estamos viviendo y pienso que esta práctica se debería intentar regularizar un poco pues no es normal ver pilotos de 4x4, motos y quads intentando subir hasta lo más alto de las dunas y entre medias personas andando.


De todos modos, nadie ni nada nos puede privar de vivir este mágico y romántico momentos sentados en lo alto de una duna mientras contemplamos como el sol va bajando lenta e irremediablemente hasta ocultarse en el horizonte. Un momento único.
Para rematar la faena, Diego y Nuria encuentran el teléfono móvil en un recoveco de la auto, por lo que los temores de que se lo hubieran robado eran infundados.


Parte del grupo cena en el comedor del albergue y otros lo hacemos en el comedor que nos hemos apañado y llega la hora del partido. Alejandro que es que más interesado está en presenciar la final, puede pasar a la auto del dueño de la empresa de viajes y disfrutar del partido, aunque el resultado no es el mejor para su equipo pues finalmente gana el Madrid.
Después de cenar tomamos un te en el patio del albergue y cuando el cansancio va haciendo mella en nuestros cuerpos nos vamos retirando hacia las autos pues nos hace falta un sueño reparador.


La noche ha transcurrido muy tranquila, hemos podido dormir a pierna suelta, no como la primera vez que estuvimos aquí que nos quedamos a dormir en un haima dentro del desierto, donde no pudimos pegar ojo en toda la noche.


Nos preparamos para partir y cuando llegan nuestros dromedarios y sus guías vamos subiendo uno por uno a nuestras monturas con las consiguientes carcajadas y momentos divertidos que acontecen siempre que vamos a subirnos a uno de estos antipáticos animales.





Tras un buen rato de travesía por el desierto, llegamos a la base de una duna, lugar donde desmontamos y disponemos de unos minutos para pisar la arena, ver el paisaje y hacer las fotos que podamos.



Nos volvemos a maravillar como la primera vez que visitamos el Erg Chebbi, es imposible no emocionarse estando en este fantástico lugar contemplando esta paleta de colores y tonalidades y sintiendo la dureza de este lugar y al mismo tiempo su hermosura, esos contrastes que hacen que el desierto sea tan especial.



Y no es hasta que uno está aquí cuando todo esto se puede sentir y vivir, es una sensación que difícilmente se puede explicar, hay que vivirlo y sentirlo, una experiencia única que deja una huella profunda en nuestro ser, algo de lo que no se cansa uno de volver  repetir.


Tras la excursión en las dunas del desierto volvemos de nuevo a las autos y tras pagar al hermano de Ali y despedirnos de él, agradeciéndole su hospitalidad y el buen trato que nos ha dispensado nos ponemos de nuevo en marcha.

Para saber más:  alielcojo


Itinerario entre Hassilabied y Sources Bleue de Meski

Los planes son llegar al oasis de Meski verdadero pulmón verde y comer en este lugar. Salimos de la aldea tomando una pista similar a la que trajimos ayer. Nosotros vamos en cabeza y al llegar a un punto noto como la auto se me va un poco por lo que aviso al resto del grupo por el walkie de esta circunstancia.
Pepe y Prado circular en segundo lugar y cuando llegan a dicho punto se quedan atascados y no pueden salir. Entre todos conseguimos después de un rato sacar la auto de este banco de arena, menos mal. Y cuando parece que el problema se ha resuelto, y cuando tan solo ha avanzado unos pocos metros, se vuelve a atascar pero esta vez en un banco mayor.


Diego y Luisma que van detrás y al ver lo que ha pasado con la auto de Pepe, deciden ir por otro lugar para alcanzar la carretera que está a menos de 100 metros, pero se quedan los dos atascados. Se trata de una zona engañosa, pues en principio se ve dura y que se puede pasar como hicimos ayer y la primera vez que estuvimos aquí, pero esta zona contiene más arena y las ruedas no han podido superar el obstáculo.
Nosotros hemos podido sacar nuestra auto a la carretera y desde aquí nos damos cuenta que tenemos no uno ni dos, sino tres problemas.


