11 marzo 2013

Un Puente por la provincia de Teruel


Después de este verano no habiamos salido con la auto y ya tenemos ganas. Cogemos unos días para todos los Santos y nos marchamos hacia la cercana provincia de Teruel para descubrir lugares maravillosos como los Estrechos del Ebrón, el Pinar del Rodeno, volvernos a encontrar con un pueblo maravilloso: Albarracín, el acueducto romano de Gea y Teruel.


Salimos a media tarde de casa con el objetivo de dormir en El Cuervo, para mañana hacer la ruta senderista por los Estrechos del río Ebrón, un descubrimiento que me vino por Luisma, un amigo autocaravanista que lo había hecho el pasado puente del Pilar.

Lugar de pernocta.

Antes de llegar a El Cuervo, pasamos por Castielfabib, donde paramos un momento para visitar el pueblecito asomado en lo alto del cerro. Dejamos la auto abajo y andando subimos hasta el pueblo.
No hay casi nadie por las calles, solo tranquilidad y silencio. Aprovechamos que hace buena noche y damos un paseito por las intrigadas callecitas.
Nos perece un pueblo bastante interesante y que de día debe de tener algo más de ambiente y las vistas deben ser muy bonitas por el lugar donde está enclavado.

Para saber más:

castielfabib

Estacionamiento desde donde sale la ruta de los estrechos del Ebrón.

Nos vamos hacia El Cuervo y estacionamos en una explanada al lado de la carretera que va a Cuesta del Rato. GPS: 40.141461, -1.316139 . Rodeados de manzanos repletos de sus deliciosas manzanas, cenamos y tras ver un ratito de tele nos metemos en el sobre.

Camino hacia la piscifactoría y parque de El Cuervo.

Nos vamos hacia el lugar donde comienza la ruta de los estrechos del Ebrón y tras pasar el pueblo de El Cuervo, estacionamos en lo que es el inicio de la ruta. GPS: 40.154403, -1.331461.

Camino de la piscifactoría.

Antes de la ruta hay una senda que nos lleva a la antigua piscifactoría y al parquecito que han construído en El Cuervo y que es realmente bonito.

Alrededores de El Cuervo.

Al final de la senda que transcurre junto al río Ebrón con sus verdes y cristalinas aguas, hay una especie de placita con ejemplares de árboles de muy grandes dimensiones y hay colocados unos banquitos que nos invitan a sentarnos y sentir la naturaleza que nos rodea, realmente delicioso.

Panorámica de la zona.

Volvemos sobre nuestros pasos y ya cogemos la senda que nos introduce de lleno en la ruta senderista que transcurre junto al río Ebrón y que a través de sus 11 kilómetros une las localidades de El Cuervo y Tormón.

Estrechos del Ebrón.

Hasta hace unos días no sabía ni de la existencia del río Ebrón, ni de los pueblos de El Cuervo ni Tormón, pero tengo que admitir que gracias a Luisma estamos descubriendo un rincón desconocido y verdaderamente encantador.

Aguas del río Ebrón.

Y este es uno de esos lugares en los que uno se pregunta: pero cómo no había descubierto esto antes, Dios mio, con lo cerca de casa que nos queda y lo bonito que es todo esto.

Estrechos del Ebrón.

Además en esta época del año, principios de Noviembre, todavía quedan hojas en los chopos, que ya por esta fechas adoptan ese tono amarillento, tan bonito y romántico...

Estrechos del Ebrón.

Llegamos a la zona donde se alzan imponentes barreras de roca y donde el río se ensancha y se remansa, pudiendo deleitarnos con maravillosas vistas.

Estrechos del Ebrón.

Tonalidades verdes de las aguas del río Ebrón, marrón claro de la roca donde  impacta el sol y marrón oscuro donde el sol jamas llega con sus rayos, mientras caminamos haciendo equilibrios encima de una delgada chapa.

Estrechos del Ebrón.

Es quizás este punto el más bello y espectacular de la ruta, sencillamente armonioso y maravilloso, donde solo se oye el transcurrir tranquilo y perpétuo de las aguas.

Paisaje de los estrechos del Ebrón.

