06 septiembre 2008

Bretaña, Normandía y Perigord VI


Hoy visitaremos nuestro último destino de Normandía, también el que más lejos está desde nuestra salida: Etretat.
Después de visitar esta localidad haremos la vuelta a casa, pero antes pasaremos por una región, de la que no teníamos muchas referencias, pero que nos sorprendió muy gratamente, con pueblos de ensueño y encanto: El Perigord
Partimos de Honfleur, una localidad que nos ha gustado mucho y en la que hemos estado más tiempo desde que salimos, un lugar precioso.
Cogemos de nuevo la carretera y ponemos rumbo a Etretat. Para ello debemos cruzar el famoso puente de Normandía. Impresionante obra que junta ambas partes de la desembocadura del río Sena. El tránsito por dicho puente es de pago, creo recordar que rondaban los 4 o 5 euros, pero merece la pena, ya que si no lo haces la vuelta que hay que pegar es de categoría.




Llegamos a primera hora de la mañana a Etretat y nos vamos a un área que tenía en el Tomtom del móvil. Está alejada del centro y de la playa, por lo que después de pensarlo un rato y teniendo en cuenta que no estaremos más de 3 horas, decidimos buscar otra aparcamiento más céntrico.

Dicho y hecho, aparcamos al lado de la playa, en zona azul, sin problemas.

Hace una mañana estupenda que invita a subir a los acantilados que hacen famosa a esta población, por lo que cogemos fuerzas y nos vamos directos a la ascensión.


Etretat

La subida hay que tomársela con calma, pues hay un desnivel considerable y no se sube así como así, aunque con algún que otro descanso se llega a la cima.
Desde aquí, la verdad, es que las vistas son magníficas y es entonces cuando te dices: "ha merecido la pena". Ese azul intenso del mar en contraste con la blancura de la roca y el verde intenso de su superficie, crea un espectáculo digno de ser visto.
Habíamos visto algunas fotos de este lugar, pero cuando estás aquí impresiona mucho más. Los precipicios vistos desde arriba de la roca no son recomendables para aquellos que sufran de vértigo, parece que te vas a caer en cualquier momento.


Etretat

Sin embargo, contemplando el vuelo de las numerosas gaviotas que se arremolinan en este lugar, hace sentir una sensación e libertad y de paz, sobre todo si lo pudiéramos sentir como ellas, dejándose llevar por las corrientes ascendentes de aire y permaneciendo así el tiempo que nos viniera en gana.

Ahora toca la bajada. Ni punto de comparación con la subida, así da gusto. Tras comprobar que la ac sigue en el mismo sitio donde la dejamos y que no tenemos ninuna "nota", nos ponemos a patear la ciudad.
Se nota que no es fín de semana y que todavía es temprano para bañarse, por lo que la aglomeración de gente no es importante y podemos pasear con tranquilidad.


Etretat

Este lugar no es muy grande por lo que se puede ver bien en poco tiempo.

Las casas de entramado de madera con sus tejados negros de pizarra son muy bonitas, unido a que las decoran con tanta variedad de flores, hace de la simple contemplación un bello placer.



Etretat

La casa que más nos gustó es la que se ve en la foto de arriba. Se trata del hotel "Le Galion". Es un edificio sorprendente y muy bonito de ver, tiene que tener unas habitaciones maravillosas, ya que por fuera es muy bonito.

Otro lugar que también visitamos y que es bastante bonito, sobre todo por fuera es "Le vieux Marché couvert", que como su nombre indica es un mercado construido en madera, actualmente lleno de tiendas de souvenirs, asi es que si quereis aquí podeis comprar los productos típicos de Normandía y muchas más cosas.