Intentamos escarbar la arena, meter las cuñas a las ruedas, y todo lo que se nos ocurre, pero cuanto más lo intentan más se atascan, por lo que la situación que podía haber quedado en anécdota se va tornando en algo más complicado. De debajo de las piedras empieza a aparecer gente que nos ofrecen los servicios de algún tractor o camión, previo pago evidentemente.


En la carretera paro a un todo terreno y le pido ayuda a su conductor ofreciéndose éste a ayudarnos. Intenta sacar la auto de Pepe y comprobamos que no va a ser fácil por lo que decido volver por la carretera al albergue de Alí y pedirle ayuda.
Llego al albergue y le cuento al hermano de Alí el problema que tenemos y enseguida hace gente con unos turistas españoles que hay alojados y tras coger sus todo-terrenos los acompaño al lugar donde el resto del grupo está atascado. Al llegar se ponen manos a la obra y enseguida tenemos las tres autocaravanas en la carretera. 


Una sensación de alivio inunda nuestro cuerpo, pues la cosa se podría haber complicado con alguna avería o algún daño físico. Todo ha quedado en una anécdota de la que posteriormente nos reiremos y podremos contar con una sonrisa en la boca.
Por lo tanto el consejo es no pisar una de estas pistas y continuar por la carretera asfaltada que te lleva a la aldea de Hassilabied con todas las garantías.


Pero como las desgracias nunca vienen solas, y como dice el título de esta entrada, todavía nos quedan que pasar más aventuras y desventuras pues parece que este va a ser el viaje en el que nos tengan que ocurrir toda clase de peripecias. La primera es que necesitamos gasoil y en ninguna gasolinera queda ni gota, parece ser que el camión que hace el reparto todavía no ha llegado y no podemos echar.


Además Pepe ha tenido que quitar presión a los neumáticos para facilitar las labores de desatasco de su auto por lo que tenemos que inflar las ruedas. Decidimos seguir hasta que demos con alguna en la que el camión ya haya pasado, pues por lógica conforme vayamos saliendo del desierto las posibilidades aumentarán.

Valle del Ziz

Tenemos que recorrer bastantes kilómetros y alguna auto en reserva hasta que damos con una gasolinera a la que el camión ya ha surtido y por fin podemos repostar e inflar los neumáticos, otra preocupación menos.
Vamos con retraso y queremos llegar al oasis para comer por lo que intento ganar tiempo yendo algo más rápido de lo habitual y para rematar la mañana caigo en un control de radar de la gendarmería marroquí.
Tengo un problema, pues me piden 300 dirhams por la multa, algo que considero excesivo. En francés de EGB intento hacerles ver que no dispongo de esa cantidad y que mi navegador no me indica la limitación  de velocidad que ellos me indican, aunque si que he advertido la señal.

Source Bleue de Meski:


Veo que la situación es complicada pues no ceden a dejarme marchar sin pagar, pero al final y tras una ardua negociación que satisface a ambas partes nos despedimos alegremente y seguimos camino.
Otra anécdota que hemos vivido y ya van no se cuantas, he perdido la cuenta, pero todavía tenemos alguna que otra sorpresa que iremos viendo a su debido tiempo.
Nos detenemos en un mirador que nos ofrece la N13 cuando remonta el valle del Ziz, donde podemos deleitarnos de las estupendas vistas de toda esta zona. GPS: 31.790000, -4.238611, al tiempo que les cuento la última anécdota al resto del grupo, echándonos unas buenas risas por lo sucedido.


Por fin llegamos a la Source Bleue de Meski. Parece mentira que a unos pocos metros de la carretera y tras una abrupta bajada exista este idílico lugar. Este lugar es un palmeral y tiene la particularidad que existe una fuente de agua que mana por una cueva y que la han transformado en una piscina natural donde pequeños y grandes disfrutan de unos envidiables baños.


Como pasa en casi todos estos tipos de lugares en Marruecos resultan un caos y al mismo tiempo parece que todo está perfectamente organizado pues dentro del desorden las cosas increíblemente salen bien. Nos encontramos una barrera y un lugar en el que parece que difícilmente puedan caber cuatro autocaravanas pues está todo lleno, pero insólitamente entre gritos a otros conductores marroquíes para que nos dejen pasar, nos conducen a un lugar en el que podemos aparcar y disponernos a comer la mar de bien, esto es Marruecos, me encanta.