Salimos de este tramos y a partir de aquí, la ruta va ascendiendo poco a poco, dejando atrás la vegetación típica de las riberas de los ríos, predominando aquí si, el bosque mediterráneo con pinos y encinas.

Estrechos del Ebrón.

Nosotros llegamos hasta el Puente de piedra natural de Fonseca, que es un lugar donde le río Ebrón se ha hecho paso entre la roca y ha formado una especie de puente.

Puente de Fonseca, Estrechos del Ebrón.

Desde aquí hasta el pueblecito de Tormón no queda mucho, pero decidimos que ya está bien y que hay que volver de nuevo sobre nuestro pasos y  nos queda un rato todavía hasta la auto.

Aguas del río Ebrón.

Volvemos por la misma senda que nos ha traído, pues aunque podríamos volver a El Cuervo por encima de los estrechos, queremos volver a disfrutar del entorno y apreciar lo que se nos haya pasado en una primera ocasión.

Estrechos del Ebrón.

El día nos está acompañando, incluso hace calor al sol, lo que se agradece, por nosotros y por la tonalidad que adquieren las hojas amarillentas de los árboles, preludio de la segura caída que experimentarán en breves fechas.
Tras una reparadora comida donde podemos degustar las estupendas manzanas de la zona, ponemos rumbo al lugar donde pernoctaremos esta noche: Albarracín.

Para saber más de la ruta de los Estrechos del Ebrón:

Ruta Estrechos Ebron El Cuervo Tormon

Parking mirador Pinar El Rodeno.

Salimos de El Cuervo y pasamos por Cuesta del Rato. Transitamos por una carreterita estrecha pero con un firme aceptable y poco a poco nos vamos acercando al espectacular pinar de El Rodeno, donde pinos y rocas armoniosamente se mezclan de forma tan natural como bella.

Rocas y pinos componen el Pinar de El Rodeno..

Rocas rojizas y enormes, en muchas ocasiones redondeadas, se entremezclan con frondosos y verdes pinos, lo que le confiere a esta masa forestal un encanto especial, tanto que desde la prehistoria ha atraído a numerosos asentamientos de humanos que han dejado una huella indeleble en la zona y que mañana veremos con más tranquilidad.

Pernocta en Albarracín.

Así llegamos a uno de los pueblos más bonitos de toda España. Albarracín.
Hacía bastantes años que estuvimos aquí por primera vez y nos fascinó entonces, y desde aquellos días siempre habíamos querido volver sin haber encontrado un hueco hasta el día de hoy.

Pernocta en Albarracín.

Tanto tiempo hacía que habíamos estado en Albarracín, que el gran parking que hay construído, era unas huertas que habían habilitado. Ahora, ese mismo parking está ampliado y perfectamente asfaltado, pintado y prohibido para pernoctar autocaravanas.

Señal de prohibido pernoctar para autos.

Como ya lo había leído, nos vamos al parking del Centro de salud y así  nos curamos en salud, no vaya a ser que la tentación...
GPS: 40.409203, -1.436686 , gratuito y sin servicios.

Albarracín, de noche.

Descansamos un poquito y nos vamos hacia el centro de Albarracín. Lo primero que vemos es que el gran parking está bastante completito de autocaravanas y campers y luego vemos la señal que prohíbe la pernocta.
Una vez en la Oficina de Turismo, tras pedir algo de información, le damos la quejas a la chica responsable de dicha Oficina. Entiende nuestro punto de vista y nos manda al parking donde hemos estacionado y le pedimos que haga el favor de transmitir nuestro total desacuerdo con el Ayuntamiento por este tema, informándole que en otros países nos llevan mucho adelanto y que es una pena que Albarracín no tenga este tema regulado.

Albarracín.

Nos metemos de lleno a callejear las encantadoras callecitas de Albarracín, reencontrándonos de nuevo con nuestros viejos recuerdos de tal bello y encantador lugar.

Albarracín.

Estamos en plena temporada de setas, ya lo hemos visto esta tarde mientras transitábamos por las carreteras que nos han traído hasta aquí y por ello nos damos un homenaje en el casino del pueblo a base de tan suculento manjar.

Parking en Dinópolis, Albarracín.