Para el próximo viaje dejamos la visita al "farrallón de Amont", que está situado en la otra parte de la playa, donde en todo lo alto se alza una pequeña y moderna capilla.

http://www.etretat.net/index2.php




Bueno, ponemos rumbo al sur de Francia y tenemos la sensación de que hoy vamos a pasar calor. Efectivamente nuestros pronósticos se cumplen, y con creces. No parece que estemos en Francia, la temperatura sube a 34, 35 grados y como no estamos acostumbrados, sudamos por vez primera en tierras francesas.
La distancia entre Etretat y el destino que hemos preparado para pasar la noche: Hautefort es considerable, sobre 650 kilómetros.




Intentamos evitar las autopistas y seguir la ruta más recta, y aunque las carreteras no son malas, llegamos a dicho lugar sobre las 8 de la tarde cuando, evidentemente, está ya todo cerrado en el pueblo.

Esta localidad tiene como principal interés su castillo: http://www.chateau-hautefort.com/

Esto que os pongo a continuación es una breve descripción de este castillo:

"Uno de los castillos más famosos del Sur-Oeste de Francia al nordeste del departamento de la Dordoña, lindante con Corrèze y Haute-Vienne, esa construcción imponante domina un antiguo campo romano. Durante el siglo XII, fue la puesta de la rivalidad entre el famoso trovador Bertran de Born y su hermano Constantin a proposito de la sucesión del Rey de Inglaterra Henri II Plantagenet. En 1588, durante las Guerras Religiosas, la fortaleza experimentó modificaciones. Rodeado por bancales florecidos clasificados como monumento histórico, primer jardín de Aquitaine y uno de los más hermosos de Francia. Fue edificado entre 1630 y 1670. Uno de los castillos más famosos del Sur-Oeste de Francia. Clasificado como Monumento Histórico" .



Lugar de pernocta en Hautefort

El castillo se ilumina cuando la luz natural se va apagando y volvemos a disfrutar de otro momento mágico. Situados con nuestra ac a unos 300 metros de este monumento tan bello, lo miramos en lo alto de una loma y pensamos lo afortunados que somos de poder estar aquí.

La foto de arriba está tomada desde el castillo y la ac blanca que se ve, es la nuestra, ahí pasamos la noche, una gozada. GPS: ( 45 15 37.36 N 1 08 55.25 E ).


En sí es un lugar municipal, existen unos pequeños aseos, se puede descargar y coger agua, lo único que no hay es electricidad, pero el sitio es magnífico. Otro par de acs nos acompañaron durante la noche.


Hautefort

Esto ya es el Perigord, una zona para perderse. Los pueblos som muy bonitos. Existen una gran variedad de productos típicos en esta zona, pero si nos tenemos que quedar con una de ellos lo haremos por el más famoso de todos ellos: "El foie gras de canard", osea el paté de oca.

http://www.best-of-perigord.tm.fr/basics/espagnol/espagnol.html


Hautefort

A la mañana siguiente visitamos el pueblo, que si quitamos el castillo no tiene mucho que ver. Quizás otro lugar que se puede visitar es el antiguo hospital de ancianos, que actualmente es una sala de exposiciones, donde se pueden ve la historia de este lugar que hace ya tiempo albergó a enfermos y se exponen los métodos de cura así como los diversos utensilios.
Nos vamos a ver el castillo y sus jardines. Es esquistivo el cuidado que ponen en todos los detalles y lo bien que tienen los jardines, todo tan arreglado y limpio.


Hautefort

El interior del castillo está muy bien conservado y rehabilitado y es de destacar la gran cantidad de mueblos que lo adornan. La visita es en francés o inglés, aunque si no quieres hacerla, lo puedes hacer por libre, ya que te dan un plano con todos los detalles en castellano.

La visita es recomendable, ya que las estancias están muy bien cuidadas y los muebles son muy bonitos.


Continuamos nuestra ruta hacia la capital de esta zona y sin lugar a dudas la población más interesante y a su vez más bonita: Sarlat-la-Canéda.


Plano de Sarlat

encontrar aparcamineto, ya que esta ciudad es algo más grande y se nota que aquí hay mucho turismo. Dejamos la ac en una calle muy cerca del centro y nos disponemos a ver esta bonita población.