El parking es una especie de camping muy barato, creo que nos cobran unos tres euros por auto. GPS: 31.85722, -4.28305. Sacamos las mesas y las sillas, y preparamos en un momento la comida y alguno que otro le echa unos ojos de envidia a nuestro jamón del que llevamos ya unos días disfrutando.


A nuestro lado hay un grupo de alumnos que están pasando aquí un buen día como les gusta a los marroquíes y animados por sus cánticos decidimos unirnos a su particular fiesta y el punto culminante viene cuando Pepe pone un cd con música actual pero cantada en su lengua. Pasamos un buen rato con estos chicos y chicas y sus profesores y demuestran una vez más lo abiertos de carácter que son los marroquíes.


Teníamos intención de darnos un chapuzón en la piscina, pero vemos que hay más gente que en la guerra y que solo se bañan los chavales por lo que si se mete una chica aquí no se que podría pasar. En vez del baño nos metemos en una tienda cueva donde sus dueños nos invitan a tomar te y nos ofrecen un espectáculo de timbales y cánticos bereberes que es una pasada.
Tras alguna compra de rigor y con el compromiso de hacerles publicidad a través de este blog nos despedimos prometiendoles volver a este lugar.




Seguidamente nos acercamos al lugar donde mana el agua y vemos la gran cantidad de gente que está disfrutando de la calurosa tarde dándose un agradable chapuzón.



Damos una vuelta acompañados por uno de los dueños de la tienda a la que hemos pasado y vemos que a pesar de la existencia de muchas tiendas, la presión que ejercen sobre nosotros para comparar es mínima, quizás al ir acompañados por uno de ellos.


Reseñar que en las inmediaciones existen unos restos de una antigua ciudad deshabitada actualmente que se puede visitar, aunque nosotros no disponemos de demasiado tiempo pues queremos llegar a las gargantas del Ziz a pernoctar, pero si se lleva tiempo puede ser interesante visitar estos restos.

Ruta entre Meski y gargantas del Ziz

Nos marchamos de este lugar con una muy buena sensación, la de esos lugares que no esperamos y que causan una muy buena impresión. Tengo que hacer dos intentos de subir la imponente rampa que hay para subir hacia la carretera, ya que las ruedas de la auto derrapan, por lo que tras tomar velocidad lo consigo al fin.


Dejamos atrás Er-Rachidia y la carretera va ascendiendo poco a poco. Pasamos al lado del gran embalse que hay en esta zona y que recoge las aguas del Ziz para abastecer a la importante ciudad de Er-Rachidia.

Parking de la Kasbah Jurassic

Llegamos a la kasbah Jurassic que ya conocemos del primer viaje que hicimos y donde cenamos y vimos un espectáculo, aunque esta vez no podrá ser pues no hay gente alojada el la kasbah. GPS: 32.153610, -4.375270. Por unos 7 euros podemos pernoctar y ducharnos en sus estupendas instalaciones.
Cenamos todos juntos, la noche es estupenda y tras tomar algún refrigerio más, comentar las anécdotas del día y sin olvidarnos de la batería de la auto de Diego que sigue dando problemas de carga ponemos punto final a este día que tanto ha dado de si, preguntándonos, sobre todo Prado, qué nos ocurrirá mañana.

Itinerario entre las gargantas del Ziz y el lago Aguelmame


Salimos de la kasbah y tras recorrer unos pocos kilómetros hacemos una parada para ver las imponentes gargantas del Ziz en el tramo del Túnel del Legionario.



Seguimos ruta por la nacional 13 pasando por lugares muy bonitos. Al llegar a Midelt hacemos una parada para comprar algo de pan y fruta, no pudiendo deshacerme de un vendedor de piedras al que tengo que dar alguna cerveza para que me de un fósil muy bonito, como siempre el trueque funciona de maravilla aquí.