Vemos que algunas autos nos van a hacer compañía esta noche y también que bastantes más han preferido quedarse en el parking principal obviando la prohibición.
Transcurre con total tranquilidad la noche y esta mañana vamos a hacer la ruta senderista que nos llevará desde Albarracín hasta las pinturas rupestres en el pinar del Rodeno.

Senda GR-10 por el Rodeno, Albarracín.

Salimos desde el estacionamiento por la Calle Llano del Arrabal que más tarde se convierte en la carretera que vinimos ayer y que lleva a las Cuevas del Navazo. Cuando salimos del pueblo, dejamos la carretera y por una senda que sale a la izquierda de la carretera comenzamos la ruta senderista catalogada como GR-10.
Vemos unas instalaciones que corresponden al Dinópolis y donde también hay una gran explanada para pernoctar, de hecho hay una auto.

Senda GR-10, Albarracín.

En este primer tramos de la ruta, la vegetación es la propia de las riberas de los río. Los chopos todavía conservan parte de sus hojas adoptando un bonito y romántico tono rojizo, tal vez influidos por el tono rojizo de las rocas que envuelven a estos bellos ejemplares.

Formaciones rocosas del Rodeno.

Hay tramos sencillamente espectaculares. Alzándose ante nosotros las enormes moles de roca rojiza, le dan un toque claramente diferenciador a este entorno.

La primera de las cuevas.

Así llegamos a la primera de las cuevas, todavía lejos de las del Navazo que son las más bonitas y las que se aprecian perfectamente, en esta no podemos distinguir lo que hay pintado.

Una imagen que veremos en varias ocasiones.

La senda va subiendo poco a poco, pasando por zonas donde el paso se hace más pesado por la cantidad de piedras y el desnivel que hay, pero tampoco es demasiado costoso, hasta que llegamos a una gran explanada donde se suaviza el recorrido, estamos a las puertas de las cuevas.

Abrigo de los Toros.

Lo bueno de este lugar es que en poco espacio una una serie de abrigos que albergan gran cantidad de pinturas rupestres, por lo que no hace falta andar mucho para ver una gran muestra de arte rupestre.

Abrigo de los Toros.

Los abrigos están perfectamente señalizados y balizados, además andar por entre las piedras rojizas y los pinos es una auténtica delicia, por la cantidad de abrigo y rocas que hay aquí reunidas.

Abrigo de Lázaro.

Diferentes abrigos, "de los Toros, Tío Campano, Cocinilla del Obispo,  Toricos del prado del Navazo, etc, se pueden visitar y en ellos es fácil apreciar las pinturas, ya que hay unas tablillas que representan lo que hay pintado en los abrigos, cosa que hace más fácil la interpretación de las mismas.

Pinar del Rodeno.

Al resguardo de un abrigo desayunamos tranquilamente, a pesar del constante tránsito de personas que portan en sus espaldas colchones, sin duda utilizados al quedarse a pasar la noche bajo un abrigo en comunión con la Naturaleza.

Otra forma de hacer turismo.

Damos cuenta de los abrigos de la zona y cuando ya nos hemos saturado de abrigos y pinturas, nos vamos hacia la carretera donde se encuentra el parking, lugar donde también se puede pernoctar sin problemas, aunque debe haber mucho tránsito ya que está bastante lleno. GPS: N 40 23 16.38 W 1 24 23.32.

Detalle del abrigo de los Cazadores del Navazo.

Parking de las pinturas del Navazo.

El parking es bastante grande se ven bastantes campers y algunas autos estacionadas, además el las inmediaciones se ven grupos de chavales que aprovechando cualquier abrigo se quedan a dormir por la zona con sus colchones.

Pinar del Rodeno.

De vuelta a Albarracín nos vamos esta vez por la carretera, pues así llegaremos antes y nos será más fácil.
A un par de kilómetros de Albarracín hay un mirador desde el que se divisan unas magníficas vistas del pinar.

El Rodeno.

Para comer nos vamos a una zona de picnic situada en la carretera que va hacia Gea de Albarracín. Enfrente está la fábrica de quesos o la Quesería, famosa por haber recibido algún premio internacional por sus quesos. Podemos dar fe de ello, pues compramos queso y damos buena cuenta de él, muy bueno.
Después de comer y echar una siesta reparadora nos vamos hacia la cascada de Calomarde.

Parking de la Cascada de Calomarde.