Sarlat

Lo que hay que ver en esta población es el "Vieux Sarlat". Estrechas callejas y antiguas mansiones con fachadas de piedra caliza de color ocre y techos cónicos que invitan a pasear por sus calles medievales. La más interesante es la Rue des Consuls, con numerosas casas de los siglos XV, XVI y XVII. La Rue Jean-Jacques Rousseau fue la calle principal hasta que se construyó la Rue de la République, en el siglo XIX. Otras típicas callejas, estrechas y tortuosas, son la Rue d’Albusse, junto al jardín trasero de la catedral, y la Rue de la Salamandre, también con numerosas casas del siglo XVI. La Place de la Liberté es el corazón renacentista de la ciudad, ahora con numerosas tiendas y cafés, donde se celebra el famoso mercado de Sarlat.


Sarlat

Entre las casas más destacadas está la Maison de La Boétie, de 1525; el Hôtel de Maleville, también del siglo XVI, o el Hotel Plamon, en el que cada planta es de una época diferente. La Cathédrale St.-Sacerdos destaca por su antigua y recargada torre, iniciada en el siglo XII. El Cour de l’Evêche (Patio del Obispo) es un jardín que alberga una torre de forma cónica del siglo XVII, conocida como la Lanterne des Morts, ocasionalmente empleada como capilla funeraria. El antiguo palacio episcopal es ahora el teatro municipal, destaca por su interior renacentista y por los restos de una logia del siglo XVI. La Capille des Pénitents Bleus, de estilo románico, es el último vestigio de una abadía del siglo XII.


Sarlat

El ambiente de la ciudad es, simplemente, magnífico. Gente por todas partes, restaurantes y bares llenos de gente con sus terrazas que invitan a sentarse y contemplar los magníficos edificios. Es una ciudad medieval estupendamente conservada.
Perderse por sus callejuelas es una delicia y no me quiero imaginar si se hace de noche, tiene que ser una gozada.

Sarlat

Prometo que si algún día volvemos aquí, nos quedaremos a pernoctar, ya que por la noche este lugar tiene que ser encantador.

Si quereis comprar los típicos productos del Perigord. Pates, licores, nueces, postres, y un sin fín de productos, aquí es el lugar adecuado, ya que hay tiendas por un tubo, y algunas, por cierto, bastante caras.

http://www.ot-sarlat-perigord.fr/

http://www.perigordnoir.com/cgi-bin/WEB/default.asp?p=sarlat&lg=sp



Seguimos nuestro camino y nos acercamos al río Dordogne, eje vertebrador de esta zona, a la que estos franceses saben sacar partido, ya que hay infinidad de actividades que se pueden realizar a lo largo de este río. La menos fatigosa es subierse a una de las muchas "gabarras" que inundan el río y hacer un viaje contemplando magníficos pasisajes.

También te puedes subir en una canoa y darle al remo, aunque esto ya es mucho más costoso.


Beynac

Llegamos a Beynac, localidad ribereña del río, donde se erige en todo lo alto del cerro su imponente castillo, por lo que nos vamos hacia el mismo.

Arriba, junto a las puertas del castillo, se puede estacionar. Desde el castillo baja una callecita hasta la carretera principal, y también hay un estacionamiento de pago. Se pueden hacer las dos cosas, aunque quizás la más recomendable sería la de dejar el vehículo al lado de la carretera y subir andando hacia el castillo, al mismo tiempo se ven las casitas y se descubren rincones.



Beynac

Creo que en este lugar hay camping o área ya que vi autocaravanas estacionadas, pero como no nos quedamos aquí a pernoctar pues no me interesé.


Beynac

El pueblecito es encantador, sus casitas de piedra son muy bonitas y lo mejor es perderse y patear sus callejuelas hasta caer rendido, entonces te sientas en una terraza y a reponer fuerzas.