Lago Aguelmame:


La carretera va ascendiendo a latitudes ya considerables. Pasamos por bosques de cedros enormes mientras la carretera va serpenteando y observamos como en la orilla de la carretera abundan los perros que animados por la comida fácil que les dan los turistas desde sus vehículos, tienen tomado esta parte de la carretera con el consiguiente peligro para el tráfico.


Hacemos una parada en el lago Aguelmame, GPS: 33.074440, -5.004440 en un pequeño parking en el que hay estacionadas tres autos más y que de mala gana nos hacen un hueco para estacionar.



El lugar es bonito y merece la pena desviarse el par de kilómetros que lo separan de la nacional, aunque la dejadez y la falta de conciencia de la gente hace que exista bastante basura depositada por los turistas que pasan por aquí tan solo para hacerse una foto y dejar residuos y excrementos.

Bosque de cedros:


Nos volvemos a incorporar a la carretera y seguimos dirección a Arzou. A los pocos kilómetros dejamos la nacional y giramos a la derecha por una pista, haciendo caso omiso a los consejos de quedarnos aquí que nos dan los numerosos vendedores que hay en este lugar y así sacarnos unos dirhams.


Llegamos a una explanada con sombra de los imponentes cedros y formamos el ya típico círculo con nuestras autos para comer en la intimidad. GPS: 33 25 11 N 5 10 20 W, un lugar totalmente recomendable, tranquilo y fuera del bullicio que hay al lado de la carretera.





En un primer momento no vemos monos, pero no llega a los diez minutos cuando estamos rodeados de estos curiosos animales que no dudan en acercarse a nosotros en busca de algo que llevarse a la boca.


Nos ponemos a comer y hasta hay alguno de ellos que se llega a subir a mi autocaravana, ya que tan solo tiene que dejarse caer de las ramas para aterrizar en el techo. Pasamos un buen rato contemplándolos, sobre todo los más jóvenes del grupo. Alguna compra de un avispado vendedor que nos ha seguido y por la misma pista forestal seguimos hacia el cedro milenario.


Recorremos los escasos tres kilómetros que nos separan del famoso cedro milenario por la misma pista que traemos y estacionamos en una explanada a los pies del seco cedro, GPS: 33.425830, -5.154990


Pagamos un euro por autocaravana y nos dejamos llevar por el ambiente festivo del lugar, donde predominan los coloridos aperos con que tienen engalanados a los caballos, reclamo turístico por si se desea hacer un paseo por el interior del bosque a lomos de un ejemplar.



Como es natural, somos abordados por varios jinetes que esperan a sus presas como auténticos felinos, siendo aconsejable evitar esta primera embestida para salir indemne de la prueba, pues como vean el menor interés ya no se los quita uno de encima.


El caso es que tanto ahora como en la primera ocasión que estuvimos aquí, a los marroquíes les gusta venir a pasar el día y hay bastante gente, aunque también hay turistas extranjeros, mayoritariamente españoles que con sus motos van haciendo una ruta que imagino no diferirá mucho de la nuestra.
Y presidiendo este lugar se yergue el que en su día fuera un ejemplar magnífico de cedro que tras haberle caído un rayo, o eso dicen, ahora es solo un reflejo de lo que en su día llegó a ser.

Ruta hacia Fez

Cuando hemos satisfecho nuestra curiosidad, y la de los que es su primera vez que están aquí ponemos rumbo a Fez, dejando la visita a Sefrou para una próxima ocasión, pues como es ya habitual el tiempo es el que nos pone en nuestro sitio y al no ir bien de él tenemos que avanzar.
Nuestra intención es llegar a Fez y estacionar en la Plaza Boujloud donde pernoctaremos, pero antes haremos una aproximación a la Medina en horas nocturnas.
De nuevo en Fez nos ocurrirán multitud de anécdotas que contaremos en la próxima entrada.


2 comentarios:

Miguel A. Quereda & Patry Busquets dijo...

Magnifico blog!! nosotros estuvimos en Marruecos hace unos meses y nos encantó (también tenemos un blog). Enhorabuena!!

diana excursiones dijo...

Genial tu entrada! Hay mucha gente, sobre todo franceses, que recorren Marruecos en autocaravana, para aquellos que piensan que las carreteras son demasiado malas...