Aparcamos en el parking GPS: 40.373672, -1.550539.

Este entorno es un lugar donde el río de la Fuente del Berro, afluente del Guadalaviar, dibuja impresionantes cascadas, esos sí, cuando fluye agua.

Entorno de la cascada de Calomarde.

Nosotros no podemos deleitarnos con las cascadas pues el río no lleva ni gota de agua, aunque el entorno es preciosos en sí, tan solo le falta la alegría y riqueza del agua.

Lugar donde fluye la cascada de Calomarde.

Una pena, la verdad, no ver el salto de las aguas, aunque podemos ver la oquedades y puentes naturales que el río ha ido excavando a lo largo de los Siglos.

Cascada de Calomarde.

También hay restos de antiguos molinos situados estratégicamente en algunos tramos del río, que aprovechaban el ímpetu de las aguas para moler grano.

Para saber más y ver lo que es este lugar en todo su esplendor:

cascada-de-calomarde.

Plaza de Albarracín.

Ya anochecido llegamos de nuevo al parking del centro de salud de Albarracín, donde pernoctaremos por segundo día consecutivo, ya que en el día de hoy no hemos podido disfrutar de Albarracín de día, cosa que dejamos para mañana.

Plaza de Albarracín.

El pueblo está bastante concurrido, siendo la Plaza el centro donde más ambiente hay. Después de cenar nos vamos a un pub que recordábamos de nuestra primera visita y que está frente al parking principal. Está situado en un antiguo molino de agua, lo que lo hace más interesante, ya que se puede ver parte del mismo.

Estacionamiento principal de Albarracín.

El día amanece lluvioso, vamos a ver si nos da una tregua para poder disfrutar de Albarracín.
Una vez más podemos comprobar la fama que tiene la panadería que hay cerca del centro de salud. Unas colas interminables dan cuenta de ello, eso sí, el pan y todo lo demás está para chuparse los dedos.

Albarracín.

Bueno, y qué vamos a contar de Albarracín que el que lea este relato no sepa?, pues casi nada pues en internet y en infinidad de guías hay información más que suficiente y bastante mejor detallada que la que yo humildemente pueda expresar en este relato.

Albarracín.

Que Albarracín ha obtenido numerosos premios entre ellos la declaración en 1961 de Monumento Nacional, o que en 1966 recibió la medalla al mérito de bellas artes o por último que Albarracín está propuesto para ser Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, creo que es algo que más o menos casi todo el mundo ya sabe.

Albarracín.

Por ello, me limitaré a relatar los sentimientos que nos abordan cuando callejeamos tranquilamente por sus empedradas y empinadas callejuelas, llenas de historia y de un encanto tan especial y tan intenso para los sentidos.

Albarracín.

Desconozco los motivos por los que uno se siente tan bien acogido y como si realmente estuviera en su casa, cuando paseamos por Albarracín.
Tal vez sea el magnífico emplazamiento de que disfruta, rodeado por un entorno excepcional, de una situación privilegiada, en medio de ningún lugar de paso, como una excepcional isla que impregna su gran magnetismo que hace que uno se sienta enamorado de Albarracín desde el primer momento que contempla sus históricas murallas y sus regias viviendas y Palacios.

Castillo de Albarracín.

Tal vez sea el aire hospitalario de sus gentes, de lo bien que te acogen vengas de donde vengas y seas quien seas.
Puede que también influya la larga y dilatada historia de las paredes y piedras por las que antes que nosotros han desfilado ingentes cantidades de gentes venidas de todas partes, atraídas como nosotros por un espirito invisible que no vemos pero que sí sentimos.

Castillo de Albarracín.

No alcanzo a adivinar el motivo por el que Albarracín influye sobre nosotros ese hechizo casi mágico que produce una sensación de armonía y paz como pocos lugares son capaces de transmitir.
Lo único cierto y real es que uno se encuentra bien en Albarracín, con solo pasear por sus calles, acercarse hasta sus murallas y sentirlas, ver el pueblo trazado de forma sosegada y feliz.

Panorámica de Albarracín.