Beynac

Cuando subimos al castillo estaba casi cerrando y como no daba tiempo ha verlo por completo no quisimos entrar. Nos dio la sensación de no tener mucho que ver dentro, ya que debe estar muy rehabilitado, pero ya digo, si hubiéramos tenido tiempo lo habríamos visitado.


Vistas del Dordogne

Continuamos ruta hacia el lugar donde pernoctaremos en el día de hoy: La Roque Gageac.
Igualmente, se trata de un pueblecito situado bajo un cerro del río Dordogne, ya digo, este río es la columna vertebral de la zona.



Nos vamos al área de acs que hay en el pueblo GPS: ( 44 49 29.56 N 1 11 03.14 E ). Es una buena área, se paga en una máquina expendedora de billetes. Creo recordar que vale unos 7 euros.
Al lado hay unos aseos donde se pueden vaciar negras, y al lado hay unos grifos donde se puede cargar agua. Electricidad no recuerdo que hubiera.


Área de acs de La Roque Gageac

Bueno, este es uno de los pueblos más bonitos de Francia. Situado bajo una roca, en la ribera del río Dordoge, desde tiempos inmemoriales ha estado habitado por trogloditas o lo que es lo mismo gente que vivía en cuevas.


La Roque Gageac

Al ser un sitio resguardado y tener el río al lado con tierras de cultivo, no es estraño que se asentara el hombre aquí desde hace tanto tiempo.
Para protegerse aprovechaban las aberturas naturales de la roca haciendo cuevas y convirtiéndolas en lugares practicamente inaccesibles, ya que tenían que subir con escaleras de madera.


La Roque Gageac

Se pueden visitar dichas cuevas, pero nosotros no lo hicimos. Sí dimos una pequeña vuelta por el pueblo que básicamente se resume en la carretera que va entre el río y las casas y en algunos tramos sale alguna pequeña callecita detrás de las fachadas de las casas principales.


Al día siguiente toca la vuelta para España y antes de irnos queremos pasar por el último destino del Perigord: Belvés
La carretera es estrecha y se hace pesado hasta que llegas.
Dejamos la ac arriba, en el pueblo, cerca del casco histórico y nos vamos a ver dicha población.


Belvés

Habitada desde el año 250 ADC por una tribu celta, los Belovacos, que dieron su nombre a la ciudad, Belvès fue fortificada en el siglo XI debido a su posición estratégica. En la parte más antigua, el Castrum (poblado fortificado), se encuentra el antiguo torreón (Torre del Auditor del siglo XI), el Palacete Bontemps (siglo XII con una fachada renacimiento), las murallas, que antaño rodeaban la ciudad con una puerta fortificada y una de las torres de defensa, realzada como campanario en el siglo XV. Esta domina la Plaza de Armas, que se anima cada sábado por la mañana, día del mercado, bajo su plaza cubierta con 23 pilares, de 500 años de antigüedad y que ha conservado la cadena de la picota a la que antaño se amarraban los condenados


Belvés

Y ya toca coger caminito a casa. Disponíamos de algún día más i como nos hacía camino decidimos pasarnos por Andorra.
Los paisajes cuando subes por la carretera y atraviesas los Pirineos son muy bonitos, y la llegada a Andorra por esta parte es mucho más bonita que si lo haces por la parte española, no se parecen nada. Además la zona francesa de los pirineos nos pareció muy bonita y creo que es un lugar al que volveremos para hacer alguna ruta.
Nos alojamos en un camping a la salida de Andorra la Vella, pues vimos que el parking aquí es bastante complicado.
Las compras de rigor, las visitas a los centros comerciales y poco más, la verdad.
El regreso a casa sin novedades, solamente comprobamos que estábamos en España cuando nos pilló el calor sofocante en las carreteras.
El resumen de nuestro primer viaje a Francia ha sido de ensueño. Mati y yo viviendo durante 18 días una segunda luna de miel. Una experiencia inolvidable en un país que nos encantó.

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