A pesar de que la mañana no es lo agradable que nos hubiera gustado, pues la lluvia de vez en cuando nos hace tener que detenernos y guarecernos hasta que deja de llover, disfrutamos mucho con estas pequeñas pausas como diseñadas para que nos quedemos aquí más tiempo y no nos marchemos sin haber degustado todo lo posible lo que da de sí Albarracín.

Albarracín y sus murallas.

Creo que una imagen vale más que mil palabras.

Iglesia y Castillo de Albarracín.

Murallas de Albarracín.

Casi sin darnos cuenta hemos subido a la parte alta del pueblo, allí donde están las murallas, la que atravesamos por una puerta abierta a tal efecto.

Murallas de Albarracín.

Panorámica de las murallas, Albarracín.

Albarracín.

Una vez traspasada la muralla, el pueblo queda a nuestros pies y desde aquí las vistas son extraordinarias.

Albarracín.

Mi intención es subir hacia lo alto de las murallas, pero está empezando a llover otra vez y el camino se hace resbaladizo, por lo que optamos por bajar hacia el pueblo.

Albarracín.

No sin antes deleitarnos de nuevo con el conjunto tan bello que nos ofrece desde aquí Albarracín.

Albarracín.

Debido a la lluvia, apenas se ve gente por las calles, lo que sin duda es una alegría, pues sin duda no es lo mismo ver una lugar repleto de gente que cuando es en estas condiciones, casi para nosotros solos.

Albarracín.

Con algo de pena y con un hasta pronto, nos despedimos de este bello lugar que tan onda huella ha grabado en nuestro corazón. Nos marchamos con nuestras mochilas cargadas de muy buenas sensaciones vividas en Albarracín.

Castillo de la Santa Croche, inmediaciones de Albarracín.

Nuestro siguiente punto de interés lo centramos en el Acueducto romano de Gea, una obra de ingeniería realizada hace mucho tiempo por los romanos y que unía las poblaciones de Cella y Albarracín, separados por unos 25 kilómetros.

Azud de Gea, tramo del Acueducto.

El Acueducto se puede contemplar en varios lugares, pero sin dudad los lugares donde más interesante resulta es en las inmediaciones de Gea de Albarracín.

Subida hacia el Azud.

En la misma carretera que une Albarracín con Gea de Albarracín y a un kilómetro antes de llegar a éste último pueblo aparcamos al borde de la carretera, GPS: 40.411457, -1.357300 .

Parking del Azud de Gea.

Una senda empinada nos sube hacia el cerro donde está integrado el acueducto romano. Este acueducto no es el típico sostenido por arcos y puentes, vamos, el típico acueducto romano.

Acceso al Acueducto.

El acceso está perfectamente balizado y después del primer esfuerzo que supone la ascensión, el siguiente tramo es menos exigente, aunque sí más bello.

Vistas desde el Acueducto.

Por fin llegamos a la parte de la roca donde está excavado este antiguo canal que transportaba agua desde las poblaciones de Albarracín y Cella y uno se pregunta cómo podían conseguir los ingenieros romanos esta perfección.

Acceso al acueducto.

Y con el inconveniente de tener que ir en algunos tramos excavados dentro de la roca, por el corazón de la montaña, con la inclinación y pendiente adecuada, realmente magnífico.

Interior del Acueducto.


Cada ciertos metros se abren ventanas que dan al exterior de la montaña, así como chimeneas hacia la parte alta de la montaña.

Interior del Acueducto.

Yo me considero un apasionado de la cultura romana y estas cosas me fascinan. Por momentos, y en medio de esta impresionante obra, trato de ponerme en la piel de los que diseñaron y realizaron estos trabajos, qué debían de sentir, como sería el trabajo técnico, cuanta gente y cuanto sacrificio se tragaría esta impresionante obra...

Acueducto visto desde la carretera.

Tras recorrer el tramo que todavía se conserva y que se puede visitar, que, aunque no lo he comentado antes es gratuito y se puede realizar con toda libertad, nos bajamos hacia la auto para ver el tramo de acueducto denominado de Barranco de Los Burros.

Parking del tramo de Los Burros.

Parking en la zona de pic-nic del Barranco de los Burros, Gea.

Tramo de Acueducto denominado Barranco de los Burros.

Estacionamos en el parking de este tramo y que creo es el más bonito, GPS: 40.413503, -1.351517 . Por cierto, un poco más abajo hay un primer parking pero en el de las coordenadas se puede estacionar muy bien y hay unas mesas de picnic, lugar donde comeremos después de visitar el tramo.

Pequeña presa de camino al Acueducto.

La senda transcurre por el cauce seco de un riachuelo y cada vez se va cerrando más la montaña.

Acceso al Barranco de los Burros.

No hay mas de unos 10 o 15 minutos desde el parking hasta que por fin llegamos a un recodo que hace la montaña y los ingenieros romanos salvaron esta adversidad labrando en el interior de la roca un tramo del acueducto formando una curva.

Barranco de los Burros.

Por el interior de esta montaña transcurre el acueducto, aunque en un primer momento no lo podamos apreciar.

Barranco de los Burros.

Tramo al aire libre del acueducto.

Este tramo, como ya he indicado anteriormente, es el más espectacular, pues el acueducto llega hasta aquí y sale desde aquí a cielo abierto, pero los ingenieros romanos salvaron el obstáculo que supuso este barranco excavando dentro de la roca.

Barranco de los Burros.

Quizás se decidieron por esta solución, probablemente más difícil de realizar, pero a la larga menos costosa, ya que los puentes y arcos requieren de una posterior conservación con los consiguientes gastos en estos menesteres.

Tramo del Acueducto en el Barranco de los Burros.

Para ello tuvieron que realizar un giro realmente espectacular y costoso en la roca, conservando la cota de nivel e inclinación para que el acueducto siguiera la curva del barranco y continuara excavado dentro de la roca, sencillamente espectacular e ingenioso.

Dentro del Acueducto.

Todavía se pueden apreciar las puntas de las herramientas que utilizaron los trabajadores para oradar esta dura piedra.

Interior del Acueducto.

No es un tramo muy grande el que transcurre dentro de la montaña, pero podemos apreciar la perfección que consiguieron los ingenieros romanos.

Loculi o lumina del Acueducto.

Cada pocos metros podemos apreciar las pequeñas ventanitas que abrían en la roca, llamadas loculi o lumina para iluminar el acueducto y sacar los escombros.
Tras comer en la zona de picnic y echar una siesta, ponemos rumbo a Teruel.

Parking de la estación de Teruel.

Llegamos a Teruel y nos dirigimos al parking de la Estación de Renfe, un lugar recomendable para pernoctar, sin servicios y gratuito. GPS: 40.339267, -1.109864 .
A Mati no le termina de convencer, quizás por aquello de la mala fama de las estaciones y vamos a buscar el parking de la plaza de toros.

Pernocta en la Plaza de Toros, Teruel.

Llegamos a la Plaza de Toros de Teruel y nos acomodamos aquí, GPS: 40 20 13.48 N 1 06 09.57 W , gratuito pero sin servicios.

Parking de la estación desde el Viaducto nuevo.

Nos ponemos de nuevo en marcha y pasamos a la otra parte de la ciudad por el viaducto nuevo desde se ven una buenas vistas de esta parte de la ciudad.

Edificio en la Plaza de San Juan, Teruel

Lo primero que vemos es una zona desconocida de Teruel, unos aljibes subterráneos que lo han reconvertido como una especie de centro de interpretación de los canales y aljibes de Teruel, ya que han jugado un papel importante en la historia de la ciudad
Luego nos vamos a ver a los Amantes de Teruel.

Iglesia de San Pedro y Mausoleo de los Amantes, Teruel.

Sacamos las entradas para ver el Mausoleo de los Amantes y la basílica de San Pedro y esperamos a que nuestro grupo sea llamado para hacer la visita a la Iglesia.

Amantes de Teruel.

Impresiona ver esta escultura de mármol con el sarcófago de los Amantes de Teruel. Además debajo de cada sepultura se pueden apreciar los restos de los amantes.

Los Amantes de Teruel.

En la visita nos explican de donde viene la historia de estos dos personajes, Isabel de Segura y Juan Martínez de Marcilla, concretamente del año 1217 y narra la historia de amor y tragedia de dos jóvenes de la ciudad que por diferencias sociales les fue negado su amor.

Para más información:

mausoleo-de-los-amantes-teruel

Bóveda de la Iglesia de San Pedro, Teruel.

A continuación accedemos a la Iglesia de San Pedro y nada más abrirse las puertas nos quedamos maravillados por el rico y bello patrimonio que la misma posee.

Iglesia de San Pedro, Teruel.

Parece ser que se ha estado trabajando hasta hace poco en la rehabilitación de la Iglesia y tenemos la suerte de poder visitarla y de maravillarnos por el buen trabajo que han realizado con este monumento.

Retablo de la Iglesia de San Pedro, Teruel.

Claustro de la Iglesia de San Pedro.

La visita es altamente recomendable pues después de explicarnos los detalles del retablo de la Iglesia, que es la pieza más importante de la misma, nos hacen una visita guiada por la Torre y la parte alta de la Iglesia, desde donde podemos ver las vidrieras de la Iglesia.

Museo provincial de Teruel.

Una vez finalizada la visita y con la recomendación de hacer la ruta de las torres mudéjares de Teruel, una auténtica maravilla, nos ponemos a callejear y a descubrir los rincones de esta coqueta y bella ciudad.

Catedral de Teruel.

Llegamos la Catedral de Teruel, que evidentemente a estas horas está cerrada, dejándola para hacerle una visita mañana.

Torre de San Martín, Teruel.

Seguimos callejeando y vamos descubriendo bellos rincones y torres mudéjares magníficas, debe ser muy gratificante la ruta de las torres mudéjares que nos ha recomendado la guía de la Iglesia de San Pedro, lo dejaremos para mañana con más tranquilidad.
Tras una cerveza en un bar muy bonito situado junto a la fonda del Tozal, nos vamos para la auto, el día ha sido muy intenso y las fuerzas son ya pocas.
A la mañana siguiente, el día no acompaña, está lloviendo a cántaros y nuestro gozo de ver Teruel de día en un pozo, así no hay manera.
Ponemos rumbo a casa con la esperanza de que el tiempo amaine y podamos visitar las chorreras de Enguídanos en la provincia de Cuenca. Pero la climatología no nos da un momento de respiro, en algunos momentos cae agua con una avaricia descomunal y tampoco podemos hacer el último o lugar de interés que llevábamos programado, otra vez será.
Eso si, vemos ingentes cantidades de personas recogiendo setas por todo el camino, parece no importarles la que les está cayendo encima, como yo digo, palos a gusto no duelen.
Y esto ha sido lo que ha dado de si este Puente, que aunque corto en días lo hemos vivido de forma intensa y muy reconfortante.
Hasta la salida de las Navidades. Chao.

7 comentarios:

Con autocaravana y sin ella dijo...

Muy buena entrada.
No conozco nada de esa zona y me ha gustado todo, senderos, paisajes, fotografías. Que pena que nos quede tan lejos porque se necesitan varios días.

elviajerosinprisa dijo...

Hola amigos, ¡ qué genial el viaje que habéis relatado¡, fatasticos sitios y fotografías espectaculares. Nos encanta visitar vuestro blog a menudo. Muchas gracias por la enorme e inestimable información que ofrecéis. No sabemos cuando, pero a estos sitios iremos lo antes posible.
Un cordial saludo

alsaga dijo...

Hola a todos, me alegro que os guste el blog.
El principal objetivo del mismo es compartir toda esa información con futuros viajeros y facilitar en todo lo posible experiencias parecidas.
Un saludo.

Con autocaravana y sin ella dijo...

No sé cómo ponerme en contacto con vosotros, alfredo sarria y elviajerosinprisa. No encuentro el correo ni el twiter, era para deciros que tenéis una sorpresa en mi blog:

http://conautocaravana.blogspot.com.es/2013/03/one-lovely-blog-award.html

Espero que os guste

alsaga dijo...

Gracias, ya he visto tu blog y me gusta bastante.
Si quieres ponerte en contacto conmigo por correo electrónico:
alsagas@hotmail.com
Un saludo.

wilow dijo...

Hola muy buena entrada, buscaba algo para pernoctar en albarracin, por cierto, las personas que llevan los colchones no son para dormir jaja, me a echo gracia, son para escalar en esas rocas, se ponen en el suelo por si caemos, pero no para dormir!(bueno la siesta a veces tambien), gracias por tu info!

Linuxica dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.